— No… Chicos, Dominic está en problemas, necesita de su ayuda, Sara quiso volver a atacarnos, y está peor que antes, por favor, vayan a rescatarlo, él me dijo que viniera a buscarlos que ustedes sabrían a donde ir — dijo Anastasia, su respiración cada vez se escuchaba más agitada, a pesar de que ella fue en auto hasta la mansión, la presión por saber de qué estuvo a punto de correr peligro no le favoreció la situación, además de que, estaba preocupándose del estado de su bebé, porque por más que lo disimulara, ella sabía que su dolor del vientre estaba haciéndose cada vez más fuerte, cada vez, este iba poniéndose más imposible de soportar. — Zachary, por favor, cárgala y quédate con ella cuidándola, llévala a su habitación, Josh y yo nos encargaremos de Dominic, ya sabemos donde encontrarlo — anunció Robert, también dejando a un lado, su control de la consola de videojuegos para acercarse rápidamente hacia donde estaban Zachary y Anastasia. Josh le siguió el paso a Robert, sintiénd
Los pasos cuidadosos y cautelosos de Robert y de Josh se acercaron a Dominic, ellos estaban tratando de no alarmarlo porque, era evidente que por la situación, ellos no tenían intención alguna de querer espantarlo. El alfa, al sentir las pisadas de sus compañeros de manada, ha levantado la mirada, mostrando una expresión de paz, tranquilidad, alivio y reconocimiento al verlos. Se sentía aliviado porque sabía que, finalmente, iba a regresar a casa. Él intentó hablar, pero su voz apenas parecía que fuera un susurro, apenas era un murmullo; sin embargo, y por suerte, Robert y Josh pudieron escucharlo muy bien cuando habló, todo gracias a sus fuertes oídos de hombre lobo. — Tranquilo, Dominic, hemos venido hasta aquí para ayudarte, vamos a llevarte a un lugar seguro, por favor, no te esfuerces mucho, sabemos que no te sientes bien y queremos cuidarte — dijo Robert, hablando por medio de la telepatía con su alfa mientras que conseguía agacharse a un lado de él, todavía siendo un hombre
Cuando se quedaron solos, Zachary bajó a la cocina, puesto que le había ofrecido a Anastasia una tasa de aromática caliente, ella la aceptó porque sabía que una bebida caliente del tipo natural le iban a funcionar para relajar los músculos tensionados de su cuerpo por el estrés que sentía de todo lo que ha pasado. Anastasia se ha quedado sola en la habitación, Zachary le había llevado hasta la habitación de Dominic, le había dejado allí acostada, con la ventana abierta de par en par porque a esa hora de la noche, estaba haciendo una ventisca tan fresca que le iba a ayudar a ella a relajarse un poco más de lo que ella podría hacerlo. Anastasia se sentía un poco aturdida, pero de todas maneras, había conseguido suavizar un poco su nerviosismo, ahora, estaba esperando a que los chicos llegaran con Dominic, puesto que ella quería saber qué había sucedido con él al momento de haberle dejado solo en el parque con Sara buscando venganza. Sin embargo, mientras que ella permanecía acostad
Luego de haber tenido que pasar por un denso silencio, un ambiente pesado y palabras no pronunciadas, Dominic ha mirado fijamente a Anastasia, respiró para intentar calmarse, sin embargo, su expresión reflejaba mucho el desasosiego, la inconformidad y la angustia que sentía Dominic en su interior. Anastasia no sabía cómo sentirse en realidad, y ella lo único que ansiaba era acabar con todo esto, porque ella nunca se dio cuenta en que momento fue que su vida cambió para siempre, porque para ella su vida siempre había sido tan tranquila, segura y estable que ella nunca se había imaginado que ahora iba a terminar siendo una gran tormenta difícil de controlar. — Sí, tienes razón, la seguridad es primero, y yo quiero que tú y mi hijo estén bien, quiero lo mejor para ustedes, pero… Ana, déjame decirte una cosa, te necesito a mi lado, porque sin importar el poco tiempo en que hemos estado juntos, he aprendido a quererte, estoy feliz a tu lado y al lado de mi bebé, mi vida nunca había sido
El ambiente se ha puesto mucho más denso y más serio al haber discutido cuál era la gravedad del asunto frente al peligro que corrían no solamente Anastasia, su bebé, y Dominic en casa por la constante aparición de Sara y su sed de venganza. Tanto Robert como Zachary y Josh conocían a la perfección el alcance del peligro que representaba la constante aparición de la mujer loba despechada. Anastasia, mientras tanto, ella abrazaba a su bebé como si pretendiera con ello proteger a su bebé del mal que acechaba. — Chicos, yo sé qué quieren ayudar, se los agradezco mucho porque con ello demuestran cuál es su lealtad para con la manada. Pero en serio, no quiero poner a sus vidas en riesgo. Ustedes son muy importantes para mí, y no puedo permitir que nada les suceda por mi culpa, este es mi problema y yo soy el único quien podrá terminar con él para siempre. Entiendan que cada decisión tomada será así por el bienestar de todos — dijo Dominic. Zachary, Robert y Josh han intercambiado mir
Llegó la noche, Dominic permanecía acostado en la cama, sintiéndose ya demasiado adolorido no por sus heridas, sino porque él estaba ya bastante incómodo de estar todo el tiempo acostado. Josh le había vendado toda la espalda para que Dominic no se atormentara de estar viendo sus cicatrices, pues Sara había dejado muy perfectamente pronunciadas las garras de sus patas encima del pecho y la espalda de Dominic. Por estas heridas era que Dominic se sentía tan adolorido de la espalda que a pesar de que estuviera cómodo en su propia cama, para él era demasiado incómodo acostarse y quedarse quieto en una sola posición. Mientras que Dominic estuvo solo en casa para cuando los chicos se fueron a llevar a Ana a su apartamento y asegurarse de que ella estuviera bien, Dominic se encargó de hacer lo que era más importante para él; llamó a uno de sus contactos más importantes de su celular para que este se encargara de la seguridad de su mansión y de sus compañeros de manada. — ¿Hola? ¿Rodrig
A la mañana siguiente, tal y como Dominic había confirmado con su amigo en la llamada del día anterior, los guardias de seguridad de este aparecieron en la mansión a las siete de la mañana en punto. Dominic les recibió con desayuno y café, y después de haber desayunado, aquellos hombres se marcharon a cumplir con su trabajo; cuidar de la mansión. Miguel se ajustó el auricular en el oído mientras que observa todo lo que ocurre alrededor de la mansión desde el auto estacionado justo en frente a la entrada principal. Estos hombres habían sido convocados para mantener la seguridad en la residencia de Dominic, un trabajo que había sido reclutado de la noche a la mañana, pero que no importaba, porque el amigo de Dominic siempre contaba con gente disponible para trabajar para él las veinticuatro horas del día cuando fuera necesario hacerlo. — ¿Está todo tranquilo por aquí ahora? — preguntó Luis, uno de los compañeros de trabajo de Miguel, que se estaba encargando de la vigilancia desde
Dominic asintió, conociendo la gravedad del asunto, aunque confiaba él en sus habilidades como hombre lobo, sobre todo, siendo el alfa de la manada, él sabía que esta vez debería de ser mucho más cauteloso si no quería terminar muerto porque, aquella mujer, Sara, estaba comenzando a representarse como un problema tan grave y particular que uno no podía subestimar. — De acuerdo, Miguel, entiendo tu punto. Haré lo que me pides, permaneceré aquí dentro, estaré callado, no daré señales de que estoy aquí refugiándome. Ustedes encárguense de hacer hasta lo que sea necesario para quitarnos este problema de encima. Pero por favor, asegúrate de tomar todas las precauciones. Pues, Sara no es alguien que se pueda subestimar, porque cuando menos lo esperas, ella te atacará y te apuñalará por la espalda de la forma más sigilosa y rápida que pueda hacer. Ella es sumamente peligrosa, por favor, cuídense lo que más puedan — respondió Dominic, tratando de mantener la calma y la serenidad para no quer