Un jardín super espectacular, una zona para parrillada y una pequeña alberca nos estaban esperando. Al abrir la puerta corrediza, salí y sentí como si hubiéramos entrado a otro mundo dentro de Lucland. No se sentía como la hacienda; era cálido y privado. Estaba maravillada con todo.Sylvester me guio por las habitaciones, mostrándome los cinco cuartos: una para Liam, otra para Harper y dos más para nuestros futuros hijos. Había pensado en todo, y todo lo que tenía que hacer era dar mi aprobación.Por último, me llevó a la principal. Aunque no tan lujosa como la de la hacienda, estaba a la altura de la realeza. Al entrar juntos, Sylvester cerró la puerta y se acercó a mí, con una mirada llena de amor."¿Pensaste que no te escucharía?" me preguntó, mirándome a los ojos, y no supe qué responder. Me acarició la cara, y cerré los ojos para sentir su piel."Tamia, eres lo más importante para mí, y nunca pondré nada ni a nadie por encima de ti. Eres el centro de mi universo, el ancla que me ma
~Leo~ El día después de nuestra boda, Amelia y yo nos fuimos a la Isla Cain. Era un lugar muy especial para ella, uno que siempre había querido visitar, por eso elegí esta hermosa isla para nuestra luna de miel. Durante dos semanas increíbles, nos quedamos en un resort lujoso y acogedor, en el que cada momento estuvo lleno de amor y felicidad.Cada mañana, me prometía a mí mismo hacer lo que fuera para que nuestro amor siguiera floreciendo. Mi amor por Amelia era tan grande, sin dudas ni miedos. Me había entregado por completo, y cada palabra dicha durante nuestra boda fue sincera y de corazón.Ahora que habíamos acabado con el asunto de Yuri y su secta, pudimos volver a nuestras vidas normales. Amelia y yo pasamos momentos inolvidables. Su forma de ser y su confianza inquebrantable hacían casi imposible que alguien se interpusiera entre nosotros. Ella tenía un humor tan contagioso que hacía que nuestros días fuesen más felices.Su pancita estaba más grande, y me hacía recordar que pr
Un mes después de nuestra boda, Andrew y Mirabel dijeron sus votos, y Timothy, quien por cierto estaba muy feliz, le pasó la antorcha del liderazgo a Andrew, dejándolo asumir su rol de Alfa en Brentwood. Aunque, al principio, Andrew quería estar cerca de sus primos en el Oeste, el amor y el destino lo llevaron a mi territorio. Formó un hogar feliz, y de vez en cuando iba al Oeste a visitar a su familia. Me alegre de que estuvieran juntos, y no podía evitar reírme al recordar a Timothy diciéndome que me casara con su nieta. Nelson se fue a vivir al Oeste, rodeado de sus primos y otros hermanos. Yuri fue un hombre tan cruel y hp, que ni siquiera fue amable con sus propios hijos. Dos de ellos pagaron con su vida por haberlo desafiado. Ahora entendía por qué Nelson huyó de su padre, estaba desesperado por salvarse.Pero, ahora, ese maldito, ya no era una amenaza. Sylvester se encargó de que Yuri sufriera todos los días, y que le causaran un dolor insoportable. Yuri rogaba porque lo libera
~ Tamia ~Nunca olvidaré la noche en la que mi maravillosa vida se convirtió en un completo desastre. No puedo sacar de mi mente el momento en que todo cambió.Mi esposo y yo fuimos a una fiesta a la que no quería asistir, pero Casper, un beta amigo de Leo, era el anfitrión y él estaba decidido a honrar su invitación a toda costa. Debí haberle suplicado un poco más que nos quedáramos en casa, pero quería ser una esposa comprensiva, así que decidí seguirlo y ese fue mi peor error.Leonardo Albert era mi esposo y el alfa de la Manada de la Montaña, lo que me hacía ser conocida como Tamia Albert, la Luna de la manada. Leonardo me eligió para ser su Luna cuando tenía diecinueve años. En realidad, empezamos a salir cuando yo tenía diecisiete y él veintiuno, aunque no llegamos a la intimidad física, ya que, aún no tenía la edad para eso, nos enamoramos de todos modos y juramos permanecer juntos.Muchas de las mujeres de la manada me odiaban porque él solo tenía ojos para mí y no es que yo
~ Leo ~Tamia era el amor de mi vida y no había nada que no haría por ella. La amaba con toda mi alma y cuando le prometí que siempre estaríamos juntos, lo dije muy en serio. Era perfecta para mí; hermosa tanto por dentro como por fuera y tenía la fuerza que una Luna debía de poseer. Amaba cada una de sus cualidades y sinceramente no podía dejarla ir.Estaba enamorado de ella desde que recuerdo, por eso cuando se presentó la oportunidad de cortejarla, la aproveché de inmediato y como resultado, habíamos estado casados durante cinco años. La amaba inmensamente. Mi amor por ella era tan fuerte que creía que sería fácil rechazar a mi compañera destinada si alguna vez la encontrase y ella prometió hacer lo mismo a cambio. Sin embargo, nunca imaginé que rompería esa promesa de una forma tan cobarde.Tamia no quería ir a la cena de Casper; debí haberla escuchado y decirle a mi amigo que no iríamos, pero ahí inició mi caída. El fresco aroma a menta y manzanas me tomó por sorpresa y me atra
~Tamia~ Por la mañana salí a correr y al regresar, la gente me miraba con curiosidad. No necesitaba tener más de 2 neuronas para saber que ya se había difundido la noticia de que el Alfa había encontrado a su compañera destinada. Leo no intentó ocultar la atracción entre Amanda y él. Internamente me preguntaba si los miembros de la manada estaban contentos de que su Alfa sería más fuerte ahora que había encontrado a su compañera destinada. También me cuestionaba a mí misma, si me apreciaban lo suficiente para que se preocuparan verdaderamente por mí y el dolor que sufriría, el cual hasta podría volverme loca. Honestamente, me preguntaba de qué lado estarían.Pasé corriendo junto a los miembros de la manada y regresé a mi casa. Leo estaba desayunando pero, no le había hablado y no planeaba hacerlo, porque no tenía nada que decir. Fui al dormitorio a ducharme y vestirme para comenzar el día, había una reunión a la que debíamos asistir juntos y por mucho que preferiría quedarme en cas
~Tamia~ No hablé con Leo durante todo el viaje y cada intento que hizo por hablar conmigo fue respondido por mi silencio. Cuando finalmente llegamos a casa, fui directo al dormitorio. Nuestra casa tenía cuatro habitaciones, queríamos que nuestros hijos tuvieran cada uno la suya propia, pero ya no sería así. Me pregunté cuál de esas habitaciones me pedirían que ocupara cuando Amanda se mudara; Las palabras de Linda seguían en mi mente y al igual que ella, sabía que mi cama estaría también vacía pronto."Tamia, por favor." Dijo Leo, siguiéndome a la habitación. "Por favor, Tamia." Suplicó y me giré para mirarlo."¿Por favor qué? Todos están hablando de esto, Leo, me humillaste en la fiesta, ¿qué si ella es tu compañera destinada? ¿Tenías que dejarme sola para ir al balcón y besarla? ¿Sabes siquiera lo que significa controlarte a ti mismo?" Le pregunté y bajó la cabeza."El sentimiento era abrumador." Me reí al escuchar su respuesta."Mejor ve a Bosque Blanco y termina lo que ya empezas
~ Tamia ~Pasó otro mes en el que las cosas empeoraron entre Leo y yo; ya no pasaba tiempo conmigo y sutilmente se había mudado de nuestro dormitorio. Se veía venir, pero aun así me molestaba. Además, llevaba a Amanda a las funciones a las que lo invitaban y me dejaba a cargo de la manada. Ya estaba trabajando en mi salida, así que me decía a mí misma que solo tomaría un poco más de tiempo. A menudo miraba donde descansaba su marca en mi cuello y quería quitármela. Odiaba verla, tanto que siempre la cubría, al menos mis lágrimas ya se habían secado. Algunas Lunas simpatizaban conmigo y otras felicitaron a Amanda, aunque ella no había sido nombrada Luna aún y yo sabía por qué; Amanda era doctora y no estaba entrenada para la batalla. Nombrarla Luna significaría que tendría que asumir todas mis responsabilidades, incluyendo liderar batallas y supongo que su vida era demasiado importante para eso. Mientras tanto yo planeaba sorprender pronto a Leo.Poco después, estaba sentada en mi o