Todo el mundo murmuraba, así que Devin se levantó y, con voz firme, dijo: "¡Silencio ya!" ordenó Devin, y Leo golpeó el mazo, haciendo que todos se callaran para que yo pudiera decir la sentencia. "Por medio de la presente audiencia, los condeno a todos ustedes a morir ahorcados frente a sus respectivas manadas. También el título y cargo de Alfa le serán retirados a sus familias." declaré con voz firme. Esa fue mi sentencia. Sabía que sería impactante para los miembros de sus manadas, pero era necesario y serviría de lección para los demás. Se presentaron otras personas que tuvieron un papel activo en la rebelión, principalmente miembros de la secta de Yuri, incluyendo a Ighor y Melvin. Consideramos que la mayoría no tuvo opción, así que los que no actuaron por voluntad propia, como Inkabod, fueron sentenciados a prisión y se les permitirá reintegrarse a la sociedad después. Aunque mi intención era matarlos a todos, no pudimos hacerlo sabiendo que muchos no habían tenido de otra. P
~Tamia~Regresamos a casa después de la audiencia, estábamos muy felices. Era como si nos hubiéramos quitado un peso de la espalda. Habíamos estado tan preocupados de que algo terrible pasara, pero todo se detuvo de repente, y salimos ilesos. Yo estaba toda llenita de alegría y no veía la hora de ver a mis hijos otra vez. El tiempo que pasamos separados se sintió eterno, y los extrañaba muchísimo. Pero ahora, finalmente, podíamos relajarnos. Sylvester me tomó de la mano mientras manejábamos a casa, apreciando la belleza del paisaje a nuestro alrededor. Ya no teníamos que temer por nuestras vidas. No había necesidad de preocuparnos por que alguien nos atacara o nos disparara de la nada. Todo había terminado. Lo miré, y él me llamó la atención cuando tocó suavemente mi mano. "¡Lo logramos!" dije, y él sonrió mientras me acariciaba la mejilla. "Sí, de veras lo logramos cariño" respondió. Ambos nos dimos cuenta de que habíamos ganado, y nos dedicamos a saborear la dulce victoria.Nos s
David tomó la mano de Nicole y, en un tono más bien juguetón, imitó nuestros pasos de baile. "No dejen que nuestra presencia los intimide." Dije en un todo burlón y todos nos reímos. Sylvester y yo volvimos a bailar, y poco a poco, fueron llegando los demás. Cuando ya estábamos todos, pare la música para hablarles a todos. Miré a mi alrededor. Todos mis amigos estaban presentes. Los observé uno por uno: Susan, sentada en las piernas de Devin, se veía saludable y feliz.Avery y Marcel no podían separarse el uno del otro, como siempre, parecían un chicle. Linda y Theo estaban cogidos de la mano, se veían tranquilos. Amelia, sentada en las piernas de Leo, esperaba ansiosa mis palabras, mientras Leo admiraba la belleza de su mujer, podría jurar que vi que se le salió la baba. Al verlos, supe que él no la decepcionaría. Nicole y David, sentados juntos, demostraban que no importaba cuanto tiempo habían estado juntos, su amor seguía fuerte e inquebrantable. Vino abrazaba a Claudia, tr
~ Tamia ~Nunca olvidaré la noche en la que mi maravillosa vida se convirtió en un completo desastre. No puedo sacar de mi mente el momento en que todo cambió.Mi esposo y yo fuimos a una fiesta a la que no quería asistir, pero Casper, un beta amigo de Leo, era el anfitrión y él estaba decidido a honrar su invitación a toda costa. Debí haberle suplicado un poco más que nos quedáramos en casa, pero quería ser una esposa comprensiva, así que decidí seguirlo y ese fue mi peor error.Leonardo Albert era mi esposo y el alfa de la Manada de la Montaña, lo que me hacía ser conocida como Tamia Albert, la Luna de la manada. Leonardo me eligió para ser su Luna cuando tenía diecinueve años. En realidad, empezamos a salir cuando yo tenía diecisiete y él veintiuno, aunque no llegamos a la intimidad física, ya que, aún no tenía la edad para eso, nos enamoramos de todos modos y juramos permanecer juntos.Muchas de las mujeres de la manada me odiaban porque él solo tenía ojos para mí y no es que yo
~ Leo ~Tamia era el amor de mi vida y no había nada que no haría por ella. La amaba con toda mi alma y cuando le prometí que siempre estaríamos juntos, lo dije muy en serio. Era perfecta para mí; hermosa tanto por dentro como por fuera y tenía la fuerza que una Luna debía de poseer. Amaba cada una de sus cualidades y sinceramente no podía dejarla ir.Estaba enamorado de ella desde que recuerdo, por eso cuando se presentó la oportunidad de cortejarla, la aproveché de inmediato y como resultado, habíamos estado casados durante cinco años. La amaba inmensamente. Mi amor por ella era tan fuerte que creía que sería fácil rechazar a mi compañera destinada si alguna vez la encontrase y ella prometió hacer lo mismo a cambio. Sin embargo, nunca imaginé que rompería esa promesa de una forma tan cobarde.Tamia no quería ir a la cena de Casper; debí haberla escuchado y decirle a mi amigo que no iríamos, pero ahí inició mi caída. El fresco aroma a menta y manzanas me tomó por sorpresa y me atra
~Tamia~ Por la mañana salí a correr y al regresar, la gente me miraba con curiosidad. No necesitaba tener más de 2 neuronas para saber que ya se había difundido la noticia de que el Alfa había encontrado a su compañera destinada. Leo no intentó ocultar la atracción entre Amanda y él. Internamente me preguntaba si los miembros de la manada estaban contentos de que su Alfa sería más fuerte ahora que había encontrado a su compañera destinada. También me cuestionaba a mí misma, si me apreciaban lo suficiente para que se preocuparan verdaderamente por mí y el dolor que sufriría, el cual hasta podría volverme loca. Honestamente, me preguntaba de qué lado estarían.Pasé corriendo junto a los miembros de la manada y regresé a mi casa. Leo estaba desayunando pero, no le había hablado y no planeaba hacerlo, porque no tenía nada que decir. Fui al dormitorio a ducharme y vestirme para comenzar el día, había una reunión a la que debíamos asistir juntos y por mucho que preferiría quedarme en cas
~Tamia~ No hablé con Leo durante todo el viaje y cada intento que hizo por hablar conmigo fue respondido por mi silencio. Cuando finalmente llegamos a casa, fui directo al dormitorio. Nuestra casa tenía cuatro habitaciones, queríamos que nuestros hijos tuvieran cada uno la suya propia, pero ya no sería así. Me pregunté cuál de esas habitaciones me pedirían que ocupara cuando Amanda se mudara; Las palabras de Linda seguían en mi mente y al igual que ella, sabía que mi cama estaría también vacía pronto."Tamia, por favor." Dijo Leo, siguiéndome a la habitación. "Por favor, Tamia." Suplicó y me giré para mirarlo."¿Por favor qué? Todos están hablando de esto, Leo, me humillaste en la fiesta, ¿qué si ella es tu compañera destinada? ¿Tenías que dejarme sola para ir al balcón y besarla? ¿Sabes siquiera lo que significa controlarte a ti mismo?" Le pregunté y bajó la cabeza."El sentimiento era abrumador." Me reí al escuchar su respuesta."Mejor ve a Bosque Blanco y termina lo que ya empezas
~ Tamia ~Pasó otro mes en el que las cosas empeoraron entre Leo y yo; ya no pasaba tiempo conmigo y sutilmente se había mudado de nuestro dormitorio. Se veía venir, pero aun así me molestaba. Además, llevaba a Amanda a las funciones a las que lo invitaban y me dejaba a cargo de la manada. Ya estaba trabajando en mi salida, así que me decía a mí misma que solo tomaría un poco más de tiempo. A menudo miraba donde descansaba su marca en mi cuello y quería quitármela. Odiaba verla, tanto que siempre la cubría, al menos mis lágrimas ya se habían secado. Algunas Lunas simpatizaban conmigo y otras felicitaron a Amanda, aunque ella no había sido nombrada Luna aún y yo sabía por qué; Amanda era doctora y no estaba entrenada para la batalla. Nombrarla Luna significaría que tendría que asumir todas mis responsabilidades, incluyendo liderar batallas y supongo que su vida era demasiado importante para eso. Mientras tanto yo planeaba sorprender pronto a Leo.Poco después, estaba sentada en mi o