"Él se declaró tu dueño Tamia, no dijo servicio, harén ni reserva, el Alfa dijo: Mía." Avery habló con voz gruesa, tratando de imitar la voz del Alfa Oscuro, yo solo sonreí.

De alguna manera, ella pensaba que era algo bueno, pero basándome en todo lo que había aprendido sobre el hombre, dudaba que fuese algo positivo.

Nos colocaron vestidos de seda sexys y medio transparentes, luego nos llevaron a una pequeña habitación bastante bien iluminada donde había una pequeña mesa de comedor para ocho personas. Llamé a ese comedor pequeño porque mientras caminábamos por el pasillo, vi una mesa de comedor enorme y no pude detenerme a contar las sillas, pero supuse que podrían sentarse veintidós personas.

Había una variedad de alimentos en la mesa y nos pidieron que comiéramos, dándonos un límite de tiempo para finalizar. Tuvimos una hora para llenar nuestros estómagos, pero no comimos mucho porque no teníamos hambre.

Una vez que terminamos, nos separaron y enviaron a diferentes partes del casti