~Tamia~Había pasado dos semanas en el norte y mis condiciones de vida seguían siendo las mismas.Sylvester era una buena compañía cuando quería serlo, pero permanecía en silencio la mayor parte del tiempo y aunque la gente le temía, yo me sentía relajada a su alrededor.Emanaba mucho poder, pero no dejé que me intimidara, de hecho, lo veía más bien como un desafío.Pasaba la mayor parte de mi tiempo en la biblioteca y en mi habitación. Recibíamos tratamientos de belleza de vez en cuando y noté que el amor florecía entre Avery y Marcel, el Beta.Me alegraba por ella, la veía sonreír de maneras que nunca antes la había visto hacerlo y me preguntaba hasta dónde estaban dispuestos a llegar con esto.Conocí a otras Lunas que estaban al servicio y mientras algunas eran felices, otras eran neutrales respecto a su condición, pero ninguna era abusada o maltratada.Las trataban bien a todas, algunas incluso habían encontrado el amor con un guerrero o un oficial del norte, pero la vida era ordin
"Yo soy el que hace las preguntas aquí, ojitos verdes." Dijo saliendo de su habitación.Supongo que se dirigía a algún lugar cuando me topé con él, así que salí de su habitación a toda prisa, no quería ser acusada de robo.Regresé a mi habitación, que estaba a solo una puerta de la suya, me puse su ropa y me fui al jardín.Noté que algunas damas del harén estaban allí e incluso Lilly se había invitado a sí misma. No me gustaba nada esa mujer y desde que supe que tenía veintitrés años, dejé de ser considerada con ella.Pasé junto a ella y sus amigas y escuché lo que les estaba diciendo. "El Alfa estaba muy candoroso esta tarde." Las otras damas, que eran más jóvenes que ella, se rieron.Sabía que la respetaban porque se acostaba con Sylvester y les prometía enseñarles cómo captar su atención.Aunque las otras muchachas no deberían ser tan estúpidas al pensar que Lilly les enseñaría cómo captar la atención de Sylvester, esa era la única cosa que le daba ventaja sobre ellas, su único supe
Nos sentamos y esperamos a que Sylvester nos honrara con su presencia. Finalmente llegó, no dijo una palabra, solo se sentó a la cabecera de la mesa conmigo a su lado.Puso sus manos en mis muslos y los acarició suavemente, me alegré de no llevar falda porque estaba segura de que me habría tocado debajo de la mesa."¿Cómo estuvo la fiesta?" Preguntó."Como debería ser." Respondí, él sonrió y continuó comiendo su comida.Antes de despedirnos al terminar la cena, se dirigió a mí. "Alimenta mis ojos esta noche." Sentí mariposas revolotear en el estómago, no sabía por qué, pero ahí estaban, sin embargo, no fue a verme como había insinuado y terminé durmiéndome, sintiéndome un poco decepcionada.En los dos días siguientes no lo vi, quizá estaba viajando, hasta temí que hubiera ido al este para hacer que Leo me rechazara, así que rezaba, por el bien de todos que eso no hubiera sucedido.Por la mañana estaba peinando mi cabello de pie frente al espejo, cuando sentí un dolor agudo atravesar m
"Mi querido Sylvester, para cuando leas esto, me habré ido muy lejos del norte. Sé que planeamos pasar el resto de nuestras vidas juntos y esperaba con ansias ese momento, pero tres meses atrás, mi hermano finalmente encontró a la compañera que el destino le había preparado, pero él tenía novia y eso la dejó destrozada, no quiero pasar por eso. Tu decimoctavo cumpleaños se acerca y tengo miedo de que tu compañera destinada no sea yo, ¿qué haríamos si eso sucediese?He decidido seguir a mi tío al sur, pero por favor, no vayas a buscarme allí. Espero que encuentres a tu compañera destinada y te deseo lo mejor de la vida.Con amor, Susan."Estaba acostado en la cama, leyendo la carta que mi novia me había dejado hace ya once años.Estábamos enamorados y todos sabían que sería la próxima Luna del norte, después de que yo tomase el puesto de mi padre.Le había prometido que si alguna vez encontraba a mi compañera destinada y sucedía que infortunadamente no era ella, me arriesgaría ser débi
Verla en la túnica me provocó, así que, decidí que no usaría ninguno de los atuendos transparentes que le habían dado a menos que yo estuviera presente.Esa noche, Marcel, Theodore y yo tuvimos que atender un asunto en una ciudad vecina y pasé dos días fuera de la propiedad, en todo momento me preguntaba qué pensaría Tamia de mi ausencia, ¿me extrañaría?Basado en lo poco que la conocía, sabía que no me lo diría."¿Descubriste quién organizó el ataque?" Le pregunté a Theodore, mi Gamma, pero él negó con la cabeza.Alguien había atacado la frontera de una ciudad en el Norte y necesitaba averiguar quién era.Había estado en alerta máxima desde que mataron a mi padre en su viaje de jubilación, además, mi madre vivía en la ciudad cuyas fronteras fueron atacadas, así que tenía que ser muy cuidadoso, porque no quería perderla, era la única familia que me quedaba."Aún estamos investigando, Alfa." Dijo Theodore suspirando.Estaba preocupado, solo me sentiría bien si el culpable tenía un nombr
No lo necesitaba, pero de cualquier forma lo agradecí bastante.Tamia debió haber sido bastante importante para él, qué lástima que hubiera sido demasiado débil como para mantenerla a su lado.Por las cartas, supe que la había perdido mucho antes de que yo la tomara como trofeo. Ahora entiendo porque se entregó sin vacilación; ya no quería ser su Luna.La situación debió haber sido bastante dura para que eligiera lo desconocido antes que quedarse con él. Me hizo recordar a Susan y la razón del porque me dejó.Era tarde en la noche, así que llevé la carta de Tamia a su habitación y aunque, agradecí todos los consejos que Leo me dio, no tenía la intención de cortejarla.Toqué la puerta, pero nadie respondió, así que entré. Tamia yacía tendida en el suelo, llorando a ríos. No necesité preguntar para saber que la marca en su cuello había desaparecido, así que me acerqué y la abracé.Ellos debieron haberse amado profundamente, y todo lo ocurrido debió haber sido difícil para ambos, pero juz
~Tamia~Sylvester me dejó sola en la habitación y seguí sintiéndome triste. Sin embargo, el vacío y la confusión se habían ido.De cualquier forma, estaba bastante agradecida de que Sylvester estuviera cerca para acogerme en su manada, ese era mi mayor miedo al dejar a Leo, no quería convertirme en una loba desamparada andando por ahí a su propia suerte.Mi loba estaba débil y sabía que nunca volveríamos a tener el cien por ciento de la fuerza que solíamos tener.Por eso, tendría que entrenar más duro ahora, dudaba que Sylvester me lo permitiera, pero lo intentaría de cualquier modo.Ojalá se hubiera quedado y hecho lo que quería hacer. Quería consuelo y estaba dispuesta a hacer lo que fuera para obtenerlo, pero en lugar de eso, tuvo que ser un caballero y alejarse.Me recosté en mi cama y volví a leer la carta que me había escrito Leo. Pude entrever a través de esta, que la situación también fue difícil para él, pero su carta dio cierre a ese ciclo, el cierre que tanto necesitaba. Sab
"Ya te he dicho que no te vistas así cuando hay otras personas alrededor." Me dijo y le sonreí a cambio."Es lo que mejor que pude encontrar para levantar mi estado de ánimo." Respondí y gruñó.Deslizó su mano por mis piernas y sentí un cosquilleo, luego me besó el cuello y me lamió suavemente. ¿De verdad me estaba besando en público? Nunca había hecho eso y me sentí un poco tímida."Hay gente aquí." Le dije a través del vínculo y como respuesta me chupó el cuello, haciéndome erizar."Si te sientes cómoda vistiéndote provocativa en público, entonces esto también debería estar bien." Dijo mientras movía su mano más cerca de mi entrepierna, no tenía ropa interior y sabía que ya estaba mojada."Por favor." Supliqué que me dejara en paz."La próxima vez que te diga que hagas algo, lo haces." Dijo mientras se levantaba y me hacía levantar de mi asiento.Avery sonrió y Linda apartó la mirada. Entonces, Sylvester me cargó sobre su hombro y me dio una palmada en las nalgas."Clase de obedienci