Verla en la túnica me provocó, así que, decidí que no usaría ninguno de los atuendos transparentes que le habían dado a menos que yo estuviera presente.Esa noche, Marcel, Theodore y yo tuvimos que atender un asunto en una ciudad vecina y pasé dos días fuera de la propiedad, en todo momento me preguntaba qué pensaría Tamia de mi ausencia, ¿me extrañaría?Basado en lo poco que la conocía, sabía que no me lo diría."¿Descubriste quién organizó el ataque?" Le pregunté a Theodore, mi Gamma, pero él negó con la cabeza.Alguien había atacado la frontera de una ciudad en el Norte y necesitaba averiguar quién era.Había estado en alerta máxima desde que mataron a mi padre en su viaje de jubilación, además, mi madre vivía en la ciudad cuyas fronteras fueron atacadas, así que tenía que ser muy cuidadoso, porque no quería perderla, era la única familia que me quedaba."Aún estamos investigando, Alfa." Dijo Theodore suspirando.Estaba preocupado, solo me sentiría bien si el culpable tenía un nombr
No lo necesitaba, pero de cualquier forma lo agradecí bastante.Tamia debió haber sido bastante importante para él, qué lástima que hubiera sido demasiado débil como para mantenerla a su lado.Por las cartas, supe que la había perdido mucho antes de que yo la tomara como trofeo. Ahora entiendo porque se entregó sin vacilación; ya no quería ser su Luna.La situación debió haber sido bastante dura para que eligiera lo desconocido antes que quedarse con él. Me hizo recordar a Susan y la razón del porque me dejó.Era tarde en la noche, así que llevé la carta de Tamia a su habitación y aunque, agradecí todos los consejos que Leo me dio, no tenía la intención de cortejarla.Toqué la puerta, pero nadie respondió, así que entré. Tamia yacía tendida en el suelo, llorando a ríos. No necesité preguntar para saber que la marca en su cuello había desaparecido, así que me acerqué y la abracé.Ellos debieron haberse amado profundamente, y todo lo ocurrido debió haber sido difícil para ambos, pero juz
~Tamia~Sylvester me dejó sola en la habitación y seguí sintiéndome triste. Sin embargo, el vacío y la confusión se habían ido.De cualquier forma, estaba bastante agradecida de que Sylvester estuviera cerca para acogerme en su manada, ese era mi mayor miedo al dejar a Leo, no quería convertirme en una loba desamparada andando por ahí a su propia suerte.Mi loba estaba débil y sabía que nunca volveríamos a tener el cien por ciento de la fuerza que solíamos tener.Por eso, tendría que entrenar más duro ahora, dudaba que Sylvester me lo permitiera, pero lo intentaría de cualquier modo.Ojalá se hubiera quedado y hecho lo que quería hacer. Quería consuelo y estaba dispuesta a hacer lo que fuera para obtenerlo, pero en lugar de eso, tuvo que ser un caballero y alejarse.Me recosté en mi cama y volví a leer la carta que me había escrito Leo. Pude entrever a través de esta, que la situación también fue difícil para él, pero su carta dio cierre a ese ciclo, el cierre que tanto necesitaba. Sab
"Ya te he dicho que no te vistas así cuando hay otras personas alrededor." Me dijo y le sonreí a cambio."Es lo que mejor que pude encontrar para levantar mi estado de ánimo." Respondí y gruñó.Deslizó su mano por mis piernas y sentí un cosquilleo, luego me besó el cuello y me lamió suavemente. ¿De verdad me estaba besando en público? Nunca había hecho eso y me sentí un poco tímida."Hay gente aquí." Le dije a través del vínculo y como respuesta me chupó el cuello, haciéndome erizar."Si te sientes cómoda vistiéndote provocativa en público, entonces esto también debería estar bien." Dijo mientras movía su mano más cerca de mi entrepierna, no tenía ropa interior y sabía que ya estaba mojada."Por favor." Supliqué que me dejara en paz."La próxima vez que te diga que hagas algo, lo haces." Dijo mientras se levantaba y me hacía levantar de mi asiento.Avery sonrió y Linda apartó la mirada. Entonces, Sylvester me cargó sobre su hombro y me dio una palmada en las nalgas."Clase de obedienci
"Por favor, ayúdame a enviarle esto a Leonardo. Si deseas, puedes leer lo que está escrito, no representa ninguna amenaza para la seguridad, solo le estoy pidiendo que siga adelante con su vida." Dije rápidamente. Sus ojos se oscurecieron, me agarró del brazo y me hizo seguirlo a su oficina. En cuanto la puerta se cerró, me miró con enojo."No abuses del privilegio que se te ha otorgado, Tamia. Nadie tiene permitido comunicarse con sus seres queridos aquí, ese es precisamente el punto de haberlas traído y no haré excepciones contigo." Sentí cómo mi corazón se rompía un poco porque no me parecía que estuviera pidiendo demasiado, solo quería decirle adiós."Las otras mujeres tuvieron la oportunidad de despedirse de sus seres queridos, pero yo no pude porque él estaba inconsciente cuando me llevaron." Dije con lágrimas en los ojos."¿Cómo puedo estar seguro de que no es algún mensaje en secreto? ¿Cómo sé que no le estás dando información sobre el Norte? ¿Sobre mí acaso?" Preguntó, y sup
~Tamia~Sylvester se veía extremadamente guapo al reír con esa dentadura blanca y aunque quería decirle que se riera más, no me correspondía hacerlo."Claro que sé que puedes montar, Ojitos verdes. Me refería a maniobrar sobre un caballo." Dijo y sonreí."No soy experta, pero puedo hacerlo y sobrevivir al intento." Confesé y sonrió.Me puse el equipo necesario y monté el caballo. Sylvester fue adelante y lo seguí. El paisaje era muy bonito y mientras cabalgábamos montados en los alazanes, sentí una adrenalina que no había sentido en mucho tiempo correr en mí. Por cómo montaba, sabía que nos dirigíamos a algún lugar.Finalmente llegamos a un acantilado donde se veían altas montañas y la vista era de película. Las montañas cubiertas de nieve en su cumbre eran un espectáculo. Sylvester se bajó de su caballo, hice lo mismo y él los amarró al único árbol cerca al acantilado."¿Qué te parece?" Preguntó, señalando las montañas a lo lejos y sonreí."Son hermosas, las montañas de mi tierra no s
Pude sentir su rabia, pero quería saber por qué éramos tan especiales.Una Luna me había dicho que normalmente dividían a las Lunas entre ellos como botines de guerra, era una forma de conquistar definitivamente a los Alfas a los que pertenecían esas Lunas. Aunque nunca les tocaban si quiera un pelo, las mantenían allí. Sin embargo, mis amigas y yo recibíamos un trato diferente y no sabía por qué. Por lo que me había prometido a mí misma, preguntarle si tenía la oportunidad."No tienes permitido eso." Replicó sin escuchar lo que tenía que decir."¿Entonces qué tengo permitido? Soy una mujer y tengo también mis propias necesidades." Alegué, pero negó."Entonces vienes a mí." Dijo con un gruñido bajo, busqué en sus ojos para ver si estaba bromeando, pero no lo estaba. Hablaba bastante en serio, hasta mostró su lobo en ese momento."Te quiero esta misma noche." Dije con valentía, me miró con seriedad y me atrajo hacia él."Todavía no lo has superado, no puedo ser su reemplazo." Me quedé p
No pronuncio ni una sola palabra y cuando el desayuno terminó, simple y llanamente se marchó."No deberías presionarlo Tamia, ha hecho muchas excepciones por ti." Me advirtió Marcel y me quedé callada, ¿qué sabía él sobre ser presionado? Avery me miró, sintiéndose mal por mí.También me sentí mal por mí misma; ser valiente con Sylvester no servía de nada, así que simplemente me derrumbé y comencé a llorar. Theodore y Marcel se excusaron mientras Linda y Avery se quedaron."¿Qué te pasa?" Preguntó Avery."Por lo general, tienes todo bajo control, pero te estás perdiendo." Dijo Avery y tenía razón, no entendía qué me estaba pasando."Recuerda que somos prisioneras aquí, Tamia. Ellos podrían aburrirse y echarnos a patadas, por muy amables que sean, no somos libres. Por favor, no enfurezcas al Alfa." Me suplicó Linda, temerosa de lo que podría pasar si Sylvester se enojaba y cambiaba de opinión. Habiendo sido víctimas de abusos severos anteriormente, podía entender su miedo y su disposició