Nos sentamos y esperamos a que Sylvester nos honrara con su presencia. Finalmente llegó, no dijo una palabra, solo se sentó a la cabecera de la mesa conmigo a su lado.Puso sus manos en mis muslos y los acarició suavemente, me alegré de no llevar falda porque estaba segura de que me habría tocado debajo de la mesa."¿Cómo estuvo la fiesta?" Preguntó."Como debería ser." Respondí, él sonrió y continuó comiendo su comida.Antes de despedirnos al terminar la cena, se dirigió a mí. "Alimenta mis ojos esta noche." Sentí mariposas revolotear en el estómago, no sabía por qué, pero ahí estaban, sin embargo, no fue a verme como había insinuado y terminé durmiéndome, sintiéndome un poco decepcionada.En los dos días siguientes no lo vi, quizá estaba viajando, hasta temí que hubiera ido al este para hacer que Leo me rechazara, así que rezaba, por el bien de todos que eso no hubiera sucedido.Por la mañana estaba peinando mi cabello de pie frente al espejo, cuando sentí un dolor agudo atravesar m
"Mi querido Sylvester, para cuando leas esto, me habré ido muy lejos del norte. Sé que planeamos pasar el resto de nuestras vidas juntos y esperaba con ansias ese momento, pero tres meses atrás, mi hermano finalmente encontró a la compañera que el destino le había preparado, pero él tenía novia y eso la dejó destrozada, no quiero pasar por eso. Tu decimoctavo cumpleaños se acerca y tengo miedo de que tu compañera destinada no sea yo, ¿qué haríamos si eso sucediese?He decidido seguir a mi tío al sur, pero por favor, no vayas a buscarme allí. Espero que encuentres a tu compañera destinada y te deseo lo mejor de la vida.Con amor, Susan."Estaba acostado en la cama, leyendo la carta que mi novia me había dejado hace ya once años.Estábamos enamorados y todos sabían que sería la próxima Luna del norte, después de que yo tomase el puesto de mi padre.Le había prometido que si alguna vez encontraba a mi compañera destinada y sucedía que infortunadamente no era ella, me arriesgaría ser débi
Verla en la túnica me provocó, así que, decidí que no usaría ninguno de los atuendos transparentes que le habían dado a menos que yo estuviera presente.Esa noche, Marcel, Theodore y yo tuvimos que atender un asunto en una ciudad vecina y pasé dos días fuera de la propiedad, en todo momento me preguntaba qué pensaría Tamia de mi ausencia, ¿me extrañaría?Basado en lo poco que la conocía, sabía que no me lo diría."¿Descubriste quién organizó el ataque?" Le pregunté a Theodore, mi Gamma, pero él negó con la cabeza.Alguien había atacado la frontera de una ciudad en el Norte y necesitaba averiguar quién era.Había estado en alerta máxima desde que mataron a mi padre en su viaje de jubilación, además, mi madre vivía en la ciudad cuyas fronteras fueron atacadas, así que tenía que ser muy cuidadoso, porque no quería perderla, era la única familia que me quedaba."Aún estamos investigando, Alfa." Dijo Theodore suspirando.Estaba preocupado, solo me sentiría bien si el culpable tenía un nombr
No lo necesitaba, pero de cualquier forma lo agradecí bastante.Tamia debió haber sido bastante importante para él, qué lástima que hubiera sido demasiado débil como para mantenerla a su lado.Por las cartas, supe que la había perdido mucho antes de que yo la tomara como trofeo. Ahora entiendo porque se entregó sin vacilación; ya no quería ser su Luna.La situación debió haber sido bastante dura para que eligiera lo desconocido antes que quedarse con él. Me hizo recordar a Susan y la razón del porque me dejó.Era tarde en la noche, así que llevé la carta de Tamia a su habitación y aunque, agradecí todos los consejos que Leo me dio, no tenía la intención de cortejarla.Toqué la puerta, pero nadie respondió, así que entré. Tamia yacía tendida en el suelo, llorando a ríos. No necesité preguntar para saber que la marca en su cuello había desaparecido, así que me acerqué y la abracé.Ellos debieron haberse amado profundamente, y todo lo ocurrido debió haber sido difícil para ambos, pero juz
~Tamia~Sylvester me dejó sola en la habitación y seguí sintiéndome triste. Sin embargo, el vacío y la confusión se habían ido.De cualquier forma, estaba bastante agradecida de que Sylvester estuviera cerca para acogerme en su manada, ese era mi mayor miedo al dejar a Leo, no quería convertirme en una loba desamparada andando por ahí a su propia suerte.Mi loba estaba débil y sabía que nunca volveríamos a tener el cien por ciento de la fuerza que solíamos tener.Por eso, tendría que entrenar más duro ahora, dudaba que Sylvester me lo permitiera, pero lo intentaría de cualquier modo.Ojalá se hubiera quedado y hecho lo que quería hacer. Quería consuelo y estaba dispuesta a hacer lo que fuera para obtenerlo, pero en lugar de eso, tuvo que ser un caballero y alejarse.Me recosté en mi cama y volví a leer la carta que me había escrito Leo. Pude entrever a través de esta, que la situación también fue difícil para él, pero su carta dio cierre a ese ciclo, el cierre que tanto necesitaba. Sab
"Ya te he dicho que no te vistas así cuando hay otras personas alrededor." Me dijo y le sonreí a cambio."Es lo que mejor que pude encontrar para levantar mi estado de ánimo." Respondí y gruñó.Deslizó su mano por mis piernas y sentí un cosquilleo, luego me besó el cuello y me lamió suavemente. ¿De verdad me estaba besando en público? Nunca había hecho eso y me sentí un poco tímida."Hay gente aquí." Le dije a través del vínculo y como respuesta me chupó el cuello, haciéndome erizar."Si te sientes cómoda vistiéndote provocativa en público, entonces esto también debería estar bien." Dijo mientras movía su mano más cerca de mi entrepierna, no tenía ropa interior y sabía que ya estaba mojada."Por favor." Supliqué que me dejara en paz."La próxima vez que te diga que hagas algo, lo haces." Dijo mientras se levantaba y me hacía levantar de mi asiento.Avery sonrió y Linda apartó la mirada. Entonces, Sylvester me cargó sobre su hombro y me dio una palmada en las nalgas."Clase de obedienci
"Por favor, ayúdame a enviarle esto a Leonardo. Si deseas, puedes leer lo que está escrito, no representa ninguna amenaza para la seguridad, solo le estoy pidiendo que siga adelante con su vida." Dije rápidamente. Sus ojos se oscurecieron, me agarró del brazo y me hizo seguirlo a su oficina. En cuanto la puerta se cerró, me miró con enojo."No abuses del privilegio que se te ha otorgado, Tamia. Nadie tiene permitido comunicarse con sus seres queridos aquí, ese es precisamente el punto de haberlas traído y no haré excepciones contigo." Sentí cómo mi corazón se rompía un poco porque no me parecía que estuviera pidiendo demasiado, solo quería decirle adiós."Las otras mujeres tuvieron la oportunidad de despedirse de sus seres queridos, pero yo no pude porque él estaba inconsciente cuando me llevaron." Dije con lágrimas en los ojos."¿Cómo puedo estar seguro de que no es algún mensaje en secreto? ¿Cómo sé que no le estás dando información sobre el Norte? ¿Sobre mí acaso?" Preguntó, y sup
~Tamia~Sylvester se veía extremadamente guapo al reír con esa dentadura blanca y aunque quería decirle que se riera más, no me correspondía hacerlo."Claro que sé que puedes montar, Ojitos verdes. Me refería a maniobrar sobre un caballo." Dijo y sonreí."No soy experta, pero puedo hacerlo y sobrevivir al intento." Confesé y sonrió.Me puse el equipo necesario y monté el caballo. Sylvester fue adelante y lo seguí. El paisaje era muy bonito y mientras cabalgábamos montados en los alazanes, sentí una adrenalina que no había sentido en mucho tiempo correr en mí. Por cómo montaba, sabía que nos dirigíamos a algún lugar.Finalmente llegamos a un acantilado donde se veían altas montañas y la vista era de película. Las montañas cubiertas de nieve en su cumbre eran un espectáculo. Sylvester se bajó de su caballo, hice lo mismo y él los amarró al único árbol cerca al acantilado."¿Qué te parece?" Preguntó, señalando las montañas a lo lejos y sonreí."Son hermosas, las montañas de mi tierra no s