Un soplo de aire relajado, disfrutando de una tarde casi ejemplar. Aquel viendo tocaba el mar y viajaba a través de la arena, para luego anclarse entre los rostros de aquellas cuatro personas que se encontraban respirándolo. Esa corriente de aire hacía que los cuerpos se encorvaran. Que las mantas aparecieran y quizás, algún suéter hiciera su trabajo de cubrir los poros abiertos. Sin embargo Canela, quien era una de las personas que se dejaba seducir por el paisaje, adoraba todo el fresco; ese que la tarde siempre regalaba cada mes de marzo en Playa Varadero.
Lucía la acompañaba, al igual que el viejo Macario y el recién llegado Carlos, quien aprovechó un tiempo libre en su trabajo para visitarlos. Gracias a la mudanza de su prima, Carlucho ganaba la costumbre de viajar por el país alternando el tiempo, y valorando todo aquello que regalaba Margarita. Él, al igual que todas las personas enamoradas de la isla, tuvo la necesidad de planear su vida acorde a la posibilidad de segu
Agradezco… Dios. Te doy las gracias por permitirme escribir esta historia. Por haberme regalado la vigilia y el sueño. Y por darme la paciencia y la sabiduría para culminarlo. Te doy gracias por cada paso, cada letra plasmada. Por cada una de las personas que me ayudaron a que este sueño, se hiciese realidad. Agradezco la virtud y la bonaza de mis manos. Agradezco por darme una hermosa madre, a una pareja valerosa, a los mejores amigos del mundo quienes me apoyan cada día, y a una familia sin igual. Y agradezco con fervor el mundo que me has dado. Este, donde me permito desarrollar mi pasión más querida. Te agradezco Dios, por el camino que me enseñas, el que me enseñarás, y el que me has mostrado. Infinitamente, gracias.Ahora te agradezco a ti…A Pedro Suárez Ochoa y Karolina García Rojo… estos d
1) Iglesia San Rafael: Llamada también, "Hogar Clínica San Rafael", es un recinto religioso ubicado en la Avenida Bella Vista de Maracaibo, el cual tiene la particularidad de lanzar fuegos artificiales al final de cada boda.2) Hotel del Lago: Actualmente llamado "Hotel Venetur". Es un hotel cinco estrellas, ubicado a orillas del Lago de Maracaibo, colindando con la Avenida el Milagro de la ciudad. Es un hotel que en el año 1998, era un recinto de lujo.3) Sifrino: O sifrina. Significa "Refinado". En España le dicen "Pijo".4) Carolina Herrera: Es una marca de ropa y cosméticos que lleva el nombre de su misma diseñadora, quien es Venezolana y catalogada como una de las mejores diseñadoras del mundo.5) La Retreta: Una canción compu
Josué estaba cansado y tenía la espalda adolorida. Agradeció al mundo por haberle tocado el asiento de la ventanilla en el avión. Necesitaba confort tras los terribles días que había pasado en Caracas.Viajó en carretera hasta Mérida para tratar asuntos de trabajo, los cuales lo llevaron a realizar un viaje urgente a la capital del país e intentar canalizar un préstamo bancario.Las noticias no eran alentadoras. Las deudas aumentaban y se había quedado sin administrador. No sabía muy bien qué hacer. Pagar sueldos, mantener los galpones en buenas condiciones… Las ventas habían bajado sin mesura y necesitaba generar capital lo más pronto posible. De pronto, alguien se sentó a su lado.–Ah, disculpe, pensé que estaba durmiendo.–No, tranquila. No suelo quedarme dormido en vuelos cortos. –Miró el rostro de aquella mujer dándose cuenta que se trataba de una hermosa joven.La chica se acomodó en el asiento.–¿Cansado?–Bastante –respondió J
Carlos intentó sonreír. Observó a su hermana con un poco de alivi, cuando se mezcló con la masa de invitados. Supo que ella se percató de lo obvio: su tío Josué, el papá de Canela y el anfitrión de la ceremonia, estaba ya pasado de tragos, cantando La Retreta, del famoso grupo Gran Coquivacoa.Había encontrado lo que buscaba. Quería dar con Canela y mantenerla apartada de uma realidad que acababa de enterarse hace minutos, allí, justo en la boda. Él conocía muchos secretos de su familia, pero participaba en el más relevante y lo que había descubierto, lo cambiaba todo. Pensaba que las aguas estaban tranquilas. Sin embargo, su cerebro captó lo contrario tan solo unos minutos antes de encontrar a Faustina, de volverse loco buscando a su prima... Y antes de notar los pies descalzos de su hermana, las vio a ambas esconderse detrás de las paredes que iniciaban los pasillos de conferencias. Nervioso era la palabra correcta de su estado de ánimo.A punto
A las 9:00 AM de un día de viaje y trabajo, Romer se acercaba al estacionamiento del galpón donde la empresa guardaba los camiones que distribuían lo rubros ya procesados, y en el cual, también se ubicaba el complejo administrativo principal de Maracaibo. Una mezcla entre lo industrial y opulento. El elegante centro de operaciones de Lácteos del Lago.Romer esa mañana iba vestido de camisa, chaqueta, jean y botas de seguridad. Sin abandonar jamás su característica de Empresario, pero tampoco siendo demasiado ostentoso. Aragón usaba trajes de etiqueta cuando la ocasión lo ameritaba, pero la mayor parte del tiempo, se cubría con prendas cómodas que lo hacían ver joven y responsable. El calor marabino también era un motivo de comodidad.El vigilante vio llegar la Silveradoy se apresuró a mover el cono anaranjado.–¡Buenos días, jefe! –saludó con un gesto de cabeza, el encargado de la garita principal.–Cuidando el patrimonio, ¿eh? –Romer
–¡Dios mío, qué bueno está esto! –Batuqueó las caderas al ritmo de Corona y su Rhythm of the night–. No conocía esta canción.–¡¿No conocías esa canción?! –Quien había dicho eso, miró hacia abajo y vio que la mujer no estaba haciendo su trabajo–. ¡Vamos pues! Dale rápido.–Es que no puedo hacerlo rápido, Carlos, te calmas.–¿Qué me calme? ¡¿Qué me calme?! Mira la hora que es, Dina.Ella soltó una risa.–Culpa total de Romer, que no te llamó temprano.–Cada vez que viaja... Hace que los demás parezcamos impuntuales, siempre llega a tiempo.–Es que… , eres un impuntual, Carlos.–Cállate. Dame un poco.Dina esnifó algo sobre la encimera del baño. Luego acercó su boca a la de Carlos para darle, con su lengua, un poco de lo que había pedido.–¿Te gusta? –preguntó la fémina.–Sí. ¿Dónde la compraste?–Del mismo lugar de siempre –informó Dina, encogiéndose de hombros.–Sí, claro. ¡Hey! ¿Vas a terminar de hacerme
Dina quería responder, Carlos lo sabía. Él quería moverla de allí para que nadie la viera, pero decidió no hacerlo. Quizás ya era hora de que no fuese su problema.–Dina, deberías irte a ver esas heridas. ¿Cómo te las hiciste? ¿Te caíste?La mujer comenzó a emitir unos sonidos extraños. Carlos ladeó y arrugó la cara como para intentar oírla mejor, hasta que se dio cuenta de que eran risas. Se echó para atrás.–Dina.–Inhaló y exhaló. El susto inicial no se había ido del todo. Más bien, seguía tan asustado como cuando creyó que Dina era la famosa Llorona de los cuentos, o la Sayona de las leyendas–. Deberías irte. A tu casa o a un hospital. Estás temblando.–Sí, estoy temblando –pudo decir la mujer, entre el carraspeo de su garganta.El hombre abrió más los ojos. La voz estaba demasiado transformada y nunca la había escuchado hablar en ese tono tan… destrozado.–Mira… –dijo Carlos–, si quieres te ayudo a ubicar un taxi
Canela se detuvo un instante mientras miraba a su primo con una sonrisa burlona. Él sin darse cuenta movía un pie con nerviosismo y de pronto sintió un golpe ligero en su nuca. Una cinta le cubría la oreja izquierda y otro pedazo de tela, el hombro del mismo lado.–Pero… ¿qué…?–Mejor no me pongo brasier, hace calor –explicó ella, riéndose un poco.Carlos resopló con molestia, apartando la prenda íntima de su cara y lanzándola en la cama.–¡No me fastidies!La chica se terminó de poner una camiseta manga sisa, se puso un jean ajustado, unas bailarinas y una cola alta.–¡Lista! –Se acercó a la espalda de su primo y le dejó un beso en el hombro.–¿Para dónde vas? –El joven atrapó el brazo de Canela con intención de que le explicara lo del viaje, pero no midió bien su agarre y terminó empujándola hacia sí con poca sutileza.Canela miró sorprendida a su primo pero luego suavizó la expresión. Carlos la observó a los ojos, luego a sus labios