Capitulo 46

Las manecillas del reloj parecían danzar en una macabra burla, cada tic-tac resonaba como un golpe en el corazón de Valentina y Jazmín. Las horas se arrastraban con la lentitud exasperante de una tortuga, cada minuto un recordatorio de la llamada que no llegaba.

Berlín no llamaba, y ese silencio helado era un eco constante en sus mentes, un fantasma que las seguía a cada paso.

Intentaron concentrarse en los preparativos de la boda, pero todo les parecía mal. La sala se sentía como una jaula, las paredes se cerraban sobre ella, ahogándose en un mar de incertidumbre.

—Ya no puedo continuar. —Hablo Valentina.

—Tampoco yo. —Dijo jazmín pasando sus manos por su cara. La desesperación la tenía frustrada.

—Voy a la empresa, por favor, avísame si mi hermano te llama.

—Tú también. Yo iré a casa.

Valentina sintió que el aire se volvía irrespirable. Necesitaba salir de ahí, aunque fuera por un momento. Necesitaba sentir el sol en su piel, el viento en su rostro, cualquier cosa que la distrajer
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP