Mientras papá y yo teníamos nuestra propia guerra de miradas, podía sentir a Alex a mi lado, rogándome con la mirada que me detuviera y finalizara mi recién iniciada guerra con mi padre, ya que esto no había sido parte de nuestro trato.Alex y yo lo habíamos hablado en el pasado. Él y yo sabíamos que esto podría pasar y yo le había prometido que no me pondría de su lado en ningún momento, que siempre escucharía a papá. Sin embargo, en el momento en que mi padre decidió comparar mi amor por Alex con lo sucedido con Daniel hace tres años atrás, perdió cualquier clase de consideración que tuviera hacia él.Sabía que estaba enojado, pero nada justificaba que hubiera tomado el momento más traumático de mi vida y lo hubiera minimizado simplemente porque no le agradaba la idea de mi relación con Alex.¡Es algo ridículo!También tenía muy claro que mis últimas palabras las había dicho para provocarle el mismo dolor que él me había causado a mí con sus palabras. Yo también podía hacer lo mismo
—¡Olivia! —Ni siquiera me giro para ver cómo mi madre intentaba alcanzarme. En estos momentos no estaba pensando con claridad. Solo tenía en mente una única cosa: hacer que ese idiota pagara por lo que había ocasionado— ¡Olivia, espera!Continuaba corriendo fuera de casa, ignorando los llamados tanto de mi madre como el de Roger y los demás guardaespaldas que quedaban en casa. Por fortuna, papá se había marchado molesto a su habitación mucho antes de que decidiera ir hacia la casa de los Calloway a confrontar al rubio por haberme jodido la vida.Maldita rata.Al principio había planeado dejar todo el asunto así, pero mientras recogía, con ayuda de mamá, las fotografías que le había enviado a papá del suelo, una enorme llama ardiente comenzó a crecer dentro de mí y, en cuanto llegó a su punto máximo, mi mente ya estaba envenenada por la rabia.Todo esto había sucedido por culpa de él.Viendo a lo lejos cómo el taxi que había pedido en medio de mi crisis se acercaba, apresuro el paso y
—No sé de qué me estás hablando. —Contesta fingiendo no saber nada, cosa que me hace reír.—No gastes tu tiempo fingiendo, tarado. —Ruedo los ojos— Papá ya me dijo que fuiste tú la persona que lo llamó y el que le envió las fotos. ¿Cómo fuiste tan idiota y jugaste esa carta tan estúpida?En cuanto aquellas palabras salen de mi boca, la postura tensa de Jared se relaja totalmente, mostrándome al mismo chico impertinente y narcisista de siempre.—Así que no sirvió de nada, ¿eh? —Ni siquiera le respondo— ¿Cómo pudo ser tan estúpido como para dejar pasar esto? ¡Te estabas follando al guardaespaldas! Si yo fuera el señor Walker, te habría lanzado a la calle y desaparecido al muerto de hambre ese.Pero...—Ese no es tu problema. —Le respondo, fingiendo que sus palabras no me habían afectado porque realmente pensaba que ese era el plan de papá. Al menos en lo que se refiere a Alex— Jugaste una carta muy estúpida, aún cuando sabías que yo tengo algo que te va a destruir para siempre.Jared se
[Alex]Liv, ¿qué está pasando contigo?¿Por qué no me respondes las llamadas ni los mensajes?¿Acaso debí negarme a la petición de la señora Walker y quedarme a tu lado?¡Dios, qué frustrante es todo esto!Necesitaba saber que ella estaba bien o me volvería loco antes de que siquiera lograra amanecer. No quería que, por no haberme sabido controlar, ella terminara lastimada, mucho menos que cometiera el mismo error de mi madre y dejara todo por un hombre que jamás podría darle lo que ella se merecía.No quería ser como mi padre y tampoco quería que Liv fuera como mamá. Eso me destruiría.Es por eso que estaba seguro de que, si el señor Walker se rehusaba hasta el final a que su hija y yo tuviéramos una relación, con el corazón roto tendría que decirle adiós a mi sexy tiranosaurio. Jamás sería capaz de hacerle vivir el calvario que vivió mi madre quedándose a mi lado.Liv aún era muy joven y veía todo color de rosa, pero yo conocía la parte cruda de la vida y nunca la haría pasar lo mis
[Alex]—¿Por qué lo hiciste, Mica? —Le pregunto tratando de llegar al meollo del asunto, pero ella no me decía nada.Al contrario, comienza a removerse como si algo le estuviera doliendo.—Todo lo que te importa es ella, ¿no? —Frunzo el ceño por un momento y ella suelta una carcajada ácida. No sabía en qué momento habíamos llegado a esto— ¿Quieres saber por qué la odio? ¡Fue por ti! —Exclama y yo abro los ojos, un poco sorprendido, pero luego suelto un largo suspiro. Al final, Liv había tenido razón sobre ella. Ay, Mica— ¡Ella te arrebató de mi lado! Te volviste loco y te olvidaste de todo, hasta de tu madre. ¡Tu madre, Alex!No…—Micaela, estás pisando…—¿Qué? ¿Tú sí puedes hablar maravillas de la hermosa y cotizada heredera Walker, pero yo no puedo decirte quién es ella realmente? Ella te alejó de mí.—Ya basta… Esto no tiene ningún sentido. Aunque Liv no existiera, yo jamás te vería como algo más que una amistad. Eres como una hermanita pequeña para mí, por favor no te confundas, M
—¿Por qué no nos dijiste nada, princesa? —preguntaba papá mientras subía en completo silencio a mi habitación— ¿Liv? ¡Olivia!Me detengo en seco y, sin ninguna expresión en el rostro, me giro para poder ver a mis padres, mirándome con dolor e impotencia. Haber presenciado aquella escena en la casa de la familia Calloway y descubrir una terrible verdad que, estaba segura, les había traído los peores recuerdos del pasado los había afectado demasiado.Jamás esperaron algo así.Este año había sido bastante cruel con la familia Walker. El regreso de Daniel y el acoso de Jared habían sido como dos enormes bombas que habían decidido acabar con todo, pero que gracias a la llegada de Alex, había sido capaz de desviar cada ataque que me habían lanzado.Pero Alex ya no está.¿Cómo me sentiré bien sin él?—¿Cambiaría algo?—¿Qué? —Papá suspira y mamá trataba de disimular las lágrimas de dolor que corrían por sus mejillas.Me dolía verla así. Mamá no se merecía nada de eso. No cuando ella había he
El sonido monótono del monitor junto a la cama de mi madre resonaba en mis oídos. Era un ruido que odiaba, que me atravesaba y me quemaba por dentro.Cada vez que nos encontrábamos en esta situación, mi corazón se desbocaba al imaginar o pensar en todo lo que podría estar sucediendo. A veces solo eran recaídas normales por las quimioterapias; otras, porque el tratamiento no estaba funcionando; y otras veces... porque la situación estaba empeorando.Mamá... Cuánto daría por ser yo quien estuviera acostado en esa maldita cama.No mereces esto.¡Nadie merece sufrir con esta maldita enfermedad!Estábamos en el hospital una vez más. Mamá se había desmayado mientras preparaba un postre que se le había antojado. Sin importar cuántas veces le dije que no lo hiciera, ella no me hizo caso, agotó sus fuerzas y se desvaneció. Como pude, le pedí prestado el auto al vecino —que seguro me cobraría por el favor— y la traje para que la examinaran. Ahora estaba esperando el diagnóstico del doctor.Ella
—Recuerda ponerte más hermosa de lo normal, Liv. Te aseguro que Jared soltará la baba al verte con ese vestido. —Mónica, una de mis mejores amigas, agitaba sugestivamente el pedazo de tela brillante que usaría esta noche— No puede estar molesto toda la vida; es una tontería.Recordarlo solo me daba ganas de vomitar.Aún así, él no parecía entender mis razones.—No le prestes atención, Liv. Si el idiota de Jared no puede comprenderte, es problema de él. —Amara, mi otra mejor amiga, era la versión opuesta de Mónica, pero amaba tener sus opiniones presentes— No tienes porqué sentirte mal de algo que no es tu culpa.—Amara, comprendo que Jared no te cae bien, pero la forma en que lo dices suena como si realmente lo odiaras. —Mónica se burla de ella, y la mencionada rueda los ojos antes de lanzarle un cojín en la cara, lo que hace que ambas rían divertidas— Al menos tienes que admitir que está bueno. Liv tiene buenos gustos.—Podrá estar bueno, pero es un idiota. —Vuelve a rodar los ojos l