—¿Por qué no nos dijiste nada, princesa? —preguntaba papá mientras subía en completo silencio a mi habitación— ¿Liv? ¡Olivia!Me detengo en seco y, sin ninguna expresión en el rostro, me giro para poder ver a mis padres, mirándome con dolor e impotencia. Haber presenciado aquella escena en la casa de la familia Calloway y descubrir una terrible verdad que, estaba segura, les había traído los peores recuerdos del pasado los había afectado demasiado.Jamás esperaron algo así.Este año había sido bastante cruel con la familia Walker. El regreso de Daniel y el acoso de Jared habían sido como dos enormes bombas que habían decidido acabar con todo, pero que gracias a la llegada de Alex, había sido capaz de desviar cada ataque que me habían lanzado.Pero Alex ya no está.¿Cómo me sentiré bien sin él?—¿Cambiaría algo?—¿Qué? —Papá suspira y mamá trataba de disimular las lágrimas de dolor que corrían por sus mejillas.Me dolía verla así. Mamá no se merecía nada de eso. No cuando ella había he
—Te van a descubrir. —Pego un pequeño brinco cuando escucho la voz de mi hermano menor a mis espaldas, por lo que me giro para poder verlo— No sé por qué te preocupas tanto, ¿cuándo papá te ha negado algo?Esta vez no estoy tan segura, Cian.—Siempre hay una primera vez para todo, hermano.Había pasado toda la noche en la habitación de Lucian, incluso después de que él se hubiera quedado dormido en su cama, simplemente viendo mi teléfono con las llamadas perdidas y mensajes de Alex que no fui capaz de responder.No sabía qué decirle porque lo que yo tenía en mente, él jamás lo aceptaría.Alexander Green jamás me dejaría poner un pie fuera de esta casa si el plan era seguirlo. Ni siquiera me abriría la puerta para darme la hora, así que esta era mi última herramienta.Nuestra última oportunidad.Cuando abrí los ojos, estaba en el enorme puff donde había pasado la noche en vela. Si había logrado dormir dos horas, había sido mucho, por lo que al levantarme me dolía todo el cuerpo y me ve
—Alex, espera. —Caminaba detrás de él, casi corriendo para poder alcanzarlo, pero el castaño no parecía tener intención de detenerse. Había hecho lo mismo cuando abrió la puerta de la oficina de papá y me vio con los ojos llenos de lágrimas— ¡Detente!Apenas me escucha gritar, el alto frena de golpe y se queda quieto, pero sin voltear a mirarme. Podía ver a varios hombres de seguridad en sus puestos de vigilancia, fingiendo que no veían o escuchaban nada de lo que estaba pasando, pero con un gesto hago que se marchen, dándome un poco de privacidad con mi guardaespaldas.Sí, porque me niego a que deje de serlo.Papá no podía ser tan obtuso.—¿Por qué lo estás haciendo? —Le pregunto, pero él no me responde— ¿Renunciar? No puedes hacerme esto, me prometiste que lucharíamos juntos.Me estaba dejando para complacer el tonto capricho de mi padre.—Estoy haciendo esto por tu bien, Olivia. —Responde después de un rato en silencio, en voz baja y todavía sin mirarme.—Oh, no... No digas que est
[1 semana después]—Ustedes dos serán la causa de mi muerte. —Evan suspiraba ofuscado por la actitud que habíamos tomado mamá y yo— ¿Qué tan difícil es tomar las estúpidas llaves e irse al departamento que les estoy ofreciendo?—Evan, ya basta. —Lo detiene mamá y el tío vuelve a suspirar sin saber qué más hacer. Ya había pasado una semana en este plan— Entre tú y Logan me van a volver loca. Ya les dije que no vamos a ir a ningún lado.Habíamos tenido una semana demasiado complicada en todos los aspectos. Después de que mamá le hubiera dicho a papá que nos íbamos a ir de casa, él no se lo tomó muy en serio al principio; creía que solo queríamos manipularlo para que finalmente aceptara a Alex como mi novio, pero en cuanto mamá comenzó a sacar sus maletas de la habitación, el mayor entró en pánico.Mamá se lo había dicho muy en serio. Ella jamás iba a permitir que nadie me hiciera sentir mal, mucho menos cuando no había hecho nada malo. Y si tenía que dejar a papá para que yo fuera feliz
—Él no te odia, cariño. —Intentaba consolarme— Solo está tratando de no ocasionarte más problemas.¿Problemas?Problemas son los que tenía ahora. Ni siquiera era capaz de concentrarme en clases; tampoco había ido en dos días a la universidad. Era inútil.Y no. Esto no se trataba de la negativa de papá de que estuviera con mi guardaespaldas. Yo jamás me echaría a morir por algo así. Lo que me tenía con los pensamientos revueltos era cómo tanto la abuela como papá creían que tenían el derecho de decidir si una persona era buena o mala para mí.Ellos realmente creían que podían escoger a quienes ellos consideraban de mi mismo nivel.¡Ridículo!Si cedía con este tema, les estaría cediendo todo el control de mi vida y no iba a permitir eso.Mamá también lo sabía y esa era otra razón por la que estaba haciendo lo que estaba haciendo, pero yo seguía sin aprobar sus decisiones.Lo menos que quería era que la relación de mis padres se fracturara por mi culpa.No puedo responderle a mamá, ya qu
—¿Qué haces aquí?Bueno, esa no era la bienvenida que esperaba. Aunque, considerando que el castaño había estado evitando cualquier tipo de contacto conmigo, era algo que debí haberme imaginado.—Hola a ti también. —Le respondo sin ninguna variación en mi tono de voz, caminando cada vez más cerca de él.Alex parecía un pez fuera del agua. Claramente no se esperaba que estuviera aquí, frente a él, confrontándolo por haberme dejado sin explicación alguna. Mucho menos que hubiera descubierto el nuevo trabajo que tenía ahora. Y no, no me malinterpreten; no me molestaba que trabajara como repartidor, sino que él tenía un buen trabajo en casa y había decidido renunciar por no querer luchar un poco más.Solo un poco más, Alex.—¿Qué haces aquí, Liv? —Pregunta de nuevo, siempre a la defensiva, preparado para cualquier cosa que fuera a decirle.¿Pero qué podría decirle?Alex estaba frente a mí después de estar una larga semana separados. Estaba bien, aunque se veía un poco más delgado y esos
—Alex...—¡¿Estás loca?! —me grita para que pudiera oírlo por encima de la lluvia, pero yo estaba tiritando de frío— ¿Acaso no te dijeron que mi turno había terminado? ¿Por qué demonios te quedaste aquí?—Pensaba que estaban mintiendo. —Me sincero, completamente avergonzada, y él suspira resignado.Él sabía que esto era normal en mí.—Es peligroso que estés aquí sola. —Me dice y yo me quedo en silencio— Te llevaré a casa.—No quiero.—Liv...—Por favor... Llévame contigo. —Le pido en voz baja, completamente helada, pero con el corazón acelerado.Solo él lograba ese efecto en mí.—Sabes que no puedo, Olivia.—Por favor... —insisto, y él se queda en silencio, analizando mi petición—. Solo por esta noche. No quiero estar con nadie más que no seas tú... Por favor.Alex continúaba en silencio durante un buen rato hasta que finalmente acepta, resignado, y me envuelve en un delicado abrazo, regalándome un poco de su calor corporal, ya que estaba temblando sin control, esperando que dejara de
El gran y poderoso Logan Walker continuaba mirándonos fijamente a ambos, seguramente pensando en un sinfín de cosas que podríamos estar haciendo Alex y yo a solas en medio de la noche antes de que él llegara, cosas que estaban muy alejadas de la realidad. Desafortunadamente. Ahora estábamos sentados en la diminuta sala de la casa de mi guardaespaldas. Alex y yo compartíamos el mueble más grande, mientras que papá estaba en el sillón frente a nosotros, mirándonos sin ninguna expresión en el rostro. Vagamente, me llevaba a aquella misma escena donde Victoria nos observaba utilizando los mismos gestos que papá. Claro que ella jamás odió nuestra relación a muerte, pero al principio su reacción fue un poco parecida. —Papá, si viniste a... —No voy a preguntar la razón por la que estás aquí, ya que no me respondiste la primera vez y, francamente, no quiero seguir preguntando. —Me interrumpe y yo suspiro, intentando guardar silencio porque, después de una larga semana, esta era la primer