Mundo de ficçãoIniciar sessão
Capítulos relacionados
Una propuesta sorpresa
La pregunta del viejo amo Lombardi, dejó pensando a Isabella, casarse de nuevo con Valentino o seguir así como estaban era algo que debería considerar y tomar una decisión casi de inmediato, ya le quedaba muy poco tiempo para dar a Luz y el bebé estaba a punto de nacer fuera del matrimonio, algo impensable para un heredero Lombardi, eso le traería vergüenza y mancharía si prestigioso estatusTres días después, alrededor de las tres de la mañana, el abuelo Demian, bajó a la cocina por un vaso de agua, pero al irse acercando, comenzó a escuchar ruidos, los cabellos se le pusieron de punta— ¡Solamente a mí se me ocurre bajar a tomar agua a las tres de la mañana, la hora del innombrable, pero esto no me vuelve a pasar, desde mañana subiré una jarra de agua para no salir de mi habitación! — murmuraba bajito el viejo amo, estaba por darse la vuelta para subir las escaleras sin importarle que siguiera con sed, cuando escuchó a alguien llamarlo— ¡Abuelo, Demian! ¿qué haces parado ahí a mita
Si puedes dormir con mamá
El médico terapista Abel, regresó cargado de energías positivas de los Estados Unidos, él era uno de los mejores en el mundo en su especialidad, razón por la cuál le había sido de gran ayuda a Valentino, con sus ejercicios y rehabilitacionesMédico y paciente habían retomado su rutina, el empresario se dedicaba con ahínco a recuperarse, anhelaba poder algún día bailar con Isabella, o caminar con ella por la playa tomados de la mano, quería correr con su hijo jugando al soccer, tenía tantas ganas de curarse, pero no sabía si esas inmensas ganas iban a ser suficientes para lograrloLos preparativos de la boda habían comenzado, Melina, la madre de Valentino, se había ocupado de contratar a una organizadora de bodas que le ayudara a organizar una ceremonia a tan solo dos semanas, el parto estaba muy cerca y nadie en la familia quería que el bebé Lombardi, naciera fuera del MatrimonioTodo era un correr de empleados, Isabella, debía elegir las flores, el banquete y los colores que le gusta
El día de la boda
Valentino, no se podía estar quieto, parecía que fuera la primera vez que se casaría por qué aunque no lo fuera, la primera vez que se casó con Isabella, ella era una completa extraña para él, no tenía todos los sentimientos que ahora tiene por ella — ¡Amigo, pareces primerizo! ustedes ya se casaron antes, ya sabes cómo se hace — James, estaba calmando a su descontrolado amigoEl abuelo Demian y Melina, entraron a ver cómo iba el empresario en su preparación, así pudieron ver qué James, estaba lidiando con él — ¡Estás guapísimo, hijo! eres tan parecido a tu padre — a Melina, se le aguaron los ojos, así pasarán cien años ella siempre iba a extrañar al padre de Valentino — Por supuesto, no hay nadie más apuesto en este mundo que mi querido nieto, — sonreía el abuelo Demian, mientras que James, todavía los ojos, el también era un hombre muy apuesto y a susñ veintiocho años seguía soltero — James, ¿para cuando nos vas a presentar una novia? ya deberías estar pensando en sentar cabeza, n
Felicidad al por mayor
Los socios y demás invitados no habrían querido estar en ningún otro lado ese día está boda era por mucho la más increíble a la que hubiesen asistido, era una boda muy elegante, con esposos que se amaban sinceramente, y por si eso fuera poco, ser testigos de dos sucesos muy importantes en la familia Lombardi, la recuperación de Valentino y el día en el que el segundo heredero vendría al mundo— ¡Carajo, Valentino! ¡¿desde cuándo puedes caminar?! ¿por qué no me había dicho de tu gran avance? eso es muy injusto, no debiste ocultarme que ya estabas mucho mejor — Isabella, hablaba mientras observaba al CEO, estar de pie como si nunca hubiese estado alguna vez en una silla de ruedas— ¡Te quería dar una sorpresa, cariño, que mejor que el día de nuestra boda para hacerlo, después de años de cirugías y terapias por fin he vuelto a caminar!— ¡Valentino, eso es... es un milagro, es maravilloso! me alegro tanto por ti, sé lo mucho que deseabas que esto pasara, que te pudieras curar y volver a
El nacimiento
Dentro de la sala urgencias Isabella, se tomaba con fuerza del barandal de su camilla, para resistir la contracción que le estaba llegando, el médico ya la había revisado, tenía una dilatación de 6 cm, el bebé iba bajando rápido, pero le estaba doliendo peor que si la estuvieran torturandoLos gritos de la embarazada se escuchaban a la distancia, pronto Valentino, entró cubierto de ropa esterilizada a acompañar a su amada Isabella en el parto de su bebéEl nervioso empresario le tomó la mano, dejando en ella un suave beso, no tenía la más mínima idea de todo lo que sufría una mujer para dar a luz— Cariño, estoy aquí, vamos a hacer esto juntos — ¿Qué tan juntos? ¿vas a compartir los dolores de parto conmigo, por qué si es solo para echarme porras que viniste, no me sirve de mucho¡Aaayy! ¡cómo me duele, doctor póngame algo para que se me quite este dolor, ya no aguanto! pidió Isabella, gritandoCómo ya estaba muy dilatada y el bebé ya estaba por nacer, le pusieron una epidural que a
Rechazos
— El día de la boda había sido todo un caos, Valentino reveló que por fin después de tanto esfuerzo y dolor había podido curarse de su problema con las piernas, ahora era un hombre como él que solía ser otra vez— Oye, James, ahora que te veo catgando a mi bebé, me parecer que no te vez nada mal, te vendría bien sentar cabeza y tener tu propia familia e hijos, no todo en la vida es parranda y llegar a una casa solitaria y silenciosa— Valentino, sabes que yo no nací para el matrimonio, mucho menos para la monogamia, soy un espíritu libre que le gusta su soledad, no soy como tú, Valentino, un hombre de hogar que deseaba desde hace tiempo tener una familia propia — respondió James— Nunca digas nunca, las cosas llegan cuando tienen que llegar, solo espero que cuando la chica indicada se encuentre frente a ti, no la dejes ir por cobardía, no hay nada como tener a tu lado a la mujer que amas y ver el fruto de su amor llegar al mundo, exactamente como lo estoy viendo ahora — Valentino, no p
Un nombre fuerte y muy Imponente
Rocío, volvió a la cama y de metió bajo las suaves sábanas, estaba furiosa con su jefe por atrevido, mira que entrar a su habitación sin su permiso y además argumentando cosas tan ilógicas, quería poder darle coñazos hasta que se cansaraLa asistente pensó que por ese día la dejaría de molestar, pero se apresuró por qué su celular volvió a timbrar con el tono que tenía para él, Rocío, pataleó por debajo de la colcha frustrada — ¿y ahora que diablos quiere ese dictador? ¡parece que vive para joderme la vida!— Señorita Rodríguez, le doy diez minutos para que esté aquí en el restaurante del hotel, si no viene o llega tarde, entonces enviaré un mensaje a recursos, ah, iremos al hospital, no es necesario que traiga con usted su tablet— Hijo de.... — la bella asistente se levantó de prisa, para su mala suerte uno de sus pies se enredó en las sábanas y cayó sobre la alfombra como un costal de papás ¡Aaayy! mi cuerpecito....A los nueve minutos con cincuenta y nueve segundos, ella ya se en
Quiero una familia y muchos hijos
Oh, por supuesto Rocío, pasa, mira que hermoso amanecido mi bebé hoy, ¿ya has visto sus ojos azules? por lo menos está vez el padre no me ganó en todo, es injusto que sea la madre quien lo lleve nueve meses en su vientre, soporte el casi mortal dolor del parto pero se que termine pareciendo al papá— El bebé está hermoso, es adorable cómo el pequeño Emiliano, vas a ser todo un rompecorazones cuando crezcas — comentó Rocío, riéndose— ¿Entonces se le parecerá a James? hay no, no me digas eso, no quiero que mis pequeños sean unos casanova, quiero que se parezcan a su padre y le den su amor a una sola mujer — Isabella, comentó asustada— No, ellos tienen que salir al CEO Lombardi, no pueden parecerse al CEO Hill, eso sería una verdadera desgracia, será mejor que los vigiles para que el el futuro no se junten mucho con el tío James — ¿Pero que tengo yo de malo? soy un hombre soltero que le gusta disfrutar de la vida, divertirse sin complicarse la vida, ¿qué tiene eso de malo? — No lo sé
Último capítulo