Rencores pendientes

Después de desahogarse con Tom García, Isabella puso en marcha la investigación, rogaba a todos los cielos para que no fuera cierto que si esposo estuviese teniendo un amorío con esa mujer a la que llaman la viuda negra

Comenzaron por investigar su vida privada, ella tenía incontables parejas, era una mujer muy promiscua, se sorprenderían que no tuviese una enfermedad venérea crónica

— ¡No puedo creér que Valentino, mí Valentino, haya sido capaz de fijarse en una mujer que ya pasó por la cama de medio país! ¿lo conquistarla con su experiencia en el sexo? Tom, ésto es el maldito infierno para mí

— Calma, todavía no todo está dicho — al apenas terminar de hablar el asistente, de escucharon voces afuera de la oficina, una que Isabella, conocía muy bien

— ¡Estoy aquí para ver a la CEO Ferrer, dígale que es Aníbal Valencia, el que la busca! se oía al abogado

— Déjalo pasar — ordenó la CEO a la secretaria, quién dejó pasar al apuesto hombre

— Isabella, estoy aquí para... — por unos momento
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