Camino a la mansión Ferrer, Emiliano, iba a abrazado de su madre, el niño le platicaba que había estado jugando con Teodoro, el cachorro le había escondido las pantuflas a su bisabuelo Demian y lo había hecho enfadar

Isabella, reí y sonreía, recuperar a su hijo le había devuelto la alegría, por el retrovisor Anibal Valencia, los observaba, esa era la primera vez que veía una sonrisa genuina en los deseables labios de la bella CEO

El abogado los dejó en la mansión Ferrer, ya se iba a retirar cuando fue llamado por Isabella

— Aníbal, tendremos una comida para celebrar que Emiliano, está de nuevo en los brazos de mamá, Tom García, tu asistente Paulina y tú ¿si quieres acompañarnos? solo nosotros estaremos, no tengo muchos amigos pero tampoco me hace falta si los que tengo son de confianza

— C- claro, claro, estoy encantado con la invitación, gracias Isabella, en realidad muero de hambre, desde que tome tu caso no he dormido bien, ni comido bien, no me estoy quejando, no me malentiendas, s