Capítulo 48

Bianca.

Estaba tan expuesta a él, que por un momento llegué a pensar que me arrepentiría después. No fue así. Giovanni Lobo era un puto caramelo caliente que disfrutaba, primero hay que probar al enemigo antes de destruirlo.

—¿Qué haces? —chillé cuando me agarró de las caderas y me incorporó.

Tenía su polla pegada a las nalgas, estaba disfrutando de ello hasta que me volteó y me subió a su hombro como un saco de papas. Abrí mis ojos cuando deslizó una mano por mí desnudez del muslo, con una carcajada se movió.

—¡Qué haces, Giovanni! —le chillé excitada aún.

Veía la perfección de su trasero desde mi posición, también los tensos músculo

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo