En poco tiempo llegamos a la cabaña, por suerte había un sendero por el cual podían llegar los autos a la cabaña aunque nadie venía por estos rumbos ya que cuando el alfa supo que yo venía a quedarme aquí a veces la declaró como propiedad privada así que nadie entra sin su autorización excepto yo y bueno también Christian aunque alfa no sepa las visitas de este.
Cuándo nos estacionamos frente a la cabaña Heiner me ayudó a bajar mis pocas maletas y llevarlas adentro. -Guau sí que tienes bien cuidada la cabaña- Heiner también la conocía, pero hace años que no venía. -Este es mi hogar, es obvio que tengo que mantenerlo en las mejores condiciones- Conteste. -¿Segura, que te quieres quedar aquí?-me miro inseguro. -Sí tranquilo, no es la primera vez que me quedo aquí aparte Andrew tiene custodiada esta zona nadie me nada me ocurrirá- lo tranquilice. -Aunque eso me tranquiliza un poco de todos modos vendrá dormir contigo algunas noches no me gusta que estés sola- por su tono de voz sabía que no estaba a discusión y no me quedo de otra que aceptar sin refutar. Decidimos acomodar todo mañana ya que las horas habían pasado muy rápido y ya era muy tarde. Por ahora lo único que quería era tirarme a mi cama y dormir; la cabaña contaba con una habitación así que Heiner tuvo que quedarse a dormir conmigo. -¿Por qué crees que papá me odia tanto?- Ya estábamos acostados y muchos sentimientos encontrados comenzaban a abrumarme. Él pensó por un momento su respuesta antes de contestar. -La verdad no lo sé Val para todos es obvio que tú no tuviste la culpa de nada, mamá hizo lo qué cualquiera madre que ama a sus hijos haría; mamá protegió a su cachorra y la libró de la muerte sin importar perder su propia vida- respondió. -Siempre lo oí llorar sabes; me dolía tanto escuchar sus sollozos y su voz rota reclamándole a la luna por haberle quitado a mamá; una vez no lo soporte y fui a su habitación con toda la intención de consolarlo y hallar una manera de apaciguar su dolor- mi voz se rompió un poco ante el recuerdo -Esa fue la primera vez que me golpeó, tú no estabas y yo solo quería demostrarle que no estaba solo que todavía nos tenía a nosotros y tenía nuestro amor pero a él no le importó y solo me culpo- las lágrimas ya corrían libres por mis mejillas. Mi hermano solo me acurruco entre sus brazos como siempre lo ha hecho siendo mi apoyo, permitiéndome dejar salir todo mi dolor mientras él me sostenía, no sé cuánto tiempo llore pero cuando mis ojos comenzaron a sentirse pesados me acomode mejor en sus brazos y me dejé llevar por el sueño y el cansancio con la sensación de haber olvidado algo importante. ━━━━━━✧❃✧━━━━━━ Desperté escuchando murmullos lejanos, me removí incomoda sobre la cama, mi brazo se había dormido y sentía horrible al moverlo. -Iré a ver si ya despertó-escucha a lo lejos segundos después el gran cuerpo de Heiner entro a la habitación. -Buenos días Vale-saludos se sentó en el borde de la cama. -Buenos días-sonreí -¿Quién está afuera? -¿Cómo sabes que hay alguien afuera?- -Te escuche hablar con alguien- -Allá afuera está mi futuro cuñado- lo miré confundida. -¿Traes a los hermanos de tus ligues aquí?-si decía que si definitivamente me iba a enojar. -¡Claro que no!-negó de inmediato -Christian te está buscando, él es quien está allá afuera -lo miré entendiendo. -Dile que en unos minutos voy- él asintió y salió a decirle. Salir de la comunidad de mi cama fue difícil pero al final lo logré; me dirigí al baño y al mirarme al espejo deteste mi reflejo, mis ojos estaban hinchados y tenía grandes bolsas debajo de ellos, mi nariz estaba roja y el golpe en mi mejilla, se estaba tornando de verde; de verdad que agradecía que Heiner me comprará algunos productos de maquillaje ayer por la mañana para cubrirme el golpe y que nadie en la escuela o en la manada se diera cuenta. Me sentía sucia y pegajosa debido al sudor, por eso decidí darme una ducha rápida. Prendí la regadera antes de empezar a quitarme la ropa y una vez desnuda me metí bajo el chorro de agua; limpié mi cuerpo con delicadeza pues todavía tenía algunos golpes que seguían doliendo. Cuando estaba enjuagando mi cuerpo recordé la cita que tenía con Chris ayer, me apuré a terminar porque seguro quería hablar conmigo de eso; cuando termine me envolví en la toalla y salí a buscar la ropa que ya tenía aquí para no perder el tiempo buscando la ropa de la maleta, me coloque una blusa blanca sencilla y un short de mezclilla desenrede mi cabello y sin más salí sin siquiera cubrir el golpe pues ya Christian lo había visto. -Aquí estoy-hable entrando a la sala llamando la atención de ambos chicos; Christian de inmediato se puso de pie y corrió a abrazarme. -Me alegra que por fin te alejaras de él-De inmediato mire a Heiner acusatoriamente. «De verdad que es un chismoso» pensé . -Me alivia saber que ahora ya no podrá lastimarte más- dijo antes de soltarme y volver a su lugar, imite su acción y me senté en un sofá frente a él. -Los dejaré a solas para que hablen tranquilos- Habló Heiner y apenas dijo eso salió de la cabaña. -Siento mucho haberte dejado plantado anoche-me disculpe antes de que hablara. -Tranquila no hay problema. Entiendo la situación perfectamente y hasta puedo decir que me alegra que no hayas ido por qué ahora estás bien y lejos de tu padre- le sonreí agradecida -¿Estás segura que quieres vivir sola aquí? Sabes que en mi casa eres más que bienvenido. -Tranquilo, no es la primera vez que me quedo sola aquí- le resta importancia. -¿Y como cubrirás tus gastos?- sonó preocupado -Si quieres yo puedo aportar para...- lo interrumpí antes de que terminara. -Gracias, pero no es necesario en realidad. No te lo había dicho, pero se me da muy bien eso de la pintura y el dibujo también un poco la animación y desde hace un par de años estado haciendo pinturas que luego Heiner se encarga de vender y me da el dinero; también le he hecho algunas animaciones que me piden en una página que tengo y con lo que ganó me ha bastado para solventar mis gastos- expliqué -¿Y le das a Heiner alguna comisión o algo así?- quiso saber. -Al principio quise darle un porcentaje del dinero de los cuadros que vendió pero él no aceptó diciendo que yo lo necesitaba más que él porque bueno papá a él le daba dinero y a mí no ¿Por qué preguntas? ¿Quieres trabajar para mí? -No, solo es mera curiosidad ¿Desdé cuándo lo haces? Porque yo no he visto ninguna de tus pinturas- reclamo un poco indignado. -Lo hago desde los 13 pero empecé a venderlos a los 15 y nadie sabe que yo siento porque seguramente papá yo hubiese boicoteado todo desde un principio- sonreí amargamente ante eso -Yo quiero una de tus pinturas- dijo de pronto. -¿A si sin más? Tu mismo has dicho que nunca las has visto ¿Qué tal si no te gustan?- -No hay posibilidad de que no me guste si en realidad me encanta todo lo que tenga que ver contigo y venga de ti- mis mejillas se pusieron rojas ante sus palabras y su intensa mirada. -Bueno... ¿Por qué estás aquí tan temprano?- desvíe el tema. -Porque quería ver si estabas bien; ayer no llegaste a la cita y me preocupé mucho. -Y ya viste que estoy bien. -Sí así es-asintió -Solo que ayer también quería decirte algo muy importante durante nuestra cita. -¿Y que es eso tan importante que me querías decir?- pregunté curiosa. -Se que gracias a Heiner ahora sabes que siempre me has gustado-no le negué- También yo mismo te lo dije la otra noche; y bueno en el tiempo que llevamos conviviendo lo que ya sentía por ti se ha intensificado- pauso tomando aire antes de continuar- Sin más rodeos ya ¿Quieres ser mi novia?. Me quedé en shock al escucharlo. Él me miraba expectante y yo no sabía que contestarle esto era algo que definitivamente no me esperaba. -No me des una respuesta ahora, te dejaré pensarlo y cuando tengas una respuesta tengamos una cita. Tú pon el día y la hora yo me encargo del lugar ¿Okey?- asentí ante su propuesta-Quiero decirte que sin importar, cuál sea tu respuesta siempre estaré aquí para apoyarte pequeña Crowel, siempre podrás contar conmigo para lo que sea- Él se acercó a mí y deposito un beso mi frente. -Me tengo que ir, nos vemos después- sin decir más salió de la cabaña, a los pocos segundos Heiner entro. -¿Te pidió que fueras su novia?- fue lo primero que pregunto entrar. -Sí-dije aún sin poder creerlo. -¿Le dijiste que si?- interrogó -Ni siquiera me pude responder-me miro confundido. -¿Por qué?- -No lo se Hei, me tomó completamente desprevenida era algo que no me esperaba y no supe que decirle. -¿Qué es lo que perturba tanto esa cabecita tuya?-pregunto sentándose a mi lado. -A veces detesto que me conozcas tan bien- rodé los ojos cuando su sonrisa apareció. -Te conozco como a la palma de mi mano- levantó su mano izquierda mostrándomela - ¡Oh mira, tiene una línea aquí- exclamó haciéndose el sorprendido mientras señalaba su palma; eso me hizo reír. -Ya dime qué es lo que te preocupa- insistió más. -Es más que obvio que Christian me gusta, pero tengo miedo-Confesé- Si acepto ser su novia ¿Qué pasará después cuando encuentre a su mate? Tengo miedo a enamorarme de el y que cuando ella aparezca mi corazón salga herido y ya tengo bastante m****a en mi vida como para lidiar con un corazón roto. -Bueno hay una gran posibilidad de que eso pase pero también sabes que la espera de un mate puede durar siglos; incluso hay veces que ni siquiera aparecen o algunos mueren. No tengas miedo de amar y ser amada; si tienes la oportunidad tómala y no la dejes ir, te aseguro que valdrá la pena y si sales herida, aquí estaré para cuidar y curar siempre las heridas de tu corazón, hermanita- dijo antes de abrazarme. -Además no debemos descartar las altas posibilidades de que tú también encuentres a tu mate, naciste siendo loba así que no me sorprendería que algún día alguien vinieras y te reclamará como suya. -Eres la segunda persona que me dice eso- comenté. -¿A si? ¿Quién fue la primera?-pregunto curioso. -Mi nueva amiga-sonreí-Tú la conoces, se llama Amy Gallagher es la que vino de intercambio de la otra manada- el reconocimiento se reflejó en su rostro. -Me alegra mucho que tengas una amiga hermanita-sobó mi hombro. -Yo también hermano y esta vez papá no podrá arruinarlo- sonreír feliz porque por primera vez en muchos años me sentía libre plena y feliz, por fin me había librado de las cadenas que mi padre impuso sobre mi.Una semana después. Hoy nuevamente es jueves, ha pasado exactamente una semana desde que me fui de la casa de mi padre, la verdad no fue muy difícil adaptarme al nuevo cambio, sino todo lo contrario. Estoy muy feliz de haber tomado la decisión de irme de un hogar que no era mío. En esta semana no he sabido nada de mi padre y aunque sé que no debería preocuparme no puedo evitar hacerlo; también ya ha pasado una semana desde que Christian me ha pedido ser su novia, lo he pensado mucho y por fin tengo una respuesta por eso aprovecharé que el alfa me mandó a llamar a su casa y hablaré con Christian para que vayamos a esa cita que tenemos pendiente. En el camino iba pensando en muchas cosas pero todas insignificantes, caminaba admirando las flores que crecían en los árboles gracias a la primavera, nos encontrábamos en el mes de febrero y aquí ya reinaba la primavera luego de haber pasado un frío invierno que hasta hace poco había acabado; cuando llegue a la casa del alfa uno de los guard
Esa noche Christian se fue ya muy tarde de mi casa y sinceramente fue una experiencia agradable el compartir con él ahora ya como mi novio.━━━━━━✧❃✧━━━━━━Un mes despuésNuestro primer aniversario llegó y antes de organizar cualquier plan para festejar decidimos decirle a Heiner sobre nuestra relación, por eso ese mismo día lo citamos en uno de los negocios de la manada.Chris llegó por mí en su auto a las 2 en punto; cuando llegamos al lugar Heiner ya se encontraba esperándonos. Note por la forma en que nos miro que se le hizo extraño vernos llegar juntos pero no comentó nada al respecto y solo se limito a saludarnos amenamente.Nuestra reunión fue tranquila, comimos entre buenas pláticas y algunas bromas entre los chicos; cuando terminamos de comer Chris me dio una mirada que intérprete como un "Ya es hora" , así que me aclare la garganta ante antes de empezar a hablar.-Heiner hay algo que quiero decirte y que creo que tú ya sospechas-enfocó toda su atención en mi -Hace ya un mes
Después de la visita de mi padre aquella noche me fue difícil conciliar el sueño nuevamente pues mi mente recordaba una y otra vez la escena sin poder evitarlo. Algunos dicen que es imposible que tu mente rememore algunas cosas por voluntad propia pero yo considero que no es del todo cierto, pues hay veces que ni uno mismo puede controlar el hilo de sus recuerdos o pensamientos y eso es lo que me ocurrió a mí aquella noche. No pude controlar los recuerdos que asaltaron mi mente a lo largo de la noche. ━━━━━━✧❃✧━━━━━━ Meses después. El tiempo pasó volando y sin darnos cuenta ya nos encontramos en el último parcial y si todo salía bien en una semana sería mi graduación. Estos meses fueron de lo más increíbles y relación con Cristian había avanzado bastante y adoraba cada una de nuestras vidas aunque algunas fueron un poco cliché e de decir, aún así me encantaba cada detalle que él tenía conmigo. Mi amistad con Amy también se había fortalecido bastante y esa chica se había vuelto u
Por fin llegó el día de mi graduación. Estoy muy contenta y emocionada por terminar está etapa de mi vida, también por qué dentro de poco recibiré los resultados de mi solicitud universitaria y eso me tiene con los nervios de punta. -¿Nerviosa?-Cuestinó Amy entrando a mi habitación con su bolso de maquillaje. -Un poco sí, temo aplastar mi vestido y caer a la hora de pasar a recoger mis papeles-Confesé -No pienses en eso; ¿conoces la ley de la atracción?-Negué-Bueno está consiste en que los pensamientos positivos atraen resultados positivos y la mente negativa atrae resultados negativos, osea que si piensas en cosas buenas atraes cosa buenas y si piensas cosas malas atraes cosas malas así de fácil-Asentí comprendiendo. -Entonces ya no pensaré más en eso ¿Tú no estás nerviosa?-Pregunté ante su serenidad. -Bastante en realidad-Confesó- Pero procuro no enfocarme en eso de lo contrario estaré frita; y mejor cambiemos de tema porque hablar de nervios me pone más nerviosa- reí ante lo
Día del ataque. Valerie. Desperté asustada al escuchar el estruendoso ruido de la alarma y los gritos que venían de afuera. Baje de mi cama para asomarme por la ventana y ver qué era pero al estar a punto de llegar al ventanal mi puerta fue abierta causando que brincara por el susto; rápidamente me gire lista para gritar a papá pero de inmediato el miedo se fue al ver qué era él quien había entrado. —Cariño ven vamos a ponerte tu abrigo y tus sandalias —dijo tomándome en sus brazos llevándome de nuevo a la cama donde me dejó sentada mientras el buscada mi abrigo. Cuando me lo puso también me colocó las sandalias, al estar agachado frente a mi tomo mi rostro entre sus manos y me hizo mirarlo a los ojos. —Valerie se que eres una niña muy inteligente y confío en que comprenderás lo que está pasando — papá hablaba muy serio yo nunca lo había visto así. —Haya afuera hay hombres malos que están atacando la manada y que quieren hacernos daño; ahorita vamos a salir y vamos a ir con m
Corro a través del oscuro bosque, las ramas destrozan mi ropa y laceran mis brazos; mis pulmones arden y mis piernas tiemblan. Solo diez pasos más. Eso se repetía en mi mente una y otra vez motivándome a seguir corriendo; no me puedo detener, si me detengo mi vida se acaba. Unos metros más adelante la vegetación se hace menos al igual que la oscuridad del bosque, la tenue luz del sol me permite ver cuánta sangre hay sobre mi gracias a las heridas que las ramas causaron. Me detengo por un momento apoyando mis manos en mis rodillas jalando bocadas de aire desesperadamente; mis sentidos no están sobre naturalmente desarrollados pero aún así puedo escuchar sus pisadas a través del bosque y se que están a punto de llegar hasta donde me encuentro. —¿Por qué huyes Valerie? Si de todas formas te encontraré, entrégate o será peor— escuchar su voz me causaba pánico; mis manos tenían un ligero temblor y ya no sé si es por mi pulso acelerado o por el miedo que me da su voz. No puedo de
POV. Valerie. Tiemblo ante la sensación de miedo que se propaga por mi cuerpo como si de veneno se tratara. La puerta tenía el seguro puesto pero sabía que solo era cuestión de segundos para que cediera ante los instantes golpes que mi padre le daba. El sonido que hizo la puerta al abrirse me paralizo por que medio segundo después mi padre entro al cuarto totalmente furioso, su irá se reflejaba en cada facción de su rostro y su cuerpo destilaba odio que iba totalmente dirigido hacia mi; no me dio tiempo retroceder y tampoco había nadie que me defendiera, estaba completamente sola y a su merced. -¡Estúpida niña no haces nada más que amargarme la existencia!- me tomo del pelo sacándome del rincón donde me encontraba acurrucada, un grito escapó de mis labios al sentir el dolor -Te dije que si volvías a ir a casa de Andrew te iría mal pequeña bastarda- no vi debe donde apareció la vara que tenía en su otra mano pero si la sentí impactar múltiples veces contra mi cuerpo -¡No tienes nada
Todo lo ocurrido anoche se repetía una y otra vez en mi cabeza, todavía no podía creer que Christian me quisiera y no de una manera amistosa, tampoco podía creer que tendré mi primera cita con él, me lo pidió anoche después de prometer que no le diría nada de lo que mi padre me hace a Andrew, fue difícil pero al final lo logré. El timbre sonó devolviéndome a la realidad, mi primera clase del día había terminado y ahora tendríamos que movernos a otro salón. Espere a que todos salieron y me despedí de la maestro al pasar por su mesa; cuando salí al pasillo no me sorprendió no ver los pasillos abarrotados pues la mayoría de los grupos tenía 2 horas de clases con la misma materia a paso lento así que eran pocos los que salían al cambio de salones, me dirigí a mi siguiente clase tuve bajar las escaleras pues la clase que acababa de terminar la dan en el tercer piso y a la que voy la dan en el primero. Cuando iba pasando por los salones del segundo piso me topé con una chica rubia que par