Esa noche Christian se fue ya muy tarde de mi casa y sinceramente fue una experiencia agradable el compartir con él ahora ya como mi novio.

Un mes después

Nuestro primer aniversario llegó y antes de organizar cualquier plan para festejar decidimos decirle a Heiner sobre nuestra relación, por eso ese mismo día lo citamos en uno de los negocios de la manada.

Chris llegó por mí en su auto a las 2 en punto; cuando llegamos al lugar Heiner ya se encontraba esperándonos. Note por la forma en que nos miro que se le hizo extraño vernos llegar juntos pero no comentó nada al respecto y solo se limito a saludarnos amenamente.

Nuestra reunión fue tranquila, comimos entre buenas pláticas y algunas bromas entre los chicos; cuando terminamos de comer Chris me dio una mirada que intérprete como un "Ya es hora" , así que me aclare la garganta ante antes de empezar a hablar.

-Heiner hay algo que quiero decirte y que creo que tú ya sospechas-enfocó toda su atención en mi -Hace ya un mes exactamente Christian y yo nos hicimos novios y consideramos que ya era hora de decírtelo-esperé a la expectativa su reacción.

-Pues sí, como bien, lo dijiste ya lo sospechaba; fui testigo de sus miradas para nada discretas cuando creían que el otro se daba no se daba cuenta y te aseguro que ya lo voy a venir- me sonroje levemente pues creí que no se había dado cuenta de cuando lo miraba

-Acepto su relación y me alegra que me lo hayan comunicado antes de enterarme por chismes o terceras personas; solo quiero pedirte una cosa -lo miró fijamente-Quiero que cuides a mi hermana y que por sobre todas las cosas mantengas su corazón intacto por qué te aseguro que si veo a Valerie derramar una sola lagrima por causa tuya te perderé el respeto que te tengo-amenazó con seriedad.

-Eso te lo aseguro-hablo con seguridad-Mis intenciones con tu hermana son buenas. Créeme que nunca la lastimaría - Heiner sonrió complacido ante lo que escucho.

-Eso espero-fue todo lo que dijo, después de eso el se tuvo que ir y nosotros nos quedamos un ratito más hasta que pagamos la cuenta y salimos de ahí.

-¿Y ahora qué hacemos?-pregunté, todavía era temprano y no tenía muchas ganas de ir a mi casa.

-Te tengo una sorpresa y espero que te guste- tomo mi mano y me llevo hasta el lugar donde había dejado su auto estacionado.

Grande fue mi sorpresa al ver un hermoso Posterazzi Mercedes Benz 300S gris estacionado donde antes estaba su auto.

-¡¿Me estás regalando un auto?!- exclamé sorprendida y emociona.

-Lamento decepcionarte pero no, éste precioso nos llevará hasta tu sorpresa- lo mire emocionada y no tarde ni un segundo en entrar al auto.

-Me encantan este tipo de autos-comente viendo el interior, me fascinan los autos clásicos.

-Lo sé- sonrió con presunción haciéndome sonreír a mi.

-¿Éste auto es tuyo?-curioseé

-No, es de Magnus Hoffmann- lo mire impresionada.

-Ese es el alfa de Soul Wolf-era obvio que eso el ya lo sabía pero necesitaba confirmar.

-Lo se Valerie y también se lo que vas a preguntar así que te contaré cómo logré que me lo prestara; ¿Conoces a Amy?- asentí -Pues su hermano es el beta de Magnus hace como 15 días hablé con él para que me ayudara a conseguir este auto, Alex hablo con él y después de un sinfín de condiciones accedió a prestármelo por hoy-explicó.

-¿Y tan fácil te soltó su auto?-lo mire incrédula.

-No, de hecho estuve varios días insistiendo para que me prestara el auto créeme que de todos los que tiene este es el que más le gusta- me emocioné al escuchar que tiene más aún sabiendo que nunca los vería.

Luego de nuestra conversación me di cuenta de el camino que llevaba y me fue inevitable no bromear.

-¿Conseguiste este auto para venirme a tirar al pueblo humano y no verte sospechoso? -negó con diversión.

-¡Rayos me descubriste-golpeo el volante con ambas manos.

-Conque ese es tu plan; déjame informarte que no va a funcionar-sonreí burlona.

-¿Qué te hace creer que no funcionará?-indagó.

-No funcionaría porque estoy segura que con solo una llamada a Heiner vendría por mí inmediatamente-Sí lo sé, me atengo mucho a mi hermano pero es mi único recursos si se diera el caso.

-Seguro que sí, él te adora-aseguró.

-Y yo a él -respondí.

Diez minutos después estábamos entrando a un bonito pueblo y mientras Chris iba al pendiente del camino yo me dediqué a observar todo completamente fascinada con lo que veía.

-Si así es tu cara viendo un pequeño pueblo no me imagino la que pondrás cuando te lleve a la ciudad- solo pude sonreír pues estaba absorta observando todo.

Seguimos el camino hasta que nos estacionamos entre varios audios que estaban frente a una gran lona blanca con un proyector al frente, no pude evitar emocionarme al caer en cuenta de a dónde me había traído.

«Estamos en un auto cinema» pensé emocionada.

- Siempre quise venir a uno de estos- confesé.

-Me alegra escuchar eso, no sabía si te gustaría pero supongo que elegí bien -sonrió aliviado.

-No cantes victoria aún, todavía no se que película veremos y eso es vital para esta cita - le recordé.

-Buen punto, ¿Quieres saber que película es o prefieres guardar el factor sorpresa?- lo pensé un poco.

-Creo que prefiero mantener el factor sorpresa - respondí.

-Excelente elección- felicitó.

Después de eso el se estiró hacia atrás y tomo una canasta de dónde empezó a sacar botanas, galletas, botellas de agua y jugo.

-No puedes ver una buena película sin un buen acompañante y buenos bocadillos-asentí de acuerdo.

Entre los dos acomodamos las cosas procurando no tirar ni derramar nada para no dañar la fina tapicería del auto; poco tiempo después A Nightmare on Elm Street empezó a reproducirse en la pantalla, me acomode mejor en el asiento y me dedique a ver la película.

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Horas después.

La primera película termino y le siguieron otras dos, aunque a la mitad de la tercera ya luchaba por mantener los ojos abiertos así que decidimos que ya era mejor irnos.

-¿Quieres pasar a comer algo?-preguntó al pasar frente a los puestos de comida.

-No gracias, estoy muy llena ¿Tu quieres pasar a comer algo?- él negó.

En el camino a la manada se desató una lluvia intensa que no dejaba ver casi nada así que nos vimos obligados estacionarnos frente al anuncio de un hotel que estaba como a doscientos metros de la carretera.

-Si la lluvia no cesa pronto que tenemos que pasar la noche allí -señalo el hotel -No voy a permitir que duermas en el auto.

El sonido de la lluvia era todo lo que se escuchaba y pase la siguiente media hora luchando por mantenerme despierta, el auto de pronto fue encendido y Christian condujo hasta el edificio.

-Bajemos-Christian rompió el silencio, se quitó la chaqueta y me la tendió -Póntela no quiero que te mojes- obedecí a lo que me dijo y cuando ya tuve la chaqueta encima ambos salimos del auto y corrimos hasta la entrada principal y caminamos hasta donde supuse que estaría la recepción.

-Buenas noches-saludó la señora que estaba detrás de el mostrador.

Le devolvimos el saludo y Christian se encargo de pedir la habitación y proporcionar todo los datos que se requerían, todo fue rápido y minutos después caminábamos rumbo a nuestra habitación con la llave en mano.

La oscuridad nos recibió al entrar a la habitación y a tientas buscamos el interruptor, de inmediato la luz iluminó el lugar y pudimos observar mejor la habitación que no era muy grande y no tenía muchas cosas solo un par de mesas de noche a cada lado de una cama matrimonial; frente a ésta un televisor y a un costado de la cama un sofá de dos plazas.

-Voy a buscar unas mantas para acondicionar el sofá- dijo Chris encaminándose la baño.

-No es necesario-interrumpir su andar- Puedes dormir conmigo si quieres, hay suficiente espacio para ambos.

Me miró dudoso.

-¿Estás segura? No quiero hacerte sentir incómoda-el incomodo parecía él.

-Créeme que de no estar segura no te lo propondría- obvie

-Está bien-accedió no muy convencido.

Afortunadamente no nos mojamos mucho, así que solo nos quitamos los zapatos y las chaquetas y nos metimos a la cama después de haber apagado la luz.

Mi teléfono vibró anunciando un mensaje .

→Valerie ¿Dónde estás? Hoy fui a tu casa y no te encontré←

→Tranquilo, estoy con Christian mañana nos vemos y te cuento. Besos←

Fue todo lo que contesté antes de dejar mi teléfono en la mesa de alado, le desee las buenas noches a Chris y sin esperar su respuesta me deje llevar por el cansancio.

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A la mañana siguiente.

Sentí el peso del cuerpo de Christian sobre el mío, medio abrí un ojo y vi que tenía más de la mitad de su cuerpo sobre el mío, trate de salir de debajo de él sin despertarlo pues tenía unas tremendas ganas de ir al baño.

Cuando por fin lo logré él balbuceo algo que no logré entender bien y tomo mi cabecera para olfatearla.

Sentí mi vejiga a punto de explotar así que deje de verlo y me fui al baño, sentí alivio al terminar de hacer pis, terminando me lave las manos y salí.

Como Christian todavía dormía y afuera aun estaba un poco oscuro decidí acostarme junto a él pero ahora del otro lado ya que él acaparó del lugar donde yo estaba.

Ya acostada no me costó mucho volver a quedarme dormida.

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-Valerie despierta- sentí que alguien tocaba mis mejillas.

-Ya despierta, pronto nos iremos- estar vez me sacudieron.

-Déjame en paz Christian -me acomode mejor en la cama.

-Bueno, yo solo desayuno y me voy si no te levantas ahora te dejo aquí y ve como te vas luego-amenazó, se que no sería capaz pero aún así de muy mala gana me puse de pie y sin mirar a Christian me fui al baño acomodando mis pelos de loca.

Lavé mi cara y mis dientes antes de volver afuera donde ya me esperaba el desayuno servido en una mesa que no había visto.

-Anda come que nos iremos pronto- obedientemente me acerqué a la bandeja y tome uno de los panes que estaban ahí comimos rápido y después de acomodar todo abandonamos la habitación.

Al pasar por la recepción vimos que la señora que nos atendió había sido reemplazada por una linda chica, que sin exagerar solo le faltó pedirle su grupo sanguíneo a mí novio.

-Acaso eso que detecto son celos-hablo burlón luego de hacerle el comentario; puse los ojos en blanco.

-Para nada- no mentía, en mi no había ni una gota de celos- Solo se me hace un poco incómodo que se atreva a tanto estando yo presente; de pérdida que esperara a que yo me diera la vuelta para empezar a hacerte señas y caritas coquetas-explique para que no se diera ideas que no eran.

-Okay hagamos que te creo-dijo divertido y solo me encogí de hombros, si me creía o no era su problema.

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-Por fin en casa- exclamé contenta mientras me tiraba al sofá.

Hace pocos minutos Christian pasó a dejarme a la cabaña y luego se fue a su casa ya qué Andrew necesitaba hablar con él.

Mi teléfonos sonó recordándome que tenía que mandarle un mensaje a Heiner diciéndole que ya había llegado, así que antes de leer el mensaje que me mandó Amy le informe a Heiner mi llegada.

→¡Valu! ¿Tienes planes para hoy?←

→Ninguno ¿vamos a loquear?←

Valerie.

→Cómo decir que no a una propuesta tuya, ¿Loqueamos en mi casa o en la tuya?←

→ Sabes qué; mejor voy a la tuya y me subo a tu columpio (˘⌣˘)←

→De acuerdo aquí te espero ( ˘ ³˘)←

Me levanté y fui directo a darme una necesaria ducha, cuando salí busque recipientes para poner todos los dulces que seguramente Amy traería.

Un rato después Amy apareció con muchas bolsas frente a mi casa; de inmediato me apresure a abrir la puerta para que pudiera entrar.

-¿Qué es todo esto?-indagué señalando las seis bolsas que trajo.

-Son mascarillas, maquillaje, películas, dulces y otras cositas que ya verás luego- enumeró señalando cada bolsa -Ayúdame a sacar todo por fis-me acerque a ella para empezar a sacar todo y acomodar donde estarían está noche.

-Nunca había hecho algo así- confieso sacando productos de las bolsas.

-¿En serio? ¡Yo tampoco!- la miré incrédula.

-¿Hablas enserio?

-Sí, en mi manada no tenía muchos amigos, solo eran conocidos, que se acercaban a mí por los tareas, las chicas mayormente se me acercaban para llegar a mi hermano o a Magnus, aunque era más por mi hermano él es menos intimidante-me molestó escuchar eso.

-Que idiotas, perdieron la oportunidad de estar con una gran chica, a parte ni que ellos fueran la gran cosa- mi último comentario la hizo reír.

-Es que tú no los has visto, ellos son la clase de hombres que ves mientras vas caminando por la calle y tus ojos los siguen hasta que no dan para verlos más -

-¿Así de buenos están?-dude un poco.

-Así de buenos-respondió divertida ante mi incredulidad.

-Y que hay de los chicos ¿Tenías amigos hombres?- seguí con el tema.

-Alex se encargaba de alejar a todos aquellos que tuvieran tan sólo un gramo de testosterona en su cuerpo.

-Te entiendo, Heiner hacia lo mismo con todos a excepción de Christian claro.

-¿Cómo van las cosas con él?- preguntó.

-Excelente: él es muy lindo conmigo, me cuida me trata bien, se esmera mucho en hacerme feliz-sonrió complacida.

-Me alegra oír eso, de lo contrario usaría todas las tácticas de pelea que Alex me enseñó-ambas reímos.

-De ser así te dejaré hacerlo-prometí.

-¿Y lo amas?-soltó la pregunta de repente, aunque no tuve que pensar mucho la respuesta pues lo tenía muy claro.

-No-fui sincera -Lo quiero mucho, sí pero apenas llevamos un mes de relación y antes de eso solo era un gusto platónico; la palabra amor todavía no concuerda con lo que yo siento por él-ella sonrío con comprensión.

&Te entiendo Valu, aún así me encantan como pareja, se ven tan lindos juntos-suspiro dramáticamente -Y aún me gusta más que te haga feliz, ya no tienes esa aura triste y desolada que tenías cuando te conocí.

-Ya no me siento así-confesé -Desde que me fui de aquella casa mi vida cambió de una muy buena manera.

-Qué bueno que sea así-se acerco a abrazarme -Te quiero mucho Valu y te considero mi mejor amiga-escuchar eso calentón mi corazón, yo nunca había tenido una mejor amiga.

-Igual te quiero rubia y también eres mi mejor amiga-correspondí el abrazo; momentos después nos soltamos y empezamos a ponernos las mascarillas que había traído mientras comíamos de las chucherías que habían en los tazones.

Continuamos hablando de muchas cosas, poco a poco nos íbamos conociendo mejor y eso reforzaba más nuestra amistad, ella me contaba de sus aventuras con su hermano y yo le contaba las mías con Heiner; pasar tiempo con ella era de lo más agradable y divertido tal vez será poco el tiempo que llevamos de conocernos pero ya le había cogido mucho cariño, con ella fue algo así como un clic instantáneo, desde nuestra primera conversación supe que seríamos muy buenas amigas.

Pasamos el resto de la tarde así y cuando dieron las 9 p.m. Amy tuvo que irse que pues la familia que le estaba dando alojamiento durante su estancia en la manada la estaba esperando para cenar; yo por mi parte cuando ella se fue fui directo a mi habitación sacudí mi cama y me acosté dando dejándome llevar por el sueño.

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Unos golpes en mi puerta hicieron que me despertara sobresaltada mire mi reloj y este marcaba las 3:15 a.m. Con pereza y algo de duda me levanté llendo hacia la sala tratando de no hacer mucho ruido, me asomé a la ventana que estaba a un lado de la puerta y grande fue mi sorpresa al ver a mi padre ahí parado esperando que abriera.

¿Será buena idea dejarlo entrar? Definitivamente no.

Apresurada volví a mi habitación para mandarle un mensaje a Heiner, tardó unos minutos en responderme que ya venía por papá y no demoraría en llegar.

-¡Valerie abre la puerta!-si grito logró que volviera a experimentar esa sensación de miedo que constantemente tenía cuando vivía con él.

De nuevo aporreo la puerta e indecisa, le mandé otro mensaje a Heiner.

→Lo dejara entrar o si no será peor, por favor ven pronto←

Con pasos lentos volví a la sala y con cuidado abrí un poco la puerta.

-¿Qué estás haciendo aquí?-pregunte cautelosa.

-Acaso no puedo venir a visitar a mi hija-arrugue la nariz, no necesitaba tener un olfato súper desarrollado para detectar el aroma del alcohol que emanaba de él es obvio que estaba borracho.

-¿Cómo es que te emborrachaste así?- pregunté aún sin dejarlo entrar.

-Soy un humano por ahora recuerdas; es mi castigo, Dexter está dormido y eso me vuelve un simple humano con sentidos débiles-cierto había olvidado ese detalle.

El empezó a avanzar hacia mi obligándome a retroceder, para mí mala suerte él entro a mi casa y no pude impedirlo pero logré mantenerme lo más alejada de él.

-¿Qué buscas aquí?-pregunté de nuevo.

-Odio verte con él-confesó tomando una fotografía quedó tenía en la repisa-Tu padre soy yo no él-dejó la foto de mala gana donde estaba y observó las demás.

-¿Dónde estoy yo?-pregunto al no ver su cara en ninguna de las fotos; tenía muchas con Heiner, Andrew, Christian e incluso ya había puesta varias con Amy.

-Sabes perfectamente que no encontrarás tu cara en ninguna de estas fotos-le recordé.

-Tienes razón, todas las tengo yo- jadee sorprendida, creí que las había destruido todas.

-Mi pequeña Lucecita, no he podido destruir todas esas fotos donde apareces conmigo-dijo cómo si leyera mis pensamientos.

Mis ojos se cristalizaron al escuchar el apelativo con el que me llamaba cuando era niña.

-¿Porqué estás aquí?-pregunte con cansancio, en verdad necesitaba saberlo.

-No lo sé-Se encogió de hombros.

Él me miro y dio un paso hacia mí, yo por inercia retrocedí buscando mantener distancia.

-Antes no me huías, de hecho cada vez que llegaba a casa corrías directo a mis brazos diciendo cuánto me hayas extrañado-murmuro dolido.

-Eso es pasado- solté bruscamente.

-Lo sé, y no sabes cuánto daría por volver a aquellos tiempos, porque ella aún estuviera con nosotros-sabía perfectamente a quién se refería

-Tenías razón en lo que dijiste; ella me odiaría por lo que te hice-No dije nada la verdad es que yo ya no tenía nada que decirle todo se lo dije aquel día que me fui de casa.

-Sé que ahora me odias y es lo que me merezco; merezco que mi pequeña lucecita me odie y se haya ido dejándome a oscuras- vi una lágrima escurrir de su ojo y aunque quise limpiarla ni siquiera me atreví a moverme.

-¿Por qué me hiciste todo eso?- la pregunta salió sin que pudiera detenerla.

-No lo sé, mi vida estaba tan jodida que también jodí la tuya- dio un paso hacia atrás y se encamino a la puerta-Adiós lucecita-después de decir aquello salió sin más dejándome totalmente confundida.

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