Capítulo 18 – El final
David dejó de pegar a Jaume y me agarró con fuerza del brazo, mientras tiraba de mí hacia el interior de la casa, pues tenía la intención de que hablásemos sobre lo que acababa de presenciar entre Jaume y yo. No me soltó hasta que hubo cerrado la puerta de la casa tras de mí.
Algunas semanas habían pasado, Carly estaba de viaje de novios, por supuesto, y todo seguía como siempre, con la diferencia de que David no había vuelto a molestarme y de que mi relación con Jaume era insostenible, apenas nos saludábamos con un triste hola en el club, y evitábamos el uno la mirada del otro.Recogía la casa, aquella mañana, mientras Charlotte dormía, pues se había ido de fiesta con los chicos justo después de que habíamos cerrado el bar. Cuando llamaron a la puerta, haciendo que Daniel fuese a abrir la puerta, ya que yo me encontraba en el patio, regando las macetas.¿por qué estás aquí? – preguntó hacia él hacia la persona que se encontraba frente a él - ¡vete a casa!¿Dónde está ella?Está dentro. Pero no puedes entrar, y lo sabes. Deja de inte
Nadando hacia lo desconocido. Transformación.Sobre las templadas aguas del río, un cisne blanco se encuentra, nadando en la espesura de la noche, sintiendo la tenue llamada de la luna.Solo los patos miran hacia ella con indiferencia, pues el resto de aves están expectantes, saben que algo se acerca, pueden intuirlo, aunque no sepan lo que está por llegar.El majestuoso cisne enerva la cabeza, y dirige su mirada hacia la luna, admirando toda su belleza, todo su esplendor, dándose cuenta de que ya ha sentido su presencia con anterioridad, aunque no puede recordar en que momento sucedió.Levanta el ala, tranquilo, sosegado, intentando alcanzar aquella hermosa circunferencia, casi tan clara como sus propias plumas, cuando algo ocurre, algo que hace que todos presten toda su atención a lo que acontece a continuación.Un resplandor aparece e
CAPITULO 2 – Sin nadie a quien acudir.Corrí bajo la lluvia, mientras sentía como esta me empapaba, como los truenos resonaban a mi alrededor, como mis lágrimas se perdían entre las gotas de agua que caían sobre mi rostro, al mismo tiempo que dejaba mi dolor atrás con cada paso.Corrí más y más rápido, intentando que todo el dolor se marcharse, pero no parecía estar lográndolo.No tenía a donde ir, lo sabía muy bien, no tenía lugar alguna en el que resguardarme, ya que Carly estaba de viaje de novios, y tampoco me parecía oportuno molestarla con mis problemas. En cuanto a Laia, era demasiado independiente y chismosa como para explicarle lo que me había pasado, sin lugar a dudas lo comentaría con el resto de la gente a la que conocíamos, y no me apetecía mucho ser el hazmerreír de nuestro grupo,
Fue un día de lo más agotador, y para mi sorpresa, no volví a verle aparecer. Igual se había marchado.Caminé hacia la salida, encontrando en el aparcamiento a Chris, junto a Jess, sin lugar a dudas tendrían algo, eso fue lo que pensé al verlos allí juntos, pero no tenía nada que ver con aquello, como me enteré después, el tipo de relación que tenían era tan sólo profesional, aunque sabía muy bien que Jess pretendía que fuesen mucho más.Proseguí mi camino, calle abajo, hacia la casa de Carly, dejando el pub atrás, caminando por la acera de aquella larga avenida, hacia la urbanización, admirando como a mitad de camino, un coche se paraba justo al lado, y me pitaba.Sube – comenzó Jaume, mientras yo le miraba sin comprender, al mismo tiempo que escuchaba los truenos, indicando que la tormenta
Pasé la noche en casa de Charlotte, que muy amablemente me ofreció la casa de arriba, que solía alquilar a veraneantes. De momento solo me quedaría hasta que encontrase el valor necesario de enfrentar a David, de dejarle y volver a casa, a Colombia. Pero rápidamente los días se convirtieron en semanas, y en la tercera semana de estar allí, mi amiga me dijo que me descontaría el alquiler del sueldo. No me negué, pues era lo justo.Aquella noche se me estaba haciendo especialmente difícil, ya que trabajaba fuera de la barra, pues no había demasiada gente, y tenía que recoger los vasos de las mesas.Jaume y sus amigos acababan de llegar, pero yo estaba totalmente ajena a esto, tan sólo seguía haciendo mi trabajo, mientras ellos pedían unas copas en la barra.Tienes que hacerme un descuento – rogaba hacia Charlotte, que en aquel momento
Capítulo 6 – Secreto.De camino a casa, en el coche, junto a Charlotte, mantenía la mirada fija en la lluvia que caía de nuevo, sobre la acera, cuando mi amiga comenzó a hablar sobre aquello que temía que hiciese.Entonces… ¿ha pasado algo con David? – preguntó, mientras yo dejaba de prestar atención al asfalto y miraba hacia ella.Es complicado – comencé, haciendo que ella me prestase toda su atención – él ha cambiado demasiado.Ya no estás segura de querer casarte ¿no?Eso es, necesito tiempo para…Puedes quedarte en casa el tiempo que necesites – aclaró – y tranquila, no se lo diré a las chicas – me tranquilizó, haciendo que mirase hacia ella agradecida – Por cierto – añadió, con curiosidad, haciendo que volviese a mi
Capítulo 8 – Miradas.Cuando salí de su habitación la partida de la wii ya había empezado, todos estaban impacientes por que les tocase el turno de jugar a aquel divertido juego de baile que él había comprado.Charlotte bailaba junto a Jaume, con su mando, intentando seguir los pasos de baile, pero Jaume era mucho mejor que ella, eso estaba claro.Has hecho trampa – comenzó hacia Jaume, mientras este sonreía, tan pronto como había terminado el baile y se había percatado de que había perdido por diez puntos.Isabel – me llamó, haciendo que todos mirasen hacia mí, y yo mirase hacia él sin comprender que era lo que quería de mí – es tu turno.Caminé hacia ellos, con desgana, para luego agarrar el mando que mi amiga me daba, y comenzar a bailar frente a ellos. La verdad es que aqu
CAPÍTULO 10– ABRIENDO LAS ALAS.Intenté calmarme, intentando no pensar en lo que acababa de escuchar. No me preocupaba que David me estuviese buscando, no, aquello había quedado en segundo plano, me asustaba que él estuviese enamorado de mí, porque no quería hacerle daño y sabía que el amor tan sólo traía eso, dolor.Él te está buscando – comenzó, entrando en la habitación, mientras me lanzaba mi vestido, ya seco – vístete, te llevaré a casa.Negué con la cabeza, mirando hacia él, con el vestido en la mano, mientras él me miraba lleno de reproches.Es culpa mía, por involucrarme con mujeres que tienen dueño – me espetó, mientras caminaba hacia él y levantaba la mano para cruzarle la cara, pero me agarró antes de que lo hubiese hech