Capítulo 8 – Miradas.
Cuando salí de su habitación la partida de la wii ya había empezado, todos estaban impacientes por que les tocase el turno de jugar a aquel divertido juego de baile que él había comprado.
Charlotte bailaba junto a Jaume, con su mando, intentando seguir los pasos de baile, pero Jaume era mucho mejor que ella, eso estaba claro.
Caminé hacia ellos, con desgana, para luego agarrar el mando que mi amiga me daba, y comenzar a bailar frente a ellos. La verdad es que aqu
CAPÍTULO 10– ABRIENDO LAS ALAS.Intenté calmarme, intentando no pensar en lo que acababa de escuchar. No me preocupaba que David me estuviese buscando, no, aquello había quedado en segundo plano, me asustaba que él estuviese enamorado de mí, porque no quería hacerle daño y sabía que el amor tan sólo traía eso, dolor.Él te está buscando – comenzó, entrando en la habitación, mientras me lanzaba mi vestido, ya seco – vístete, te llevaré a casa.Negué con la cabeza, mirando hacia él, con el vestido en la mano, mientras él me miraba lleno de reproches.Es culpa mía, por involucrarme con mujeres que tienen dueño – me espetó, mientras caminaba hacia él y levantaba la mano para cruzarle la cara, pero me agarró antes de que lo hubiese hech
En las últimas semanas las cosas habían cambiado bastante. Para empezar, David y yo ya habíamos hablado sobre lo nuestro, o al menos, lo habíamos intentado, porque aún no habíamos decidido que era lo que íbamos a hacer con nuestra relación, aunque yo tenía bastante claro que lo mío con él ya no tenía arreglo.En cuanto al otro gran asunto: Rachel, David la había internado en un famoso centro de ayuda, no lejos de la urbanización, pues pretendía seguir visitándola, aunque había comprendido que vivir con nosotros no había sido una buena idea.No paraba de rogarme que volviese a casa, de prometerme que Rachel no se metería en medio de nosotros jamás, pero yo ya no podía creerle, ya no me importaba.Lo cierto es que me importaba un bledo que Rachel ya no estuviese allí, ya no me importab
Capítulo 13 – El final de la noche.Me paré al lado de la barra, justo donde estaba la pared, al lado de los baños, y apoyé mi cabeza sobre ella, intentando pensar con claridad, despejar la mente, alejar todos aquellos pensamientos sobre Jaume de mi mente, pues no quería volver a recordarle rodeado de chicas, pues aquello dañaba enormemente mi corazón.Entonces algo totalmente sorprendente para mí sucedió, alguien me agarró de la mano, y tiró de mí hacia el pasillo que daba a los manos, mientras avanzaba entre la multitud pude darme cuenta de quien era, pero no hice nada para detenerle, tan sólo quería saber que era lo que tenía que decirme. Me metió en el baño de los hombres, haciendo que varios chicos que se hallaban allí dentro se quejasen al sentir la presencia de una mujer, pero lejos de disgustarse o de responder, &e
Capítulo 15 – Entre sábanas blancas.Cuando desperté a la mañana siguiente, con los rayos solares incidiendo sobre mí, me percaté de que nos encontrábamos en la playa, aunque parecía ser la única que tenía una manta sobre mí, el resto dormía acurrucado como podía, arrimado a los restos que quedaban de la hoguera.Me levanté, y entrelacé la manta alrededor de mi cuerpo, mientras caminaba hacia la casa, entre abierta. Entré sin llamar, admirando como Beta miraba hacia mí, recostada sobre su cama, y seguí caminando más y más, hacia su habitación, pero no era él el que se encontraba en su interior, si no, Daniel acurrucado a Charlotte, aunque aún estaban en ropa interior, parecía que no habían echo nada.Cerré la puerta, despacio, para luego caminar hacia el sal&oa
Había llegado el gran día, y estaba discutiendo con David en la cocina, como de costumbre, mientras me ponía los pendientes…Me prometiste que ella no volvería a meterse entre nosotros – le espeté mientras él se ponía el abrigo.Ha tenido una re-caída, Isabel – me explicóMe prometiste que estarías aquí para la boda. Y de nuevo ella vuelve a meterse en medio.No seas egoísta, Isabel, deja de pensar sólo en ti. Rachel ha estado a punto de morir, y tu tan sólo piensas en la boda. Deberías de ser tú la que propusiera venir al hospital conmigo, y no ser yo el que lo sugiera.No voy a dejar de ir a la boda de mi amiga, por tu ex mujer.Haz lo que quieras, estaré en el hospital hasta que ella se recupere – me informó, antes de salir por la puerta y dejarme allí c
Capítulo 18 – El finalDavid dejó de pegar a Jaume y me agarró con fuerza del brazo, mientras tiraba de mí hacia el interior de la casa, pues tenía la intención de que hablásemos sobre lo que acababa de presenciar entre Jaume y yo. No me soltó hasta que hubo cerrado la puerta de la casa tras de mí.¿te gusta? – preguntó, hecho una furia, mientras yo bajaba la cabeza, avergonzada, al mismo tiempo que negaba con esta, intentando que él no descubriese que era lo que sentía por él. - ¿es por él por lo que huyes cuando te toco? – Preguntó, furioso consigo mismo, mientras yo levantaba la cabeza para mirar hacia él.Pensé que estabas en el centro, con …No te atrevas a cambiar de tema, Isabel – me espetó, haciendo que yo bajase la mirada, avergonzada - ¿te has
Algunas semanas habían pasado, Carly estaba de viaje de novios, por supuesto, y todo seguía como siempre, con la diferencia de que David no había vuelto a molestarme y de que mi relación con Jaume era insostenible, apenas nos saludábamos con un triste hola en el club, y evitábamos el uno la mirada del otro.Recogía la casa, aquella mañana, mientras Charlotte dormía, pues se había ido de fiesta con los chicos justo después de que habíamos cerrado el bar. Cuando llamaron a la puerta, haciendo que Daniel fuese a abrir la puerta, ya que yo me encontraba en el patio, regando las macetas.¿por qué estás aquí? – preguntó hacia él hacia la persona que se encontraba frente a él - ¡vete a casa!¿Dónde está ella?Está dentro. Pero no puedes entrar, y lo sabes. Deja de inte
Nadando hacia lo desconocido. Transformación.Sobre las templadas aguas del río, un cisne blanco se encuentra, nadando en la espesura de la noche, sintiendo la tenue llamada de la luna.Solo los patos miran hacia ella con indiferencia, pues el resto de aves están expectantes, saben que algo se acerca, pueden intuirlo, aunque no sepan lo que está por llegar.El majestuoso cisne enerva la cabeza, y dirige su mirada hacia la luna, admirando toda su belleza, todo su esplendor, dándose cuenta de que ya ha sentido su presencia con anterioridad, aunque no puede recordar en que momento sucedió.Levanta el ala, tranquilo, sosegado, intentando alcanzar aquella hermosa circunferencia, casi tan clara como sus propias plumas, cuando algo ocurre, algo que hace que todos presten toda su atención a lo que acontece a continuación.Un resplandor aparece e