Mateo a sus 45 años lo tenía todo lo que se requería para ser llamado un hombre exitoso era dueño de la empresa de publicidad más grande del país y combinado a eso se mantenía bien conservado a pesar de su edad era fornido, alto, tenía una brillante sonrisa blanca que iba a juego con su gran carisma e estilo.Gozaba su vida por todo lo alto con viajes y otras excentricidades, sin embargo su mayor adicción eran las mujeres en especial las jovencitas debido a que las seducía rápidamente con su físico o su dinero, él pensaba que no había mujer que se pudiera resistir a sus encantos hasta que consiguió a su talón de Aquiles.Una noche salió su oficina llegada casi las 11 había tomado algunos tragos de whisky porque planeaba seguir la fiesta en alguna discoteca.Cuando intento encender su Mercedes-Benz hizo un ruido extraño y luego comenzó a echar humo, se bajó enojado azotando la puerta saco su teléfono para llamar a uno de sus choferes pero en el estacionamiento subterráneo no había nada
Cuando Mateo ya llevaba poco más de un metro caminando comenzó a flaquear y a dar en zigzag.Ella al verlo fue a agarrarlo por el brazo. —Deja que te lleve al hospital estás desorientado—.—No me gustan los hospitales, iré a mi casa allá mi ama de llave me puede atender antes ella trabajo como enfermera.—Estás loco si crees que te voy a dejar conducir así.—No te preocupes por mí, enserio estoy bien.—Es que no estoy preocupada por ti, solo que yo si tengo conciencia y una buena base moral como para saber que está mal que te vayas de esa manera debido a que le puedes causarle un daño a alguien más o a ti mismo como ya acabamos de ver un claro ejemplo, así que ya basta de protestar y súbete a mi camioneta.—Pretendes que deje mi auto aquí.—Si tienes suficiente dinero para comprarse un Mercedes creo que tendrás lo suficiente para pagar una multa.Indignado por la autoridad con que le estaba hablando la dama, camino hasta subirse en el asiento del copiloto de brazos cruzados.—Dile tú
De ese modo se dirigió a la recepcionista de ese piso.—Buenos días, ¿Sabe por qué la señora Maureen no se presentó a trabajar?Sin contestar los buenos y sin alzar la mirada para ver quien le habla secamente la secretaria respondió. —Ella aviso que no podría asistir hoy por tuvo una emergencia médica y pasaría todo el día en la clínica—.Mateo tocio para llamar la atención de la chica, que al mirarlo quedo impresionada.—Don Mateo, ¿Qué hace usted por acá?—Hasta donde sabía esta era mi empresa, a menos que las cosas hayan cambiado de ayer para hoy y nadie me notificara—. Dijo él con arrogancia.—Oh no señor, disculpe mi falta de respeto no sabía que era usted, me agarro desprevenida y es una total sorpresa verle debido a que nunca viene al quinto piso.—Sí, mira tengo prisa me puedes decir donde está la señora Maureen.—Regáleme un momento, por normas de la empresa ella debió de haber enviado un correo con la justificación médica, en el sello podremos ver en que clínica esta—. Tecle
Mateo estaba en su oficina reorganizado sus ideas mientras daba vueltas es su silla.Alexis se anunció. —Señor disculpe por lo de esta mañana le prometo que no se volverá a repetir—.— ¿Te puedo preguntar algo, Alexis y me contestas con la verdad?—Si jefe por supuesto— ¿Qué es lo más loco que has hecho por amor?—Posiblemente dejar mi país para seguir y apoyar los sueños de mi esposo.— ¿Y tú esposo es agradecido contigo por el sacrificio que hiciste por él?—No es un sacrificio cuando realmente existe el amor señor y para contestarle su duda a profundidad mi esposo me demuestra todos los días que está feliz con la decisión que tome al elegirlo a él.—Ummm entiendo… ya te puedes retirar, vete a casa, sorprende a tú esposo con una linda cena romántica.— ¿En serio, señor?—Si es enserio, ahora lárgate.La frase “No es un sacrificio cuando realmente existe el amor” le quedo sonando a Mateo en la cabezaTanto que esa noche ni siquiera pudo dormir, se la paso mayormente fantaseando con
— ¿Qué tan grave esta?—Según su informe médico su condición esta contra las agujas del reloj lo doctores dudan que llegue, sin embargo es el número 150 en la lista de órganos y tiene un puesto relativamente optimista debido a que estuvo en el ejército.—Acabas de darme una fabulosa idea.— ¿Esperaras a qué fallezca?—No, haré algo mucho mejor porque odio esperar.El *toc* *toc* de Alexis no dejo que Mateo explicara lo que pensaba a hacer pues en cuanto lo vio se levantó le arrebato la bolsa donde estaba el anillo y se fue a la clínica.Pero en la puerta se encontraba un guardia de seguridad distinto al que soborno la última vez y aunque a este también lo intento comprar, el hombre se negó rotundamente.Recordando que tenía el número de la enfermera la llamo e hizo un trato con ella y de ese modo consiguió pasar.Cuando Karisi lo vio torció los ojos de inmediato y cruzo los brazos.— ¿A hora qué quiere? ¿Y cómo es que consigue acceder acá si específicamente pedí que no dejaran pasar a