Alicia se mantenía quieta dentro del lujoso auto. Por fuera se veía elegante, pero por dentro se notaba que se le había invertido unos buenos dólares para adaptarlo. Los asientos forrados en suave piel eran realmente cómodos, el asiento de adelante incluso tenía una pantalla. los cristales no dejaban ver nada de afuera para adentro al contrato que viceversa. la temperatura y el olor también era agradable.Su madre tenía algo de dinero, del cual ella nunca había visto mucho, pero nunca había tenido un auto de ese estilo... y dudaba que si lo tuviera la dejara montarse.-¿Estás incómoda?- la voz de Vincet llegó a ella y se dio cuenta que estaba frunciendo el ceño.Alicia reaccionó y sonrió ligeramente.-No, es un auto realmente cómodo. solo... recordé algo.Vincet no dijo nada y volvió a su atención a su Tablet donde parecía que trabajaba.-Oye paloma, tú universidad es la que queda doblado dentro de cinco cuadras ¿verdad?-Si, la de idiomas- respondió ella relajando el semblante.-Debe
Alicia estaba terminando su clase y recogiendo sus cosas cuando su celular comenzó a sonar en el bolsillo. Lo sacó y el número que estaba no lo reconoció. No era de responder números desconocidos ni tampoco tenía por qué dado que no daba su número así que no respondió cautelosa de quien pudiera ser. Sobre todo… porque no quería que se volviera a repetir cierta historia de su pasado, sin embargo, el número siguió insistiendo y simplemente lo bloqueó.Acto seguido volvieron a llamar solo que esta vez no era un número lo que aparecía en la pantalla sino el nombre de Ceo Vincet. Se quedó mirándolo preguntándose de por qué la llamaba y respondió.-¿Estás en la universidad?- fue la pregunta directa de él.-Si.-¿Ya terminaste?-Si, iba camino de vuelta a su casa- ella pestañeó aún con la duda del pequeño interrogatorio.-Perfecto, ve al mismo punto donde te…-¿Por qué me bloqueasteeee?- de buena a primeras la voz del otro lado del celular cambió y esta vez era Lukas- Desbloqueameeeeee--Quí
Lukas se quedó con la boca abierta al ver la joven hermosa que caminaba al lado de Vincet en su dirección. No podía creer que aquella chica sencilla que parecía intentar pasar desapercibida ahora destacara incluso al lado de su jefe. Una sonrisa adornó su rostro, al estos detenerse delante de él.-¿En serio es la paloma?-Acaso entré con alguien más- le dijo Vincet con el ceño ligeramente fruncido al no gustarle la forma en que su amigo miraba a la chica.Alicia había terminado con el vestido dorado puesto, unos zapatos de tacón no tan altos para no forzar sus rodillas, su cabello peinado elegante y semi suelto detrás en ondas dejando algunos mechones que enmarcaban un rostro maquillado delicadamente.-Oye paloma, me tienes que dejar invitarte a comer más adelante. No puedes dejar que este tipo te monopolice.Alicia hizo una expresión incómoda e inconscientemente Vincet se interpuso entre ellos dos.-Acaso no vamos tarde al encuentro- alzó una ceja con cierto tono recordándole a Lukas
Vincet entró a su casa cargando a Alicia aun en sus brazos y con la vena de su sien palpitando y no precisamente por tener que encargarse de la mujer, sino por la sonrisa burlona de Lukas que lo seguía detrás y que él se imaginaba todo lo que estaba pensando.Lo ignoró por el momento pensando en cómo podría desquitarse de él con trabajo al día siguiente, ah no, no podía, era fin de semana. Chasqueó la lengua y se encaminó hacia la escalera. Lukas lo siguió y se detuvo asombrado.-¿la vas a llevar a tu habitación? No sabía que tenías el fetiche de follar con personas borrachas e inconscientes.Vincet lo miró por encima del hombro.-No voy a follar a nadie, ella se emborrachó con un solo trago. Capaz que despierte y comience a vomitar o que se maree y se vuelva a caer. No quiero tener que salir corriendo a mitad de la madrugada para el hospital, así que de esa forma la mantendré vigilada- su tono era osco.Lukas alzó las manos en son de paz y no dijo más nada. Todo aquello solo sonaban
El dolor de cabeza era terrible. Por eso odiaba el alcohol. Alicia había tenido cuidado toda su vida de mantenerse alejada de él sabiendo las consecuencias para su cuerpo, pero esta vez no había podido escapar. Incluso tenía nauseas.Lentamente abrió los ojos con los párpados pesados. Frunció el ceño mientras su vista se demoraba en adaptarse a la tenue luz de la habitación que provenía principalmente de los rayos del sol mañanero que se filtraba por las cortinas.Entonces reaccionó. Ese no era el techo de su habitación. No estaba tan familiarizada debido al poco tiempo que había estado en él, pero definitivamente no era el mismo. Ni tampoco el juego de cama eran de color negro.Se sentó de golpe un poco asustada. No tenía memoria después de ser cargada por Vincet en el restaurante. Después… solo era una laguna hasta ese momento. Se alarmó al darse cuenta que no llevaba el vestido sino una camisa de seda que cubría su cuerpo. Al menos sintió alivio al revisar que aún tenía la ropa int
Alicia miró su celular saliendo de la universidad para darse cuenta que este había perdido toda la batería. Tampoco era que fuera a recibir alguna llamada en especial. Ni Vincet ni Lukas la había contactado y ya había transcurrido toda una semana. O sea… era viernes de nuevo y comenzaría de nuevo el fin de semana sola en aquella enorme casa que la había hecho estremecerse. Incluso su rodilla se había curado del todo días antes.Incluso no quería decirlo, pero una de las noches había terminado durmiendo en la cama de Vincet cubierta completamente con la colcha y rezando que él no llegara y la viera en esa situación. Pero realmente necesitaba estar en un lugar donde no sintiera que la estuvieran mirando. Y podía ser todo en su cabeza…Tragó en seco y se concentró. Debía acostumbrarse a vivir sola. Así estaría cuando por fin pudiera librarse de las garras que la retenían en aquel lugar. Ahora debía ver como regresaba a la casa y preparaba su cena.También tenía bastante trabajo pues le h
Alicia no se había dado cuenta de lo agotada que estaba hasta que recostó la espalda contra una de las paredes del ascensor. Su cuerpo pesaba una tonelada. Para esa hora ya tenía hambre, hacía mucho que había comido pero sentía nauseas a la vez. Eso sin contar que su cabeza comenzaba a doler y se mareaba con solo el subir del elevador.Se llevó la mano a su sien y la apretó. Solo había sido una noche en la calle. No es como si fuera la primera vez. No la mataría. Dio un enorme suspiro antes de salir al llegar al piso del apartamento de Vincet. Se encaminó allí casi mecánicamente. Esperaba que él estuviese durmiendo pues no deseaba darle explicaciones de porque no estaba en la casa.No sabía si decirle lo que le había dicho Lukas sería apropiado. Ah, su dolor de cabeza no la dejaba pensar bien. Pero sus planes fueron tronchados cuando al entrar se encontró con la silueta del mismo Vincet que le daba la espalda junto a uno de los ventanales.Él tomaba café y la miró por encima del hombr
A Vincet no le gustaban las mascotas. La razón… estas eran casi como una carga, había que cuidarlas, alimentarlas, vigilarlas, llevarlas de aquí para allá si se enfermaban, en resumen, era una responsabilidad que a él no le gustaba. Por eso mismo no tenía una pareja fija y seria. Era tener que estar pendiente a una persona y sentir preocupación… como ahora.Detestaba ese sentimiento. Hacía que su pecho se apretara y la inquietud bailara por todo su cuerpo.Ni siquiera se ponía así cuando tenía que cerrar los contratos más importantes de su vida. No. Vivir libre era lo mejor. Sin nada que lo perturbase y disfrutando de los placeres de la vida. Era un lujo que se podía dar… entonces… qué hacía él volviendo casi a medianoche a su penhouse con el corazón casi en la garganta formando miles de escenarios en su cabeza, en vez de estar camino a un hotel u otro lugar.Muy fácil. No vivía solo ahora, y la mujer que estaba en su casa ni había respondido su celular en todas las veces que la había