-Alicia, cámbiate de ropa, vamos a salir- le dijo Vincet un rato más tarde bajando la escalera y habiéndose quitando el traje para ponerse un pantalón negro ajustado y una camisa azul oscuro que arremangaba a mitad de brazo y con los primeros botones abiertos dejando a la vista la cadena dorada que bailaba sobre su pecho.Alicia que se había quedado toda la tarde inmensa en la laptop que él le había regalado y en la traducción de lo que le quedaba de los contratos inclinó la cabeza.-¿A dónde vamos?Él sonrió.-Es una sorpresa, te va a gustar.Alicia, intuyó por la hora donde ya estaba anocheciendo que comerían afuera, lo que no podía imaginar donde. Él no había insistido en lo que comerían en la cena, ni tampoco en pedir. Bueno… dejaría que la sorprendiera y guardando bien todo fue a su habitación.En eso abrió la puerta y se asomó ya que después de haberse quitado parte de la ropa quedándose en la interior se dio cuenta que al no tener referencia de a dónde iban no sabía que ponerse
Vincet había notado que Alicia estaba en silencio, como perdida en sus pensamientos. Camina a su lado con sus manos tomadas y dedos entrelazados y la mirada perdida en el movimiento de la marea brillante cerca de ellos, sin prestarle atención a él. No la forzaría, sentía que era importante lo que ella le iba a decir y esperaba ansioso por ello, después de todo ella había mostrado bastante avance con las terapias con la doctora.-¿Te gusta?- le preguntó él rompiendo el hielo entre ellos.Alicia se sobresaltó saliendo de sus pensamientos y giró su rostro hacia él Ceo. Sus mejillas se sonrojaron notablemente y Vincet alzó una ceja aún más interesado en lo que ella tenía por decir.-Este lugar es realmente tranquilo. Se dice que si una pareja pasea por estas arenas cuando la marea brilla tiene asegurado años de felicidad y estabilidad-Ante eso Alicia soltó un leve bufido.-No me imagino a usted creyendo esas leyendas urbanas--Por qué no- él alzó los hombros con despreocupación- Soy un h
Alicia tenía el rostro escondido en la curva del cuello de Vincet mientras sus brazos envolvían este y sus piernas apretaban la cintura del Ceo. Las manos de este estaban peligrosamente aguantando su peso en sus muslos, pero casi llegando a sus nalgas donde seguro querrían estar. Sus pechos unidos tenían sus latidos sincronizados palpitando tan fuertes que ambos podían escucharlos.Desde el momento en que ella le había dicho que quería tener sexo con él todo había ocurrido muy rápido, tanto que no recordaba cuando él la había cargado al interior del auto, manejado hasta el apartamento con su mano sobre su muslo, como si temiera que ella pudiera escapar en ese momento. Era como si realmente quisiera acostarse con ella en ese momento. Alicia había notado incluso el bulto en sus pantalones dándole a entender la erección que allí se escondía y que le había hecho tragar en seco recordando su tamaño. Seguramente dolería, pero después… se sentiría bien.Una vez que había llegado y estacionad
Alicia cubría su boca casi mordiendo su mano en un intento de aplacar los gemidos que salían de esta. Su cuerpo entero doblado hacia adelante temblaba sin poder detener las sensaciones que la recorrían, provocadas por la cabeza del hombre entre sus piernas y que devotaba su sexo con un hambre que la aturdía.Podía sentir como la lengua de Vincet recorría todo su sexo lamiendo su clítoris hinchado y palpitante para después chuparlo entre sus labios con fuerza haciendo que cada fibra de su cuerpo saltara por la excitación, a la vez los dedos largos y gruesos del Ceo hurgaba en su entrada estrecha, palpando las paredes sensibles, estirándolas para que la penetración fuera lo menos dolorosa posible. Liquido espeso y caliente corría por sus dedos saliendo del pequeño agujero donde Vincet querría enterrarse por completo.Estaba seguro que perdería el control de sí mismo cuando lo probara con su miembro, las paredes apretadas de seguro se sentirían deliciosas alrededor de él, apretándolo y b
Alicia apretó los ojos y se tensó mientras sentía como su cuerpo era abierto lentamente. Vincet había pasado el glande caliente de él por su abertura antes de comenzar a introducirse de forma lenta pero constante. Y no mentía si decía que dolía, porque si dolía.Era normal dada la diferencia de tamaños entre ellos. Al menos él era considerado y no se metía de un solo golpe, aunque no sabía que era mejor, porque realmente sentía que todo su cuerpo palpitaba, sobre todo su sexo.Sintió la caricia de una mano sobre su rostro que limpió una de las lágrimas que bajaba por costado de su ojo, y eso los hizo abrirlos un poco.-¿Duele?- el rostro de Vincet también estaba tenso.Alicia no asintió, pero tampoco negó. Sentía que si decía que dolía él se detendría y todo terminaría, y realmente no deseaba eso. Alzó ligeramente lo brazos como pidiéndole que la abrazara y él lo entendió porque se inclinó para dejar un beso sobre su frente mientras ella lo abrazaba y sus uñas se enterraban en la piel
Decir que estaba agotada y adolorida era poco para cómo se sentía Alicia en el momento en que abrió los ojos esa mañana. Con razón Vincet estaba como loco por tener sexo con ella, se lo había demostrado toda la noche… ¿cómo demonios se podía tener tanto lívido acumulado?Porque sí.Ella había pensado erróneamente que con solo hacerlo una vez había terminado todo. Se había sentido realmente bien, pero cansada y un poco adolorida, aunque si decía la verdad, después de la primera vez sentía que no estaba del todo satisfecha o era una sensación que no podía explicar.Pero para eso no hubo problemas. Antes que se diera cuenta ya había estado boca abajo, cadera alzada y el miembro de Vincet de nuevo dentro de ella golpeando sus paredes sensibles y haciéndola gemir como loca contra la cama. Y así fue otra vez llevándola a la cumbre a derramarse en la cama, dejándole la espalda llena de marcas de beso y los hombros con mordidas que desaparecerían pronto, pero estaban allí.Como que el Ceo era
Alicia no podía esconder la sonrisa de su rostro… pues estaba realmente feliz. Miraba entre sus manos las tres hojas con los resúmenes de notas del año de las tres asignaturas que cursaba, y con ellas había ganado, además del título de oro, la posibilidad de poder entrar en un buen trabajo. No podía decir lo mismo de mucho de sus compañeros que algunos tenían las caras largas, bueno… ella se había esforzado a pesar de su situación y este era el resultado.-Te ves feliz- la voz a su lado la hizo estremecerse y giró su rostro. La sonrisa que tenía se desvaneció.-Cristian- murmuró.-Quiero hablar contigo cuando termine la clase- le dijo él para recibir una negativa de la cabeza de ella que le hizo fruncir el ceño.Alicia habló en voz baja pues no quería hacer una escena.-Lo siento, pero no tenemos nada de qué hablar y mucho menos solos- ya ella sabía muy bien cómo habían terminado todas esas veces.No le gustó el brillo oscuro que agarraron los ojos de Cristian que se inclinó en la mes
Alicia terminó de cocinar la cena y miró afuera de la cocina en dirección a la escalera. Esa tarde Vincet había regresado con el ceño dolorosamente fruncido y simplemente le había dado un beso rápido en los labios antes de desaparecer en su oficina. Lukas le había hecho señas de que no le hiciera caso para después también desaparecer él en la oficina.Un rato después había escuchado el sonido de algo de cristal quebrándose en la planta superior y ella se estremeció. Incluso palideció y a su cabeza vinieron recuerdos que no quería. Cerró los ojos y se pegó contra la pared de la cocina respirando agitada.Entonces recordó las terapias junto a Juliana y cómo le había indicado que intentara controlar ese tipo de ataques. Apretó las manos en su pecho e intentó respirar profundo y detener el temblar en su cuerpo. Le fue complicado al inicio, pero poco a poco se fue calmando quedando agotada.Sabía que Vincet no le haría nada, aún si estaba molesto, pero a pesar de saberlo y las terapias los