Kate terminó de darle el último sorbo a una de las bolsas de sangre que le había dado Nicolae para hacer una mueca de asco.
-No sabe igual- lanzó la bolsa sobre la mesita de noche- ya se había acostumbrado a tomarle calentita y espesa, no fría e insípida. Además de todo lo que llevaba tomar sangre directo de la fuente. No era solo un intercambio de fluidos, sino una carga emocional muy estimulante.
Se dejó caer hacia atrás en el suave colchón y miró el techo del dosel. Se sentía abrumada. Su vida era una montaña rusa que danzaba de un lado a otro y la aturdía. Ahhh estaba con su mente trabajando a mil por el hecho de no poderla entretener con el trabajo o con el simple hecho de molestar a su esclavo.
Giró su rostro y miró a Speicer.
-¿Quieres salir a dar una vuelta por la zona?- necesitaba aire. Ni siquiera dentro de esa casa podía respirar.
El perro asintió con la cabeza y sus orejas levantadas emocionado. Kate sonrió y se levantó. Primero tenía q
Kate sentía que su cuerpo se enfriaba y comenzaba a temblar.A diferencia de lo que muchos podían pensar no era de miedo. Más bien era como si cada parte de ella recordase por todo lo que había pasado y reaccionara así de forma natural. Dio un paso atrás temblando con el cerebro completamente en blanco.Solo sabía una cosa... tenía que salir de ahí ahora mismo.-Lady Kate, ha pasado un tiempo que no la veo, bastantes años para ser precisos- Ellien se corrió el cabello hacia atrás, aunque los mechones de este volvieron a acariciar su frente- No ha cambiado nada.-Tú tampoco- Kate no supo de donde salieron esas palabras, pero sus ojos se abrieron muy grandes.Espera, cómo era posible aquello. Ellien... era humano. Lo era mientras le hacía todo aquello en el pasado, entonces.-Eres un esclavo- dijo de forma lenta y pesada.Ellien sonrió para después soltar una carcajada.-Por eso siempre eras el centro de atención. Aún mantienes la habilidad para leer el ambiente e instruir todo por ti m
Nicolae acababa de salir del baño, aun secándose el cabello, con el cuerpo tan agotado de tantas reuniones, entrevistas y aguantar gente y sin poder pegar ojo cuando escuchó el celular sonar encima de la cama. No tenía muchas ganas de responder después de tener que ver gente durante todo el día, pero ante la insistencia recordó que Kate le había dicho que le quemaría el celular. Y conociéndola... lo haría.Y no se equivocó.Efectivamente el nombre que salía en la pantalla era el de la vampira . Se sentó en la cama con un suspiro de agotamiento y respondió.-Dime- movió su cuello para quitar una parte de la tensión y esperó tener respuesta, pero esta se demoró en llegar. Nicolae frunció el ceño- ¿Kate?-¿Por qué mierda te fuiste?- del otro lado se escuchó la voz de Kate que al momento se quebró seguido de un fuerte llanto- Idiota, imbécil, te dije que no te fueras, por qué no estás aquí, muérete, te odio...Y acto seguido cortó la llamada dejando a Nicolae completamente tieso en el lug
Hellene no socorrió a Kate, estaba segura que si intervenía esta se pondría mucho más recia y reservada dado que no confiaba del todo en alguien para contar su pasado, ni siquiera en su esclavo. Simplemente la siguió en silencio mientras esta seguía paseando a su perro perdida en sus pensamientos.La había visto sentarse en un banco y acariciar la cabeza del familiar y alzarle la piel de la boca para mirar los huecos donde debían haber estado los colmillos, después lo había abrazado tan fuerte que Hellene pensó que el perro se volvería azul.Kate parecía que no, y tenía una lengua suelta, filosa, llevaba su vida como quería, pero tenía un corazón demasiado inocente, no un corazón perteneciente a un vampiro, seres fríos como ellos. Y por primera vez Hellene quiso cuidar y proteger algo más que no fuera a su propio esclavo.***Kate volvió a la casa cuando había anochecido. Hablar con Nicolae aunque fuera escuchar su voz y no recordar casi nada después de la información, había hecho que
Y así terminaron bajando en la pista junto a un lujoso hotel en medio de una isla paradisiaca de esas que Kate había visto más de una vez en películas y anuncios pero que nunca había podido ir. Lo que era estar forrado en dinero en pleno siglo 21. Bueno... en el pasado su padre no solo tenía una isla, tenía tres, pero era para los negocios y se llegaba a ellas por barco, no por avión, mas no lo diría.-Nos quedaremos aquí al menos tres días hasta que las aguas se calmen. Y tú querida te me relajas porque si no tendré que aguantar al imbécil de Nicolae por no sé qué tiempo y que me esté llamando 24/7 para que te cuide ese trasero lindo que tienes.Ante todo, aquello Kate no pudo evitar sonrojarse y llevar las manos a su trasero para cubrirlo.-Nicolae no está tan obsesionado conmigo para que te mande a cuidarme tanto y mi trasero es pomposo, pero no lo llames lindo- refunfuñó Kate.Hellene soltó una carcajada mirando por el rabillo del ojo como los empleados del hotel recién llegados y
Hellene asintió ante la pregunta de Kate.-Y dejé ya todo preparado así que no creo que se demoren más de 15 minutos en llegar aquí así que- la repasó con la mirada de arriba abajo- ¿qué harás?Kate no entendió al inicio, para después caer en su pregunta y sus mejillas se volvieron completamente rojas.-Demonios- exclamó la vampira agarrando las cosas que descansaban arriba de la cama y las guardó dentro de la bolsa y esta... la llevó al baño para esconderla en uno de los estantes, solo escuchando la risa de Hellene. Cómo que le gustaba reírse mucho de ella.Luego intentó quitarse el corsé, pero no tuvo éxito, de por si Hellene era á que lo había amarrado detrás, y le había comentado que justo era para eso... para que la pareja se sintiera más caliente mientras lo quitaba después.Vaya momento para ponerse creativa. Pal carajo, no podía dejar que Nicolae la viera así entrando al cuarto o lo tendría burlándose también de ella. Primero lo recibiría y después ya se encargaría de quitarlo
El humano soltó un suspiro dejando caer su peso en la cama, aun sin ser soltado. Realmente necesitaba dormir. Reunir todo el trabajo y hacerlo en tiempo record le había sacado todas las energías y todavía tenía que lidiar con la vampira pegado a él.Vio a Speicer olisqueando su maleta con mucha atención y recordó.-Oye Kate, suéltame- intentó soltarse, pero la vampira gruñó y mostró sus colmillos. No quería que su pedazo de carne calentita y fresca desapareciera de delante de ella- Déjame al menos cambiarme y revisa la maleta, Domic compró una cosa para ti.Ante aquello Kate inclinó su rostro a un lado intrigada ¿Domic, comprándole algo a ella? No recordaba que fueran tan cercanos... a menos qué. Soltó con pesar a Nicolae que hizo tronar su cuello y se sobó la nuca en un intento de quitar la tensión sobre sus músculos. Ni siquiera el baño que se había dado en el jet privado durante el vuelo había ayudado lo necesario.Y él sabía muy bien las formas de quitar ese tipo de tensión. Una d
Kate, después de mirarse completo en el espejo del baño había tomado una muy seria decisión, que podía garantizar la seguridad de su trasero.NO SALDRÍA CON ESO PUESTONO, NO Y NOOOOOO.O eso era lo que ella tenía en mente.¿Por qué demonios le había gustado a Nicolae este tipo de cosas? Normalmente era un hombre bastante anticuado, muy anticuado, que le gustaba lo blanco, negro y clásico, no un conjunto de encaje y peluchito de color rosa barbie.Todavía resonaba en su cabeza las palabras muy serias de él cuando le dijo «póntelo completo», por poco se le caía la quijada de la impresión. Póntelo completo su trasero, se lo iba a quitar y que fuera el mismo Nicolae el que se lo pusiera. Una cosa era que le quedara bien y otra muy diferente que modelara con aquello.Su propio descaro tenía un límite y eso... era demasiado.Es que hasta medias de encaje a mitad de muslo con ligas tenía puesto, las guantillas, y esos pompones en su cabeza... que eran unas malditas orejas a juego con la gar
Kate apenas podía contener los gemidos salían de sus labios.Estaba en una posición bastante desfavorecedora para ella, sobre todo porque no podía moverse en absoluto. No solo por su posición, sino por la mano sobre su espalda y la otra que además de jugar con las perlitas incorporadas en la braga, si a eso se le podía llamar así, colaba sus dedos dentro del agujero de su sexo estirándolo a conveniencia.Y no era que eso lo molestase, sino se preparaba, después de tanto tiempo sin meter nada dentro, dolería como el infierno, el problema radicaba que el muy cabrón de su esclavo ni siquiera tocaba sus puntos más sensibles dentro de ella o su clítoris. Solo la torturaba jugando con la parte más superficial y estirando sus labios vaginales, y humedeciendo toda la parte peluda de la mini braga, si es que se podía más.-Oye Nicolae, deja que me sueltes, te haré gritar tanto que incluso drenado no podrás pedir ayuda- amenazó Kate para después ser ella la que gritó cuando dos dedos de Nicolae