Y realmente no supo cuánto tiempo estuvo allí debajo pues se estaba quedando dormida parado de la relajación. Miró de reojo el jacuzzi en una esquina del baño y tuvo ganas de probarlo, pero no sabía de todas las cosas que estaban al lado las que había que poner. Maldito momento en que no estaba su esclavo para que se hiciera cargo.-No soy tu esclavo- escuchó una voz familiar entrar a la ducha y se sobresaltó dándose cuenta que había hablado en voz alta.-Nicolae, es mi turno en el baño- le dijo Kate con un puchero cuando el humano ocupó el lugar debajo de la regadera.Este la miró de reojo e ignoró la pataleta que estaba haciendo la vampira agarrando el champú y comenzando a lavar su cabello. El puchero de Kate se hizo más grande.-Me ignoras completamente- gruñó en voz baja dándole la espalda, pero fue audible para Nicolae que aún con una mano llena de espuma la bajó y palmeó con fuerza la nalga de ella.Kate se sobresaltó y se giró sobando la parte de su cuerpo que palpitaba en ese
A diferencia de ciertas vampiras que habían comido muy bien durante toda la noche, los humanos necesitaban hacerlo varias veces al día, por lo que ahora estaban sentados en el restaurante bufé del hotel dado que hacía camino a la playa. Solo que uno de las vampiras estaba de mal humor por la demora de los esclavos y la otra apretaba su short debajo de la mesa debido a las personas que entraban y salían. Aun cuando habían escogido una mesa pegada a la esquina, alejada de todo y junto a la ventana... a Kate no le gustaban las multitudes para nada... bueno, menos en la discoteca, por alguna extraña razón solía perder su fobia apenas entraba por la puerta.-ya están volviendo ese par de ineptos que se demoran para todo- decía Hellene con un enorme puchero en la boca- yo que quería ir temprano a la playa, pero no, había que pasar por aquí primero.Kate ni siquiera dijo nada. Con Hellene había que tener pocas y muy buenas. Se notaba que era una vampira a la que no se le podía ni jalar el pe
Kate ya iba por el segundo pote de protector solar aplicándose sobre su piel. Para ese momento tanto sus piernas como sus brazos se habían tornado blanquecinas con todo lo que se había aplicado. Aun así, sentía que no era suficiente y faltaba su espalda y parte de su rostro en donde estaba aplicando.Los cuatro habían terminado en una de las casetas cerca del mar donde habían puesto cuatro tumbonas debajo de la estructura de madera cubierta con telas que daban sombra al interior. Pero en ese momento solo dos personas estaban dentro.No habían pasado ni dos segundos en los que habían llegado y Hellene se estaba quitando el vestido tejido de encima de su cuerpo y corrido en dirección a la playa. Kate incluso se había sonrojado al ver el diminuto bikini que se había puesto.-se va a volver pollo frito- le había dicho Kate a Nicolae en la que ocupaban sus lugares.Y ella pues no quería volverse ese pollo frito, por lo que se estaba gastando todo el protector que pudiera, habiendo terminad
Nicolae estaba acostumbrado a ser el centro de atención, pero más por reconocimiento, envidia, o porque atraía físicamente a alguien, no por tener a cierta vampira enganchada en él llorando como si fuese una cachorra. Caminar desde donde estaba en el agua hasta la carpa donde ellos descansaban fue de cierta forma un espectáculo pues podía sentir las miradas de los demás sobre él.Lo extraño fue que... no le importaba.Normalmente solía mantener una imagen impecable dado que podía despertar y estar en la mitad de los periódicos del mundo... como había pasado hacía poco. No era una celebridad ni tenía paparazis detrás de él, pero de que era alguien influyente dado el tamaño de su empresa y su fortuna y sobre todo... su ''soltería ''. Sin embargo, esta vez y a pesar de que podían fotografiarlo en aquel fin del mundo... no se inmutó.Era como si todos sus sentidos estuvieran fijos en aquella chica que lloraba en sus brazos y que se aferraba a él como si fuera lo único que lo pudiera mante
Hellene se removió incómodo en la habitación. La mirada de Nicolae caía sobre ella de forma tal que hasta la sofocaba. Normalmente no era así. Al final se detuvo y lo encaró.-Mira, solo te voy a decir lo básico, sin mucho detalle, y quizás no entiendas bien todo porque yo tampoco sé cómo ocurrieron muchas cosas. Kate tiene muchas lagunas mentales, como si parte de esos recuerdos estuviesen bloqueados u olvidados.-Habla- exigió Nicolae ya sin paciencia.Hellene miró de la vampira a su esclavo y abrió la boca.-Kate era hija de unos grandes nobles de su momento. Hace más de 200 años su familia tenía bastante poder, eran vampiros de sangre pura por lo que eran más que respetados. Kate era la heredera tanto de todo ese imperio como el poder que conlleva los sangre pura.-Espera, que es un sangre pura de esos en que tanto énfasis haces. Cuál es la diferencia.-Verás, yo soy una sangre pura, pero no tan pura como la de Kate. Digamos que para lograr el nivel de pureza de tiene ella en la s
Un gemido, una caricia, el sonido de las sábanas cayendo de la cama, de las pieles frotándose entre sí por el constante vaivén de las caderas. De labios devorándose hasta sangrar.De colmillos asomándose, de la piel siendo rota y de la sangre siendo tragada.-Eres delicioso- la voz femenina sonó jadeante y complacida-Lo sé- una masculina respondió con seguridad y prepotencia.***Kate se revolvió en la mullida cama. Su cuerpo estaba pesado. Sus labios hinchados y dolían, sus muslos todos pegajosos por no mencionar lo que salía de entre ellos. Su interior estaba hinchado y palpitante debido a la actividad nocturna, y su trasero que de seguro estaba rojo porque el muy maldito latía como mil demonios, como si hubiera sido azotado sin ninguna consideración.Gruñó contra la almohada. No quería levantarse. Deseaba seguir durmiendo, pero los martilleos de la resaca en su cabeza hacían que una vez consiente no pudiera volverse a dormir.-Maldición- murmuró con voz muy ronca, su garganta era
Su pullover de rayas blancas y rojas, su jean azul desgastado y zapatillas deportivas, ese era el conjunto preferido de Kate para ir al trabajo. La razón, no llamar la atención en ningún sentido debido a lo oculto que tenían que vivir los vampiros. Ya les habían dado caza en el pasado y los pocos que quedaban tenían que tener un perfil bajo para sobrevivir. Al menos su área como era de diseño hacía que su vestuario pasara desapercibido. Aunque en la noche prefería la ropa más ajustada y sexy y unos provocativos labios rojos. Quien la viera no la reconocería.Se dio una última revisión en el espejo. Sus ojos todavía estaban exaltados e hinchados, por lo ocurrido esa mañana en el hotel. Los había tenido que cubrir con sus acostumbrados espejuelos grandes. También lo hacía porque estos tenían la tendencia a cambiar de color cuando menos se lo imaginaba. Ah problemas por todos lados.Por último, se pasó la mano por el cabello de color rubio cenizo, que hacía juego con sus ojos muchos más
¿Quién demonios no había dormido por tener que entregar trabajo? Pues, ese día, KateSus ojos ardían y caminaba embobada por toda la casa sin querer soltar su mullida almohada con ganas de recostarse a dormir sobre ella. Por dios, era una vampira, bastante que había habituado su horario al de un humano para tener energía para trabajar por el día. Era un ser nocturno por naturaleza. Maldito el buenazo de su jefe. Le había exigido esperar en los bajos de su edificio a las 5:30 de la mañana donde la pasarían a recoger. Suspiró acomodando su cabello medianamente con una bolsa de sangre en su boca chupando de sorbito en sorbito para no vomitar. Estaba tan sedienta que era doloroso. Deseaba que llegara el otro día. Necesitaba ir de nuevo al mismo bar donde se había emborrachado. Seguro que su ahora esclavo volvía de nuevo intentando saber de ella. Le pondría una gruesa correa para que no se escapara. Ah. Deseaba tanto beber de él. La sangre que tomaba en ese momento sabía asquerosa y su