—¿No crees que este vestido te quedará espectacular? —pregunta una mujer rubia tomando un hermoso vestido de noche negro.
—¡No! ¡No quiero parecer una viuda, Stella, quiero algo más vivo, que nadie pueda quitar su mirada de mí! —responde Carolina arrugando la nariz con disgusto ante la propuesta de su amiga.—Ya hemos recorrido seis tiendas, amiga, sé que estás interesada en ser el centro de atención, pero aunque te pusieras una cortina quedarías hermosa. Tú eres de esas mujeres a las que todo les queda bien —insiste Stella que si bien le encanta ir de compras no quiere perder más tiempo considerando todo los que les resta para estar preparadas para el evento.—Gracias, amiga. Pero no me interesa tanto ser el centro de atención, solo me interesa la mirada de una persona, es por eso que tengo que encontrar el vestido perfecto. Es la primera oportunidad que tengo de estar en una especie de cita con él, y no pienso desaprovechar esta oportunidad —determina la mujer pasando de prenda a prenda sin poder hallar lo que busca.—Si ha sido capaz de resistirte por tanto tiempo, debe ser como dicen de él, que es de hielo. Ya que no puedo recordar ni a un solo hombre que no pudieras conquistar —comenta la amiga recordando a unos cuantos hombres que quedaron perdidamente enamorados de Carolina.—Puedo asegurarte que he intentado todo lo que una mujer puede hacer para captar la atención de un hombre, pero él simplemente parece no verme. Al principio llegué a molestarme al considerar que se creía demasiado para mí, pero al conocerlo con el tiempo noté que solo parece haber cerrado su corazón por algo que ha vivido en el pasado, y hasta ahora no he encontrado ni una sola grieta por la que entrar —resopla Carolina con la cabeza gacha.—Esos son los más difíciles, solo alguien enamorada o muy interesada se molestaría en sufrir el rechazo y la frialdad con la que son tratadas hasta que logran conquistarlos. ¿Así que estás muy enamorada o interesada en su influencia y fortuna? —pregunta Stella siendo quizás más directa de lo que debería, incluso a pesar de estar hablando con su amiga de toda la vida.—La verdad es que no puedo decirlo con seguridad, aunque supongo que no es un crimen que sea un poco de ambas cosas —responde la empresaria encogiéndose de hombros mientras toca la fina tela de un vestido verde esmeralda. —Bueno, la verdad es que tu jefe no es el único al que puede catalogar de tener un corazón de hielo. Me esperaba una confesión de amor, que me dijeras con los ojos brillosos todo lo que amas de él, pero hablas como si se tratara de un trato de negocios —reclama la amiga de rostro bronceado apretando los labios con reclamo.Carolina guarda silencio por un momento ante ese planteo, hay varias cosas que admira de Ariel, y que la han llevado a querer algo con él. Pero no cree que eso sea suficiente para decir que se encuentra enamorada, aunque con lo cerrado que él es no puede culparse por no tener un sentimiento mayor al de atracción y admiración. Espera que a partir de esa noche eso pueda cambiar, y quizás sus sentimientos también puedan ir fortaleciéndose, aunque como ha comentado su amiga, todo el esfuerzo que está haciendo para atraerlo podría terminar en solo otro rechazo.—Creo que todo en la vida es un trato, uno en el que buscamos recibir los mayores beneficios, y evitar los daños posibles. Y en una relación no es diferente, es por eso que he procurado buscar la mejor opción, y se llama Ariel Steinberg —determina Carolina con tanta normalidad como si estuviese en una junta de negocios.—Es tan propio de ti ese tipo de respuesta, siempre viendo todo a tu alrededor de esa manera tan fría y calculadora. ¿Y crees que vas a lograr algo en ese evento teniendo tantas personas alrededor? —comenta Stella queriendo ayudar a su amiga a lograr su objetivo.—No, en ese evento solo me tengo que preocupar de ganarme su morada y que note que hay muchos interesados en mí. Pero luego de los saludos de rigor y haber estado el tiempo suficiente para que todos sepan que estuvimos presentes, le propondré ir a otro lugar, sé que él estará desesperado por salir de allí así que no rechazará mi propuesta —revela la empresaria con una gran sonrisa al no dudar en su plan que ha estado tramando desde que recibió la noticia de que acompañaría a Ariel a ese evento.—¿Qué te hace pensar que no aprovechará esa oportunidad para dejarte en tu casa e irse? —cuestiona Stella previendo esa reacción por parte de Ariel.—Lo pensé, pero si queda de acuerdo en salir del evento para ir a cierto lugar conmigo, lo hará. Es un hombre de palabra así que no intentará escapar de mi —afirma Carolina sabiendo que por eso ese evento se ha convertido en su mejor oportunidad para acercarse a él.—¿Y a dónde lo llevarás? —pregunta la amiga con curiosidad, considerando que el lugar elegido podría ser el que determine el éxito de ese plan.—A cenar, por supuesto. En el evento no comerá porque lo van a estar abordando continuamente por haber logrado hacerse con la campaña de publicidad de Jaguer, y aunque tuviese tiempo tampoco comería al estar tan cerca de su padres —informa la empresaria observando con los ojos brillosos un vestido turquesa cola de sirena que cree es exactamente lo que estaba buscando.—Vieja zorra, has pensado en cada detalle, ese hombre se merecería un premio si logra escaparse de tus garras. ¿Y a qué restaurante fino vas a llevarlo? —exclama la mujer admirando la astucia de su amiga.—A ningún restaurante fino, a él no le gusta ese tipo de lugares. He contactado a unos amigos y he conseguido un mirador al lado del lago, estoy segura que le encantará, a él le gusta la naturaleza y estar lejos de la vista de los demás. Además de que sé que le sorprenderá, no se va a esperar algo así, con eso voy a lograr que baje la guardia —informa Carolina tomando el vestido y comenzando a ponérselo en el probador.—Y entonces te le lanzas encima, ¿Verdad? —murmura Stella quedando encantada al ver el vestido en su amiga, está segura que con el peinado y las joyas adecuadas se convertirá en la figura más admirada de ese evento.—¡No! No puedo presionarlo directamente, es como tratar con un cliente difícil, debes ir conquistando de a poco. Hay que ser paciente, porque un paso en falso podría echar todo a perder, pero esta noche con todo lo que he planeado lograré que se fije en mí, y luego me tocará seguir de a poco, ya no estará tan cerrado, lo cual de por sí sería la clave para lograr una relación con él —sostiene la empresaria mirando conforme el reflejo que el espejo le devuelve.—Lo conoces muy bien, pero quizás tengas que considerar la posibilidad de que las cosas no salgan como esperas. A veces una planea algo, pero a la vida se le ocurre echarnos a perder todo poniéndonos en el camino algún improvisto —advierte Stella a quien si bien el plan le resulta casi infalible, sabe por experiencia propia que nunca hay que dar nada por sentado.—He considerado cada posibilidad, y tengo planificado un plan de respaldo para cada una de ellas. Él no se me va a escapar, a partir de esta noche Ariel comenzará a mirarme con otros ojos, puedo asegurártelo —responde a mujer confiada de tener todo bajo control, a ella nada se le pasa por alto, si se decide a conseguir algo, lo hace, siempre ha sido así.—Al menos tienes la ventaja de caerle bien a sus padres, ese sería otro gran punto a favor. ¿No crees? —señala la amiga considerando que caerle bien a esos dos es de por sí todo un logro.—Podría serlo más adelante, pero hoy tendré que evitar compartir demasiado tiempo con ellos. Ariel no quiere tener nada que ver con ellos, solo asiste a este evento por obligación, así que la opinión favorable de ellos podría provocar en él que quiera rechazarme solo para llevarles la contraria —sostiene Carolina que no está segura de no lograr algún comentario directo de Alicia Steinberg, esa mujer jamás ha comprendido el significado de la palabra silencio.—¿Y crees que serás capaz de esquivarla? Tratar de evitar a esa mujer es como tratar de escapar de la muerte, es muy parecida a ti en lo testaruda, cuando algo se le pone en la cabeza nada la hace cambiar de opinión —menciona Stella pagando en la caja la ropa que se ha comprado para lucir esa noche.—Lo he pensado, sé que Ariel saludará a sus padres y bien entré al salón, para así poder liberarse de ellos por el resto de la noche. Así que al ingresar yo le propondré posar para las fotografías, él solo accederá a tomarse un par de fotos y luego querrá escapar de las cámaras, pero yo me quedaré allí con la excusa de que sería bueno para la campaña de Jaiger que me vean usando uno de sus vestidos. Él aceptará con tal de escapar de los flashes, y una vez que lo vea lo suficientemente lejos de sus padres me uniré a él —revela la empresaria con una gran sonrisa al haber pensado incluso en eso.—¿No crees que Alicia insistirá en conocer a la pareja que su hijo ha llevado al evento? —cuestiona la amiga preocupada por esa mujer a la que nada parece pasársele por alto.—Probablemente, pero yo procuraré alejarla de Ariel quien seguramente estará hablando con otros invitados. Y si luego me pregunta qué quería su madre, le diré que era sobre el vestido, y algunos halagos —sostiene Carolina, ha repasado mentalmente una y otra vez lo que piensa hacer, las palabras que piensa decir, y está segura de que nada ni nadie será capaz de alterar su estrategia, ni siquiera Alicia Steinberg. Desde esa noche comienza su conquista del Ceo de hielo, y piensa tener éxito sin importar lo que le cueste.Julieta suelta un largo suspiro cargado de nervios al estar frente a MarchetMax, el imponente edificio y lo que representa le provoca que las piernas le tiemblen. Ella es una mujer decidida que no le teme a nada, pero la trascendencia de este trabajo ha logrado hacerla sentir como la primera vez que recorrió una pasarela. Aunque sabe que debe tranquilizarse antes de cruzar la puerta giratoria y encontrarse con su nuevo jefe que le indicará lo que tiene planificado hacer, por lo que cerrando los ojos toma una gran bocanada de aire que luego exhala procurando volver a tener el control sobre sus emociones. Bajo ninguna circunstancia puede poner en peligro ese trabajo, no solo tendrá el efecto de una catapulta en su carrera, sino que podría llegar a opacar y finalmente hacer olvidar su ruptura con Pablo, si bien siempre habrá algún periodista atolondrado que lo sacará a relucir cuando hablen de ella, pero el efecto ya no sería el mismo.—Bienvenida señorita Berton, es un place
Carolina ingresa a la agencia dispuesta a encontrar a Ariel para ultimar los detalles del evento de esa noche, quiere asegurarse de que todo esté perfecto, tal y como le gusta. Ya ha conseguido el vestido con el que piensa impresionarlo, esperando que finalmente deje de verla solo como una mujer de negocios y pueda considerarla como su posible futura pareja. Pero al ingresar a la oficina se extraña de no encontrarlo allí., estaba segura de encontrarlo allí, sobre todo al saber que ella llegaría tarde por estar ocupada en los preparativos de vestuario ya que tiene que estar a la altura de lo que ese evento exige. Y más aun al estar trabajando en la publicidad de una marca de alta costura, ya que los ojos de todos estarán sobre ellos independientemente del trabajo de publicidad que estén realizando.—¿Dónde podrás estar? —murmura apretando los labios con cierta molestia, pensaba hablarle de su vestido, y del traje que había visto para él.Al husmear en los pa
—¿Y qué te parece? ¿Crees que será suficiente? —pregunta Carolina bajando por los escalones de la entrada de su casa con una gran sonrisa en su rostro casi sin maquillaje.—Sé ve bien —responde Ariel parado junto a su auto contemplando el hermoso vestido que marca sutilmente las curvas de la mujer, y que parece ser la combinación perfecta para su piel trigueña que parece brillar a la luz de los faroles de la calle.—¿Eso es todo lo que vas a decir? —reclama la mujer que lleva horas preparándose para impresionarlo.—De seguro serás de las mujeres mejor vestidas de la fiesta —acota el empresario a quien hacerle un cumplido le resulta extremadamente difícil.—Supongo que eso es el mayor halago que podría recibir de ti, tú también estás muy apuesto, solo espero que no las cazadoras de fortunas no hagan fila para intentar ligar a uno de los solteros más codiciados —replica Carolina con una sonrisa divertida en sus labios pintados de rojo.
Al levantar la vista, Julieta se sorprende de ver a su Jefe con la vista clavada en ella, una mirada que no puede descifrar, pero que al menos por unos segundos no parece ser la mirada fría que parece ser la única que tiene para todo el mundo. Por un momento intenta descifrar la razón de que la esté mirando de esa manera, pero al ver que él voltea el rostro al notar que ella la ha descubierto, el desprecio que siente por él vuelve a surgir con aún más fuerza. Probablemente la única razón por la que la ha mirado de esa manera es porque no considera que una simple modelo deba estar en ese evento donde los ricachones se cojean, lo cual sólo provoca en ella la decisión de ir hacia él y dejarle en claro que ella es tan digna de estar en ese lugar como cualquier otra persona.—Buenas noches señor Steinberg, al verlo he sentido la obligación de saludarlo, aunque tal vez sea una sorpresa verme en un lugar como este —consulta la modelo parándose firme delante del empresario que al
—¿Y bien, fuiste capaz de hallar algo interesante sobre esa modelo de cuarta? —pregunta Carolina al ver entrar a su asistente en la oficina.—Verifique cada una de sus referencias y todos hablando maravillas de ella, incluso miré cada uno de esos trabajos, videos, fotos, revistas, y realmente ha hecho un gran trabajo —anuncia la joven asistente acomodándose con nerviosismo sus gafas al saber que su jefa estará muy contenta de recibir esa noticia.—¿Así que solo has venido a decirme que no has sido capaz de cumplir con el trabajo que te encargué? —reclama la empresaria apretando los labios con disgusto, le encargó a la muchacha encontrar información que comprometida a Julieta, y así poder idear una manera de sacársela de encima. No solo por atreverse a desafiarla, sino por haber echado a perder su estrategia para comenzar su conquista de Ariel.—Hay algo… aunque no sé si sea lo que busca —comenta la asistente desesperada por complacer a su Jefa.
—La verdad es que creo que estás mucho mejor sin él, amiga. ¿Quién necesita de un hombre que ni siquiera es capaz de serte fiel? —afirma una mujer de corte carré tomando un sorbo de su capuchino.—Sé que ahora estoy mejor, bueno al menos en haber descubierto como era antes de haberme casado, pero aún así sigo algo dolida, volver a estar sola al despertar, al cenar. La verdad es que me había acostumbrado mucho a tener a alguien a mi lado —murmura Julieta soltando un suspiro de pesar por la decepción de su fallida relación.—¡No necesitas de un hombre, ni de ninguna otra persona para ser feliz! Solo tienes que empezar a valorarte y a pensar que en ti está todo lo que necesitas para sentirte plena —afirma la mujer que ha viajado horas para poder estar acompañando a su amiga en ese difícil momento.—¡No digas idioteces, Malena! ¡Justamente porque me valoro no me quedé en donde no soy amada, estoy harta de escuchar que una tiene que ser autosuficiente,
—¿Entonces le ha gustado el trabajo que hemos hecho? —pregunta el fotógrafo a su Jefe quien aún no levadizo ni una sola palabra sobre el trabajo.—Estoy conforme, has sido capaz de capturar la esencia de Julieta, aunque claro que ella tiene mucho que ver en él resultado —responde Ariel contemplando las fotos que están dispersas sobre una de las mesas del estudio.—Lo sé, le dije a esa chica que tiene luz propia. Uno al verla en esas fotografías es como si ella te estuviese hablando, su mirada, su expresión, todo parece ser capaz de transmitirte un sinfín de sentimientos —afirma el fotógrafo con una enorme sonrisa de satisfacción, no sólo por el cumplido de su Jefe sino por poder contar con esa impresionante modelo.—Sí, tiene un gran talento, habiéndola puesto a prueba con esa primera sesión, ahora ya podemos comenzar con la campaña, Gabriel —señala el Jefe con cierto entusiasmo al haber recibido mejores resultados de los que esperaba.—Por su
—¡Ya han pasado dos horas! ¡Dime qué sabes de tu amigo! —exige Carolina entrando como una tempestad a la oficina de Daniel.—Sé muchas cosas sobre él, pero no estoy seguro de a cual te refieres —responde el hombre con una sonrisa divertida si levantar la vista d ellos papeles que tiene sobre su escritorio.—No te hagas el idiota, me refiero a que por dramático llevó a esa modelo a la clínica, siendo él lo debieron haber atendido de inmediato. Así que no justifico por qué razón aún no ha vuelto —reclama la mujer golpeando el escritorio con furia.—¿Has intentado llamarlo? —pregunta Daniel disfrutando de que esa mujer sepa lo que es que las cosas no estén bajo su control.—Por supuesto que lo he llamado, le he dejado más de dieciocho mensaje, pero por alguna razón sea empecinado en no dar señales de vida —reclama la mujer mirando al gerente como si fuese a asesinarlo.—No puedo culparlo, yo tampoco respondería las llamadas de una