-Mamá, por favor puedes pasar por la tintorería, necesito el traje, estaré en una reunión esta noche, es muy importante-.
-Lo siento querida, yo también tengo una reunión con mis amistades muy importante por cierto, así que envía a alguien que te haga el favor, o pídeselo a tu esposo, en lejano caso tendrías que ir tu misma, quiero que te hagas cargo de tu vida-.
- ¿Estás saliendo con alguien a escondidas?
- ¿Y si así fuera en que te afecta hija? –
-La verdad, en todo cuanto puedas imaginar mamá, deberías dedicarte a nosotros, a disfrutar de ser abuela, sé que te gusta servir café y todo ese rollo mamá, no se ve bien a tu edad que…-.
- ¿A mi edad? –Rose sacudió su cabello –En mi edad las mujeres cenan, toman vino, hacen caminata, van donde les da la gana ir, y si, tienen citas, hacen el amor, no están oxidadas, viviendo la vida a medias, también sienten, se apasionan, ya cuidé y crie tres hijos, tu hijo es tu responsabilidad, no seré una viejecita tejiendo calcetas en navidad, abnegada madre que asea las casas de sus hijos, cuidando niños, planchando, haciendo solo recados, buscándoles todo, pagando sus cuentas, soy dueña de un café, tengo empleados a los que trato con amabilidad y consideración, a su vez ellos tienen familias, su trabajo les da la bendición de colocar el pan en sus hogares, eres muy egoísta querida, el mundo no puede girar solo en torno a ti, algo anda mal en tu cabeza-.
-Mamá, estoy segura que lo único que quieren es tus ahorros, estoy cuidándote, deberías agradecerme que me preocupo por ti-. Lili en ese instante entraba en la cafetería del hospital, estaba algo agitada por lo que pidió café sin azúcar, se hizo a un costado de la terraza mientras seguía la conversación.
-Madre, no me parece que salgas a tener citas y menos… que estés con alguien-.
-Bueno en la tienda estoy con muchas personas, ahora digamos que tres mujeres están en el probador de damas, quieres que vaya a un lugar donde nadie esté, eres algo imponente, y, por cierto, no eres mi madre, eres mi hija, así que respetarás mis espacios-. Rose colocaba las cosas sobre el mostrador, la chica le preguntaba si pagaría en efectivo o tarjeta.
-Pagaré con tarjeta, muchas gracias… señorita, quiero el perfume, si… en una caja de regalo-.
-Creo que es imposible hablar contigo-. Lili fruncía el ceño.
-Si claro me imagino, el tema es que siempre estas, Rose busca esto, Rose tráeme aquello, Rose búscame la ropa, lávame, plánchame, ah por cierto Rose, será que vienes a casa y friegas los platos, lamento informarte que puedes pagar una persona que te haga todo en casa, puedo recomendarte algunas muy honradas-.
-No es tanto así, total era un pequeño favor-.
-Bien, tienes mi respuesta, imagino que estarás sorprendida-. Rose retiraba su tarjeta en aquel instante.
-Yo misma pasaré por la tintorería-.
-Qué bueno, mi chica está empezando a crecer, ya no necesita que mamá tome su mano para que cruce la calle, cariños hija, te amo, aunque a veces te pongas en ese plan de difícil, pero siempre serás mi hija, no es solo crecer en años Lili, con ello vienen muchas responsabilidades, ahora tienes un hogar, te corresponde cuidar tu familia-.
-Adiós madre, tengo citas aun, debo ir a prisa, ya que es tu día libre-.
-La ironía no te queda bien, besos hija-. Rose colgaba la llamada con cierta nostalgia, Lili tenía que asumir que no siempre ella estaría para resolverlo todo, en algún momento llegaría su momento de partir, sus hijos seguirían su vida, se detendría por fracciones de horas, quizás semanas o meses, pero todo seguiría girando, por suerte ella y Tom, siempre habían hablado de organizar las cosas, cerró sus ojos, desechando todas esas emociones que rondaban, no les daría rienda suelta, continuaba disfrutando su tarde, se acercó al mostrador donde la chica envolvía su regalo,
El perfume quedó envuelto, se tomó unos minutos para escoger algunas cosas más, una crema en un estuche le llamó su atención, lo dio a la chica para sumarlo a las medias, el tinte, un bolso en tela para guardar ropa interior cuando saliera de viaje, le sería de gran utilidad muy pronto pues tomaría vacaciones en unos meses, en ese instante la voz familiar la sacó de la suma que su mente realizaba.
-Vaya, quien lo diría Rose, estamos en igualdad, somos dos clientes-
-Sí, dos clientes sin café-.
Charles por coincidencias o destino estaba allí, también en la misma sección de perfumes, con una cesta de múltiples cosas, mucho más que ella, se podía decir que sería una gran compra, tres perfumes sobresalían muy exquisitos, los reconoció al instante, uno de ellos era la portada de una revista en manos de un famoso actor.
-Quisiera invitarte un café, helado, lo que desees-. Charles le miró.
- ¿Una invitación? Rose sonrió.
-Sí, una invitación, o si deseas cenamos esta noche, tengo un lugar favorito hacia las afueras, una mesa en terraza, vino, cena magnifica, y yo… ¿Es tentador o no? –
-Es sorpresiva- Rose se quedó desconcertada.
-No, es sencillamente como un giro, inesperado giro del camino-. Pasaré por ti a las ocho, cancela lo que tengas, esta noche, Rose será mi invitada-.
-Y que giro tan inesperado- tomando sus paquetes salía de la tienda agitando su mano –Ocho en punto, detesto esperar-.
-Espero que me des tu número de teléfono, y envíes tu ubicación, no podría llegar con señales de humo-. Charles ahora con todos sus paquetes caminaba cerca de ella.
Rose se detuvo para sacar una tarjeta de su bolso, y apuntaba rápidamente al respaldo –No te perderás, está a unas quince cuadras del café-.
-Oh, en la zona vive mi hermana Lorei, creo que serán buenas amigas, es alguien que te encantará-.
-No me queda la menor duda, ahora con tu permiso, debo prepararme para una cena, y no llegues tarde-.
-Seré puntual mi señora-. Charles sonreía, colocando los paquetes en el auto, emprendía su viaje, una leve sonrisa se intentaba dibujar.
Rose se sentó al volante una vez acomodados los paquetes en la parte trasera, buenas compras, buenos precios, estaba a gusto con todo, recordó que la cena debería cancelarla, pero no les contaría nada por el momento, se lo guardaría para ella por ahora.
- ¿Si? –Hola Gigi, no podré ir esta noche, se me ha presentado algo, ya sabes pequeñas cosas que nunca faltan-.
-Ay no me digas que no quiero saber, ¡Lili te ha pedido que le cuides a tres ratones que compró! -.
-Sería divertido querida, pero no los cuidaría por nada del mundo-.
-Creo que al final te los llevaría, tu tendrías que pasar la noche cantándoles para que se duerman-. La carcajada de Gigi era sonora, de las tres siempre era la que reía sin parar.
- ¿Yo? –Cantando canciones de cuna soy muy mala, creo que mis hijos preferían dormirse o fingir que lo hacían para no escucharme-.
-Te funcionó de maravillas entonces, mañana pasaré a desayunar contigo, muero por unos huevos en mantequilla, con doble queso-.
-Te espero, dale mis saludos a Mery, para la próxima invitaré yo, ya tengo un lugar visto, les encantará, ahora llamaré a Lenin para pedirle si quiere cuidar a Sam, de paso puede invitar a nuestra chica a cine o algún programa de esos que suele hacer-.
-Le daré tus saludos, nos vemos mañana Rose…Oye... te quiero mucho sabes que eres como una hermana para mí-.
-Sí que eres una buena hermana, también te quiero-. Rose colgó la llamada, marcando a casa de Lenin, le preguntó si esa noche podía cuidar a Sam, sería un favor especial para Mery, Lenin le dijo que esperase en línea unos minutos, tras pasar algunos, tomando el auricular le dijo que podía, eso sí, que Sam trajera sus sabanas, y todo lo necesario.
-Lo cuidaré bien, hace dos días terminé de remodelar el departamento que está en la terraza, habitación con baño amplio, la cocina quedó con vista al jardín, el comedor, la sala y un espacio para mis máquinas de ejercicio, quedó como nuevo a estrenar totalmente, esta noche me mudo, lo amoblé totalmente-.
-Me alegra por ti-. Vivirás más cómodo-.
-Este lugar tiene una vista increíble, ya no tendré que salir por la casa de mamá, tiene salida independiente, cuando quieras venir, estas invitadas Rose, una buena noche de copas, pizza, o lo que desees-.
-Que amable, bien le avisaré a Mery-.
-Dame su teléfono, yo la llamaré puedo pasar por su casa y buscar a Sam-.
-Dame unos segundos, ¿Tienes para tomar nota? -. Lenin tomaba nota al pie de la letra, y una vez confirmado el numero asintió, el pasaría a buscar a Sam.
-Oye, ¿Mery es casada? -.
-No, es divorciada, puedes ir con tranquilidad, ningún esposo celoso acechando entre los árboles-. Rose se reía con gracia.
-Por suerte, entonces no hay peligro de ir a su casa, nos vemos Rose, cuídate-.
-Lo mismo para ti, nos vemos mañana Lenin-.
La noche llegaba a prisa, en su sala de baño Rose se daba los últimos toques, algo de color en sus mejillas, un chocolate en sus labios, era un tono que le gustaba para usarlo de noche.Apagando las luces de su habitación, en la cocina tomaba un té, no había comido nada para no arruinar la cena, ni muchos menos la compañía.El reloj daba siete cuarenta y tres minutos, sus amigas la pasarían genial, estaba segura que así seria.Ella quizá se atrevería a tomar una copa de vino, alguna caminata por un parque, como que su imaginación iba muy de prisa, y Charles solo le había invitado una cena, su teléfono repicaba en ese momento.-Hola…oh no te preocupes Charles, comprendo bien, si son situaciones que se presentan-.-Lo lamento mucho Rose, pero a mi llegada te llamaré-.-No tienes que hacerlo, mañana será otro día-.Rose colgaba la llamada, Charles no vendría, tenía una situación entre manos que resolver, pues ella iría a cenar, había un restaurante en la zona que quería conocer, mirándos
En su habitación Rose se desmaquillaba, había llamado a Charles para disculparse, era tarde y mejor tomarían el café en otro momento. Charles lamentaba que el imprevisto le hubiese demorado también ante lo cual prácticamente le había quedado mal. Rose le dijo que todo estaba bien, otro día se daría cenar, ¡Y sí que los imprevistos eran a veces una buena noche!En su cama dio varias vueltas, la conversación con Víctor había fluido como si fueran dos viejos amigos del colegio y ahora se reencontraban, eso le había parecido a ella, era agradable, educado, lo que gustaba en Víctor era su sencillez, sin ninguna pose, sin ningún ritual, sencillamente natural.No quería que su mente siguiera haciendo preguntas, era hora de dormir y ella tenía una cita en la peluquería.Mientras en otro lugar de la ciudad, Lenin abría la puerta a Mery, quien pasaba por Sam,-Mery…pasa, no te preocupes, Sam está dormido en el sillón, es un buen chico-.-Gracias Lenin-.- ¿Quieres un café? Te lo hare con gusto,
-Mamá quiero que hablemos esta noche de algo importante, en algún momento si tu faltaras… ¿De quién sería el café? -.-Oh por Dios Lili, que pregunta más inoportuna, mamá es una mujer sana, joven y no es oportuno ahora salir con eso-. Lauren se quedó mirando a Lili.-Lauren no es para que te molestes, sencillamente era una pregunta-.-Pues bastante fuera de lugar-. Lauren se despedía después de pasar por la caja y pagar las cajas de galletas para sus compañeras, no la perdonarían que llegara sin ellas.-Madre creo que este café debe ser mío, tengo los medios para sostenerlo, soy estable y soy la mayor, espero que eso lo tengas en cuenta-.-Querida, no te preocupes tanto por el café, seguirá funcionando tal cual como está, y tengo muy claro que cuando no pueda, o no me de mi fuerza para seguir al frente, entonces lo venderé, creo que Josef, o Mely serán buenas opciones, pero no estoy de muerte Lili-.Lili la miró con frialdad, seguro que su preferido seria Omar, quizá se lo dejaría a é
En el café Charles le comentó que había cancelado la salida por un tema de trabajo, aunque se había desocupado con tiempo para llegar, pensó que no era buena idea, la apreciaba, no estaba quizás del todo listo para algo más, solo era una cita.-Aunque no niego que me gustas Rose, eres una mujer muy hermosa, y tu encantadora personalidad es aún más hermosa-.-Si, tal cual lo dices, seamos amigos, no es una relación ni un compromiso-.Rose tomaba su café, algo lejana a la plática de Charles quien en ese momento le contaba de su secretaria, se le había declarado, cosa que no le había hecho para nada gracia.-Una secretaria enamorada, una heroína sin lugar a dudas-. Dijo Rose.-Una mujer que estuve a punto de despedir-.-Menos mal, hubiese formado parte de la lista de desempleo-.-Rose, sueles tener sentido del humor-.-El sentido del humor ayuda en momentos críticos, que sería de la vida sin reírnos un poco de nosotros mismos, de los errores, o de las situaciones, ¿No te parece Charles?
Caminando hacia la cocina servía una taza de chocolate la cual colocó con dos galletas, sabía que su hijo nunca se negaba a una taza caliente humeante.-Perfecto para esta noche-.-Es lo mismo que imaginé-. Rose tomaba el suyo con calma.-Irá Melvin, ya lo conoces, Greta la ingeniera, aún quedan dos por confirmar, que sería Ted, Robert, no se aun bien madre-.-Creo que es celos querido, entiendo perfectamente, a veces hay que hacer algunos sacrificios por la familia, deben platicarlo, sobre todo tener la confianza como base-.-Madre, ese es el detalle, Nicole es celosa lo que está trayendo algunas situaciones, he hablado con ella al respecto-.-Pues hijo espero que todo se solucione para bien-. Rose le dio un cariñoso abrazo confortable.-Me voy, mañana nos veremos en la cena-.- ¿Y tu viaje? Ella depositaba las tazas en el lavaplatos.-Haré los cambios para viajar mejor el lunes, así mañana disfrutaré de tu postre, una buena cena, y tu compañía-.-Entonces, haré el mejor postre-. -E
Víctor se quedó pensativo unos minutos para reflexionar.-Sí, franceses y vinos Rose piénsalo, Italia te espera, te aseguro que pasarías las mejores vacaciones de tu vida, alguna vez escuchaste la historia de Mata Hari-.-Sí, aunque se han dicho muchas cosas, que en realidad no son, no era una espía como tal, era una alta cortesana de elite, por así decirlo, luego se han dicho muchas cosas que no son tales, jamás fue a una escuela de detectives como se ha dicho en algunas versiones, ni utilizó tinta invisible para enviar sus cartas, aunque el amor de su vida terminó traicionándola, esa es la parte triste-.-Rose, podrías darme una mano con alguna que otra nota-.-Creo que tienes mucho material para una buena historia, yo solo suelo hablar conmigo misma-. Rose hizo una mueca con sus labios.-Quizás, quizás, quizás-. Y dicho esto llegaba a su casa, dándole un beso tierno en sus mejillas, Rose le acarició sus cabellos, la velada había sido magnifica, y estaba segura que la noche se había
Rose consultaba su reloj, el tiempo era importante.-Bueno déjame ver… estaré de regreso a las nueve y media, está bien así que espera despacho estos pedidos, termina tu desayuno e iré por mis llaves-.Rose anunciaba que saldría un par de horas, y regresaría, ese día se horneaban galletas, pasteles, tartas, de todo para entretenerse.Gigi y Mery caminaban por la amplia tienda, las chicas iban a paso rápido cambiando las vidrieras, vistiendo maniquís con la nueva colección, en unos días se iría a Milán a un desfile, era fabulosa y fantástica en lo que hacía.-Creo que debemos reunirnos, sería bueno ir a ver a Rose esta noche, yo llevaré la cena, ayer te estuve marcando, pero…nada, sin respuesta alguna-.-Estuve algo ocupada, ya sabes algunos pendientes-.-Igual que yo, mi viaje es dentro de unas semanas, así que tendré que dejar varias cosas al día-. Gigi marcaba su teléfono, se quedó esperando respuesta.-Oh, Rose no responde, le marcaré en una hora-.-Bien Gigi, nos veremos en la noc
Charles le miraba con interés y suspicacia, eso daba a entender que le lugar le había llamado su atención, era un hermoso lugar.-Será una oficina, aquí será la administración, dejaremos la cocina, dos habitaciones, baño y este antejardín, Clarens me ha dicho que se quiere quedar aquí trabajando, es de confianza-.- ¿Es decir que tendrás que buscar secretaria para tu oficina del centro? –No, la vieja Dolly seguirá conmigo, ha estado en mi compañía durante largos veinte años, es toda una pieza de arte-.-Ni que lo digas, es como Mely, tiene años conmigo en el café-.-Algo así, Clarens tiene unos siete años, ella siempre está entrando y saliendo, aunque ahora con este proyecto su trabajo será vital para mí-.- ¿No todas las propiedades serán vendidas?-Dejaré algunas para rentarlas, siempre suelen venir amistades por trabajo de meses, las equiparé con todo, es también rentable para mí-.-Veo que eres un empresario con todo pensado-.-Igual eres tú, toda una empresaria del café, ni que d