—Ya sabes que tienes que superarlo en todo lo que puedas, Mikla —jugué con mis dedos nervioso, observando a mi hermano. Él tenía la presión de nuestro padre, siempre tenía que ser el número uno, aunque tenga que trabajar con él. Medio sonreí, terminando de comer—, solo te digo que, aunque estés trabajando en el mismo set que él, y que sea tú pareja de la serie, puedes fingir ser su amigo, llevarse bien, y cuando terminen las promociones o sea lo que sea que hagan, vuelves a odiarlo. Cómo lo has hecho toda la vida. ¿Entendiste?—Si, padre. Siempre lo he entendido —apreté su mano en forma de apoyo. Mikla asintió con una media sonrisa en sus labios—, gracias por su apoyo, los quiero mucho.—Terminé, estoy muy cansado, quiero irme a dormir. Buenas noches papá, y mamá —contesté.Mi madre se levantó acariciándome el cabello, para después dejarme un beso en la mejilla. Luego, mi padre me dio su sonrisa de aprobación. Suspirando, subí las escaleras para llegar a mi habitación. Me acosté en la
Se veían guapo los dos. No lo iba a negar. Mi hermano lucía con el mismo uniforme que yo tenía, y el otro chico, que era Thorn, lucía una chaqueta negra sujetándolo por el cuello al mismo tiempo que este lo apartaba. ‘El mal amor’; era el título de la serie. Toda la nación lo esperaba con ansías, pues era algo único, algo que nadie jamás había visto: Dos chicos como protagonistas. Me sentía orgulloso por mi hermano. Su carrera como actor estaba progresando mucho. ¿Será que el mundo se sorprendería si supieran de mí? ¿Si supieran que tiene un hermano gemelo? La verdad era que a veces si me provocaba salir de la oscuridad, pero, aquellos recuerdos amargos que deseaba olvidar me tenían atrapado entre mis peores pesadillas haciéndome detener en la locura. Salí de mis pensamientos cuando Mikla tronó sus dedos en mi rostro. Me preguntó que me estaba pasando. Observé mi plato que todavía estaba lleno, así que solo dije un ‘nada’. Suspiré comiendo con rapidez, para salir de casa. No quería
NARRA ARTHITHubo varias ocasiones dónde regresaba siempre tarde a casa. Nunca daba alguna explicación o algún motivo porqué en efecto, mis padres nunca se percataban de eso. Siempre me las arreglaba bien. Siempre me salía con la mía cuando ellos estaban en el café azul, hasta que en este momento no me había dado cuenta de que lo había arruinado todo. Bajé del coche con la ayuda de Win, ya que si no había hecho sexo en esta noche, que la salida hacía el bar dónde me reunía siempre valiera para algo.Me sostuvo un poco antes de que abrí la puerta. Tomé una bocanada de aire, sorprendido que mis padres estuvieran en la sala de estar. Mi madre tenía un vestido negro con lentejuelas, y mi padre, tenía un traje con corbata —se veía que venía de trabajar—, maldije. Eran la primera vez que me cachaban con ebriedad. Win, saludó a mis padres, pero con su mirada pude entender que estaba temblando del miedo, ¿y quién no lo harí
Escuché la puerta de mi cuarto abriéndose. Mi madre entró. Se sentó a mi lado con una suave sonrisa de oreja a oreja, nadie había dicho nada. Rápidamente, sequé la lágrima con mi mano.—No tienes que ser fuerte todo el tiempo —me dijo con su tono de amabilidad—, las personas pueden explotar de vez en cuando.—Si lo hago, me veré cómo un imbécil —ella se río, suspiré viendo al techo—, ¿están decepcionados de mí?No le había querido preguntar a ellos. Por eso quería siempre evitar el tema, porque por más que mis padres me dijeran que no, sabía que quizá en el fondo desearía que fuera un hombre ‘normal’; no la miré. Sólo abrazaba a la almohada que tenía en mi pecho, preparado para saber lo que ella pensaba.Habíamos pasado por mucho como familia. Mamá tenía que cuidarse de los prejuicios que decían sobre mí, aunque con su orgullo siempre nos defendía a capa y a espada. En cambio, a papá, era a la persona que más le había afectado sobre mi declaración. ¿Por qué decepcionarse de uno cuando
CAPÍTULO I CANCIÓN: Wish - Boy Sompob AÑO 1989 NARRA MORKParecía increíble que aquello estaba pasando: ¡Me estaba preparando para ir a la universidad! No sabía si i era porqué si era por mí o mis padres que me habían aceptado cuando me postulé hace semanas, pero eso no me había importado. Lo que realmente me importaba es que, por fin, saldré de casa. Hola, soy Mork Sang. Soy el segundo hijo de la familia, debido a que mi hermano gemelo Mikla, fue el primero en nacer, aunque por ciertos minutos de diferencia, cosa que siempre me había resultado gracioso porqué yo era mucho más alto que él.Mi familia está llena de artistas. Mi padre, Fight Sang fue un reconocido actor de dramas.
—Ya, ya lo sé —chasqueé mi lengua viendo como habíamos llegado al semáforo. Cuando puso la luz verde, este giró a la derecha de aquella calle—, tampoco es que quiero llenarlos de problemas. Ya tienes suficiente con tú drama.—Tontería —se rio este—, tú eres más importante —me sonrojé, me gustaba pasar tiempo con mi hermano, quizá por eso los celos, lo que me costaba admitir es que lo había extrañado—, si es cierto que a Thorn lo odio, pero… es mejor no hablar del tema. ¿Supiste que su hermano está en el segundo semestre?—Ya sé la rivalidad entre ambas familias…—suspiré—, padre ha odiado el padre de Thorn desde siempre, no entiendo por qué. No me quiere contar.—Es por qué no eres actor, como yo —rodeé los ojos, el se rio viendo al frente, diciendo una grosería cuando un carro que estaba de frente, no lo dejaba pasar—, estos imbéciles. ¿Por qué no manejan bien? —gruñó—, papa y el padre de Thorn fueron amigos de la infancia —abrí los ojos—, el odio creció cuando entraron en el mundo d
—Pero… Profesor…—susurró Sammy, tocando el hombro fuerte de este—, profesor Chang… En serio, él no es Mork.—¡Ya basta! —se quejó este, mis ojos empezaron a chillar. Miré a los alumnos, mis pulmones empezaron a acelerarse rápidamente cuando comencé a respirar ferozmente—, ya estoy harto de que me hagas bromas pesadas como estas, Mikla.—No…No…—traté de responder, pero no podía.Mis pulmones estaban acelerados. Podía sentir como mis ojos estaban a punto de llorar en ese momento tras las risas de los alumnos que estaban sentados en aquellos pupitres de madera. Mis manos temblaban, y por más que trataba de reaccionar simplemente no podía hacerlo. Sentía que podía morir ahí mismo.Y fue ahí cuando alguien fue corriendo hacía a mí. Fue ahí cuando soló me concentré en él. Sus brazos me rodearon con suavidad sobre mi cuerpo, nuestras miradas se habían conectado con suavidad, y por alguna razón, mi ataque de pánico se estaba disminuyendo. Arthit. Era Arthit que me sonreía. Era él quién calmab
La música retumbaba en mis oídos en aquel espacio cerrado dónde estaba. Ahí estaba yo, un día antes de comenzar las clases, antes de iniciar un nuevo comienzo. Me encontraba en esos sitios dónde el alcohol y la música era un mismo corazón, dónde las personas que estaban pegadas no hacían más que restregarse porqué según ellos, eso era el baile moderno hoy en día. Miré a mi amigo, Win estaba sentado a mi lado moviendo su cabellera rubia.No sé si era yo. O era el alcohol que había estado ingresando en estas últimas horas, pero sentía aquella adrenalina recorrer por todo mi cuerpo, dónde pedía más acción que palabra. Soy, así era yo, un chico de veintiún años perdido de la vida, pero disfrutando de aquellos cuerpos que me ponían a mi merced. Tomé la mano del contrario, haciendo que este me mirara asesinamente. ¿Por qué Win era tan aburrido?—¿Qué? —pregunté absorbiendo la última gota de mi vaso, con una sonrisa de oreja a oreja—, estamos en la última noche de verano, Win. Déjate llevar.