Bosque Encantado de Hoia-Baciu-Rumanía.
Cumpleaños de Velkan y ascenso a Alfa.
Diez años atrás...
Ares.
Un día, solo eso faltaba para que mi hermano tomara su lugar como alfa de la manada Guaico, una población mestiza donde los lobos conviven con los vampiros, hadas, ángeles, demonios, brujas y muchísimas cosas más. Yo era su Beta, no diré que el mejor de todos, pero estaba con él. Mara y Katrina también estaban desde el inicio de todo esto y Katrina, siempre estuvo de mi lado, amándome, aun sabiendo que yo la rechazaba.
Yo no quería otra mate… mi luna no podía ser ella, mi lobo la rechazaba y mientras lo siguiera haciendo, yo no podía hacer nada.
¿Por qué dije que faltaba un día para el ascenso a alfa de mi hermano? Mi padre estaba cegado por el poder y necesitábamos que Velkan tomara su posición. A mí me iban a enviar a otro lado, porque una manada en Grecia, estaba vagando sin rumbo con un Alfa abusivo y yo me haría cargo de la manada.
Sería el nuevo alfa y aunque no estaba de acuerdo en dejar mi manada por ir a otra, podía adueñarme de esa y no veía problema.
—¿Entonces, esta vez sí entendiste bien? —la voz de Taker, le explicaba a Sara lo que debía hacer—. No saques cuentas de acuerdo a las fechas de tu dimensión porque no te darán igual, nada es similar al lugar de donde vienes. Pensándolo mejor, es como si nosotros viviéramos solo a seis horas de diferencia, pero lo que cambia es que nosotros aquí existimos y en tu dimensión no.
La mate de Velkan venía de otro lado, era algo bastante fuera de lo común porque no nos quería, pero al ir pasando el tiempo, le fuimos agarrando cariño y se terminó ganando el lugar de Luna de la manada.
Yo me encontraba a una distancia en donde pudiera darle espacio a ella. No quería que se sintiera más presionada de lo que ya estaba.
Aún nos tenía un poco de miedo.
Ahí se encontraba nuestro padre, muy serio viendo a Velkan, el color de sus ojos cambiaban rápidamente y no sé podía definir un color en específico. Algo que teníamos en nuestra manada, que nos distinguía del resto, eran nuestros ojos. Somos lobos originales, pura sangre y aunque mi hija fue rechazada por no venir de una loba pura, también nació con heterocromía. El miedo se apoderó del cuerpo de Sara al ver la sonrisa macabra de mi padre. Taker da dos pasos hacia adelante y Aarón aparece de la nada a su lado, ella se gira a verlo y está completamente transformado en un demonio, Mara está a su lado, sus orejas puntiagudas y un color verde claro en su piel, la hacen sorprender, Katrina es… ya ustedes saben como es ella. Todos estaban esperando el ataque de mi padre y por mi parte, solo podía intervenir si Sara se encontraba en peligro.
Aún no era momento para eso.
Velkan me había pedido proteger a su mate.
Una campana sonó a lo lejos, haciéndome erizar su piel, los humanos que quedaban se transformaron en lobos y todos hicimos una reverencia en dirección a Velkan.
Había llegado la hora.
—¡No, no lo alaben que su alfa soy yo! —gritaba, Daniels.
Los vampiros, mis amigos, Taker... todos, hacían reverencia ante Velkan, ella miró al cielo y la última luna llena del año brilló fuertemente.
Iluminaba el bosque y no había ni una nube que se interpusiera en ella.
—¡No permitan que él ascienda porque destruirá a la manada a su antojo! —se volteaba en busca de algún tipo de ayuda.
—Son las doce… —dijo mi madre con orgullo—. Mi hijo pudo controlar su lobo interior y la diosa Luna le permitió llegar a alfa legendario. Después de cuatrocientos años volvemos a tener un lobo de sangre pura.
Yo era el hermano mayor, pero debido al nacimiento de mi hija, nunca pude tomar el lugar como alfa.
También era un lobo de sangre pura.
La madre de mi pequeña era un hada y eso no estaba bien visto... no ante los ojos de Daniels, el hombre que consideré mi padre por muchos años.
—¡Por favor, que alguien lo ayude o haga algo para que no sienta más dolor! —intentó acercarse, pero Aarón la detiene, su mano quema su piel haciéndole hacer una mueca de dolor.
Ella abrió los ojos con sorpresa y asintió rápidamente, vuelve a ver a Velkan y quedó impactada al ver su pecho levantarse y nuevamente crujir, empezó a llorar y sentir desespero por no poder hacer nada.
—No llores, bonita. Yo estoy bien y si tú lloras me harás sentir inútil por no poder hacer nada para ayudarte —se podía sentir el dolor en la voz de mi hermano.
—Lo prometo. No lloraré más —limpió sus lágrimas, y le sonrió cuando sus ojos se encontraron con los de ella.
Eché de menos a mi mujer…
Eché de menos a Amelia…
—Así eres más hermosa, mi luna —su voz temblorosa, me apretaba el pecho.
Como lobo o como hermano, no podía hacer más nada que solo esperar en silencio.
Aunque yo estaba dándole mis respetos al nuevo alfa, no podía dejar de proteger a Sara. Su cabeza giraba de un lado al otro esperando que todo acabara. Nuestro padre estaba de espaldas peleando con mi madre, ella aprovechó de acercarse de manera sigilosa a mi hermano.
"No te muevas, Ares"
Esa era la voz de mi hermano… Tampoco pensaba hacerlo.
Verlos de esa manera me recordaron a Amelia.
—Hola, tonto —me dice cuando llegó a mí, estaba acostado en medio del campus de la universidad—. ¿Qué tan mal te fue en el examen de mercado de capitales?
Podía escuchar el latido acelerado de su corazón. La conocí en mi segundo año de universidad y la reclamé como mía. Desde ese entonces estamos juntos y esperamos tener una vida feliz, obviando el hecho de que yo seré un alfa pronto.
—Eres la mujer más hermosa que mis ojos pudieron conocer —respondo su saludo, me siento en la grama mientras la veo—. Soy un genio, sabes mejor que nadie lo increíble que soy en todo esto.
Al ser el próximo alfa, tenía muchas presiones y no debía fallar nunca.
—Lo sé y por eso te amo —besó mis labios.
El crujido de los huesos de Velkan, me regresan a la realidad, su piel gris, su cabello estaba creciendo y la forma de su rostro estaba cambiando, colmillos salieron de su boca y su nariz estaba cada vez más alargada.
Su rostro estaba perdiendo su forma humana.
Era peligroso para ella.
—¡Sara! —fui rápidamente hacia ella, tomándola de la cintura y levantándola del suelo—. No es seguro para ti estar ahí.
El aullido de un lobo se escuchó muy cerca, un relámpago cayó en Velkan y sentí como el cuerpo de Sara se tensó.
—¡Velkan! —gritó entre lágrimas.
Mi padre se transformó en lobo y varias brujas vestidas de negro aparecieron para estar a su lado. El cuerpo de Velkan había desaparecido y el resto de la manada nos pusimos en alerta por la aparición de las brujas.
Intento apartarla del lugar, pero las brujas nos rodean y alejan del resto de la manada. Los aullidos y los gritos en otros lados del bosque se escuchaban.
—¿A dónde van? Esta forastera no se va de aquí a menos que esté muerta —mi padre la mira con asco y a mí, con decepción.
—Debemos sacarte de aquí como sea —murmuro, tomándola del brazo, la empiezo a jalar mientras los demás pelean contra las brujas.
Antes de que alguien pudiera decir algo más, mi padre nos golpeó con una de sus patas, Sara y yo fuimos lanzados por el aire, logrando que la espalda de la pelirroja fuera golpeada por un árbol, el dolor fue intenso, desgarrador y tan doloroso que su rostro no supo controlar tantas emociones juntas.
—Sara, ¿estás bien? —le pregunto, haciéndola sobresaltarse cuando llego a ella nuevamente, intentó levantarse, pero el dolor era demasiado intenso—. M****a, Sara... tú no…
Me sonríe.
—No digas nada. Pásame tu mano y ayúdame a levantarme —me pide con dificultad—. Solo es un pequeño golpe en la espalda.
—Velkan me va a matar cuando vea que te golpearon así, Sara —la ayudo a ponerse de pie.
—¡Morirás, forastera! —el gruñido de Daniels fue fuerte, áspero y tenebroso.
Me puse frente a ella para protegerla y el aullido de Velkan me hizo sonreír.
Estaba listo.
Todos en la manada le respondimos el aullido, haciendo que las brujas empezaran a diestra y siniestra, a matar a todos a su paso.
Tomé del brazo a Sara por seguridad y en alerta por lo que había dicho mi padre.
—Corre, vete lejos… —murmuré, ella era mi amiga.
La única persona que no miró mal a mi hija y la quiso sinceramente.
Yo me enfrentaría a mi padre.
—Gracias… —me dice.
Empieza a correr y mi transformación da inicio.
—Deberías ver a cuál debes proteger —la voz de mi padre invade mi mente—. Date la vuelta y entenderás todo, hijo mío.
Al girarme, veo como una de las brujas tenía a Valentina, iba a dejarlo pasar, pero no podía, no puedo dejarla ahí porque ella no tiene la culpa.
Mi bebé no tiene la culpa de nada.
—Vamos, mocosa, tú no debiste seguir a los adultos, debiste quedarte en tu casa como un perro obediente —la tomaban por el cabello.
Cuando intento acercarme, soy detenido por una de las brujas. No podía entender todo como quisiera, ya que estaba paralizado. Solo veía los movimientos de las personas en cámara lenta.
—¡Sara! —el grito de todos, hicieron que ella empezara a llorar.
No otra vez… por favor.
La rama fue sacada de su pecho y cayó al suelo haciendo un estruendo, un gran lobo blanco acabó con la bruja que había lastimado a Sara y sonrío al ver que se encargó de ella, pero la mente se me llena de todo lo que viví con Amelia.
—Perdóname quería llegar antes, pero me fue imposible, amor —mi voz era ronca y mi pecho sentía dolor, el rostro de Amelia era sereno—. ¿Dime qué estarás bien?
—Mi bonito, todo está bien —la tomo entre mis brazos mientras veo su herida—. No es tu culpa. No podía dejar que le hiciera daño a nuestra hija. Porque puede que su madre sea un hada, pero Valentina es una descendiente de un pura sangre. Sus ojos no mienten. Jamás te fui infiel, Ares.
Sus ojitos se llenan de lágrimas y mi lobo moría por dentro. Estaba cayendo en un sueño profundo.
—Mi amor, después de buscarte tantos años… yo jamás puse en duda tu fidelidad hacia mí, bonita —me callo por unos minutos—. ¡Maldición, no me dejes!
Amelia parecía tan desconcertada y respirar se le estaba dificultando.
—No, tú no... —el lamento de Mara la hizo llorar.
Ellas eran mejores amigas y compartían el mismo secreto al ser hadas.
—¿Nuestra hija está bien? —tosió, preguntando por la bebé.
—Sí, mi amor, todos estamos bien —beso su frente y la acurruco más en mis brazos—. Si este era nuestro final, juro por la Diosa Luna que te hubiese dejado libre. Tú merecías un amor más sano y lejos de todo esto —la abrazo mientras sollozo.
La luna se hizo más brillante y con ella vino la lluvia, un lobo con una hermosa mujer encima de él, se apareció frente a mí.
—Ares, creo que ya es hora... —su respiración era cada vez más lenta.
—No… si la Diosa no viene… —le respondo, miro hacia el frente—. Amelia… no me hagas esto. Mi amor, tenemos una hija.
—Es la primera Luna de su manada —sonrió con dificultad—. Me dijo que vino por mí.
—¡No, Sara! —el grito de Velkan, me hizo volver a la realidad—. Mi vida, tú no me puedes dejar, por favor.
—Me duele respirar —su cuerpo titiritaba del frío—. Perdóname por no haber sido una chica normal y no haberte aceptado todo este tiempo, pero nunca olvides lo mucho que te amo.
—Sara, no te despidas —lo escuchaba llorar, lo sabía, porque yo también lo estaba al recordar a Amelia—. Mi amor, tú eres mía, yo te reclamé. ¡Joder, Sara, tú eres mi mate!
Padre, nos quitaste nuestras Lunas porque simplemente te dio la gana…
Yo nunca pude despedirme de Amelia. No pude pedirle perdón ni decirle cuánto la amaba. Mi respiración se detuvo porque mi padre también había matado a mi amada Amelia.
Nuestras Lunas murieron por amarnos.
—¡NO! —el grito desgarrador de Velkan, se escuchó—. ¡Sara, no me dejes, por favor!
Y sí, Yara cumplió el último deseo de Sara y Amelia. Solo ella protegerá el nuevo legado de Ares y Velkan, dándole inicio a una nueva era.
—No pude lograr quedarme tampoco. ¿Podrías permitir que uno de los hermanos sea feliz? Quiero que mi hija tenga una buena madre y mi esposo una esposa que ame —le pide Amelia a Yara.
—Lo prometo —les respondió Yara.
—No quiero que sufra y quiero que me recuerde sin dolor —ambas se miran a los ojos.
—Lo prometo, cariño —le da la mano—. Serás un ángel para Valentina y todo aquel que te amó sinceramente. Fuiste una buena madre y esposa, Amelia.
—Por favor, que esta vez su mate y él logren ser felices —una lágrima caía de su rostro, tomó la mano de Yara y juntas desaparecieron entre el bosque y la oscuridad.
Ares tendrá su nuevo amanecer si lo acepta.
Así es la vida y hoy le tocó aprender la última lección.
El para siempre también puede ser corto si así lo decide el destino.
En la actualidad…Atenas-Grecia.Academia de ballet Angel`s.Ares.Han pasado diez años desde que Sara, la única persona que consideré mi amiga, murió. A mi hermano le costó mucho aceptar lo que le sucedió. También me costó aprender a vivir sin ella y a descubrir que el mundo brillaba menos, sin las dos Lunas, que mi padre nos había arrebatado. Ayla llegó en el momento perfecto para Velkan y descubrió nuevamente que es el amor.Por mi parte, las cosas no fueron de color de rosa. Tengo una hija de 10 años que me costó criar porque no sabía nada de cómo ser un padre. Quería ser bueno para Valentina, pero no sabía cómo hacerlo. Otra cosa es Katrina… Ella ha estado conmigo desde la muerte de Amelia, pero no puedo responder a sus sentimientos. Se supone que estamos en una relación de amigos. Salimos como amigos y yo la quiero de esa manera, pero ella quiere más. En la manada Diamond no la quieren por ser una mujer peligrosa, no la aceptan y de hecho, le prohíben la entrada a la manada cua
Porque todo será diferente ahora…Un nuevo mate apareció en mi vida.Ares.Voy a dejar pasar un segundo porque mi hija está tratando de pelear conmigo por mi mate. Voy a seguir fingiendo que con la aparición de esa mujer no me está trayendo miles de sentimientos extraños. Me siento diferente por el despertar de mi lobo, que tenía años dormido.No sabía que lo necesitaba tanto hasta que reaccionó. Simplemente me había acostumbrado a su sueño profundo, pero no quiero aceptar que esa castaña es mi nueva Luna.Maldición, solo han pasado nueve años desde la muerte de Amelia.También perdí a mi mejor amiga y ambas muertes me persiguen a donde sea que vaya. El recuerdo de Amelia me come el pensamiento por las noches y mi cerebro no coordina cuando de ella se trata. Amelia merecía el universo si era necesario. No debió morir y yo debí hacer algo por ella. Podía intentar protegerla de mi padre, pero era un hombre sin poder y muy marginado. Poco a poco fui perdiendo liderazgo y después de unos
¿Me doy por vencido o no?Quiero y necesito saber de ella…Esperé el tiempo que fue necesario, ya que quería estar cerca de esa humana. No quise presionarla y la dejé sola en el salón de clase.Quería darle su espacio y que no me tuviera miedo…Es difícil no tenerle miedo al presidente de la academia de ballet, lo sé. Soy el CEO y la persona que puede destruir la vida de cualquiera de estos increíbles bailarines.Dos horas más tarde pude volver a tener algún tipo de acercamiento con Leah.—Me disculpo por hacerlo esperar tanto tiempo —dice la castaña, entrando a mi oficina —. Estaba terminando de practicar, ya que mañana tengo una presentación.Eso último lo dice con un poco de molestia.—Tome asiento —le señalo la silla frente a mi escritorio—. ¿Qué tipo de obra tiene mañana?Camina hacia la silla y con una sonrisa, que iluminaba cualquier calle oscura, vuelve a hablar.—Es el lago de los cisnes —apoyo mi espalda en mi silla ortopédica mientras la escucho—. La última vez que se hizo
Ares.Había llegado a casa cansado de todo. De luchar con Surt por mantenerse tranquilo y que me dejara pensar. Quería mantenerlo al margen, pero es un lobo y prácticamente hace lo que él quiere. Fui a la habitación de Valentina, porque por la hora, debe ya estar acostada, esperando por mí. Abro la puerta rosa que estaba frente a mí y ahí se encontraba mi pequeña.Su pijama de unicornios la hacía ver adorable y hermosa.Mi hija es bellísima.—¿Entonces decidiste aceptar una novia para mí? Estuviste con ella y con Mara después de dejarme en la academia. ¿Te gusta mucho Leah, mi princesa?—Papi, es que ella es muy mona, papito —palmea el lado vacío de su cama—. La quiero para que esté contigo en la manada. Es alta y muy guapa. No le tiene miedo a mis ojos y dice que puedo ser lo que yo quiera.—Valentina, pero debes ser menos posesiva con Leah —la veo fruncir el ceño mientras me voy acercando—. Cariño, ella es la mate de papá y mientras no la tenga en la manada, no puedes ser así con el
A la mañana siguiente…Manada Diamond.Ares.Quería estar bien con Valentina, mi hija está en una edad rebelde porque su loba interior no ha despertado, pero tiene ciertos síntomas presentes. Normalmente, las niñas, al cumplir su décimo cumpleaños, obtienen su loba y se convierten en señoritas. Valentina tiene síntomas hormonales más fuertes que el resto de las niñas, y es porque está mezclado su loba con su ciclo menstrual.¿Cómo sé sobre eso? Mara me lo ha explicado durante diez años.Quisiera que Valentina no tuviera que pasar por eso. Me refiero a tener que pasar por su despertar y desarrollo. Son dolores muy fuertes que me gustaría evitarle.Katrina había regresado a la casa, pero esta vez en el desayuno, para poder hablar con Mara. Debía ser un tema urgente porque mi querida Marita, se iría de viaje en dos días. Tampoco sé qué haré con su partida, ya que sigo sin conseguir quién pueda cuidar de Valentina a tiempo completo…O por lo menos mantenerla lejos de Katrina.Ahora que lo
Academia de Ballet Angel’s.Unas horas después…Ares.Sabía que Katrina quería respuestas y por eso, había venido a la academia. Ella estaba herida por lo que había dicho Valentina y por haberle ocultado lo de Leah siendo mi Luna, pero tampoco es que han pasado muchos días, solo omití el hecho por unos instantes.La había perseguido por todo el camino para evitar que Leah estuviese en peligro. Le he pedido a Charlotte que si veía algo extraño en la academia, detuviera el tiempo y se enfrentará a Katrina. Charlotte es un ángel caído y es pupila de Aaron, una de los mejores demonios que hay en el inframundo por ser estudiante del rey demonio.El tiempo detenido me recibió en la academia, Katrina y Charlotte estaban peleando. El ángel caído tenía contra la pared a Katrina, que estaba tratando de convertirse en la muerte. Mi lobo quería destrozar a Katrina, al ver el estado de Leah.—¡Esa humana me robó mi lugar! ¿Ahora todos la quieren porque es débil y hermosa? A ella no la critican por
Vamos poco a poco...Ares.Me sentía mal por la manera en que habían sucedido las cosas con Katrina. No quería que termináramos así, pero por lo visto, no había otra manera de hacerlo. Tengo que hablar con Valentina y lo que hizo hoy. No debió meterse en los problemas de adultos, pero ya no se puede hacer nada.El daño ya se hizo y Katrina está lastimada.Reclamé como mía a Leah y sí, es probable que ella no me acepte con lo que soy y también es seguro que me hundí en un problema innecesario.Soy un completo desastre… como alfa, como padre, como amante o lo que sea que puedo intentar ser.—Supongo que todo salió bien con Katrina —se burla Mara, entrando a la oficina—. En otras ocasiones habrías perdido la cordura por una humana, pero decidiste marcarla mientras estaba desmayada.Hago una mueca de desagrado.—No tuve elección y quería dejar claro quién era mi nueva Luna —le digo serio, viéndola sentarse frente a mi escritorio—. Había llegado al límite de mi control y ya estaba empezand
Creo que tal vez...Ares.Aunque tengo una nueva Luna y la he marcado, me duele muchísimo aceptarla. Sé qué probablemente le estoy haciendo mucho daño también a Surt, pero mi lealtad y mi amor siempre pertenecerán a Amelia… o eso creía.No puedo olvidarla de la noche a la mañana, es la madre de mi hija y la persona que más me ha amado en esta vida. Amelia vivió y se dedicó completamente a su familia. Me dio todo lo que ella podía y renunció a su mundo para venir al mío. Aceptó ser mi mate aun cuando me tenía miedo. No diré que Amelia fue una mujer cruel porque ella fue la persona más pura y tierna de este planeta. Ella y Valentina eran mi mundo y con eso me bastaba para seguir mi camino, pero maldigo al destino que le gusta darme unas lecciones que jamás lograré entender.—Charlotte… —murmura Leah, mientras se remueve entre en el sofá—, te he dicho tantas veces que debes bañarte al acostarte…La miro fijamente, admirando a la hermosa mujer que tenía frente a mí. Por culpa de Surt, sig