Porque todo será diferente ahora…
Un nuevo mate apareció en mi vida.
Ares.
Voy a dejar pasar un segundo porque mi hija está tratando de pelear conmigo por mi mate. Voy a seguir fingiendo que con la aparición de esa mujer no me está trayendo miles de sentimientos extraños. Me siento diferente por el despertar de mi lobo, que tenía años dormido.
No sabía que lo necesitaba tanto hasta que reaccionó. Simplemente me había acostumbrado a su sueño profundo, pero no quiero aceptar que esa castaña es mi nueva Luna.
Maldición, solo han pasado nueve años desde la muerte de Amelia.
También perdí a mi mejor amiga y ambas muertes me persiguen a donde sea que vaya. El recuerdo de Amelia me come el pensamiento por las noches y mi cerebro no coordina cuando de ella se trata. Amelia merecía el universo si era necesario. No debió morir y yo debí hacer algo por ella. Podía intentar protegerla de mi padre, pero era un hombre sin poder y muy marginado. Poco a poco fui perdiendo liderazgo y después de unos años, perdí completamente el respeto de la manada.
No había manera de hacerla sentir segura o que estuviese a salvo. En mis narices, un día tranquilo en familia, la perdí. Su recuerdo, su cuerpo frío, la manera en que dejó de verme, es mi infierno en la tierra.
El recuerdo de Amelia me hunde y simplemente no puedo salir de eso.
"¡Deja los lamentos y reclama a mi mate!"
Me exigía Surt.
Pero es que mi mente estaba entre sí y no. Quería serle fiel hasta ese fantasma, pero siento que no podré hacerlo más… ya no.
"¡No me dejes sin ella!"
Sentía la rabia y frustración de Surt y de lo mucho que quería salir.
¡No puedo, Surt! Hermano, no puedo hacerle eso a Amelia…
Si acepto a la castaña, entonces estaría admitiendo que ella si murió y no va a regresar jamás.
Entiéndeme un poco, Surt.
Valentina se acerca a donde estaba yo, y con una sonrisa burlona me habla.
—No voy a compartirla, papi —olfatea el aire—. Yo la vi primero y me quiere a mí, no a ti.
—Valentina, no hagas cosas que me obliguen a castigarte —le advierto, agachándome para mirarla frente a frente—. Déjame ir hacia ella y veremos si te acepta a ti. Debes saber que el del dinero soy yo, cariño.
Alzo la vista para ver a la castaña, pero ya no estaba ahí.
—Se fue a su clase de ballet. Me dijo que tenía un padre tenebroso —niega con la cabeza con decepción—. Deberías ser como yo, papi —la miro serio—. Ay, papi, se un poco más adorable y sensible. A nadie le gustan los hombres feos con mala cara. Mira que mis profesores te tienen miedo y las mamás de mis amigas también.
—Bien, solo seré bueno con la chica —respondo—. Pero te dejaré claro que no estoy feliz por como tratas a tu padre. Soy muy amigable contigo y te amo, pero te pasas de grosera con tu alfa.
—Papi, ahora deja de ser tan tonto y ve por ella. No la puedo marcar, pero sí la quiero como la novia para ti —se acerca a mi odio para murmurar—. Ella está en el salón 4B.
Me dio un beso en la mejilla y con una hermosa sonrisa, lo comprendí rápidamente. Ella estaba aceptando a mi mate y solo actuaba así porque temía que la fuera a alejar de ella. El olor de la castaña estaba impregnado en Valentina. Sutil, pero muy notable para nosotros.
La hija del alfa había elegido a una nueva pareja para su padre y solo quedaba que yo también lo hiciera.
—Mara, quédate con ella, por favor —le doy un beso en la frente a mi hija—. No quiero que vuelva a desaparecer así.
Me levanto y espero su respuesta.
—Bien —toma la manito de Valen—. Solo no vayas a alejarla. Es algo bueno lo que sucede con la niña y ella. No seas un ogro, por favor.
El olor a flores me embriagaba y me invitaban a ir donde estaba la castaña. Sentía una necesidad muy grande por clavar mis colmillos en ella y dejarla marcada para siempre.
—No quiero aceptarla, Mara —admito, ella me ve con nostalgia—. Siento que olvidaré a Amelia si acepto a esta chica…
—Jamás podrás olvidar a Amelia porque Valentina es la versión pequeña de ella —suspira—. Ve con la chica y trata de alejar los pensamientos que te dicen que le harás algo malo a su memoria.
Estoy completamente confundido porque Surt no había reaccionado en años y pensaba que jamás volvería a despertar por una mujer.
No esperaba que mis sentimientos terminarían cambiando en cuestión de segundos al ver a mi Luna.
***
Después de recuperar el control y prácticamente obligar a Surt, a que se quedara tranquilo y me dejara tratar de hablar con la castaña, pude ir a buscarla. El salón era uno de los más solicitados por los mejores bailarines, solo tenían acceso los que lograban pasar las pruebas internas que les hacía Katrina.
Resulta que la mujer que me ama, terminó reclutando a la que será la mate de mi manada.
«Supongo que en cualquier momento me tocará hablar con Katrina sobre lo que está sucediendo ahora.», pensé, llegando al salón 4B.
El número 4B de la pared de madera del salón, me da la bienvenida. Abro la puerta y veo como varias bailarinas están rodeando a la castaña. No podía oler molestia o algo que amerite mi intervención, así que desde lejos, los observo.
Parecía una conversación importante.
Honestamente, no me importa, ella es mía.
Decidí entrar al salón, haciendo que los bailarines se dieran cuenta de mi presencia y se giraran a verme.
—¿CEO, que hace aquí? —pregunta, un chico.
No quiero hablar contigo.
Paso la mirada por cada uno de los bailarines. Ellos son los mejores y las estrellas que dejan más dinero en la academia.
—Vine a hablar con la señorita de allá —señalo a la castaña.
Ella alza una ceja, clavando sus ojos verdes en mí.
Joder… estoy perdido.
—¿Hice algo malo? —pregunta con preocupación—. Es mi turno de usar el salón. No estoy interrumpiendo a mis compañeros, solo nos estamos saludando.
Asiento, pero no me importa.
—No, no vengo porque hiciera algo malo —suspira de alivio—. Vine porque usted estuvo con mi hija cuando la perdí de vista unos minutos.
—Oh, lo siento, no lo sabía. No hemos hablado de nada fuerte, ella estaba asustada y vino conmigo. Estuvimos hablando porque ella quiere aprender ballet —alzo una ceja—. Es una niña muy adorable y hermosa. Dijo que hablaría con su padre para que la inscribiera en la clase de ballet que doy por las noches aquí.
Tengo una hija muy astuta.
—Sí, justamente de eso quiero hablar con usted —suspira, me sonríe tiernamente, haciendo que Surt, se empiece a descontrolar otra vez—. Quiero información sobre esas clases y cómo podría mi hija participar.
—Ahora mismo debo practicar, pero termino en unas horas. ¿Puede esperar por mí? —preguntó, interesada.
Toda la vida esperaría si es necesario.
—Claro, nos vemos en un rato —extiendo mi mano—. Soy Ares, CEO de la academia. ¿Cuál es su nombre, señorita?
—Me llamo Leah Spencer —toma mi mano—. Bailarina estrella de la academia… bueno, casi retirada.
—Un gusto conocerla, señorita Spencer —respondo, sintiendo como su cálida mano se ponía sudada.
Es la mujer más hermosa que mis ojos pudieron ver.
Necesito reclamar como mía y hacerla mi Luna para siempre.
¿Me doy por vencido o no?Quiero y necesito saber de ella…Esperé el tiempo que fue necesario, ya que quería estar cerca de esa humana. No quise presionarla y la dejé sola en el salón de clase.Quería darle su espacio y que no me tuviera miedo…Es difícil no tenerle miedo al presidente de la academia de ballet, lo sé. Soy el CEO y la persona que puede destruir la vida de cualquiera de estos increíbles bailarines.Dos horas más tarde pude volver a tener algún tipo de acercamiento con Leah.—Me disculpo por hacerlo esperar tanto tiempo —dice la castaña, entrando a mi oficina —. Estaba terminando de practicar, ya que mañana tengo una presentación.Eso último lo dice con un poco de molestia.—Tome asiento —le señalo la silla frente a mi escritorio—. ¿Qué tipo de obra tiene mañana?Camina hacia la silla y con una sonrisa, que iluminaba cualquier calle oscura, vuelve a hablar.—Es el lago de los cisnes —apoyo mi espalda en mi silla ortopédica mientras la escucho—. La última vez que se hizo
Ares.Había llegado a casa cansado de todo. De luchar con Surt por mantenerse tranquilo y que me dejara pensar. Quería mantenerlo al margen, pero es un lobo y prácticamente hace lo que él quiere. Fui a la habitación de Valentina, porque por la hora, debe ya estar acostada, esperando por mí. Abro la puerta rosa que estaba frente a mí y ahí se encontraba mi pequeña.Su pijama de unicornios la hacía ver adorable y hermosa.Mi hija es bellísima.—¿Entonces decidiste aceptar una novia para mí? Estuviste con ella y con Mara después de dejarme en la academia. ¿Te gusta mucho Leah, mi princesa?—Papi, es que ella es muy mona, papito —palmea el lado vacío de su cama—. La quiero para que esté contigo en la manada. Es alta y muy guapa. No le tiene miedo a mis ojos y dice que puedo ser lo que yo quiera.—Valentina, pero debes ser menos posesiva con Leah —la veo fruncir el ceño mientras me voy acercando—. Cariño, ella es la mate de papá y mientras no la tenga en la manada, no puedes ser así con el
A la mañana siguiente…Manada Diamond.Ares.Quería estar bien con Valentina, mi hija está en una edad rebelde porque su loba interior no ha despertado, pero tiene ciertos síntomas presentes. Normalmente, las niñas, al cumplir su décimo cumpleaños, obtienen su loba y se convierten en señoritas. Valentina tiene síntomas hormonales más fuertes que el resto de las niñas, y es porque está mezclado su loba con su ciclo menstrual.¿Cómo sé sobre eso? Mara me lo ha explicado durante diez años.Quisiera que Valentina no tuviera que pasar por eso. Me refiero a tener que pasar por su despertar y desarrollo. Son dolores muy fuertes que me gustaría evitarle.Katrina había regresado a la casa, pero esta vez en el desayuno, para poder hablar con Mara. Debía ser un tema urgente porque mi querida Marita, se iría de viaje en dos días. Tampoco sé qué haré con su partida, ya que sigo sin conseguir quién pueda cuidar de Valentina a tiempo completo…O por lo menos mantenerla lejos de Katrina.Ahora que lo
Academia de Ballet Angel’s.Unas horas después…Ares.Sabía que Katrina quería respuestas y por eso, había venido a la academia. Ella estaba herida por lo que había dicho Valentina y por haberle ocultado lo de Leah siendo mi Luna, pero tampoco es que han pasado muchos días, solo omití el hecho por unos instantes.La había perseguido por todo el camino para evitar que Leah estuviese en peligro. Le he pedido a Charlotte que si veía algo extraño en la academia, detuviera el tiempo y se enfrentará a Katrina. Charlotte es un ángel caído y es pupila de Aaron, una de los mejores demonios que hay en el inframundo por ser estudiante del rey demonio.El tiempo detenido me recibió en la academia, Katrina y Charlotte estaban peleando. El ángel caído tenía contra la pared a Katrina, que estaba tratando de convertirse en la muerte. Mi lobo quería destrozar a Katrina, al ver el estado de Leah.—¡Esa humana me robó mi lugar! ¿Ahora todos la quieren porque es débil y hermosa? A ella no la critican por
Vamos poco a poco...Ares.Me sentía mal por la manera en que habían sucedido las cosas con Katrina. No quería que termináramos así, pero por lo visto, no había otra manera de hacerlo. Tengo que hablar con Valentina y lo que hizo hoy. No debió meterse en los problemas de adultos, pero ya no se puede hacer nada.El daño ya se hizo y Katrina está lastimada.Reclamé como mía a Leah y sí, es probable que ella no me acepte con lo que soy y también es seguro que me hundí en un problema innecesario.Soy un completo desastre… como alfa, como padre, como amante o lo que sea que puedo intentar ser.—Supongo que todo salió bien con Katrina —se burla Mara, entrando a la oficina—. En otras ocasiones habrías perdido la cordura por una humana, pero decidiste marcarla mientras estaba desmayada.Hago una mueca de desagrado.—No tuve elección y quería dejar claro quién era mi nueva Luna —le digo serio, viéndola sentarse frente a mi escritorio—. Había llegado al límite de mi control y ya estaba empezand
Creo que tal vez...Ares.Aunque tengo una nueva Luna y la he marcado, me duele muchísimo aceptarla. Sé qué probablemente le estoy haciendo mucho daño también a Surt, pero mi lealtad y mi amor siempre pertenecerán a Amelia… o eso creía.No puedo olvidarla de la noche a la mañana, es la madre de mi hija y la persona que más me ha amado en esta vida. Amelia vivió y se dedicó completamente a su familia. Me dio todo lo que ella podía y renunció a su mundo para venir al mío. Aceptó ser mi mate aun cuando me tenía miedo. No diré que Amelia fue una mujer cruel porque ella fue la persona más pura y tierna de este planeta. Ella y Valentina eran mi mundo y con eso me bastaba para seguir mi camino, pero maldigo al destino que le gusta darme unas lecciones que jamás lograré entender.—Charlotte… —murmura Leah, mientras se remueve entre en el sofá—, te he dicho tantas veces que debes bañarte al acostarte…La miro fijamente, admirando a la hermosa mujer que tenía frente a mí. Por culpa de Surt, sig
Mansión principal de la manada Diamond.Algunas semanas después…Ares.Aunque la última vez que ella y yo hablamos todo había quedado un poco claro, esa castaña de ojos verdes no sale de mi mente y eso me está desesperando más de lo que quisiera o pudiera admitir. La he mandado a custodiar con mis mejores lobos por temor a que Katrina decida hacer cualquier locura. Dejé a los que más confío, que son los más fuertes y rebeldes de la manada, pero ese no es el problema principal.¿Cómo es posible que esa castaña sea amiga de Charlotte? Algo aquí no encaja bien y me está molestando.—Alfa, ¿Está de acuerdo en lo que debemos hacer? —pregunta uno de los lobos a quien envié a custodiar a Leah—. La chica no hace nada para llamar la atención. Va de practicar, a enseñar clase de ballet a varios niños, en eso va incluido la señorita Valentina.—¿Viste a algún familiar cerca de ella o en su casa? —niega con la cabeza—. ¿Charlotte o alguien más?—Vive sola, pero tiene buena relación con la pupila
Academia de Ballet Angel’s. Salón de clase, 8 C. Días después de la pelea con Charlotte.Leah.No creo que sea la mejor bailarina de ballet de este mundo. He tenido más caídas que victorias durante toda mi profesión. También he tenido una infancia bastante dura. Me fui a vivir a Alemania porque mi familia adoptiva me hizo la vida imposible, al no querer ser doctora. Regresé después de años fuera, porque mi antiguo jefe me pidió ser la bailarina principal de su academia de ballet. Lamentablemente, tuve un accidente hace algunos años y aunque no recuerdo muchas cosas, hay un sueño que me persigue todas las noches. Para mí todo está en blanco y negro, pero la silueta de un lobo reclamándome como suya, me persigue, noche a noche.Además, en ese accidente, he perdido mi agilidad para bailar correctamente. Podría decirse que esta sería mi última presentación, antes de retirarme y no volver a hacer ballet, jamás.Mi primo siempre ha dicho que es mejor lo que no se recuerda. Algunas veces,