Incompatible

El deseo se aumentó por igual por parte de Alicia White y Paris Storm por encontrarse frente a dos caballeros que, ante la sociedad se trataban de personas respetables y admirables.

Aiden White por su parte CEO de los autos deportivos y fundador de las franquicias exitosas de todo Europa, debido a esa situación es que Paris Storm lo reconoció al momento de escuchar su nombre y reconocer su rostro, aun así, este fuera su primer encuentro directo en persona, sin dejar de imponer su figura con ese aspecto de Alpha dominante.

Gray Storm, hijo mayor de las familias más influyentes de Dinamarca, dicha familia era reconocida del norte de Dinamarca por la exportación farmacéutica y productos alimenticios modificados.

Ambos prospectos eran más que perfectos para las damas, aunque entre ellos el secreto de familia no debía ser revelado bajo ninguna circunstancia, así como no dar pequeñas muestras de lo que la familia White era capaz de mostrar en sus formas hibridas.

Debido a esa situación es que Roderick White trataba la manera de mantener a su hermana vigilada, conociendo que padecía de debilidad al momento de entregarse en la intimidad con hombres que le causaran esa atracción y deseo inmediato. Francia fue testigo de lo que Alicia era capaz de hacer al momento de perder el control en el deseo.

Ante la mirada llena de deseo y lujuria que estaba insinuando Paris Storm y provocando un repentino pero muy apasionante deseo hacia el CEO Aiden White, que mencionó de inmediato. —Así es Paris Storm, soy Aiden White, ¿si puedo ayudarte en alguna circunstancia? No dudes en consultarme sin problema.

—¿Ustedes permanecerán toda la noche en la fiesta? —preguntó Paris Storm con el deseo de estar más cerca de Aiden White en ese momento, situación que era de beneficio para Alicia que se encontraba con iguales intenciones hacia Gray Storm.

Aiden White en ese instante que el fuego del deseo los rodeo a los cuatro, les propuso inmediatamente. —De hecho, me siento incomodo en este lugar, ¿qué les parece si salimos de aquí a un lugar más abierto?

—Por supuesto que sí, primo, creo que es lo mejor que podría pasar ahora que nos hemos presentado. —exclamó Alicia White con una excitante voz que solo dejaba sentir sus claras intenciones hacia Gray Storm. En ese preciso instante Roderick tras encontrar a su hermana y primo conversando, se unió a la conversación para preguntar.

—¿A dónde desean marcharse? ¿Acaso no recuerdas Alicia que debíamos hablar de negocios con Aiden?

Alicia se acercó a su primo y le preguntó con el susurro saliendo de su interior apagado por el deseo hacia Gray Storm. —Sí, pero eso podría esperar para mañana, ¿verdad que si Aiden?

—¡Por supuesto! Entonces hermanos Storm, ¿nos acompañan? —extendió Aiden White nuevamente la invitación.

Era todo lo que esperaba Paris Storm que mencionara Aiden White en ese momento de la conversación, no se conocían a profundidad, pero el destino les estaba permitiendo que se conocieran en circunstancias en las cuales los sucesos venideros podrían definir el futuro de la luna de la cual Aiden White era prisionero, así como mostrar interés por compartir el sentimiento de soledad que poseía en su interior y que desde que se enamoró de Polaris Blackburn, no buscó una oportunidad como esa noche con otra mujer de no haber aparecido en su camino la señorita Paris Storm.

El sentimiento era mutuo entre ambos. Paris Storm flechada por la apariencia y carácter de Aiden White, transpirando feromonas del deseo.

Los hermanos Storm y la familia White tomando esa decisión de retirarse del lugar, todo se quedaba en suspenso sobre lo que Elías White llevaría a cabo ahora conociendo la manera por la cual podría ingresar a la mansión de los hermanos Red.

Se estaba preparando en secreto para ingresar a la mansión sin ser detectado, su deseo principal era apoderarse del espíritu indomable y seductor de la loba Scarlet, pero Elías no era capaz ni consiente de lo que Scarlet era capaz de provocar tras ser liberada de nuevo, por desconocer por completo el comportamiento malvado y criminal que poseía Scarlet por la influencia de la luna plateada.

Dos horas antes de llevar a la realidad su plan para quedarse con el espíritu de Scarlet. Elías, se dirigió hacia la localidad de Thyboron al oeste de Dinamarca, lugar que con frecuencia visitaba en búsqueda de remedios naturales y mágicos a escondidas del resto de la familia, ¡Nadie! conocía las amistades que Elías frecuentaba en ese lugar.

Elías, transformándose en su hibrido blanco plateado de tres colas, se dirigió de inmediato hacia Thyboron para encontrarse con sus amistades que se encontraban próximos a recibirlo de esa manera inesperada e impredecible para cualquier otro ser humano, pero esas personas no eran precisamente ¡Seres humanos!

—Puedo asegurarte que Elías White está próximo en venir con nosotros. —exclamó uno de los que, tras haber detectado el olor de Elías, comenzó a organizar su vivienda, un hermoso castillo de antigüedad que conservaba su naturaleza y era colmado de paisajes hermosos hacia el mar oeste, lugar perfecto para practicar la magia oscura.

—Tienes razón hermano, creo que recibiré a nuestro invitado inesperado como se lo merece.

—Espera Sadus, deja que ingrese directo al vestíbulo derecho del castillo, debemos hacerle creer que no hemos logrado percibir su presencia, de lo contrario no volverá a contar con la confianza que deposita en nosotros por las pociones mágicas que le hemos otorgado para evitar ser detectado.

—Tienes razón Kaige, es mejor mantenerse en paz con Elías, de igual manera su familia no tiene conocimiento que ese bastardo es el traidor de la familia White que ha buscado ser el Alpha desde los inicios de la nueva era lunar. —exclamó Sadus Ray.

Elías a toda prisa llegó de inmediato al castillo de los hermanos Ray. Hechiceros de alta categoría y muy respetados por quienes conocían de su existencia en este nuevo mundo, cada uno de ellos contaba con más de mil años de existencia, aunque en la actualidad su edad era de cuarenta y dos años para Kaige Ray y treinta y ocho para Sadus Ray, el más sádico y violento entre los vampiros que tras la caída del rey demonio de los vampiros permanecían escondidos hasta que el primogénito del rey demonio vampiro resurgiera del inframundo para llevar a cabo la venganza por la muerte de su padre. De esa manera los vampiros tomarían nuevamente el control del mundo espiritual y terrenal conforme los deseos del clan de los vampiros.

Hasta el momento Kaige y Sadus Ray eran amigos de Elías White para posteriormente tomar el control de la casa White y entonces encontrar la oportunidad para quedarse con el legado de los White y abrir con ello el portal que les diera lugar a su venganza, de momento Elías White era un valioso amigo para los hermanos Ray.

—¿Dónde se encontrarán estos murciélagos? —se preguntó Elías con arrogancia.

Elías traspasando las barreras del castillo Ray, lo que incentivo de inmediato que a gran voz invocara a Kaige Ray, el mayor de los hermanos.

—¿Dónde te encuentras Kaige? ¿Acaso no sabes que me encuentro presente en el castillo? Es una vergüenza que no me reciban como deberían, es de gran importancia que realicen el trabajo que estuve esperando hasta ahora.

Sadus le susurro a su hermano tras escuchar la noticia que exclamó Elías tras su ingreso al castillo. —Escucha, es mejor que salgas y lo recibas de inmediato, creo que por fin ha encontrado el espíritu que estaba buscando.

Kaige Ray salió de inmediato de sus aposentos para recibirlo, que, tras encontrarlo en el vestíbulo, le mencionó a toda prisa con cierta excitación en su voz por la declaración anterior. —Eso quiere decir que has encontrado el espíritu de la loba plateada, ¿viene contigo?

—No comas ansias Kaige, por desgracia no es muy sencillo de conseguirlo, sin embargo, conozco el lugar y como ingresar a esa ubicación.

Kaige desesperado por lo que escuchaba, sus colmillos se mostraron ansiosos por consumir líquido vital. Esas señales le indicaban a Elías White, que Kaige Ray se encontraba ansioso y desesperado por saber el paradero de la loba plateada.

Entonces Kaige exclamó con desesperación. —¿Dónde se encuentra esa loba? Deseo recibir de su poder maligno.

—Siento desanimarte Kaige, el espíritu de la loba ha sido sepultada en la mansión Red. —respondió Elías mientras se paseaba en el vestíbulo.

—Entonces ¿cómo te atreves en venir hacia nosotros y entregarnos estas falsas esperanzas?

—No todo está perdido mi querido murciélago, me aseguré de averiguar cómo ingresar a ese lugar, así que lo único que tienes que hacer es ingresar, tomar la urna y cambiarla por la que he traído conmigo y entonces nadie sabrá que se hizo el intercambio.

Elías contaba con el plan para intercambiar las urnas, solo faltaba que los hermanos Ray, realizaran el trabajo antes que los hermanos Red cambiaran de ubicación la urna de la loba plateada.

Sadus apareció de pronto ante ellos mencionando inmediatamente. —¿Qué es lo que estamos esperando entonces? Entrégame la urna Elías, me marchare hacia la mansión de esos despreciables y desagradables lobos de piel blanca como tú para tomar esa urna y conseguir nuestros deseos.

Elías no se convención en lo absoluto ante las declaraciones de Sadus Ray. Entonces Elías le preguntó a Sadus antes que saliera con rumbo hacia la mansión Red. —¿Estas completamente seguro que lo conseguirás sin ayuda?

—No te preocupes Elías, he leído tu pensamiento y se exactamente dónde debo ingresar y lo que debo hacer al momento de encontrarme dentro de ese lugar, recuerda que somos descendientes directos del rey demonio vampiro del inframundo.

La fría y escalofriante brisa helada corrió por la sangre de Elías White tras escuchar hablar a Sadus de esa manera sádica y sin sentimiento alguno.

Entregando de inmediato la urna. Sadus salió de su castillo para intentar hacerse de la urna donde se encontraba la loba plateada, misma que sería parte de Elías White al momento de unir sus almas y espíritus, pero los hermanos Ray contaban con su propio plan al momento de intentar unir dos pieles completamente incompatibles.

Sadus llegando de inmediato a la mansión Red, no se encontró con un solo obstáculo en su camino, afortunadamente para Sadus, la familia Red, desactivo los sistemas contra vampiros que existían desde tiempo remotos, por lo que nadie se preocupaba por vampiros más que por la existencia de los lobos plateados.

Valiéndose de su magia, Sadus atravesó las barreras de la mansión y se dirigió directamente a las catacumbas de la mansión. Todo parecía completamente diferente a como lo recordaba al momento de indagar en la mente de Elías, a pesar que los hermanos Red no desconfiaban de Elías en lo absoluto. Fernando Red se encargó de cambiar la ubicación de la urna de la loba, lo que eso estaba perjudicando en ese momento a Sadus.

—¡Es una m*****a desgracia! ¿cómo se le ocurrió a Elías permitir que los lobos Red desconfiaran de su persona? Es un imbécil. —exclamó Sadus Ray con cólera.

No era desconfianza, solo precaución y evitar que la loba Scarlet llegara a ser nuevamente liberada por cualquiera, como sucedió cinco años atrás en Harlem por la señorita Polaris Blackburn.

Sadus Ray comenzó a guiarse por las marcas en las paredes de las catacumbas ¡Hasta que encontró el nuevo registro de la urna! Era una maravilla lo que estaba sucediendo en el instante.

De pronto Sadus Ray escucho con su agudo sentido del oído, las voces de los hermanos Red por encima del lugar donde se encontraba.

—Fernando, ¿crees que será necesario hacernos responsables por lo que le pueda suceder a Aiden White, después de lo que ha vivido con la loba Scarlet? —le preguntó Roberto al hermano mayor.

—Lo cierto hermano mío, es que nadie será capaz de dominar ese espíritu, por ello es que es muy peligroso y dudando aún más de la situación, Scarlet no es compatible con nadie que no sea una mujer, por lo que Aiden White está libre y salvo por el momento, no creo que Aiden White sea el mismo después de cien años que la luna plateada vuelva a parecer, por lo que estamos bien por el momento. —respondió Fernando Red.

Sadus Ray comprendió que sería un grave problema el asunto con la loba Scarlet, de igual manera era una buena oportunidad para deshacerse de Elías, siendo esos sus pensamientos en ese momento.

Sadus Ray susurró en su pensamiento tras escuchar la conversación de los hermanos Red. —De igual manera no me importa lo que le suceda a ese idiota de Elías, su ambición provocara su muerte y es un punto a nuestro favor.

Roberto Red con su intuición al máximo, exclamó al instante de su conversación con Fernando Red. —Fernando, ¿seguro que nadie conoce la ubicación de la urna?

La incertidumbre embargo a Fernando Red y respondió de inmediato. —¿Algún problema Roberto?

—Solo me acaba de llegar una sensación que alguien extraño se encuentra entre nosotros.

Fernando tomando a consideración el presentimiento de su hermano, le respondió. —Me asegurare de inmediato que todo se encuentre en orden.

Fernando se apresuró a bajar a las catacumbas a cerciorarse que todo se encontrara intacto en ese momento, lo que provocó que Sadus Ray se percatara de los movimientos de los hermanos Red.

Se apresuró a tomar la urna, cambiar y salir del lugar, pero al instante de salir corriendo del lugar, un trozo de tela negra, quedo rasgada en la entrada al lugar.

—¡Roberto!, activa las trampas de inmediato. —exclamó Fernando al momento de encontrarse con el trozo de tela que dejo Sadus Ray en el lugar.

Sadus Ray tras su inesperada y repentina salida de emergencia del lugar para evitar ser atrapado, las trampas fueron activadas, pero Sadus Ray alcanzó a salir del lugar segundos antes de ser activadas.

—Seguramente el espíritu de mi padre se encuentra de mi lado. — exclamó Sadus Ray tras salir de la mansión Red con un profundo suspiro de tranquilidad.

Sadus Ray se marchó de inmediato y llegando cansado y sin aire a la mansión, exclamó con la voz agitada. —Es momento de hacer el ritual antes que los hermanos Red vengan por nosotros.

—¿Cómo has permitido que te descubrieran Sadus? —le preguntó Elías White con preocupación.

—No me advertiste de los cambios que ocurren en ese lugar, por lo que activaron las alarmas, afortunadamente alcance a salir antes que se percataran de mi presencia en el lugar.

Pero Fernando Red, con el trozo de tela en mano, se dirigió de inmediato con sus hermanos para mostrar el trozo de tela que encontró en el lugar.

—Creo que tenemos un grave problema hermanos. ¡El espíritu de la loba ha sido robada!

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