*—Sienna:Era su cumpleaños y de paso su día libre, sin embargo, Sienna no sabía qué hacer.Había pasado tiempo desde que había tenido un día libre, era siempre cada quince días, puesto que la pastelería en la que trabajaba era muy popular y por ello, había que trabajar bastante. No obstante, la paga era muy buena, pero a lo que se refería era que en sus días libres siempre lo aprovechaba para hacer limpieza, para descansar y para hacer algunas cosillas en casa, más, sin embargo, este día libre suyo había caído el mismo día de su cumpleaños y Sienna estaba un poco confundida.El año pasado no pudo celebrar su cumpleaños porque había estado trabajando, pero le había prometido a Diego que para el suyo harían algo. No obstante, tampoco pudieron celebrar juntos su cumpleaños y lo dejaron para Navidad, en donde tampoco se pudo porque habían estado muy ocupados con sus trabajos.Sienna estaba notando que sus trabajos y clases estaban tomando todo el tiempo que tenían y esto estaba haciendo
*—Sienna:Sintió su corazón lleno de amor.Su amado estaba muy elegante esa noche. Llevaba un traje hecho a su medida de color negro que resaltaba su definida figura. No tenía una camisa ni tampoco corbata, pues lo que llevaba debajo de la chaqueta del traje era un jersey con cuello de talle alto de un tono mucho más negro que el traje.Se cubrió la boca con una mano mientras se empapaba de lo atractivo que estaba su hombre esa noche. Diego no había salido con esa ropa y nada que decir de su aspecto. Su cabello castaño estaba echado hacia atrás con gomina y parecía un hombre de negocios.—¿Te gusta lo que ves, Brooks? —preguntó Diego aún de pie con las manos detrás de su cuerpo.—No puedo esperar para destapar mi regalo —comentó Sienna coquetamente.Los ojos castaños de Diego brillaron peligrosamente.—Feliz cumpleaños, Sienna —le felicitó su amado mientras movió las manos hacia delante. En sus manos había un mediano ramo de rosas rojas. Sienna se ruborizó y lo miró a la cara. Los hom
*—Sienna:Quería devorarlo, así que Sienna dio un paso hacia su amado y alzó las manos hacia su rostro, disfrutando de la hermosura de Diego. Siempre había comentado lo hermoso que era su novio, era tan alto, fornido y bello, digno de ser un modelo o un actor de esos de Hollywood. Movió las manos desde su rostro hacia su cuello y luego a sus fuertes hombros.Diego se colocó más derecho mientras era tocado por Sienna. Esta llevó las manos hacia abajo, tocando su abdomen definido y las deslizó hacia su sexo. Diego soltó un gemido cuando sus dedos tocaron su miembro por encima de su ropa y le dio una intensa mirada. Sienna lo quería desnudo ahora, así que apartó las manos y le hizo señas para que se terminara de desnudar.Su novio así lo hizo, se quitó el pantalón y Sienna se sorprendió al ver que no llevaba ropa interior. ¡Qué travieso! Diego se inclinó y se quitó los zapatos de vestir, para luego sacarse el pantalón, quedando como vino al mundo. A Sienna se le hizo agua la boca al ver
*—Diego:Había sido una noche maravillosa.Diego apretó a Sienna en sus brazos y plantó un beso en su hombro desnudo. Escuchó a Sienna suspirar y luego esta se volvió entre sus brazos para mirarlo a la cara.Sí, habían pasado una noche magnífica después de tanto tiempo y Diego se sentía en la novena nube. Podía decir que tomarse su tiempo para estar juntos había sido divertido, pues el volver a estar unidos había sido bastante explosivo. Aún Diego se sentía excitado y quería más de ella, pero tenía que dejarla descansar, ya la había mantenido la noche entera despierta.Sin embargo, esa era su idea, pero cuando Sienna empujó sexo hacia su pelvis, Diego no pudo evitar cambiar de parecer. Sienna seguía muy húmeda y deslizarse dentro de ella una vez más, no fue problema para ambos.—Diego… —gimió Sienna su nombre mientras era penetrada por este con lentitud.—Quiero estar contigo por siempre, Sienna —susurró Diego a su amada sin dejar de abrazarla—. Lo dije antes y lo seguiré diciendo aho
*—Diego:Estaba encantado con aquella chica y ver cómo esta lo miraba sorprendida y con algo de miedo, pero también con anticipación, como si estuviera esperando algo de él, hacía que Diego Woodbury se sintiera más encantado todavía.Aquella chica de ojos mieles lo miró más sorprendida cuando Diego acunó su mejilla entre mano, sintiendo la suavidad de esta. La misma se relajó cuando su dedo pulgar comenzó a acariciar la suave área de su mejilla y sus grandes ojos mieles se enfocaron en los suyos.Había algo que a Diego le encantaba y tenía que decir que le encantaban los ojos de su chica, eran muy claros y podría perderse fácilmente en ellos. Lentamente, se inclinó hacia ella, apoyando su frente sobre la de aquella chica que tanto le gustaba mientras miraba sus generosos labios. Quería besarla, quería besar sus generosos y rosáceos labios.No, más bien, quería hacer muchas cosas, pero esto era lo único que la chica que le gustaba, le dejaría hacer. Sin embargo, sabía que esta no le dej
*—Diego:Cada final de semestre era el mismo sermón de siempre.Diego Woodbury no pudo evitar soltar un suspiro mientras escuchaba a su padre llamarle la atención por enésima vez por haberle ido fatal en este último semestre, que, viéndolo desde el punto de vista de una persona normal, no fue tan malo, pero para su padre, irle fatal era no tener todas las clases aprobadas con una A+, pero para Diego, quien había dado su mejor esfuerzo, le había ido excelente.Otro suspiro salió de él cuando escuchó a su padre, Allen Woodbury hablar sobre sus responsabilidades y de lo mal que las estaba siguiendo, como si esa mierda fuera la única cosa importante.¿Por qué no le preguntaba sobre lo que le gustaría hacer? ¿Cuáles eran sus hobbies? ¿Qué deseaba en la vida?Estaba cansado y era lo mismo siempre. Era el menor de tres hermanos y porque sus hermanos mayores decidieron hacer lo que deseaban con su vida, Diego tuvo que asumir las responsabilidades de ser el heredero del imperio de su padre, po
*—Diego:Quería divertirse a lo grande este verano, encontrar un amor en dicha estación y luego de disfrutar de este, volver a su aburrida vida, pero no, tenía que leer un libro de macroeconomía que a su padre le interesaba que lo leyera para que aprendiera sobre la misma. Debería estar viviendo su vida, pero allí estaba pasando el verano, leyendo como si fuera un maldito mocoso que no había hecho sus malditos deberes.Diego suspiró cansado y le echó una mirada a su teléfono, ninguno de sus amigos le había escrito. Diego volvió a soltar un suspiro y dejó el libro a un lado.Sus amigos parecían ocupados. Sabía que Josh y Rosé estaban teniendo el momento de su vida con sus citas, disfrutando de lo hermoso que era el amor, mientras que Leo estaba comprometido con Noelle a lo grande, tan grande que hasta había salido en el periódico local. No había visto a Leo desde hace semanas e incluso Nick estaba por su lado.Ya no era lo mismo que hace unos meses, el compromiso de Leo lo había cambia
*—Diego:Los ánimos de todos estaban muy por debajo, pero el viaje continuaba.Habían decidido hacer el viaje al final, pero solo iban a ir Josh, Rosé y él, ya que Rosé no había querido decirle a Leo. Más bien, se había negado a hacer el viaje con este y su nueva compañera, ni Nick estaba invitado, así que la velada sería muy tranquila. Aún Rosé no le había dicho a Esmeralda, pues desde el anuncio del compromiso de Leo, la pobre chica no había querido darle la cara a su amiga por vergüenza. Sin embargo, le había escrito que lo haría hoy y que le haría saber del viaje.Ya que los ánimos estaban casi nulos, Diego esperaba que Esmeralda se animara a ir, la misma necesitaba un respiro y el mismo Diego planeaba animar a sus amigos. Alguien tenía que ser el alma de la fiesta.Estaba revisando sus ropas para ver qué podía llevar y qué le hacía falta para el viaje cuando escuchó golpes en la puerta de su recámara. Diego giró la cabeza hacia esta en el momento en que se abría. Estaba esperando