*—Diego:Había llegado el día.Diego alzó la mirada y la pasó por todos los presentes que estaban allí en una cena de despedida que había organizado su madre para Sienna y para él. Al siguiente partirían a un largo viaje para ir al aeropuerto más cercano para emprender una nueva aventura.En esta última noche en Seasons, estaba lleno de muchas emociones, sentía alegría, tristeza, miedo, incertidumbre, pero estaba positivo. Quería esta aventura e iba a disfrutarla todo lo que pudiera, además, estaba junto a su amada y sabía que no había nada que temer. Sus hermanos habían preparado todo para que su viaje y estadía fueran seguros, Thiago se había encargado de todo aprovechando que su mejor amigo vivía en París para que este hiciera las gestiones mientras que el resto de su familia había sido quienes habían pagado los gastos tanto de Sienna como los suyos, lo cual agradecía, pues Sienna no tenía una familia muy pudiente y le agradecía a su familia por darle la mano también.Volviendo con
*—Diego:La vida en la ciudad del amor no fue como los videos de Instagram o TikTok la pintaban, había que hacer un sobreesfuerzo para poder sobrevivir sin dejarse caer. Aunque tuvieron días tristes, en donde quisieron tirar la toalla, al final no la dejaron caer y continuaron sus vidas, porque de eso se trataba la misma, sobrepasar los obstáculos, alcanzar las metas y ser feliz.El primer año en París fue para adaptarse a las costumbres, la vida y el idioma. Diego no iba a mentir, las primeras semanas, antes de comenzar sus clases, se divirtieron haciendo turismo. Recorrieron la ciudad del amor como si estuvieran de vacaciones, quizás pasándose un poco de la mano, pero lo hicieron porque sabían que una vez que entraran de lleno a sus clases especiales, no iba a ser fácil.Estuvieron viviendo con Claude hasta que cumplieron el año y fue ahí cuando al fin decidieron mudarse. Habían encontrado un lugar cerca de Claude, puesto que este no había querido separarse de ellos, ya que había si
*—Sienna:Era su cumpleaños y de paso su día libre, sin embargo, Sienna no sabía qué hacer.Había pasado tiempo desde que había tenido un día libre, era siempre cada quince días, puesto que la pastelería en la que trabajaba era muy popular y por ello, había que trabajar bastante. No obstante, la paga era muy buena, pero a lo que se refería era que en sus días libres siempre lo aprovechaba para hacer limpieza, para descansar y para hacer algunas cosillas en casa, más, sin embargo, este día libre suyo había caído el mismo día de su cumpleaños y Sienna estaba un poco confundida.El año pasado no pudo celebrar su cumpleaños porque había estado trabajando, pero le había prometido a Diego que para el suyo harían algo. No obstante, tampoco pudieron celebrar juntos su cumpleaños y lo dejaron para Navidad, en donde tampoco se pudo porque habían estado muy ocupados con sus trabajos.Sienna estaba notando que sus trabajos y clases estaban tomando todo el tiempo que tenían y esto estaba haciendo
*—Sienna:Sintió su corazón lleno de amor.Su amado estaba muy elegante esa noche. Llevaba un traje hecho a su medida de color negro que resaltaba su definida figura. No tenía una camisa ni tampoco corbata, pues lo que llevaba debajo de la chaqueta del traje era un jersey con cuello de talle alto de un tono mucho más negro que el traje.Se cubrió la boca con una mano mientras se empapaba de lo atractivo que estaba su hombre esa noche. Diego no había salido con esa ropa y nada que decir de su aspecto. Su cabello castaño estaba echado hacia atrás con gomina y parecía un hombre de negocios.—¿Te gusta lo que ves, Brooks? —preguntó Diego aún de pie con las manos detrás de su cuerpo.—No puedo esperar para destapar mi regalo —comentó Sienna coquetamente.Los ojos castaños de Diego brillaron peligrosamente.—Feliz cumpleaños, Sienna —le felicitó su amado mientras movió las manos hacia delante. En sus manos había un mediano ramo de rosas rojas. Sienna se ruborizó y lo miró a la cara. Los hom
*—Sienna:Quería devorarlo, así que Sienna dio un paso hacia su amado y alzó las manos hacia su rostro, disfrutando de la hermosura de Diego. Siempre había comentado lo hermoso que era su novio, era tan alto, fornido y bello, digno de ser un modelo o un actor de esos de Hollywood. Movió las manos desde su rostro hacia su cuello y luego a sus fuertes hombros.Diego se colocó más derecho mientras era tocado por Sienna. Esta llevó las manos hacia abajo, tocando su abdomen definido y las deslizó hacia su sexo. Diego soltó un gemido cuando sus dedos tocaron su miembro por encima de su ropa y le dio una intensa mirada. Sienna lo quería desnudo ahora, así que apartó las manos y le hizo señas para que se terminara de desnudar.Su novio así lo hizo, se quitó el pantalón y Sienna se sorprendió al ver que no llevaba ropa interior. ¡Qué travieso! Diego se inclinó y se quitó los zapatos de vestir, para luego sacarse el pantalón, quedando como vino al mundo. A Sienna se le hizo agua la boca al ver
*—Diego:Había sido una noche maravillosa.Diego apretó a Sienna en sus brazos y plantó un beso en su hombro desnudo. Escuchó a Sienna suspirar y luego esta se volvió entre sus brazos para mirarlo a la cara.Sí, habían pasado una noche magnífica después de tanto tiempo y Diego se sentía en la novena nube. Podía decir que tomarse su tiempo para estar juntos había sido divertido, pues el volver a estar unidos había sido bastante explosivo. Aún Diego se sentía excitado y quería más de ella, pero tenía que dejarla descansar, ya la había mantenido la noche entera despierta.Sin embargo, esa era su idea, pero cuando Sienna empujó sexo hacia su pelvis, Diego no pudo evitar cambiar de parecer. Sienna seguía muy húmeda y deslizarse dentro de ella una vez más, no fue problema para ambos.—Diego… —gimió Sienna su nombre mientras era penetrada por este con lentitud.—Quiero estar contigo por siempre, Sienna —susurró Diego a su amada sin dejar de abrazarla—. Lo dije antes y lo seguiré diciendo aho
*—Diego:Estaba encantado con aquella chica y ver cómo esta lo miraba sorprendida y con algo de miedo, pero también con anticipación, como si estuviera esperando algo de él, hacía que Diego Woodbury se sintiera más encantado todavía.Aquella chica de ojos mieles lo miró más sorprendida cuando Diego acunó su mejilla entre mano, sintiendo la suavidad de esta. La misma se relajó cuando su dedo pulgar comenzó a acariciar la suave área de su mejilla y sus grandes ojos mieles se enfocaron en los suyos.Había algo que a Diego le encantaba y tenía que decir que le encantaban los ojos de su chica, eran muy claros y podría perderse fácilmente en ellos. Lentamente, se inclinó hacia ella, apoyando su frente sobre la de aquella chica que tanto le gustaba mientras miraba sus generosos labios. Quería besarla, quería besar sus generosos y rosáceos labios.No, más bien, quería hacer muchas cosas, pero esto era lo único que la chica que le gustaba, le dejaría hacer. Sin embargo, sabía que esta no le dej
*—Diego:Cada final de semestre era el mismo sermón de siempre.Diego Woodbury no pudo evitar soltar un suspiro mientras escuchaba a su padre llamarle la atención por enésima vez por haberle ido fatal en este último semestre, que, viéndolo desde el punto de vista de una persona normal, no fue tan malo, pero para su padre, irle fatal era no tener todas las clases aprobadas con una A+, pero para Diego, quien había dado su mejor esfuerzo, le había ido excelente.Otro suspiro salió de él cuando escuchó a su padre, Allen Woodbury hablar sobre sus responsabilidades y de lo mal que las estaba siguiendo, como si esa mierda fuera la única cosa importante.¿Por qué no le preguntaba sobre lo que le gustaría hacer? ¿Cuáles eran sus hobbies? ¿Qué deseaba en la vida?Estaba cansado y era lo mismo siempre. Era el menor de tres hermanos y porque sus hermanos mayores decidieron hacer lo que deseaban con su vida, Diego tuvo que asumir las responsabilidades de ser el heredero del imperio de su padre, po