Capítulo extra #2
Pov Wade
No tengo ni unos putos cinco segundos durmiendo y Sara ya quiere comer otra vez. Los llantos de Kevin en el segundo piso se escuchan por toda la mansión y suspiro frustrado.
Se preguntarán, ¿Quién es Kevin?
Fácil.
El hijo de Matías y Elizabeth, el beta de Amir y por ende hermano de Sara y mi cuñado.
Suspiro canasado y me levanto por novena vez en la noche—Vamos mi amor, comeremos del Mac Donald y dormiremos en uno de mis hoteles, asi que apura esa panza —ni siquiera me tengo que cambiar dado a que hace unos momentos llegamos de comer comida china.
Me pongo las chancletas negras con rayas blancas y volteo a ver a mi amada, su respiración es pesada y su boca bota un poquito de baba en la almohada.
Mi vista va directo a ella cuando sale de aquel lugar y como un poseso me bajo del auto, camino con paso firme hasta llegar a su lado y cargarla en mi hombro.—Bájame, ¿Qué haces? Sabes, tengo familia que depende de mí. Mi mamá, mi papá y abuela, bájame—la tiro contra la puerta del Range Rover y aspiro fuerte ese maldito aroma que me trae loco.—Eres mía —y con esto beso su cuello, el maldito olor a sexo inunda mis fosas nasales lo que me dice que esta en celo.No puedo con ésta tentación.¿Mandarás todo a la mierda por una aventura del momento?Freno de golpe. Miro sus bello rostro, tiene un tono rojo y su boca entreabierta, sus ríos están a los costados de su cara que la hacen ver totalmente inocente.
Nana se acerca a mi con los ojos aguados y levanta su mano para pegarme, cierro los ojos esperando el golpe que nunca llega —No mereces pero ni que mi mano impacte tu cara. Estoy desepcionada de ti—sin decir más sale de la mansión con todos detrás suyo.Lágrimas de amargura corren por mis mejillas, aprieto mi mandíbula y agudizo mi oído tratando de escuchar algun otro movimiento, pero no hay nada.Todos se fueron.Y solo por mi maldita estupidez.—Lo hechaste a perder solo por dejarte controlar por tus impulsos, ahora debes atender el hijo de tu otra mujer—giro mi cabeza con la rabia palpable.La bruja de mi manada hace aparecer a Ana con una sonrisa burlona y agarro mi cabello con frustración.Un mes después...Un mal
¡Advertencia de inicio!Contenido +18. Esta historia contiene material vulgar, ofensivo, explícito y para adultos.No me hago responsable por las mentes traumadas o los malos entendidos.Dicho esto, a leer.PrólogoPov Sara—¿Es normal empezar diciendo que tengo 17 años? Me llamo Sara Poezyn, soy alta con una tez blanca, cabello cenizo lacio y ojos azul profundo; antes vivía en Texas, pero actualmente me mudé a este estado, California. Y como ya saben, vida en otro lado es sinónimo a vida nueva, instituto nuevo, nuevos amigos, locuras y todo lo demás, pero no, yo no soy así; soy más pacífica, estudiosa, no hago amigos porque siento que es una perdida de tiempo y Dios me libre de todas las atrosidades de los locos adolescentes hoy en día. De cierta forma puedo llegar a decir que soy una viej
Capítulo unoPov SaraY aquí estoy.A miles de kilómetros de Texas, sin amigos, sin muebles, sin mis cosas, la casa en la que estoy de pie, está vacía, sin nada, solo las paredes de color chocolate oscuro que le dan un toque melancólico.A pesar de ser una casa mansión se siente que debería ser usada por una familia numerosa no por dos personas que salieron del calvario que vivían.Mi madre debe haber pedido algun préstamo porque los ahorros de su vida no sirven para semejante caserón, o algun conocido debió haberle dado algo a cambio de sus servicios. Observo mi alrededor sin entender ¿Por qué tan grande? ¿Por qué aquí en California?Este será el comienzo de una nueva vida.—Sara, llegaron los camiones, puedes des
Capítulo dos—Lo siento, Elizabeth—me apresuró a decir y aspiro nuevamente —Eso huele delicioso y mi estómago está más pegado que las veces que teníamos que esperar a las doce un veinticuatro de diciembre—digo agitada y emocionada por comer algo.—Si, sabía que tenías hambre por el amor a Dios, pero no tenías que entrar así, me asustaste pendejita—camina hacia a mí y toca mi nariz en una pequeña caricia con su dedo índice.—Bueno Elizabeth, sirve la comida que tu hija tiene hambre—mando con voz autoritaria, aunque sé que esto le jode un chingo.&nb
Capítulo tres—MAMÁ, AYÚDAME POR FAVOR — me asomo por la puerta de la habitación.—Ya voy. Estoy colocandome perfume—escucho su voz lejos y suspiro resignada.Está lejos, muy lejos de mí.Aunque viéndole el lado positivo, cuando ella tenga sus cosas privadas, no escucharé sus gritos cerca.Oigo sus tacones resonar, observo atenta la puerta hasta que ella aparece dejándome verla con un vestido azul rey suelto hasta las rodillas y zapatos de tacones negros mate, su maquillaje es sutil y seductor y su cabello suelto que cae en ondas por sus hombros.Ella si que está elegante.—Pero mira que hermosa estás, Sara—se posiciona detrás mío, giro mi cabeza un poco y planta un beso sobre mi meji
Capítulo cuatro—Sara, ¿me acompañas? —me tiende su brazo izquierdo sacándome de mis pensamientos y con todo el miedo del mundo lo toco.Este hombre me pone los pelos de punta.—Bien, vamonos—sonríe para mí. Agradezco que no me pida la mano, debo admitir que me sudan como puerco.Que asqueroso.Caminamos detrás de los tortolos, Wade cierra al salir y su mano toma la mía en acto rápido y seguro. Giro mi cabeza en dirección a él; luce tan intimidante, posesivo, fuerte.
Capítulo cincoA pesar de que se llama La Antorcha, lo que tengo a mi vista no le queda al nombre rústico. Volteo a ver a Wade quien me observa expectante con sus manos en los bolsillos.—¿Te gusta? —sonrió.—Como no me va a gustar, esto es jodidamente impresionante—volteo atónita—Discúlpame, es que nunca he estado en un restaurante.Sonríe—Claro, pero ven, siéntate— saca la silla de madera con delicadeza, hago caso a su petición y me asiento.—En serio, discúlpame—observo su atractivo rostro mientras él me mira divertido.—No te preocupes, Sara, yo digo cosas como esas todos los días, aun que no lo creas soy muy mal educado.Por sus ojos pasa una pizca de