Me desperté sintiéndome bien descansada y bien follada. Me dolía el cuerpo en todos los lugares correctos. Estaba adolorida, pero no me importaba. Solo demostraba lo bien que Darren me cuidó ayer. Me sostuvo amorosamente en sus brazos y, por mucho que quisiera quedarme en la cama, tenía que orinar.

Tan suavemente como pude, levanté sus manos de mi abdomen y me levanté. En el momento en que mis pies tocaron el suelo, se tambalearon un poco. Sonreí porque nunca pensé que fuera posible que te follaran tan bien y tan profundamente que no pudieras caminar.

Después de la primera ronda, Darren prometió que cuando terminara conmigo no caminaría bien. No le creí. Debería haberlo hecho.

Él y Kai fueron insaciables tomándome una y otra vez. En un momento, Darren permitió que Kai tomara el control y me cogió en posiciones que nunca supe que podría manejar.

Sigo sonriendo mientras camino lentamente hacia el baño. El dolor entre mis piernas es un recordatorio de que ahora soy suya. Todavía no po