Hoy volvía a trabajar. Estuve trabajando desde casa. Estaba feliz de finalmente salir de la casa de la manada.

No veía a Sebastian desde hace tres días. Principalmente porque lo estaba evitando tanto como podía. Tampoco tuve más problemas con las mujeres con las que se acostaba.

No es que esperara que eso dure mucho. Estoy segura de que vendría otra a intimidarme o algo así. Intenta hacerme saber que Sebastian era suyo.

Recojo mis cosas y bajo las escaleras. Todavía estaba durmiendo en la otra habitación. Me negaba por completo a compartir una habitación con Sebastian.

El sonido de mis tacones se escucha mientras camino por el piso de madera. No había nadie alrededor. Sobre todo porque todavía era temprano.

Salgo por la puerta y encuentro a Hunter apoyado contra mi coche. Gimo de molestia. Lo último que necesitaba era tenerlo a mi alrededor.

"Aléjate de mi coche, Hunter", ordeno con calma caminando hacia él.

“Buenos días, Luna”, fue su respuesta.

No tenía tiempo para lidiar con