El sonido de la alarma en el teléfono de Cynthia lleva sonando unos minutos, pero la chica aún no es capaz de abrir los ojos. Tal vez es por esto por lo que, cuando la puerta se abre de golpe, no siente nada hasta que unos dedos fríos se aferran a su brazo con violencia y la sacan de la improvisada
Tres semanas después… No hay una sola persona que no sienta la emoción por la fiesta de ascenso del futuro Alfa, en donde además elegirá a su luna y futura compañera para guiar a la manada, a pesar de que no se le ha conocido novia al heredero porque el trabajo ha sido lo más importante que las rel
Cynthia siente el mundo darle vueltas, cree que de un momento a otro va a desmayarse, las lágrimas se acumulan en sus ojos y comienza a retroceder poco a poco para esconderse en medio de la multitud, hasta que logra salir de la casa y se va al jardín trasero, en donde cae de rodillas y llora amargam
“Tranquila Cynthia, no estás loca. Soy Alba, tu loba.” —¿Mi loba? Yo no sabía que pudiese tener una loba. “Eso es porque hay muchas cosas que no conoces de ti misma. Sólo te pido que seas fuerte, de momento, si tú sufres, yo sufro… Y también tus hijos.” —¡¿Hijos?! ¿Quieres decir que…? “Sí, tendr
En medio de esa oscuridad que la embarga, Cynthia comienza a ver imágenes de su vida antes de la muerte de su padre, un sueño que le recuerda lo feliz que era incluso a pesar de la muerte de su madre al traerla al mundo y de no haberla conocido ni siquiera en fotografías porque su padre se deshizo d
Mientras, en la mansión, Blake no deja de dar vueltas por su cuarto como si quisiera matar al mundo entero. Está listo para meterse a la cama, pero le falta ella y no duda en ir a buscarla para saciar su deseo, porque para eso la dejó ahora, ¿no? Sin embargo, cuando entra al trastero y ve la cama t
En el cuarto, Blake saca unas mantas del closet, algunas almohadas extras y comienza a prepararse una cama improvisada en el sofá. Alexa se sienta al borde de la cama mirándose las manos, cuando lo ve recostarse y cubrirse el rostro con el brazo, se mira las manos nerviosa. —¿Podrías dormirte de un
—¡¡Llévensela!! ¡Que se deshagan de ese estorbo, porque mañana se va a subasta! —¡¡NOOOOOO!! Pero aquel grito desesperado a nadie le interesa. Pronto vuelven a adormecerla para que se quede quieta y deje de gritar en el camino. La sacan de la casa y se la llevan a una pequeña clínica mucho más le