¡Hola a todos! <3 (Al fin tengo esta opción jajaja). ¡Muchas gracias por leerme! <3 Siento mucho el atraso con la publicación del libro pero mi editora se fue de vacaciones unos días (también necesita descansar jajaja). Y aún con todo el trabajo acumulado que tenía, se ha esforzado para que todo estuviera listo en muy pocos días. Muchísimas gracias por todo tu esfuerzo <3 Ahora, acerca del libro... ¿qué os está pareciendo? ¿Os está gustando? En principio este libro estará mas centrado en el romance y en superar su pasado. Por supuesto, también tendremos leyendas, historia y tendremos que saber porqué Esteban es un Bendito, ¿no creéis? Y hablando de Esteban... ¿qué os parece la portada del libro? No pude poner el lobo dorado :( Seguiré intentándolo jajaja. ¡Os quiero un montón a todo/as! <3 Sois los mejores del mundo <3
Me dirigí hacia el taller armamentístico para localizar a Emily y decirle que comeríamos juntos al día siguiente. — ¡Beta Emily! ¡Tiene visita! — gritó un lobo joven nada mas verme. — ¿¡Cuántas veces debo decirte que me llames por mi nombre!? — se quejó la voz de Emily. — Lo siento Beta Emily, pero no me siento cómodo haciendo eso. — Al menos podrías decirme quién es la visita. — la voz de Emily sonaba cada vez mas cerca. — Soy yo. — respondí antes de que el lobo dijese algo. — ¡Esteban! — dijo Emily entrando en mi rango de visión — ¿Buscas mas armas? — No. En realidad quería saldar mi deuda e invitarte a comer mañana. Todos en el taller me miraron sorprendidos. "Tampoco le estoy pidiendo una cita." Roy me gruñó enfadado. — ¡Lo había olvidado! Es verdad, te gané un día en un entrenamiento y esa fue mi recompensa. — Sí. La verdad es que no esperaba que me ganases. Emy sonrió con orgullo. — Serás letal en muchos aspectos, pero... yo soy rápida y muy flexible. — Sí, ganaste
Dejé unos segundos de expectación.— ¡Una sorpresa! — dije riéndome — Así será mas divertido, ¿no crees? Isa alzó una ceja.— ¿Divertido?— Sí. Ninguno de los dos lo sabemos así que... ¡vayamos a averiguarlo! — ¿Vas a... improvisar?— ¡Por supuesto que sí! Ahora, ¿me acompañarás al restaurante? — dije poniendo la sonrisa mas encantadora que pude.— Eres un caradura. — dijo riéndose — Está bien, veamos a dónde nos lleva la noche."Ha salido bien." — pensé mientras Isa me agarraba del brazo.— ¿Por qué me agarras? Ni que fuese una cita."ES una cita." — me dijo Roy."No."— No pero tal y como dijiste antes... no quieres que me rompa el tobillo, ¿verdad? — No.— Entonces sé mi caballero y no me dejes caer. — dijo con cierta picardía. Resoplé mientras mi lobo se reía."Esa bruja es astuta, me cae bien." — me dijo Roy.Nos dirigimos así al restaurante. No pude evitar los cuchicheos de la gente al vernos tan arreglados, con Isa de mi brazo."Y yo que quería evitar esto..." Roy tan solo
— Papi, ¿dónde estás? — Nos has abandonado, Esteban... Me desperté de nuevo gritando y empapado en sudor. ¿Por qué me atormentaban de esa manera? "Es porque te culpas de sus muertes." — me respondió Roy. "¿Y tú no? Las mataron por nuestra culpa." "No podemos cambiar lo que somos, Esteban. No lo elegimos pero tampoco podemos cambiarlo." "No, pero ellas seguirían vivas si no hubieran estado con nosotros." "¿Y qué hubieras hecho? ¿Esperar? No Esteban, no hubiera funcionado. Acepta la situación y avancemos." — ¡Bendito Alfa Esteban! ¿Se encuentra bien? — preguntó la misma chica de siempre. — Sí, más pesadillas. No te preocupes. — le dije forzando una sonrisa amable: la chica siempre venía rápido. — Entiendo, Bendito Alfa Esteban. ¿Está seguro de no querer unas pastillas? Creo que le ayudarían mucho. — Te lo agradezco mucho, eh... — Sophie. — Sophie. Pero no quiero utilizar químicos. Sólo necesito algo de tiempo. — Entiendo, Bendito Alfa Esteban. ¿Necesita algo
A la una me dirigí al taller de Emily.— ¡Bendito Alfa Esteban! ¿Qué te trae por aquí?— Vengo a buscar a Emily.— ¿A Beta Emily? No está aquí. No ha venido en todo el día.— ¿Qué Emily no ha venido a trabajar durante un día? — pregunté sorprendido.— Sí, Bendito. A todos nos sorprendió. Nos preocupamos mucho por si le había pasado algo grave, pero lo único que nos dijo fue que había decidido tomarse el día de vacaciones. — Entiendo. Entonces iré a buscarla a la Casa de la Manada. Muchas gracias. — y tras sonreir, me dirigí a la casa de la manada.— ¡Emy! ¿Estás lista? — pregunté después de tocar a la puerta: faltaban quince minutos para la hora de la reserva.— ¡Dame un minuto! — escuché decir al otro lado de la puerta.— De acuerdo. — y seguido solté un suspiro: ¿por qué las mujeres siempre tardaban en estar listas?"No siempre. Mira a Mar o Elisa: ellas siempre están listas para la hora.""Ya podían aprender las demás..."La puerta se abrió y me quedé estupefacto. Emily se había he
— Pero eso debería ser siempre así. Emy me miró. — Te sorprenderías la cantidad de hombres que no piensan así. La herrería, la forja... es un arte que consideran masculino. Muchos intentan apartarme solo porque creen que no es adecuado para mi. — ¡Tonterías! Eres una eminencia y un prodigio en tu campo. Los ojos de Emy se iluminaron. — ¿De verdad piensas eso? — Completamente. — le dije mirándola a los ojos — Cuando los antiguos Benditos de Luz de Luna dirigían la manada, se hablaban auténticas maravillas del joyero. ¡Esas joyas eran las mas apreciadas y valoradas! Y resulta que no sólo eres una maestra de la orfebrería, es que eres una maestra con cualquier metal: ya sea una joya delicada, una armadura o un arma, no hay nadie que supere tus conocimientos. Eres talento y maestría en tu campo. Si un hombre no es capaz de ver eso, entonces no te merece. — Eso... es lo mas bonito que me han dicho en años... — me dijo Emy con los ojos excesivamente brillantes. — ¿Bonito? Creo que es
"Mi Reina, los lobos de SunLight están a una hora." — la informé por privado. "¿Cuántas veces tengo que decirte que me llames por mi nombre? Dame media hora para estar allí." "De acuerdo." "María, ¿cómo te encuentras? — pregunté a la antigua miembro de SunLight. "Muy bien Bendito Esteban, gracias por preguntar. ¿Querías algo?" "Sí, dos cosas. La primera, ¡llámame por mi nombre! llevas haciéndolo desde que despertaste, no lo cambies ahora. "De acuerdo, Esteban." — escuché como su voz sonaba divertida — "¿Y qué era lo segundo?" "Que estés en la entrada de la manada dentro de una hora. Es el tiempo que tardarán los supervivientes de SunLight en llegar." "¿¡QUÉ!? ¿Algunos sobrevivieron al ataque?" "Sí, eso parece. Necesitamos que los veas y después nos cuentes lo que sabes de todos ellos." ¿Yo... entiendo. ¿Vienen todos los de SunLight?" "No, pero casi todos." "Es más de lo que esperaba." "Supongo que vienen a ver a este mono de feria. ¿Vendrás?" "Sí, claro. Ayu
Aparecí en la linde de un bosque. A lo lejos, podía ver unas casas eran blancas y doradas con jardines muy bien cuidados. El lugar era elegante y tranquilo.— No me interesa. — escuché decir a la voz de David, lo que me hizo girarme y me sorprendí: tenía el pelo completamente negro y parecía mucho mas joven — No quiero saber nada de lo que me ofreces.— Pero odias a los Benditos. — dijo una voz femenina. Aquellas palabras me llamaron la atención y busqué a la interlocutora."¡Está muerta! ¿Qué está pasando, Roy?" — le pregunté mientras se me aceleraba el corazón."No lo sé, pero intentemos averiguarlo."— Sí, los odio. No se merecen lo que tienen, pero no por ello voy a traicionarlos.— Y sin embargo, serías mucho mas feliz si desapareciesen. — dijo Rose.— Sí. Soy un líder mucho mejor que esa m*****a familia de engreídos.— Ayúdanos y te dejaremos liderar la manada. Nosotras sólo queremos terminar con el linaje Bendito.— No soy ningún traidor. — dijo David, molesto.— Está bien. Pero
Después de hacer el juramento los lobos de SunLight me rodearon mientras que los demás regresaban a sus quehaceres, excepto Yo, que le vi dirigirse a las mazmorras.— Alfa, ¿cómo vamos a reconstruir la manada? — me preguntó uno de los lobos — Tengo entendido que el territorio quedó completamente destrozado...— Aún no lo sé. Debo ir allí para ver el estado y poder tomar decisiones: no es lo mismo reconstruir una ciudad a que incluso el suelo sea estéril. Primero debemos saber cómo quedó exactamente después del ataque.— Di-disculpe Be-endito A-alfa E-esteban — dijo una voz conocida con cierta timidez. Sonreí.— Dime Sophie. ¿Qué pasa?— Y-yo le traje a-algo de ropa para que no esté de-esnudo po-or a-ahí.Me moví hacia la loba: había traído unos calzoncillos, un pantalón de deporte, una camiseta y unos calcetines, todo perfectamente doblado. Encima de la ropa, había unas tenis. Los miembros de SunLight se apartaron y noté que nos observaban. Sophie al ver que me dirigía a ella cerró los