¡Hola a todos! <3 Disculpad el atraso, pero ahora que he mejorado de la fiebre (¡ya casi ha desaparecido!) estoy con problemas gastrointestinales :'( Acerca del corte del capítulo anterior, es por el mismo motivo que hice una de las citas en dos partes: porque hace poco me he enterado que un capítulo excesivamente largos cuesta mas bonos que dos capítulos mas cortos. Si no os parece bien por favor decídmelo para tenerlo en cuenta. ¡Os quiero un montón! <3 Muchas gracias a todos <3
Después de hacer el juramento los lobos de SunLight me rodearon mientras que los demás regresaban a sus quehaceres, excepto Yo, que le vi dirigirse a las mazmorras.— Alfa, ¿cómo vamos a reconstruir la manada? — me preguntó uno de los lobos — Tengo entendido que el territorio quedó completamente destrozado...— Aún no lo sé. Debo ir allí para ver el estado y poder tomar decisiones: no es lo mismo reconstruir una ciudad a que incluso el suelo sea estéril. Primero debemos saber cómo quedó exactamente después del ataque.— Di-disculpe Be-endito A-alfa E-esteban — dijo una voz conocida con cierta timidez. Sonreí.— Dime Sophie. ¿Qué pasa?— Y-yo le traje a-algo de ropa para que no esté de-esnudo po-or a-ahí.Me moví hacia la loba: había traído unos calzoncillos, un pantalón de deporte, una camiseta y unos calcetines, todo perfectamente doblado. Encima de la ropa, había unas tenis. Los miembros de SunLight se apartaron y noté que nos observaban. Sophie al ver que me dirigía a ella cerró los
— Di-disculpa Be... E-Esteban. — dijo Sophie pasando a la habitación — ¿Se encuentra bien?Me sequé lo mas rápido que pude los ojos.— ¿Te parece que estoy bien, Sophie? — sentía los ojos hinchados y estaba convencido que estarían rojos.— No, claro que no... yo... ¿qué ha pasado? — me preguntó acercándose vacilante a mi.— ¿Qué sabes acerca de mi pasado?— No mucho... quefuiste un líder de una aldea de pícaros y que tuviste una mujer y una hija pero que el difunto Alfa Alfred las mató.— Sí. Lo hizo porque mi hija tenía un aura Alfa. — Pero... yo... no entiendo lo que ha pasado.— Me han recordado a mi hija. Titubeante, Sophie puso su mano en mi hombro.— Se nota que las querías mucho.— Sí, ellas eran todo mi mundo, es difícil de explicar.— No, yo... te entiendo mejor de lo que crees. La miré sorprendido.— ¿Qué te sucedió?— Tuve una aventura con un lobo hace muchos años y me quedé embarazada. Sin embargo, él me escondió y cuando di a luz, me quitó a mi hijo y después me rechazó
Salí de la habitación y me dirigí a la plaza, donde me esperaban todos los demás miembros de SunLight.— ¿Qué tal estáis? — les pregunté en cuanto se acercaron.— Bastante bien, mi Alfa. Muchas gracias por avisar al hospital. — dijo Angie.— De nada.Se hizo un silencio que duró varios segundos.— Bueno, ¿para que me llamasteis?— Nosotros... no sabemos dónde debemos quedarnos. — ¿Joselyn no os lo ha indicado? — pregunté extrañado.— ¿La Beta? No, tuvo que irse corriendo al entrenamiento. Dijo que ahora que está ella sola, no puede hacer las cosas como antes. Nos dijo que esperásemos aquí, pero llevamos muchos días de viaje y estamos cansados. — dijo un chico de la manada."¡Mierda! Tenía que haber pensado en eso." — le dije a mi lobo.— Entiendo. Dadme un momento por favor."Joselyn, ¿dónde puedo poner a SunLight?" — le pregunté de forma privada."Iba a colocarlos en el nuevo edificio, el que está al lado de los de Brisa Plateada.""Pero ahí sobran viviendas.""Bueno, dijiste que aú
— ¿Por qué te escondes de mi, Papi? — escuché decir a Lisa — Sólo quiero jugar contigo, Papi.Estábamos en un cementerio y me había escondido detrás de una lápida.— Esteban, ¿dónde estás? No estás con tu familia. Ven con nosotras...El corazón me latía acelerado, mi cuerpo estaba sudando y por algún motivo desconocido estaba desnudo.— ¡PAPI! — escuché la voz de Lisa a mis espaldas. Me giré con terror y ahí estaba: con sus labios morados, el agujero en el pecho y un cuchillo enorme en la mano — ¡ESTÁS AQUÍ! Ven, ¡vamos a jugar! — levantó el cuchillo e intenté moverme, pero un par de manos que salían de la tumba en la que me había estado escondiendo, me sujetaron. Intenté gritar y no pude. Desesperado, conseguí moverme hacia adelante, para caer de cabeza y terminar en una voltereta. Un segundo después mi hija había bajado el cuchillo donde había estado, pero las manos seguían sujetándome. Me giré para ver quién era y me paralicé cuando lo reconocí: con los labios morados, una puñalada
"Mar, ¿tienes alguna bruja que pueda hacer portales disponible?" — le pregunté por el enlace mental."¿Ya vais a viajar a SunLight?""Sí, pero está a varios días de camino y me gustaría crear una conexión segura con vosotros.""Me parece bien, pero que sea en las afueras de la manada, para evitar poner en peligro la seguridad de ambas.""Me parece correcto.""¿Cuándo vais a partir?""En una hora.""Bien, avisaré a Isa y a Emily para que se preparen y estén listas en ese tiempo.""¿Isa y Emily? ¿Puedes prescindir de Isa? ¿Y qué pinta Emily por el medio?""El aquelarre de Isa puede encargarse sin problema de la seguridad de la manada. Además, tanto Isa como Emily me pidieron expresamente poder acompañarte en el viaje y lo vi correcto.""¿Por qué?""Bueno, Isa es una bruja muy hábil y experta en protección: en caso de encontraros algo extraño, ella es de total confianza para vuestra seguridad.""¿Y Emily?""Si necesitáis cualquier tipo de arma para luchar, ella es la mejor en la creación
Levantamos el campamento. Mientras lo hacíamos no podía evitar notar las miradas de mi manada, tal y como hacían todas las mañanas. Tras la primera noche tuve que explicar que últimamente estaba teniendo pesadillas y desde entonces me miraban con una mezcla de lástima y preocupación. Eso sí, a partir de entonces los lobos que se quedaban de guardia me despertaban cuando notaban que empezaba a tener las pesadillas, por lo que fui capaz de descansar bastante mas de lo normal. Caminamos durante una hora. Mientras mas nos aproximábamos, mas podíamos notar las consecuencias de la batalla: agujeros extraños en el suelo, árboles partidos de formas poco naturales... incluso había algunos pequeños trozos de edificios que debieron salir volando, aunque lo mas perturbador fue encontrar algunos huesos: una tibia en un lado, una calavera en otro lado, una mano sujetando un cuchillo por otro lado... — Alfa, ahí... ahí delante, está la ciudad de SunLight. — dijeron parándose de forma repentina y s
Esquivé con facilidad al lobo. "¿Qué es el Alfa de SunLight? Definitivamente está loco, ten mucho cuidado con él." — me dijo Roy. "Ojalá pudiera responderle pero como no quieras comunicarte con él por gruñidos..." — le dije mientras de otro salto esquivaba el ataque — "Y no es un buen momento para recuperar mi cuerpo." El loco siguió atacándonos y le esquivamos fácilmente, sentíamos curiosidad por él y no queríamos matarlo. SunLight no tardó en llegar y escuché varios gruñidos de sorpresa. "¿Le conocéis?" — pregunté esquivando otro ataque después de que se transformase en lobo. "Sí, Alfa. Es el Beta Joseph. Creíamos que estaba muerto. Era el primo de los antiguos Alfa." "¿Ése no era el Beta que mencionó David cuando habló con Rose?" — pregunté esquivando un mordisco hacia mi pierna. "Bueno, según lo que dijiste, sí."— me respondió un lobo. "Entiendo. Muchas gracias." — les dije y observé al lobo. "Debiéramos atraparlo con vida." — me sugirió Roy. "Lo sé. No sé qué pasó ni qu
Estuve observando a los lobos que estaban colgados, aunque lo único que podía escuchar de ellos eran gritos de agonía. Ninguno respondía a las preguntas que hacía y no sabía si era por el dolor que sentían o por... bueno, que no pudiesen escucharme. A fin de cuentas, aunque los gritos eran horribles en esa habitación, desde fuera no se escuchaba ninguno y curiosamente, la sangre no tenñia olor. Después de veinte minutos esperando a Isa ya me había acostumbrado a la sádica escena y decidí sentarme en un lugar sin sangre mientras la esperaba. El shock inicial ya se nos había pasado pero tanto a Roy como a mi no nos apetecía hablar, así que dejamos pasar el tiempo mientras me preguntaba qué había pasado y estaba sucendiendo en SunLight.Antes de lo que esperaba, escuché pasos que se acercaban a toda velocidad y me preparé para atacar o defenderme: confiaba en que fuese Isa pero después del loco de Joseph y ahora esta sala, ya no podía fiarme. Me escondí en un lateral de la entrada e iba a