La casa del ministro Park era un caos por la mañana puesto que la señorita de la casa debía ser despedida ese mismo día y todo debería ser perfecto el último día de su estancia en la casa. Sa Hi desayuno junto con sus padres por última vez antes de partir rumbo a su nuevo hogar, el palacio real, hogar en el que pronto descubriría su destino.

El palaquin se detuvo justo en la entrada del palacio, su doncella bajo para ayudarala a salir y encontrase con los guardias que cuidaban las puertas. Después de mostrar su pase real para poder ingressr al palacio, la señorita y sus sirvientes se dispusieron a entrar y descubrir los nuevos aposentos de ella.

" señorita? ¿Es usted? " Sa Hi llevo su mirada hacia la persona que le hablaba y para su sorpresa era el caballero que le había ayudado aquel día.

Sa Hi le dedico una reverencia antes de seguir con su camino pero el joven la detuvo.

" que coincidencia verla en este lugar ¿ qué hace la señorita aquí? Pregunto su salvador con verdadera curiosidad.

" he venido por orden del Rey " respondió Sa Hi con amabilidad y, aunque al principio intento tratarlo con indiferencia, cambio de opinión, después de todo él la habia ayudado y no merecía tal actitud por su parte.

" Esta aquí por orden del Rey dice, si no es molestia podría pregunta ¿ por qué el Rey la ha convocado ? Esta vez el príncipe estaba más que intrigado por la respuesta.

" el Rey a ordenado que... espere un momento, ni siquiera se su nombre mi señor, ¿ no cree que no esta en posición de interrogarse de esta manera? Haga las correctas presentaciones si quiere obtener una respuesta. Sentenció la joven con la intención de obtener esta vez el nombre de ese hombre.

Asombrado y estaciado por la audacidad y la razón que tenía esa señorita, el caballero entendió que estaba siendo rudo, por Dios! ¿ A dónde había ido su sentido común? Estaba demasiado fascinado por la calidez y belleza de la joven que había perdido todo comportamiento razonable, si su maestro de ética hubiera presenciado este suceso, no habría pensado que se comportaba mejor que un bárbaro. 

" tiene usted la razon, disculpe mi torpeza. ¿ que le parece si en vez de ahora, intercambiamos nuestros nombres si nos encontramos por tercera vez? Después de todo la señorita todavía no me ha dicho su nombre" -si nos encontramos por tercera vez? ¿ en qué rayos estaba pensando cuando dijo eso? No, sin duda no habría una tercera vez, esto tenía que parar ahora. Ensimismado el príncipe en sus pensamientos no se dio cuenta que estaban escoltado a la joven y que ya iba bastante lejos.

Dios! Estas reacciones suyas delante de esa señorita estaban rayando en lo ridículo, perdió por completo la noción del tiempo y lugar cada vez que se encontró con ella, seria mejor no volver a hablar con ella y ni siquiera saludarla si la veía de lejos, espera... si, se habia avalansado a la joven en cuanto la reconoció y la habia abordado con sus ridículas preguntas, Santo cielo!! Pensó el príncipe, nunca en su vida había perdido la razón y los modales de esa manera, esto empezaba a sacarlo de quicio.

La dama que se encargaba de dirigir los criados reales se encontraba dándole instrucciones a la que sería la nueva dama sirviente real de la nueva ¹Sejabin mama, cuales serían sus nuevas obligaciones y el debido comportamiento que tenía que mostrar en el palacio real. También le aclaro a Sa Hi que desde mañana empezaban sus lecciones de etiqueta y modales, propios de una futura reina.

¹Sejabin mama ( 세자빈 ) significa princesa heredera. Este titulo se usa por los sirvientes para dirigirse con respeto a la prometida del príncipe heredero al trono.