Ya pasaba de la media noche y Sa Hi no podia conciliar el sueño, no estaba acostumbrada a él lugar y aunque la cama le resultaba suave y comoda, le era imposible dormirse por lo que decidio levantarse e ir a la cocina a prepararse un te de tilo para calmar sus mervios y poder descansar, porque estaba segura que en pocas horas comenzaría su tortura y al menos queria tener la energia suficuente para poder sobrellevar su primer dia con una nueva identidad.
La idea de Sa Hi era magnifica pero habia un pequeño detalle, no sabia donde estaba la condenada cocina; no obstante Sa Hi tenia fama de obstinada por lo que no regresaria a su habitación sin haberse tomado su preciado te; sin embargo despues de caminar por al menos veinte minutos sin encontrar su objetivo la chica comenzaba a replantearse la idea, el bendito palacio era un laverinto.
La señorita regresaba a su habitacion cuando vislumbro un sirviente con una lampara y decidio alcanzarle para conseguir la dirección de la cocina; sin embargo seguir a este la condujo directamente al lugar que buscaba, agradecida con el cielo Sa Hi entro a la cocina y se encontró con una semejante habitación provista de todo tipo de granos, verdutas, plantas secas, especias y un sin fin de cosas utilizadas en y para la coccion de alimentos, el lugar era grande pero estaba bien ordenado por lo que la joven supuso que no tardaria en encontrar lo que necesitaba.
" Señorita! ¿ que hace despierta a esta hora? Usted no deberi estar aquí, este lugar es solo para los sirvientes " le dijo una estupefacta criada, " lo sé, siento haberte asustado pero es que no puedo dormir, yo estaba en busca de un té, eso me ayudara a dormir " respondió una apena Sa Hi.
" Señorita le preparare el te pero debe prometerme que regresara a sus aposentos despues de beberselo, no la pueden ver aquí, no es propio para usted."
Sa Hi se encontraba bebiendo su sabroso té cuando sintio que la observaban, ella giro para encontrarse con esos ojos, aquellos que la habian hechizado en el mercado y esos mismos que habia visto ayer por la mañana, las miradas de ambos estaban perdidas en el otro, tanto que Sa Hi pudo jurar que se estuvieron viendo una eternidad antes de que el ruido de pasos que venian hacia ellos arruinara ese delicioso momento.
El príncipe se lanzo contra la joven y la jalo a un rincon para ocultarle de la inespera intrusa; sin embargo la joven se sentía morir de la vergüenza, otra vez, los mismos brazos se encontraban abrazandola pero esta vez con la intención de protegerla de la vista de la criada, porque no seria nada bueno que la vieran en la cocina, con un hombre y en esas fachas. Por Dios!!! Ella se encontraba en camisón!! No, no, esto estaba mal, tenia que dejar de ponerse en vergüenza cada vez que se encontrara con este hombre, es mas, tenia que dejar de encontrase con él, ella ahora estaba prometida y no con cualquiera sino con el hijo del Rey, si los encontraban en esta posición y con esas fachas, serían enviados a la horca.
Por la preocupación Sa Hi comensaba a ponerse nerviosa y a hiperventilar asi que el príncipe decidio ayudarla a calmar sus nervios y comenzo a acariciarle la cabeza con una ternura que ni el mismo se explicaba, no entedia porque sentia esa urgencia por protegerla, por calmarla y por verla serena; no obstante aquella accion por parte del príncipe tomo a Sa Hi desprevenida y abrio los ojos en evidente asombro, el corazón le corria a mil y Sa Hi casi podia asegurar que se salto un latido. Estar en sus brazos se sentía comodamente extraño, como que era de lo mas natural estar ahi, acurrucada, protejida, como si su cuerpo reconociera el de él.
La criada por fin se decidio a irse, y el príncipe solto a Sa Hi de su protector agarre pero, lo que antes le parecio una eternida, ahora que no la sotenia le parecía un efímero momento que si no fuera porque tenia a la joven de frente, habría jurado estar alucinado. " Señorita no debiara estar aqui, y peor en ese atuendo " rompio el silencio el príncipe.
" Lo sé, yo, yo.... queria, perdon buscaba, no, estaba bebiendo un té " tartamuedo Sa Hi en respuesta.
Al verla tan descolocada el príncipe decidio dejar ir y cuestuonarla despues, despues de todo él tampoco acababa de recuperarse.
" Entiendo, ahora si me disculpa me retiro y le recomiendo a usted hacer lo mismo, que descanse ",
" muchas gracias, que descanse usted también " dicho esto los dos se fueron cada uno por su lado.
Esa era la tercera vez que se encontraba por coincidencia con la misma joven y el príncipe comenzaba a cuestionarse y eso era pura coincidencia o era el destino.
Muy temprano por la mañana Sa Hi fue despertada por su doncella. A la joven no le agrado que le interrumpiesen el sueño que acababa de conciliar, despues del encuentro con aquel caballero le fue casi imposible encontrar la calma, su mente no paraba de revivir la escena del abrazo una y otra vez." Agassi, tiene que levantarse, le espera un dia muy ajetreado hoy; hay que tomar el baño, luego el desayuno donde empezara su primera clase de etiqueta, luego siguen las clases de: bordado, postura y arte. "Si la doncella intentaba hacerle cobrar animo, Sa Hi queria decirle que estaba fallando colosalmente; de todo lo que mencionó su criada lo unico que la hizo moverse fue la comida, Sa Hi estaba famélica y un buen desayuno no le vendria nada mal para empezar su nuevo dia y su nueva vida.Acabado el desayuno el cual se convirtió en una tediosa clase de ética, Sa Hi se encontraba en un hermoso jardin con seras separadas a distancias m
Llevaban media hora caminado en completo silencio y sin rumbo fijo, simplemente disfrutando la compañia del otro.Si dos semanas atrás le hubieran dicho que estaría disfrutando de un paseo con una señorita, estaba seguro que desterraria a la persona que dijo semejante barbaridad. En ese entonces solo tenía en mente una cosa, convencer a su padre de comprometerlo con la hija de su enemigo; no obstante ahora creía que una persona no podía vivir solo planeando una venganza sin disfrutar de los placeres de la vida y en especial si esa persona era hombre.Mientras Sa Hi contemplaba al príncipe sumido en sus pensamientos, recordó el verdadero propósito de su tan deseado escape, visitar a su madre y decidió no retrasar más su objetivo." mi señor, lamento haberle importunado con mi favor y le agradezco muchísimo su ayuda pero ahora debo irme, no tengo mucho tiempo y debo regresar antes del anochecer al palacio"
Habían pasado 3 días desde su ultimo encuentro con Joon y a pesar de estar agotada hasta la médula, Sa Hi estaba inquita por no haber visto aquel hombre, había soñado las tres noches con esos ojos fríos pero hipnótizantes, ella no debería sentir anhelo por alguien que no fuera su prometido.Hablando de prometidos, no habían palabras para definir la furia e indignación de Sa Hi, llevaba casi una semana en el palacio y el príncipe, su supuesto prometido no se había molestado en conocerla."*Mama, es momento de entrar"Sa Hi fue sacada de su ensimismamiento por su doncella, ella se encontraba frente a las puertas de la habitación de la abuela del príncipe, ya que esa misma semana tenía que ser evaluada y aprobada por la ¹Daebi-MaMa y la ²Wangbi-MaMa antes de presentarse ante el Rey y hoy tenía su primera prueba de fuego.Sa Hi entro a la habitación y se detuvo a una distancia prudente de la reina viuda, luego hizo su p
De camino a ver a la reina rejente, Sa Hi se entero de que la aludida estaba indispuesta cosa que significaba que Sa Hi tendria el día libre, día que no pasaría sin encontrar a Joon.Después de haber entrado y salido por cada puerta que viera Sa Hi se había dado por vencida, quizás el joven maestro no había venido hoy al palacio o quizás no había registrado el palacio en su totalidad, fuera lo que fuere ella ya estaba cansada de caminar y ahora tenía hambre, así que decidio ir a su aposento y cambiarse el vestido que andaba por uno más cómodo.Tres horas después Sa Hi no encontraba su estabilidad mental, ese maldito laberinto en que se encontraba llamado palacio la estaba consumiendo, nesecitaba entretenerse en algo de lo contrario se volvería loca en ese lugar, así que decidio salir a dar un paseo y quizás con mucha suerte y un poco de esfuerzo encontraría algo en lo que gastar su tiempo.Sus pies la llevaron al único lugar p
Después de notar que el brazo del Joon estaba sangrando Sa Hi lo arrastro hacia la enfermería para poder desinfectarlo y venderlo.El médico real en cuanto vio entrar al príncipe sangrando se alarmó, pero este le hizo seña para que guardara en secreto su verdadera identidad, de esa manera seguiría siendo cómodo para él interactuar con Sa Hi, porque si está descubría que el era el príncipe todo se volvería tenso entre ambos."Listo, ya quedo, por favor vuelva cada día para su limpieza y cambio de vendaje su ma... señor" dijo el medico."Muchas gracias" se adelanto a decir Sa Hi, la joven estaba preocupada por la herida, ya que una infección podría resultar grave y sabe Dios cuanto tiempo llevaba herido Joon antes de que ellos se encontrasen.Después de salir de la enfermería, Sa Hi y Joon se dispusieron a regresar a la sombra del árbol donde se habian encontrado y ya ahí ninguno de los dos sabía como empe
Joon estaba reunido en la corte con sus padres y su abuela, el joven habia sido prácticamente obligado a asistir a la presentación de su prometida y futura esposa, cosa ironica ya que él mismo habia solicitado tal prometida; la espera era desesperante, más cuando no tenia interes en tales frivolidades, y aparte estaba ocupado encontrando el paradero de Sa Hi, ya que a la aludida se la había tragado la tierra despues de aquel beso."Sejabin-MaMa va a entrar su majestad" anunció el eunuco del rey.Sa Hi entro a la corte con toda la gracia que sus nervios le permitían, y mientras se acercaba una coleccion de expresiones esperaban para recibirla; la reina madre tenía un semblante de complacencia y agrado, mientras que la reina regente tenia el rostro frio y carente de expresión, y el rey como hombre en sobre manera ocupado y nada dotado en descifrar caracteres femeninos, simplemente era indiferente a la joven, no había necesidad de revisar cada movimien
Después de una tarde inolvidable de románticas aclaraciones y promesas, Sa Hi se encontraba flotando en una nube de amor, aunque no podía decir que amaba a Joon, estaba segura de que le gustaba y quería muchísim, quien iba a saber que después de oponerse tanto a este arreglo matrimonial estaría tan feliz de haber sido obligada a cumplir.Mientras Mi Na peinaba a su ama, descubrió que esta desbordaba de alegría y se sintió feliz de poder ver una genuina expresión de gozo en su rostro, desde que había sido su criada sabía que Sa Hi nunca había sido feliz desde que enfermo su madre, todo lo que hacía era fingir por el bien de esta y guardaba toda su angustia y dolor para si misma; si alguien merecía la felicidad absoluta, esa seria su amada Agassi.Después de terminarse de preparar para dormir, Sa Hi se acostó y durmió como un bebé toda la noche, deseando que sea mañana para ver a su nueva razón de ser; si esto era estar enamorada, Sa Hi queria permane
Había pasado medio mes después de la presentación de Sa Hi, las aclaraciones y la libertad para amar; desde ese entonces Joon había llevado a Sa Hi a citas dentro y fuera del palacio, le había comprado obsequios, la habia llevado a jardines, de compra, de campo, habían hecho equitación y un sin fin de actividades para amantes.Después de todos sus esfuerzos Joon consideraba que Sa Hi estaba completamente en sus manos y ya era hora de avanzar al siguiente paso, el castigo."Jeoha, ¿esta seguro que no quiere cambiar de opinión?, todavía hay tiempo para considerar otro método." Dijo el eunuco Jang."No, no lo hay, despues que el ministro de ritos vea a su hija desdichada y ser repudiada por toda la sociedad, sabrá que sabor tiene la que que él me dio a beber, y despues de eso se le sera quitada toda posición, titulo, rango y posesión que ostenta" exclamó Joon con amargura en su voz.Le dolia tener que hacerle eso a Sa