De camino a ver a la reina rejente, Sa Hi se entero de que la aludida estaba indispuesta cosa que significaba que Sa Hi tendria el día libre, día que no pasaría sin encontrar a Joon.
Después de haber entrado y salido por cada puerta que viera Sa Hi se había dado por vencida, quizás el joven maestro no había venido hoy al palacio o quizás no había registrado el palacio en su totalidad, fuera lo que fuere ella ya estaba cansada de caminar y ahora tenía hambre, así que decidio ir a su aposento y cambiarse el vestido que andaba por uno más cómodo.
Tres horas después Sa Hi no encontraba su estabilidad mental, ese maldito laberinto en que se encontraba llamado palacio la estaba consumiendo, nesecitaba entretenerse en algo de lo contrario se volvería loca en ese lugar, así que decidio salir a dar un paseo y quizás con mucha suerte y un poco de esfuerzo encontraría algo en lo que gastar su tiempo.
Sus pies la llevaron al único lugar pacífico que recordaba conocer, el jardín donde tubo su primera batalla; después de contemplar las flores detenidamente decidio que era tiempo de descansar sus doloridos pies y ubico un hermoso árbol no muy lejos de donde estaba, Sa Hi camino hasta el árbol y no fue hasta que se sentó que pudo percatarse de la hermosa vista que se alsaba frente a ella.
Sa Hi se reclino hasta lograr que su espalda encontrara comodidad arimada a el tronco del árbol y luego comenzó a disfrutar del hermoso paisaje; el valle frente a ella se encontraba bien poblado de verde grama, árboles bien sincronizados entre sí y por el medio del valle cruzaba una corriente de un río en la cual se alzaba un pequeño pero bien estructurado puente de piedras, en la cuatro esquina del puente se encontraba la cabeza de un dragón y del otro lado del río se podían ver personas practicando algún tipo de juego o deporte.
Joon llevaba cuatro días tratando de localizar a Sa Hi, pero es necesario mencionar que había fallado miserablemente y eso lo tenía furioso, Joon tenia curiosidad por saber en que lugar de la tierra se había metido esa señorita; tenía que liberar su ira sino muy pronto rodarian cabezas; para liberarse de la tensión el príncipe pensó que no había mejor opción que tener un duelo a espadas con cualquiera a quién le estorbara su vida, claro está, porque cada sirviente había notado que el principe se habia tornado en un dragón que escupía fuego por las narices y solo un tonto se atrevería a someterse a un duelo con él.
Y claro como en todo reino sino había un tonto, al menos había uno que no se pordria librar de su amo y en este caso fue su entrenador, el hombre claramente quería evitar semejante locura porque sin lugar a dudas alguien terminaría lastimado.
El príncipe blandeaba su espada y atacaba a su oponente como si su vida dependiera de ello y, en cierto modo así era, si el no moría del anhelo por esa muchacha, moriría por la furia de no encontrar ni a la joven, ni la respuesta a la duda que lo estaba consumiendo por dentro.
Después de acorralar a su víctima Joon recibió lo que estaba buscando una herida, la cual causó conmoción entre sus sirvientes cual terremoto sacudiendo la tierra; cabe mencionar que aunque la herida bajo su furia, no había disipado su enojo por lo que Joon aullento a cualquiera que se le acercó y simplemente camino lejos de aquel lugar y de la gente, él necesitaba un poco de paz y quizás con eso lograría enfriar su mente y su corazón.
Mientras Joon se acercaba a su lugar predilecto en el palacio vislumbró una figura recostada sobre su árbol, genial ahora tendría que lidiar con un extraño no deseado que se habia adueñado de su lugar.
No fue hasta que llegó al par de el extraño que se dio cuenta que era una dama la que estaba ¿durmiendo? ¿ en este lugar? ¿ a plena luz del día? ¿Qué no le habia enseñado pudor y prudencia a esta chica?, bien esto complicaba las cosas para Joon, pero eso no quería decir que la dejaría compartir su lugar, así que Joon se dispuso a despertar a la intrusa.
"Oye, tu, despierta"
Sa Hi se removió al escuchar una voz que le hablaba, ¿quién diablos se atrevía a sacarala de su comodidad? Y ahí fue que Sa Hi comprendió que se habia quedado dormida.
Después que la joven se movió, Joon pudo ver el rostro de la comoda señorita sin vergüenza, rostro que lo hizo gemir de placer al darse cuenta que pertenecía a la ladrona de su paz y causante de su angustia. Después de saber que era la señorita Sa Hi la que estaba ahí, la ira, ansiedad y sed de sangre de Joon desaparecieron como arte de magia y solo quedo el anhelo, si queria acariciar su rostro, tocar sus cabellos y perderse en su mirada.
Joon observo como esta se desperezaba y trata de enfocar su vista, cielos! Esa acción era la cosa más tierna que Joon había visto hasta el día de hoy, cosa que removió sus entrañas y porvoco sensaciones en su interior que nunca antes había experimentado.
"¡Joven señor, es usted!" dijo una sobrelarada Sa Hi despues de reconocer a la persona frente a ella.
"Si, señorita Sa Hi, soy yo" respondió con ternura Joon sin darse cuenta.
"Por fin lo encuentro, lo he estado buscando por horas" exagero lo joven sin darse cuenta que lo había extrañado.
Y esas palabras fueron el inicio de su ruina.
Joon recordó en ese instante que él también la había estado buscando y también el propósito de su búsqueda pero después de escuchar a la joven Joon decidió que eso podría esperar.
Después de notar que el brazo del Joon estaba sangrando Sa Hi lo arrastro hacia la enfermería para poder desinfectarlo y venderlo.El médico real en cuanto vio entrar al príncipe sangrando se alarmó, pero este le hizo seña para que guardara en secreto su verdadera identidad, de esa manera seguiría siendo cómodo para él interactuar con Sa Hi, porque si está descubría que el era el príncipe todo se volvería tenso entre ambos."Listo, ya quedo, por favor vuelva cada día para su limpieza y cambio de vendaje su ma... señor" dijo el medico."Muchas gracias" se adelanto a decir Sa Hi, la joven estaba preocupada por la herida, ya que una infección podría resultar grave y sabe Dios cuanto tiempo llevaba herido Joon antes de que ellos se encontrasen.Después de salir de la enfermería, Sa Hi y Joon se dispusieron a regresar a la sombra del árbol donde se habian encontrado y ya ahí ninguno de los dos sabía como empe
Joon estaba reunido en la corte con sus padres y su abuela, el joven habia sido prácticamente obligado a asistir a la presentación de su prometida y futura esposa, cosa ironica ya que él mismo habia solicitado tal prometida; la espera era desesperante, más cuando no tenia interes en tales frivolidades, y aparte estaba ocupado encontrando el paradero de Sa Hi, ya que a la aludida se la había tragado la tierra despues de aquel beso."Sejabin-MaMa va a entrar su majestad" anunció el eunuco del rey.Sa Hi entro a la corte con toda la gracia que sus nervios le permitían, y mientras se acercaba una coleccion de expresiones esperaban para recibirla; la reina madre tenía un semblante de complacencia y agrado, mientras que la reina regente tenia el rostro frio y carente de expresión, y el rey como hombre en sobre manera ocupado y nada dotado en descifrar caracteres femeninos, simplemente era indiferente a la joven, no había necesidad de revisar cada movimien
Después de una tarde inolvidable de románticas aclaraciones y promesas, Sa Hi se encontraba flotando en una nube de amor, aunque no podía decir que amaba a Joon, estaba segura de que le gustaba y quería muchísim, quien iba a saber que después de oponerse tanto a este arreglo matrimonial estaría tan feliz de haber sido obligada a cumplir.Mientras Mi Na peinaba a su ama, descubrió que esta desbordaba de alegría y se sintió feliz de poder ver una genuina expresión de gozo en su rostro, desde que había sido su criada sabía que Sa Hi nunca había sido feliz desde que enfermo su madre, todo lo que hacía era fingir por el bien de esta y guardaba toda su angustia y dolor para si misma; si alguien merecía la felicidad absoluta, esa seria su amada Agassi.Después de terminarse de preparar para dormir, Sa Hi se acostó y durmió como un bebé toda la noche, deseando que sea mañana para ver a su nueva razón de ser; si esto era estar enamorada, Sa Hi queria permane
Había pasado medio mes después de la presentación de Sa Hi, las aclaraciones y la libertad para amar; desde ese entonces Joon había llevado a Sa Hi a citas dentro y fuera del palacio, le había comprado obsequios, la habia llevado a jardines, de compra, de campo, habían hecho equitación y un sin fin de actividades para amantes.Después de todos sus esfuerzos Joon consideraba que Sa Hi estaba completamente en sus manos y ya era hora de avanzar al siguiente paso, el castigo."Jeoha, ¿esta seguro que no quiere cambiar de opinión?, todavía hay tiempo para considerar otro método." Dijo el eunuco Jang."No, no lo hay, despues que el ministro de ritos vea a su hija desdichada y ser repudiada por toda la sociedad, sabrá que sabor tiene la que que él me dio a beber, y despues de eso se le sera quitada toda posición, titulo, rango y posesión que ostenta" exclamó Joon con amargura en su voz.Le dolia tener que hacerle eso a Sa
Después de una larga lucha consigo mismo, Joon se convenció a sí mismo de que sin dolor no hay ganador, por lo tanto dejaria de dudar y meter a su poca moral y sentimientos en medio y procederia con el plan original, esta noche dejaría de retrasar lo inevitable.Su enemigo no dudo cuando le atacó, él tampoco deberia hacerlo, estaba dispuesto a pagar el presio que le cobrasen con tal de no faltar a su promesa y si eso significara irse al infierno, todavía no estaba dispuesto a retroceder.Joon borró todo rastro de misericordia y benevolencia en su camino a la habitación de Sa Hi, convenció a su corazón de que ella no significaba nada para él, que lo unico que lo había hecho dudar fue la inocencia y magnanimidad de la joven.Sa Hi creía haber descubierto porque los hombres y mujeres dormian justos; era el amor, si, la felicidad que traía estar abrazando por la noche a la persona que amabas, esa tranquilidad y seguridad que te brindaba
Había pasado una semana desde qué Joon tomo la inocencia de Sa Hi, y desde entonces había creado cualquier excusa para no verla o pasar la noche con ella. El primer día dijo que su cuerpo debía estar dolorido y necesitaba descansar y que por eso esa noche no la acompañaría, luego afirmó estar exhausto después de un pesado día en la corte y en otras alegó tener asuntos importantes que requerían su total y completa concentración.Todo se lo hizo saber por misivas que enviaba con su guardaespaldas. Joon no se atrevía a mirar a Sa Hi, porque estaba seguro de que sí lo hacía, volvería a tomarla y no pensaba volver a poseerla hasta haber encontrado una solución.Por más que se desvanaba los sesos por encontrar un camino que no destrosara a Sa Hi, no podía dar con él, ya sea que le confesara el plan que ya no llevaría a cabo y luego rogar por su perdón o le declarará que su padre era un asesino y que planeaba hacerle pagar, ninguna de las dos opciones evit
Sa Hi se encontraba paralizada en su lugar, el corazón le retumbaba en los oídos y en su mente pasaban como flashback todos los momentos en que lo vio sonreír le, cada beso que le dio, los lugares a donde la llevó y cada escena que recordaba como colorida y feliz, se iba tornado oscura y dolorosa. Todo fue un juego para él, simplemente la estaba usando, nada fue real.Las lágrimas salían solas sin ningún esfuerzo, Sa Hi no se dio cuenta que lloraba hasta que sintió las gotas tibias correr por su rostro, no se sentia ella misma, el corazón le dolia como si fuera a explotarse. Tenía un nudo en la garganta apoyándola, no le permitia hablar, ¿qué acababa de escuchar?, quería rogar por una explicación pero, todo lo que hizo fue darse la vuelta e irse.Al ver el cuerpo trémulo y la expresión destrozada en el rostro pálido de Sa Hi, Joon se quedó sin aliento y sintió su dolor más fuerte de lo que se habia imaginado; en ese mismo instante se dio cuenta que
Joon palidecio ante las palabras de Sa Hi, su tono sonaba severo y cargado de resentimiento; su bien y el de él, Joon resaba que solo lo estuviera diciendo por enojo."Se que ahora estas molesta, cansada y nesecitas procesar toda la información que acabas de recibir, así que haré como si no escuche nada y te daré tiempo para recuperarte""No necesito tiempo, ya lo he decidido, no abra matrimonio" le dijo Sa Hi, resuelta a pasar por lo que tuviera que pasar."No tiene elección, usted se casará conmigo en tres semanas, ni siquiera el mismísimo demonio podrá impedirlo" rugio Joon antes de salir hecho una furia por la puerta.Cómo se mujer se atrevía a decirle que no abría boda, no importa lo enojada que este o que el enojo no se halla pasado para entonces, pero de que se casaría con ella, se casaría, nadie podía impedir que él la mantuviera mantuviera su lado.Ahora que su corazón se habia