Joon estaba reunido en la corte con sus padres y su abuela, el joven habia sido prácticamente obligado a asistir a la presentación de su prometida y futura esposa, cosa ironica ya que él mismo habia solicitado tal prometida; la espera era desesperante, más cuando no tenia interes en tales frivolidades, y aparte estaba ocupado encontrando el paradero de Sa Hi, ya que a la aludida se la había tragado la tierra despues de aquel beso.
"Sejabin-MaMa va a entrar su majestad" anunció el eunuco del rey.
Sa Hi entro a la corte con toda la gracia que sus nervios le permitían, y mientras se acercaba una coleccion de expresiones esperaban para recibirla; la reina madre tenía un semblante de complacencia y agrado, mientras que la reina regente tenia el rostro frio y carente de expresión, y el rey como hombre en sobre manera ocupado y nada dotado en descifrar caracteres femeninos, simplemente era indiferente a la joven, no había necesidad de revisar cada movimiento de la chica cuando tenia dos mujeres a la par para encargarse de ello; sin embargo habia una cara con absoluto asombro y un corazón lleno de inquietud.
Después de hacer las reverencias y presentaciones de rigor, Sa Hi tomo asiento y su mente tomó unas vacaciones, delante de ella estaba el hombre que le había visitado en sueño cada noche y le habia robado los pensamientos despues de aquel beso.
Joon y Sa Hi no podían pensar con claridad y mucho menos creer lo que estaba ocurriendo en este momento, la joven frente a él era su prometida y tambien la joven que le había hecho latir desenfreno el corazón las ultimas dos semanas; y el joven frente a ella era él hombre que le había besado y tambien era el príncipe.
Ambos estaban atónitos y con los sentimientos hechos un desastre; Joon no sabia como encajar estos sentimientos es su planes y mucho menos como esto cambiaria las cosas, se sentía mariado y sofocada por el hecho de de la joven que le había robado el corazón era la hija de su enemigo y el instrumento que usaria que usaria para vengarse.
Mientras que Joon se encontraba en ese dilema, Sa Hi no podia detenter la emoción que corria por sus venas y la tenía en estado de ebriadad por la felicidad, ya nada impediria que lo quiciera con libertad, dejaría de mantener a raya sus sentimientos por ese hombre que creía no poder corresponderle y en cambio los dejaria crecer y cultivar con todo su ser.
La tensión estaba tan pesada que se podia cortar con una tijera, tarea que se tomo hacer la reina madre.
"Seja, no saludas a la princesa y te quedas en completo silencio ¿tanto es tu agrado por la princesa?" Con estas palabras se deshizo del estado de transe en el que Joon se encontraba.
"Bingun, bienvenida" dijo Joon dedicandole una segadora sonrisa a Sa Hi.
El aspecto relajado de Joon desmentia el panico en el que estaba, tenía muchas preguntas, incontables dudas e infinitas sensaciones que aplacar.
"Gracias Seja, es un placer verle de nuevo" aunque no estaba segura de si era propio mencionar su familiaridad, Sa Hi la mencionó.
Segundos despues estallaron unas series de preguntas que consistian en como había sido su estancia estas ultimas semanas, si se sentía agusta en su recamara, como le parecían las clases y algunas preguntas de cortesia más; Sa Hi respondió a todas y cada una de las preguntas con la verdad y con una felicidad que contenia a duras penas.
La presentacion solo duro el tiempo del desayuno, despues de esa hora el rey tenia audiencia con los ministros, la reina regente aseguro que se sentia indispuesta, mientras que la reina viuda tenia invitados que atender y al final solo quedaban ellos dos, desde ahora en adelante tenian todo el tiempo para aclarar dudas y responder la pregunta que ambos se hacian ¿ cómo es que eres tu?
'Tu... yo...' los dos hablaron al mismo tiempo, cada uno era un manojo de nervios y los dos se debian explicaciones para hacer que esta situación cuadrase.
"Bingun, primero hable usted" con esta frase Joon cedió la delantera.
"Mi señor, yo... bueno... es decir... primero hable usted su alteza" la joven no sabia como expresarse asi que le dio la palabra a Joon para poder calmarse y hablar sin tartamudiar.
"Señorita, primero quiero disculparpe por lo sucedido la ultima vez, siento mucho haberle asustado de esa manera, no fue sensato por mi parte, entiendo totalmente su posición y tiene todo el derecho a recriminarme" soltó de un solo Joon, sin percatarse del todo de lo que decia.
"Su alteza, como podria yo recriminarle algo al gran príncipe de esta nación, siendo o no siendo culpable el príncipe, no tengo tal derecho" dijo una mas relajada Sa Hi.
Joon maldijo por lo bajo y pensó que la joven tenia un punto, ciertamente sus habilidades de razonamiento habian desidido tomar un descaso en ese momento.
"Si, bueno, espero que pueda perdonarme" dijo Joon tratando de tapar su error.
"No creo que haya necesidad de disculparse cuando siendo sinceros estaba usted en su derecho, solo que no lo sabiamos" respondió Sa Hi con una cálida sonrisa que hizo temblar el corazón de Joon.
Tanto Joon como Sa Hi estaban perdido el uno con el otro, y seguramente Sa Hi no le hubiera sonreido de esa manera si hubiese sabido el alto precio que esa brillante sonrisa le cobraria más adelante.
Después de una tarde inolvidable de románticas aclaraciones y promesas, Sa Hi se encontraba flotando en una nube de amor, aunque no podía decir que amaba a Joon, estaba segura de que le gustaba y quería muchísim, quien iba a saber que después de oponerse tanto a este arreglo matrimonial estaría tan feliz de haber sido obligada a cumplir.Mientras Mi Na peinaba a su ama, descubrió que esta desbordaba de alegría y se sintió feliz de poder ver una genuina expresión de gozo en su rostro, desde que había sido su criada sabía que Sa Hi nunca había sido feliz desde que enfermo su madre, todo lo que hacía era fingir por el bien de esta y guardaba toda su angustia y dolor para si misma; si alguien merecía la felicidad absoluta, esa seria su amada Agassi.Después de terminarse de preparar para dormir, Sa Hi se acostó y durmió como un bebé toda la noche, deseando que sea mañana para ver a su nueva razón de ser; si esto era estar enamorada, Sa Hi queria permane
Había pasado medio mes después de la presentación de Sa Hi, las aclaraciones y la libertad para amar; desde ese entonces Joon había llevado a Sa Hi a citas dentro y fuera del palacio, le había comprado obsequios, la habia llevado a jardines, de compra, de campo, habían hecho equitación y un sin fin de actividades para amantes.Después de todos sus esfuerzos Joon consideraba que Sa Hi estaba completamente en sus manos y ya era hora de avanzar al siguiente paso, el castigo."Jeoha, ¿esta seguro que no quiere cambiar de opinión?, todavía hay tiempo para considerar otro método." Dijo el eunuco Jang."No, no lo hay, despues que el ministro de ritos vea a su hija desdichada y ser repudiada por toda la sociedad, sabrá que sabor tiene la que que él me dio a beber, y despues de eso se le sera quitada toda posición, titulo, rango y posesión que ostenta" exclamó Joon con amargura en su voz.Le dolia tener que hacerle eso a Sa
Después de una larga lucha consigo mismo, Joon se convenció a sí mismo de que sin dolor no hay ganador, por lo tanto dejaria de dudar y meter a su poca moral y sentimientos en medio y procederia con el plan original, esta noche dejaría de retrasar lo inevitable.Su enemigo no dudo cuando le atacó, él tampoco deberia hacerlo, estaba dispuesto a pagar el presio que le cobrasen con tal de no faltar a su promesa y si eso significara irse al infierno, todavía no estaba dispuesto a retroceder.Joon borró todo rastro de misericordia y benevolencia en su camino a la habitación de Sa Hi, convenció a su corazón de que ella no significaba nada para él, que lo unico que lo había hecho dudar fue la inocencia y magnanimidad de la joven.Sa Hi creía haber descubierto porque los hombres y mujeres dormian justos; era el amor, si, la felicidad que traía estar abrazando por la noche a la persona que amabas, esa tranquilidad y seguridad que te brindaba
Había pasado una semana desde qué Joon tomo la inocencia de Sa Hi, y desde entonces había creado cualquier excusa para no verla o pasar la noche con ella. El primer día dijo que su cuerpo debía estar dolorido y necesitaba descansar y que por eso esa noche no la acompañaría, luego afirmó estar exhausto después de un pesado día en la corte y en otras alegó tener asuntos importantes que requerían su total y completa concentración.Todo se lo hizo saber por misivas que enviaba con su guardaespaldas. Joon no se atrevía a mirar a Sa Hi, porque estaba seguro de que sí lo hacía, volvería a tomarla y no pensaba volver a poseerla hasta haber encontrado una solución.Por más que se desvanaba los sesos por encontrar un camino que no destrosara a Sa Hi, no podía dar con él, ya sea que le confesara el plan que ya no llevaría a cabo y luego rogar por su perdón o le declarará que su padre era un asesino y que planeaba hacerle pagar, ninguna de las dos opciones evit
Sa Hi se encontraba paralizada en su lugar, el corazón le retumbaba en los oídos y en su mente pasaban como flashback todos los momentos en que lo vio sonreír le, cada beso que le dio, los lugares a donde la llevó y cada escena que recordaba como colorida y feliz, se iba tornado oscura y dolorosa. Todo fue un juego para él, simplemente la estaba usando, nada fue real.Las lágrimas salían solas sin ningún esfuerzo, Sa Hi no se dio cuenta que lloraba hasta que sintió las gotas tibias correr por su rostro, no se sentia ella misma, el corazón le dolia como si fuera a explotarse. Tenía un nudo en la garganta apoyándola, no le permitia hablar, ¿qué acababa de escuchar?, quería rogar por una explicación pero, todo lo que hizo fue darse la vuelta e irse.Al ver el cuerpo trémulo y la expresión destrozada en el rostro pálido de Sa Hi, Joon se quedó sin aliento y sintió su dolor más fuerte de lo que se habia imaginado; en ese mismo instante se dio cuenta que
Joon palidecio ante las palabras de Sa Hi, su tono sonaba severo y cargado de resentimiento; su bien y el de él, Joon resaba que solo lo estuviera diciendo por enojo."Se que ahora estas molesta, cansada y nesecitas procesar toda la información que acabas de recibir, así que haré como si no escuche nada y te daré tiempo para recuperarte""No necesito tiempo, ya lo he decidido, no abra matrimonio" le dijo Sa Hi, resuelta a pasar por lo que tuviera que pasar."No tiene elección, usted se casará conmigo en tres semanas, ni siquiera el mismísimo demonio podrá impedirlo" rugio Joon antes de salir hecho una furia por la puerta.Cómo se mujer se atrevía a decirle que no abría boda, no importa lo enojada que este o que el enojo no se halla pasado para entonces, pero de que se casaría con ella, se casaría, nadie podía impedir que él la mantuviera mantuviera su lado.Ahora que su corazón se habia
La atmósfera estaba llena de miedo y tensión; todos y cada uno de los sirvientes que servían o sirvieron a Sa Hi se encontraban de pie frente a Joon, esepto por la cortesana Kim y su eunuco quienes cuidaban de Sa Hi, desde el más anciano hasta el más joven, todos rendirian cuentas ante él y el que fuere encontrado culpable no sobreviviría la noche.Las damas temblaban visiblemente y los hombres sudaban helado, cada uno sabía que en unos instantes correría sangre.Joon se encontraba fríamente inexpresivo al lado de su guardia real cuando dijo:"Solo pregunatare una vez, y deberán responder con la verdad, alguien de los que se encuentra aquí ahora, ha cometido el error más grande de su vida llevándole veneno a la Sejabin, yo como ya deben de suponer quiero saber quien fue"Algunas sirvientas comenzaron a llorar del miedo, pero nadie, ninguno se atrevio a soltar una sola palabra, lo que hizo que la ira de J
Cualquiera que estuviera pasando por la situación en la que se encontraba Joon, abría querido que el problema en cuestión se mantuviera en secreto el máximo tiempo posible, pero todas las esperanzas del ya ojeroso príncipe se fueron por la borda temprano por la mañana.En cuanto entro el rey, exigió saber con lujos y detalles lo ocurrido, dado que el padre de la aludida era su más querido y leal súbdito y tendría que dar la cara ante semejante descuido por su parte.Joon le mintió diciéndole que era un intento de asesina, por supuesto que no le diría la ver, ya que no sólo su padre sino que todo el que escuchara la historia pensaría que Sa Hi tenia un desorden mental al intentar quitarse la vida.Después de escuchar con sumo cuidado la tragedia, el rey regreso a la corte donde dentro de muy poco tendría un reunión para aclarar el asunto de la Sejabin.Cuando Joon pensaba que todo había acabado, tuvo que recibir visi