Después de la llamada, su madre se había quedado un poco más tranquila a pesar de todo. Recordar todo lo que había pasado al encontrar a su novio con alguien más fue pesado y molesto, pero se lo había narrado su madre todo al pie de la letra, aunque seguiría ocultando lo que había sucedido realmente con el dinero ahorrado, no le quería decir que su novio había sido el responsable de que su dinero desapareciera. Su intención no era de ninguna manera salvar a su exnovio por lo malo que había hecho, simplemente no quería darle más dolores de cabeza a su madre, que ahora debía nada más tener la mente puesta en su recuperación y no en otras cosas. Oliver se presentó nuevamente ante ella.. Rápidamente notó que se había cambiado de ropa, todavía tenía el cabello húmedo y ahora en lugar de estar prolijo se encontraba revuelto, dándole un aspecto más jovial. En realidad se miraba muy sexy de esa manera. No quería seguir la ruta de sus pensamientos encaminados al atrevimiento, y batió la cab
Conectó con él.—No, créeme que de ninguna manera he querido decir eso —balbuceó y pasó saliva con dificultad. Él, que no dejaba de mirarlo de forma intensa, no hacía más que cohibirla. —Bien, ¿tienes hambre? —He comido, ¿lo has olvidado? —Ya han pasado varias horas de eso... Supongo que mañana tienes que trabajar —cambió de tema y ella se lo confirmó con un asentimiento de cabeza. —Sí...—Te llevaré al trabajo, solo debes darme la dirección. —¿Al trabajo? Ya no estoy segura de tener un empleo, ese hombre es mi jefe —reveló, como si Oliver estaba realmente ajeno a eso. —Ah, ya lo comprendo. No tienes de que preocuparte —anunció.—¿No? Porque sí debería, estar en Buckland es mi sueño, no debería perderlo. Él se aclaró la garganta. —Ese tipo estará tras las rejas, me han llamado, ya me encargué de todo, te lo dije. Así que no creo que conserve su empleo. Su sórdida acción lo dejará expuesto. Parpadeó, sin palabras. —Me iré a la cama, descansa. Oh, todavía sigo pensando en que
Pamela intentó llamar otra vez a Bruce, pero no tuvo respuesta de su parte, por lo que llegaba a la conclusión de que en efecto había tenido un accidente, deseaba con todo su corazón que las cosas no hubiera marchado de ese modo, pero era eso lo que se esperaba sí había estado conduciendo bajo los efectos del alcohol. Oliver, se sentía incómodo ahí mirándola sumergida en la preocupación.No deseaba verla así. Además, le resultaba verdaderamente extraño que la mujer con la que se había casado, incluso si todo significaba solo una farsa se mostrara tan afectada por algo así. Ni siquiera debía de importarle, después de todo ese tipo la había engañado y rompió su corazón, no la supo valorar. Se llevó una mano a la sien, no debía estar afectado por eso, ni permitir que eso le molestara. Igual lo de ellos dos no era cierto. Entonces, ¿qué rayos importaba que estuviera así por su ex? Sin embargo la realidad era que Oliver no lo comprendía, el mismo ni siquiera sabía cómo es que se ponía de
—Hija, ya estoy de regreso a casa. Ha sido una mañana agotadora —le expresó su progenitora, quién ya estaba de regreso junto a Carla, a la joven se le acumularon las lágrimas en los ojos y se resistió a no romperse. Incluso cuando su mamá, Christine, la estaba diciendo que todo había ido bien, pese a ser cansino, sabía que reprimía el dolor, lo hacía para no causarle daño —. Carla ha estado conmigo en todo momento, por cierto, ella necesita dinero. —No lo olvido, soy consciente de que no ha podido trabajar para poder cuidarte, le pagaré esta tarde, mamá. —Bien. ¿Cómo estás? No me digas que te encuentres bien, porque sé que eso es mentira. —¿Por qué decir que no? Me conoces tan bien —suspiró ladeando la cabeza, todavía estaba a solas en el baño de mujeres de la compañía —. Bruce y yo no terminamos bien, todo está mal, pero olvidarlo es lo mejor, ya no quiero que venga a mi mente, mamá. —Y es lo mejor. De todas maneras una relación que no estaba estable y no era real, no te llevaría
—¿Por qué me ha llamado? —le habló al Chief Marketing Officer, quién era el que complementaba las funciones del Marketing Manager, de Tom Morrison. —En primer lugar es muy confuso, no tiene sentido. Pero son órdenes de arriba. ¿Qué has hecho últimamente, Pamela? —¿Yo? No sé a qué se refiere. —¿Ah no? Me imaginé, no puedo creer que vayas a tomar el lugar de Morrison, tú, una simple aprendiz. ¿No es eso descabellado? —¿Qué yo qué? —soltó llevándose una palma al corazón. ...Un paquete llegó esa tarde a la dirección de su casa. Lo llevó un chico, que con amabilidad le hizo la entrega. Era una caja atravesada por un lazo rojo, sabía que venía de parte de Oliver. Es que nadie más le enviaba obsequios. —Muchas gracias —emitió antes de volver a la sala.Una vez ahí, lo abrió, eran bombones de chocolate. ¡Una caja entera de chocolates suizo para ella! La notita pegada dentro, decía: "Lo siento por preocuparte, pero si te prometo que todo estará bien, no esperes que todo se derrumbe. Solo
A pesar de que había quedado en verse con Oliver al siguiente día, no pudo ser posible, al CEO se le habían presentado algunos inconvenientes ligados a la compañía, de todos modos ella no podría ir a verle, como mencionó. Tenía mucho por hacer. —¿Sucede algo? —le preguntó Diana, la nueva vecina estaba otra vez en su apartamento. Incluso si ella era una chica agradable. Que viniera demasiado a menudo, se sentía un poco tedioso, sin embargo no quería ser grosera o quedar como la mala. Así que no le quedaba de otra que ser amable con la mujer, después de todo sentía empatía por ella y quizás Diana solo se sentía sola, por eso buscaba interactuar con ella. —No, bueno... Es solo del trabajo. —¡¿Te refieres a la compañía Buckland?! Espera... —abrió los ojos de par en par, sin dejar de mirarla, completamente impactada, es que no se lo podía creer —. ¿Acaso eres empleada allí? No lo digo por nada malo, al contrario, es algo bueno. —Aprendiz —emitió, pensando en que sería el tonto mencio
No daba crédito a la forma tan dominante con la que se expresaba Oliver; no tenía ningún derecho de mostrarse así de posesivo con ella, mucho menos exigir en dónde se encontraba, no la podía manejar así, seguía siendo su vida. —Lo siento, pero no puedo permitir que me hables así, tú y yo estamos casados y eso no significa absolutamente nada, más allá de que deba fingir delante de tus padres y luego delante del mundo, pero eso no le quita peso a la mentira. Así que no vuelvas a hablarme como si de verdad estamos en una relación. —Pamela, en el momento en que firmas un papel te comprometes a hacer todo lo que dice el pie de la letra, que no se te olvide que ante la ley estamos casados, eres mi esposa por lo tanto no quiero que te pase nada malo y tampoco que andes por allí hablando con tipos. ¿Me has comprendido? Después de exigirle que no se viera con nadie más, no pudo prestar atención al resto de sus palabras; boquiabierta miró a todos lados buscando a Oliver. ¿Cómo rayos es que sa
El CEO se llevó una mano a la barbilla mientras comenzaba a sentirse enfadado. Caminaba de un lado a otro intentando calmarse, pareciendo un animal famélico. Rugió sintiéndose apresado. Lo que más lo ponía mal, es que había sentido algo extraño en su ser cuando miró a Pamela con alguien más. Luna, quién estaba ahí porque así lo pidió él, se quedó a sus espaldas tratando de adivinar cuál sería el próximo movimiento de su jefe, la había citado allí para ajustar algunos pendientes; no entendía la razón por la que exigió su presencia y no hacerlo por una llamada y ya. —Señor, todavía estoy esperando que me explique que es lo que necesita exactamente. Me doy cuenta de que algo le preocupa profundamente y me gustaría saber qué es lo que puedo hacer para que no esté así. Ella se quedó a la expectativa al ver que su jefe giró sobre sus talones, aún mantenía las manos entrelazadas por detrás, y con su caminar lleno de aquella característica firmeza se aproximó a ella.Parecía encontrarse f