Yo quien en ese momento experimentaba un poco de agobio replique.
—Si, pero me hostiga, resuena muy fuerte en mi cabeza, pero por más que hemos caminado no eh logrado verle.
—¡Resuena! Cierto lo había olvidado aun no puedes controlar tus habilidades.
—Habilidades.
Él solo me admiraba, sus ojos no se apartaban, solo sonreía bobamente, sin yo esperarlo llevo su mano hasta mi cuello y sujetándome firmemente me acerco hasta él unió su frente con la mía y cerro sus ojos, yo de nuevo me encontraba pasmada esta vez no por miedo sino por nerviosismo no entendía que era lo que cruzaba por su cabeza y mucho menos lo que pretendía hacer, aun con sus ojos cerrados exclamó. —Porque tiemblas. Abrió sus ojos y miró directamente a los míos a la vez que separaba un poco su rostroen busca de una respuesta a la que s
Han sido unos días de locos aún más este último el cual queda como un mal recuerdo, a ver pasado por tanto me hace obligatoriamente revivir aquellos momentos que viví al lado de Hope durante estos días y a pesar de lo malo o bueno que allá podido pasar estamos ambos aquí recostados sobre esta balsa, mirándonos tras habernos besado por primera vez y por primera vez me siento vivo. ...Un tiempo atrás... El decano en un tono de calma que a la vez dejaba entre ver rasgos de autoridad exclamó.—Tranquilizaos los dos, Linda a tu asiento y tuRonansal de la oficina esto no te compete.—Pero decano...—No eh de repetirlo dos veces. Inmediatamente en mi cabeza se trazó un plan y ya que no le podía retener pues iba a jugar sucio para atraerle, con lo que me había dicho sabía que se encontraba resentido pero el resentimiento no mata el cariño y sabía perfectamente queaúnlo sentía por ella.Tome el balde en la mano, lo llene de agua y en un intento de llamar su atención emití un silbido curiosamente el escuchar aquello inmediatamente le hizo girar y tras verme coloque una sonrisa maliciosa a la vez que movía aquella cubeta de lado a lado, dándome media vuelta me abalance hacia los demásy efectivamente Jacob termino siguiéndomellegando lamentablemente tarde para dCapítulo LXXXI - Los recuerdos de Ronan (La calma ante la tormenta) -2
Capítulo LXXXII - Los recuerdos de Ronan (La calma ante la tormenta) -3
Muy poco tiempo después todos arribaron al lugar de encuentro y punto de partida, procuramos así también el auto de William, pues Yin citó que era lo más conveniente para llegar a la zona principal, aunque durante el resto del camino llegaría un punto donde lo tendríamos que abandonar. Todos subimos en él, salimos del campus y nos dirigimos directo a lo que es la autopista, durante aquel recorrido el silenció reinaba entre nosotros junto a un delgado hilo de tensión que podía percibirse en todo el ambiente. Durante todo aquel camino yo permanecía atento observando todo a mí alrededor podía notar el hecho de que poco a poco abandonamos lo
Nos encontrábamos aun ofuscados tras aquella curiosa visita, Mary y William estaban llenos de dudas y curiosidad y tras recapacitar lo escuchado Mary exclamo.—De que marcahahablado aquel hombre.—Son solo cosas nuestras, descuida.Yin se acercó amíycolocandomeuna mano en el hombro rep
Con una actitud visible de mal humor nos miró y se retiró hasta el lugarendonde anteriormente nos encontrábamos siendo seguido directamente por Mary, Yin clamó a William quien se supone ya llevaba un tiempo siendo su amigo y suponiendo que podía llegar a dar una explicación del porqué de su comportamiento lo cuestiono diciendo.—¿Qué le pasa?William solo se encogió de hombros y levanto sus manosal tiempo en el que llegabaa exclamar.
Iba corriendo a toda prisa ocultándome entre las copas de los árboles cuando al llegar a una pequeña zona que se encontraba a pocos minutos para un lobo claro de donde se hallaban los demás allí los vi y tras llegar a la cima de un abeto en donde me oculté entre su follaje los contemple, eran cientos de ellos, humanos y lobos congeniando de la forma más horrenda posible, asesinos, criminales, atroces seres cargados de deudas cobradas a precio de sangre tomadas por sus manos todos marchando enposde persecución y en el centro como cual rey resguardado se encontraba el peor de todos, Claus. No muy bien vi aquel rostro particularmente conocido para mí emití un aullido avisando de forma directa a los demás del peligro que se levantaba en su contra, tras los secuaces de Claus escucharme se colocar