Todo volvió a comportarse de la misma manera, aquel hombre que yacía a mi espalda aun sujetaba mis brazos mientras que Claus continuaba su recorrido hasta donde yo me encontraba en compañía de aquella espeluznante canción.
Haber visto aquel lobo me había dejado petrificada no por miedo sino más bien pensando respecto a quien era, Claus por otro lado se seguía acercando, era evidente que le encantaba la tensión que se estaba desatando en ese momento, pero mi atención había cambiado completamente de dirección, no encontradose él en primer lugar y dijo.
—Así me gusta tranquila y cooperando.
Aquel lobo insistia en que proclamase su nombre, pero para ser sincera en ese momento le desconocía por completo no sabía quien era y mucho menos porque me quiere. Permanezco completamente en silencio y al ver aquello, aquel lobo se acerca más a mí y volviendo a proclamarse una vez más, aquella frase se escuchó. —Di mi nombre, Hope. —No sé qué es lo que quieres, mucho menos lo que esperas de mí, pero soy sincera cuando te digo que no sé cuál es tu nombre. —Si lo sabes y estoy totalmente segura de que ahora mismo tienes grandes reflejos de él, lo conoces y de eso estoy segura. —Claro, lo dices como si estuvieras en mi mente. —No tengo que estarlo tu propio ser está reaccionando a la magia de este bosque tu cuerpo incluso intenta liberarse de todo aquello que no le pertenece y hablo del aconito; por cierto, no te trae nostalgia este lugar, digo soy una tonta ya que no tuviste la oportunidad de poder vivir inmersa aquí en la naturaleza mi
Mi cuerpo empezó a temblar, sin yo quererlo y mucho menos sin yo provocarlo cada vez más en aumento, mis huesos empezaron a doler de la peor forma posible literalmente se sentía como si se estuviesen quebrando, a pesar del dolor yo me contenía, de mi boca no salía el más mínimo quejido, dolía y más de lo que pudiera alguien imaginar.Claus por otro lodo permanecía atento, desconcertado y fijo en la zona boscosa de donde procedía aquella voz, se había olvidado por completo de mí, al notar el movimiento procedente de mi cuerpo el sujeto que me mantenía retenida exclamo.
Sentimientos que surgen Ronansolo agacho la cabeza mientras que en sus labios se formaba una sonrisatimida. Aquel hombre exclamó. —Hay donde le vez no se ha apartado de ti ni un solo segundo. Preocupado y rogando a los cielos porque despertaras.
Me encuentro embobada ante aquello y mirando hacia el camino que anteriormente iba a tomar veo como las luciérnagas en él también se hacen notar sin perder tiempo inicio mi marcha, camino y admiro a la vez aquel techo pues a cada paso que doy las luciérnagas parecen avanzar podría incluso decir que parecería que me guiaran.Llevaba un tiempo ya andando a paso lento pero firme y sin descansar, aquel lugar era enorme parecía no acabar paso a paso hacia el camino y no parecía tener fin, pasado algunos minutos una leve luz empezó a hacerse distinguir junto con algunas leves voces en la distancia, seguí caminando acercándome cada vez más al lugar de donde provenía aquello
Yo quien en ese momento experimentaba un poco de agobio replique. —Si, pero me hostiga, resuena muy fuerte en mi cabeza, pero por más que hemos caminado no eh logrado verle. —¡Resuena! Cierto lo había olvidado aun no puedes controlar tus habilidades. —Habilidades. Él solo me admiraba, sus ojos no se apartaban, solo sonreía bobamente, sin yo esperarlo llevo su mano hasta mi cuello y sujetándome firmemente me acerco hasta él unió su frente con la mía y cerro sus ojos, yo de nuevo me encontraba pasmada esta vez no por miedo sino por nerviosismo no entendía que era lo que cruzaba por su cabeza y mucho menos lo que pretendía hacer, aun con sus ojos cerrados exclamó. —Porque tiemblas. Abrió sus ojos y miró directamente a los míos a la vez que separaba un poco su rostroen busca de una respuesta a la que sCapítulo LXXIX - La confesión de Ronan
Han sido unos días de locos aún más este último el cual queda como un mal recuerdo, a ver pasado por tanto me hace obligatoriamente revivir aquellos momentos que viví al lado de Hope durante estos días y a pesar de lo malo o bueno que allá podido pasar estamos ambos aquí recostados sobre esta balsa, mirándonos tras habernos besado por primera vez y por primera vez me siento vivo. ...Un tiempo atrás... El decano en un tono de calma que a la vez dejaba entre ver rasgos de autoridad exclamó.—Tranquilizaos los dos, Linda a tu asiento y tuRonansal de la oficina esto no te compete.—Pero decano...—No eh de repetirlo dos veces.Último capítuloCapítulo LXXXI - Los recuerdos de Ronan (La calma ante la tormenta) -2