Capítulo 11. Dónde todo empezó.
William caminaba a paso constante por aquellos campos, dejando atrás la civilización, todo en lo que había creído durante años, incluso a aquel que había sido su mentor en aquel viaje, pues a cada paso que daba sentía en su interior, que este se iba desvaneciendo, que cada uno de los recuerdos que había vivido en su pasado, cada uno de ellos que lo conectaba con el poder del destino, se iba desvaneciendo, poco a poco.
¿Qué estaba haciendo allí? – se preguntó a sí mismo, deteniéndose en seco, mirando hacia alrededor, reconociendo el lugar en seguida - ¿cómo había llegado hasta allí? ¿Por qué no podía recordar nada hasta ese momento?
Lo último que recordaba era… volver a casa, a St Andrew, donde debía encontrar a su fiel ami
PREFACIO.Una joven muchacha camina a ciegas, por un bello paraje, agarrado firmemente la mano de su esposo, mientras este la conducía más y más adentro del bosque.Ten cuidado aquí – comenzó el hombre, haciendo que la mujer se detuviese de golpe – hay una hondonada, camina despacio, no quiero que te caigas.La muchacha hizo caso de las palabras del joven, mientras proseguía la marcha junto a él, tropezando entonces, con una roca, dando un leve tras pies, cogiendo por sorpresa al hombre que la acompañaba, que soltó su mano sin apenas darse cuenta, haciendo que la muchacha abriese los ojos asustada, para mirar como caía al vacío, al mismo tiempo que su esposo la llamaba.¡Emily! – gritaba, mientras ella seguía rodando por la hierba, bosque abajo, temiendo que algo malo pudiese sucederle - ¡Emily! – la llam
Capítulo 2 – Los sueños no son reales.Descansaba sobre aquella cama, en aquel hospital, con los ojos abiertos, mirando hacia la ventana, por la que entraba el sol del amanecer, mientras su madre, despertaba sobre el sillón en el que se había quedado dormida la noche anterior.¿Has podido dormir algo? – Preguntaba hacia ella, mientras ella negaba con la cabeza, despacio - ¿por qué no intentas dormir un poco? – proseguía, mientras observaba como su hija negaba con la cabeza, al mismo tiempo que dejaba escapar otra lágrima – te vas a enfermar si no duermes algo…Si vuelvo a dormir le veré en mis sueños – aseguraba, con la voz desganada, haciendo que la mujer le prestase toda su atención – no podría soportar volver a sentir su mirada sobre la mía…. Porque cuando despierte él no estar&aacu
Capítulo 4 – Junto al mar.Emily deshacía la maleta en la habitación de invitados que Kayla le había preparado, en aquella hermosa casa en Ballintoy Beach Cottage, Irlanda.La casa estaba situada justo en la ladera de la montaña, frente al mar. Constaba de la casa principal donde solían hospedarse la muchacha, su marido y su hija cuando iban, una cabaña de madera que les servía de almacén, y un pequeño invernadero que estaba separado en dos, por una parte, lo tenían dedicado a la cultivación de hortalizas (eso hizo que entendiese que aquella era la razón de que su hermana siempre estuviese allí), y la otra parte estaba dedicada al relax, pues estaba formado por dos amplios sillones y lo que parecía ser una pequeña piscina de agua caliente.Levantó la vista hacia la ventana, percatándose entonces, de las hermosas vis
Capítulo 6 – La realidad es dura, y los sueños hay que dejarlos atrás.A la mañana siguiente Emily estaba feliz, pues había quedado con Murray en unas horas y estaba realmente impaciente por empezar aquella ruta histórica.Se preparaba el desayuno, en aquella enorme cocina. Acababa de sacar la leche sin lactosa del frigorífico cuando un sonido la asustó.Caminó hacia la mesa de la cocina, donde su teléfono móvil sonaba sin cese. Se asomó sobre este, admirando el nombre de la persona que llamaba:¡Mamá! – exclamó, justo después de contestar al teléfono - ¿qué tal va todo por allí? – preguntaba, mucho más animada que de costumbre, haciendo que su madre quedase perpleja con aquello - ¿cómo está Meredith?Estamos bien – respondía - &
Capítulo 8 – Un lluvioso día.Cuando levantó, al día siguiente, Kayla la esperaba en el salón, con mala cara.¿Por qué te fuiste ayer así, sin despedirte siquiera? Estaba preocupada – le espetaba, mientras la muchacha se sentaba sobre el sofá.Las alucinaciones volvieron – aseguró, haciendo que la joven la mirase preocupada – te dije que no era bueno para mí…¿qué viste? – preguntó su hermana, con el alma en vilo.A él, a William.¿deberíamos volver a casa? – preguntó, pensando en que la mejor manera de que su hermana estuviese mejor quizás era la que su madre proponía, encerrar a la joven en un centro.Deberíamos.De acuerdo, reservaré un vuelo para esta misma semana.Hace un día de
Capítulo 10 – Los dibujos del museo.Caminaba por los pasillos del museo, calada hasta los huesos, con la mirada perdida, abriéndose paso hacia el lugar que el guarda de la puerta le había indicado que estaba la exposición de piratas del joven Murray.No podía ser real, pensaba a cada paso que daba, William Drake no podía haber existido realmente, si él había existido… ¿cómo podía saber ella tanto sobre él? Si en realidad nunca le había conocido … ¿cómo?Pero no pudo seguir pensando en aquello, pues acababa de llegar a una vitrina, donde se encontraba un catalejo, una brújula y una pistola.Miró hacia la brújula, con sumo interés, pues acababa de visualizar las letras WD grabadas en ella, comprendiendo que le pertenecían a él.Prosiguió caminando entre las vitr
Capítulo 12 – El error.Habían pasado unos pocos días desde aquello, y Emily se sentía algo mareada de buscar una y otra vez una explicación coherente para todo aquello, pero parecía imposible, cómo podía ser que él la hubiese dibujado, que él, que no sólo había existido realmente, recordaba cosas que habían vivido, pues las había plasmado en sus bocetos, estuviesen realmente allí, nada de aquello tenía ni pies ni cabeza.Kayla irrumpió en su habitación, de nuevo, haciendo que la muchacha levantase la cabeza de la pared, y mirase hacia ella, ya que había estado recostada sobre la pared minutos antes, intentando encontrar una explicación para todo aquello.Esta noche tenemos que asistir a una cena – aseguró, haciendo partícipe a su hermana, que volverían a salir –
Capítulo 14 – Un descuido.Emily no volvió a hablar sobre el tema después de aquello, pues sabía que Kayla tenía razón, y no quería volver a pensar en ello de nuevo, hablar sobre el hombre al que amó, aquel que no parecía ser real, le traía mucho dolor.Kayla canceló el viaje a casa en el último momento, con la excusa de que aún tenía cosas que resolver en aquel pueblecito de la costa de Irlanda, asegurando a su madre que su hermana estaba mejor, y que su internamiento en el centro podían esperar un poco más.Pero Emily sabía muy bien que sólo lo hacía para descubrir más cosas sobre William Drake, porque sabía que la única forma de salvarme era que comprendiese que él no era real, y para ello tendrían que llegar al fondo del asunto.De nuevo se encontraban en casa de