Capítulo 12 – El error.
Habían pasado unos pocos días desde aquello, y Emily se sentía algo mareada de buscar una y otra vez una explicación coherente para todo aquello, pero parecía imposible, cómo podía ser que él la hubiese dibujado, que él, que no sólo había existido realmente, recordaba cosas que habían vivido, pues las había plasmado en sus bocetos, estuviesen realmente allí, nada de aquello tenía ni pies ni cabeza.
Kayla irrumpió en su habitación, de nuevo, haciendo que la muchacha levantase la cabeza de la pared, y mirase hacia ella, ya que había estado recostada sobre la pared minutos antes, intentando encontrar una explicación para todo aquello.
Capítulo 14 – Un descuido.Emily no volvió a hablar sobre el tema después de aquello, pues sabía que Kayla tenía razón, y no quería volver a pensar en ello de nuevo, hablar sobre el hombre al que amó, aquel que no parecía ser real, le traía mucho dolor.Kayla canceló el viaje a casa en el último momento, con la excusa de que aún tenía cosas que resolver en aquel pueblecito de la costa de Irlanda, asegurando a su madre que su hermana estaba mejor, y que su internamiento en el centro podían esperar un poco más.Pero Emily sabía muy bien que sólo lo hacía para descubrir más cosas sobre William Drake, porque sabía que la única forma de salvarme era que comprendiese que él no era real, y para ello tendrían que llegar al fondo del asunto.De nuevo se encontraban en casa de
Capítulo 15 – ¿quién es él?Emily caminaba hacia casa, pensando en lo que había sucedido en casa de Alex, sus labios se parecían a los suyos, pero sabía que no era él, no había podido encontrar nada de él en sus ojos, tan sólo era un amigo de su hermana, nada más.Kayla tenía razón, aquel hombre al que amaba no era real, no sabía en qué momento todo se había complicado de aquella forma, pero lo que si sabía era que tenía que dejarle atrás, seguir aferrándose a él de aquella manera no traería paz a su corazón, en lo absoluto.+++++++++++++++++A la mañana siguiente, Emily desayunaba alegremente en el jardín, había cocinado después de mucho tiempo sin hacerlo, y cuando Kayla llegó hasta ella y admiró boquiabierta a
Capítulo 16 – Entre la verdad y la mentira.Emily caminaba por la playa junto a Alex, de camino a casa, mientras el muchacho la escuchaba con atención, aquellas intrépidas aventuras que la joven contaba sobre William Drake y su amada eran realmente interesantes, y lo más seductor de todo era que ella aseguraba que la joven de los dibujos era ella misma, cosa bastante comprensible dado al gran parecido que tenía con la muchacha de que aparecía en los retratos del museo.… y entonces tuvimos que dejar a nuestra pequeña Andrea … - aseguraba mientras él agarraba el medallón con la gema esmeralda que guardaba en su bolsillo, con fuerza, al escucharla hablar sobre aquello, pues ella aseguraba que aquella joya era mágica.Era cierto que él había percibido un destello especial en la gema esmeralda alguna que otra vez, pero de ahí a
Capítulo 17 – TemplanzaSobre el alfeizar de la ventana, en aquella casa de montaña, una joven, sentada, admirando como la lluvia cae sin cese, mojando los campos a su paso, mojando todo aquello que se encuentra desprotegido.Hubo un tiempo en el que temía ser mojada por ella, no hace mucho, pero parece tan lejano ahora, parece tan irreal, parece que quizás todos tengan razón y todo no era más que un sueño, pero hay algo que fue real, algo que aún siente dentro de su corazón, él existió realmente, él no es sólo un producto de su imaginación, él fue un pirata en antaño, aunque nunca se conocieran en realidad.Levantó las piernas, apoyando la planta del pie en el alfeizar, dejando caer su cuerpo hacia atrás, sobre la fría pared de aquella ventana, al mismo tiempo que cerraba los ojos, imaginando aquel apuesto r
Capítulo 18 – Locuras frente al mar.Emily reía a carcajadas, junto a su hermana, justo al lado del mar, arropándose con el pareo que había comprado en los puestos esta misma mañana, pues habían cometido la tremenda locura de bañarse en el agua, desnudas, y ahora no tenían con que secarse, pero parecía ser algo realmente divertido, pues ninguna de las dos podía parar de reírse.¿Viste la cara que puso cuando dijiste “Sí mamá, voy a quedarme unos días más”? – preguntaba, para luego admirar como su hermana volvía a estallar de la risa, al pensar en la cara que había puesto su madre al escucharla decir aquello.Deberíamos dejar de beber vino en las comidas – añadía Emily, haciendo que su hermana estallase en carcajadas de nuevo.Alex corr&
Capítulo 20 – Perdida en su mirada.Emily – rogaba William Drake, entre sollozos, mientras se aferraba con fuerza a la mano de su esposa, pero esta parecía en otra parte, parecía que realmente entraría en coma, parecía que realmente no despertaría jamás - ¡Emily, despierta! – imploró, desde lo más profundo de su corazón, para luego besar su mejilla, dejando caer sus lágrimas sobre su rostro, haciendo que la muchacha abriese los ojos, intentando encontrar algo que le indicase donde estaba, pues lo último que podía recordar era caer por aquella tumba, en aquel agujero, junto a la tumba de William Drake, el pirata.Emily abrió los ojos, admirando el rostro de Alex junto a ella, él parecía realmente feliz de verla despertar, pues sonreía de oreja a oreja.¡Emily! –
Epílogo - El regreso de mamá.Caminaba hacia el alto abeto que se hallaba junto a la casa en la que vivía junto a mi esposo y mis dos pequeñas hijas, mientras recordaba las palabras que el doctor me había dicho esa misma mañana…Si sigues manteniendo esa pena en tu corazón seguirás enferma – aclaró él, haciendo que comprendiese algo, aquella enfermedad que llevaba acechándome más de dos meses, no era más que una larga depresión, causada por la pérdida tan inminente de mi madre, y la muerte tan trágica de mi padre. Y sabía perfectamente, que aquel dolor no se marcharía de la noche a la mañana.Ebrain, mi esposo, había intentado con creces, alejarme de la tristeza, y la llegada de nuestras hijas habían traído mucha felicidad a mi vida, eso era cierto, pero
PREFACIOUna joven muchacha de cabellos oscuros como la noche se marchaba con la que parecía ser su madre, hacia una extraña caja con ruedas que vosotros conoceréis con el nombre de coche. Esta bella muchacha, cuyo nombre ya conoceréis, no hacía más de dos días que se había caído del tejado, perdiendo de esta forma sus preciados recuerdos.Su progenitora, Anabeth, abrió la puerta del auto, ayudando a su hija a entrar en él, para luego rodear este y colocarse en el lugar del piloto.Emily Forbes se colocó el cinturón de seguridad, mirando despreocupada por la ventana, observando junto al viejo roble a un muchacho que no recordaba haber visto jamás. Y ahí estaba la clave, no lo recordaba, pero eso no quiere decir que no lo conociese, en cierta forma, una parte de ella lo hacía.William Drake la observaba, con detenim