CAPÍTULO 2 + 3

Capítulo 2 – Los sueños no son reales.

Descansaba sobre aquella cama, en aquel hospital, con los ojos abiertos, mirando hacia la ventana, por la que entraba el sol del amanecer, mientras su madre, despertaba sobre el sillón en el que se había quedado dormida la noche anterior.

  • ¿Has podido dormir algo? – Preguntaba hacia ella, mientras ella negaba con la cabeza, despacio - ¿por qué no intentas dormir un poco? – proseguía, mientras observaba como su hija negaba con la cabeza, al mismo tiempo que dejaba escapar otra lágrima – te vas a enfermar si no duermes algo…
  • Si vuelvo a dormir le veré en mis sueños – aseguraba, con la voz desganada, haciendo que la mujer le prestase toda su atención – no podría soportar volver a sentir su mirada sobre la mía…. Porque cuando despierte él no estará aquí.
  • Emily…
  • Sé que es solo un sueño – dijo hacia su madre, con la intención de tranquilizarla, pues sabía lo mucho que ella estaba sufriendo con todo aquello, y lo último que quería era preocuparla aún más - Pero es difícil para mí aceptarlo – aseguró, mientras más lágrimas brotaban de sus ojos ante la sola idea de que todos tuviesen razón, de que aquello no fuese más que un sueño, pues aún tenía la descabellada esperanza de que todo aquello no fuese más que una ilusión que el dios de la muerte había creado para confundirla, como ya hizo una vez, pero esta vez, no encontraba una razón para ello -  durante mucho tiempo viví pensando que le amaba, y ahora … - proseguía, mientras más lágrimas se derramaban una y otra vez por el rostro de la joven, al imaginar a aquel hombre llamado William Drake a su lado - resulta que todo lo que he vivido con él, mis hijos con él… todo era un sueño.
  • El doctor dice que se te pasará con el tiempo – la calmaba su madre, mientras acariciaba su cabeza, intentando cuidarla, como si fuese una niña pequeña.
  • No lo creo – negó, sin dejar de prestar atención a la ventana, pues no quería ver el rostro de su madre en aquel momento - esto no se me pasará nunca.
  • Emily…
  • Esto ya ha sucedido antes – explicaba hacia su madre, haciendo que esta le mirase preocupada – y él me encontró y se quedó a mi lado – continuaba, al mismo tiempo que su madre negaba con la cabeza, intentando que su hija entendiese la situación, que dejase de insistir en que aquel sueño era real.
  • Emily – le imploraba su madre, intentando hacerle entender que aquello no era real.
  • Luego le perdí de nuevo, porque el murió – comenzaba, nuevamente, haciendo que la mujer la mirase sorprendida, por la forma que hablaba sobre ello - y todo el tiempo en qué pensé que jamás volvería a verle, que había muerto… en todo ese tiempo no pude sacarle de mi corazón ni un solo momento…- proseguía, con lágrimas en los ojos - ¿cómo podría hacerlo ahora?
  • Porque esta vez sabes que nada de eso fue real, tan sólo fue un sueño – explicaba la mujer, haciendo que su hija bajase la mirada, arrepentida de haberle abierto su corazón – No te has movido de esta habitación en los dos últimos años, ¿cómo podría ser real?

La puerta se abrió, haciendo que la conversación que ambas mujeres mantenían se quedase en el aire.

  • ¿Cómo se encuentra hoy, señorita Forbes? – preguntaba el médico, haciendo que Emily bajase la mirada, en dirección a la ventana, de nuevo, pues no le apetecía volver a hablar sobre sus sentimientos.
  • ¿Cuándo le dará el alta, doctor? – preguntaba su madre, haciendo que el doctor sonriese.
  • Si todo va bien, hoy mismo.

Capítulo 3 – Añorando a aquel de sus sueños.

Emily cerró los ojos de nuevo, intentando encontrarle de nuevo en sus pensamientos, sabía que lo haría, sabía que algún recuerdo vendría a su mente. Sabía que no debía hacerlo, que debía tomarse la medicación que el doctor le había recetado para no soñar, era una droga tan fuerte, que apenas la dejaba apreciar nada, tan sólo había oscuridad en el bosque, aunque podía escuchar los sonidos de la naturaleza y sentir el olor a mar, que no estaba lejos de aquella a la que llamó su casa en aquellos sueños.

  • Esta vez no voy a dejarte, Emily – aseguraba William, frente a ella, mientras la besaba tiernamente, haciendo que la joven despertase con un fuerte dolor en su corazón, rompiendo a llorar en ese mismo instante.
  • Sólo es un sueño – se aseguró a sí misma, mientras agarraba el tarro con las píldoras y cogía una – tengo que hacerlo – se rogaba a ella misma – tengo que vivir esta vida.

Se tragó la pastilla sin utilizar si quiera agua, y luego se dio la vuelta y se quedó profundamente dormida, aunque como ella ya sabía, no había un sueño que pudiese envolverla, tan sólo había oscuridad.

A la mañana siguiente, despertó como de costumbre, buscándole en la cama, pero tan pronto como abrió los ojos se percató de que no estaba junto a ella y de que se encontraba en su antigua habitación, en la casa de su madre.

Se vistió, sin demasiadas ganas por hacerlo y bajó a desayunar, donde su hermana y su madre mantenían una fuerte discusión, al parecer sobre ella misma…

  • Debería de llevarla conmigo – le recriminaba la muchacha hacia su madre – han pasado semanas desde que dejó el hospital y sigue igual, sigue ida. Estoy segura de que un cambio de aires…
  • De ninguna manera – le espetaba la mujer – ella necesita estar en casa, descansar, tomarse la medicación y …
  • Kayla – la llamó su hermana, haciendo que las mujeres se percatasen de que la enferma había bajado a desayunar - ¿a dónde quieres llevarme?
  • He pensado que sería buena idea que te vengas conmigo mañana a la casa de la playa – comenzó, haciendo que su hermana la mirase sorprendida, pues ella solía ser bastante tosca y poco familiar, no entendía por qué intentaba acercarse de aquella manera, en aquel momento – tengo negocios que atender allí y …
  • Me parece una buena idea – aceptó la muchacha, haciendo que tanto su madre como su hermana se quedasen sorprendidas por su reacción. Pero lo cierto era que sólo había aceptado para no tener que ver el rostro disgustado y preocupado de su madre día tras día.
  • De acuerdo – comenzó Anabeth – dejaré que te la lleves – proseguía, hacia Kayla – pero debe tomarse la medicación y …
  • Claro que sí – respondía la muchacha – Emily – llamó hacia su hermana – ve a preparar la maleta, nos iremos mañana temprano.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo