Después de aquella noche en la que mi marido se emborrachó y vómito en nuestro cuarto de baño, dándose un golpe en la cabeza haciéndose una profunda herida que tardó en dejar de sangrar, nuestras vidas cambiaron mucho, Mark estaba más tiempo en casa, salíamos a cenar los dos solos, dando largos paseos por Nueva York después, abrazados, nos amábamos en la cama, con deseo y pasión, hasta mi vida cambio ya que caí en la cama con un fuerte resfriado y ya no pude darle el pecho a mi hijo, ya que entre la fiebre alta que tenia y toda la medicacion que nuestro medico me receto, tuve que pasar de darle el pecho a mi hijo a darle biberones, cosa me cuando me recupere me dejo a mi un poco más de tiempo libre, ya que empecé a trabajar en el bufete, pero siempre con unos horarios donde compaginaba mi trabajo, con la de mi esposo y mis hijos. El día que mi pequeña cumplía sus cuatro añitos, Mark y yo nos cogimos unos días libres para preparar la fiesta de cumpleaños de nuestra pequeña Cintia. Jun
Despertar en París y con el hombre que amaba, fue una de las experiencias más majestuosas que la vida me dio, ya que después del cumpleaños de mi hija Cintia, mis padres se quedaron unos días en nuestra casa con los niños, para que mi esposo me pudiera dar esta magnífica sorpresa. Me desperté en la suite nupcial de aquel hotel, acariciando mi cara los rayos de sol que entraban por aquella pequeña terraza que había en la habitación y, entre los brazos de mi marido. Quise levantarme de la cama, cuando los brazos de Mark me rodearon mi cuerpo, sintiendo su cálido aliento en mi cuello— Buenos días señora Harris — me dijo viendo en sus bonitos labios una preciosa sonrisa, haciéndome reír como una tonta— Buenos días señor Harris — le conteste acercando mis labios a sus perfectos labios—- ¿Quieres que salgamos a pasear o prefieres quedarte todo el día en la habitación? .--- pregunto, poniendo su cuerpo encima de mi cuerpo, estando los dos desnudos— Nah, quiero conocer la ciudad del amor
Me llamo Sofia Lopez y soy socia de un Bufete de abogados muy importante de Nueva York, tengo veintiocho años, soy morena, el color de mis ojos son de color como la miel y me puedo enfrentar a cualquier caso dificil, menos el que un día aparecio en mi oficina sin avisar.— Sofía está fuera el señor Mark Harris, dice que necesita hablar contigo urgente — me dijo Lina mi secretaria— Mark Harris, no tengo ninguna cita con ese señor, ni se de quien se trata, dile que te pida una cita Lina, ahora mismo estoy muy ocupada — respondíLina se marchó de mi despacho, mientras que yo seguía preparando los documentos para el juicio que tenía en tres días, cuando de pronto escuche como le daban a la puerta de mi despacho un portazo. Mire hacia la puerta viendo como entraba un hombre my alto que vestia un traje muy caro, tez bronceada, pelo negro y unos ojos verdes como las propias esmeraldas.— Necesito que me atienda ahora — me dijo gritando— Perdone, pero atiendo con una cita previa, estoy muy
Después de comer, me marché de la casa de mis padres, subí a mi vehículo para volver al bufete, mientras conducía pensaba en qué respuesta le daría a Mark Harris, preguntandome porque mi madre nunca me dijo nada de sus escarceos, ya que siempre estuvimos muy unidas y de donde saco la informaron sobre la bebe que tuve ya que cuando nacio mi bebe, lo di en adopción sin que nadie lo supiera. Llegué al edificio donde estaba el bufete, dejando mi coche en el parking, subí al ascensor apreté el botón de la planta donde iba y nada más salir Lina mi secretaria se acercó a mi.— Sofia tienes una visita en tu despacho, no he podido evitarlo lo siento — me dijo— No te preocupes, tranquila ¿quién es? — pregunté— El señor Harris — me dijo sorprendiéndomeEntre en mi despacho viendo a Mark Harris de pie mirando por los ventanales que había en mis despacho, deje mi bolso en el colgador y girándose él al escucharme entrar en mi despacho, nos quedamos mirándonos los dos a los ojos, dándome cuenta de
Me quede en el club sentada en unos de los sillones tomando mi bebida, cuando vi entrar a mi prometido abrazando a una mujer muy guapa, alta y rubia, todo distinto a lo que yo era, me levanté del sillón e intente pasar desapercibida, pero los ojos de Hugo y lo míos se cruzaron mirándome él serio, me acerque a ellos presentándome a la mujer que acompañaba a Hugo como su prometida, el bofetón que le dio a Hugo hizo estragos en su cara, pero yo no me quede mirando, le di otro bofetón, pero rompiéndole el labio. — Supongo que sabrás que hemos terminado — le dije tirando el anillo de compromiso que me regalo a su cara, marchandome del club Subí a mi coche dándome la risa tonta teniendo mis manos en el volante sin importarme la gente que me estaba mirando extrañada. Al día siguiente me desperté sobresaltada, porque acababa de tener una pesadilla con Mark Harris, me levanté de la cama, entre en el cuarto de baño, me quite el pijama metiéndome dentro de la ducha dejando caer el agua por mi
Empecé a revisar aquellos documentos, mientras el abogado de Harris me hablaba. — Quiero que sepa que el señor Harris irá a los tribunales si usted incupliera todas esas clausulas, ya que en esta reunión se van a tratar temas muy delicados relacionados con su vida privada, que podrían dañar la reputación de usted y de su familia, supongo que como abogada entenderá esa situación — me dijo — No entiendo por que se tiene que tratar sobre mi vida privada, el señor Harris me propuso casarme con él, pero mi vida privada seguirá siendo mía — le contesté —- Señorita Lopez, lo que trato de decirle es que, usted podrá ir a la cárcel si comparte con sus colegas o con su familia cualquier mínimo detalle de esta reunión o de los documentos que usted está a punto de firmar. Se han hecho varias copias, una para usted, para el señor Harris y los que vamos a estar presentes en esta reunión — me dijo Aunque el abogado me ofreció un bolígrafo para empezar a firmar aquellos documentos, por un momento
De pronto y sin mediar palabra a todos los que estábamos dentro del despacho Harris se levantó de la silla donde se encontraba sentado, cogio a su pequeña hija en brazos mirándonos la niña y yo, diciendome adios la pequeña con su pequeña mano, marchandose con su padre de aquel despacho, entrando Harris segundos después muy serio volviendo a sentarse en la silla donde antes estaba. — Sofia, aqui tengo los documentos que no son más que el contrato matrimonial — me dijo — Bien, firmemos y me marcho, ya no puedo perder más tiempo, como ya le he comentado yo tengo tambien trabajo en mi despacho — le dije — No tan deprisa Sofia, deje que mi abogado le diga las cláusulas del contrato y usted decida libremente si acepta o no, aunque si decide que no, la prensa rosa sabrá en unos días de usted — me dijo — Perdone señor Harris, pero esto parece más bien un chantaje que un matrimonio bajo contrato — respondí — Tómelo como quiera, pero son mis condiciones — me contestó Nos quedamos los dos m
La reunión con Mark Harris y sus abogados, me estaba resultando muy incómoda, sobre todo cuando me dijo las exigencias de la cama en este matrimonio por contrato, pero volver a ver a mi pequeña después de haberla abandonado cuando nació, me hizo comprender que si la quería otra vez en mi vida, debía de aceptar todas y cada una de las condiciones que me pusieran delante ese hombre, — ¿Y si no deseo tener relaciones con el señor Harris? dígame ¿qué pasará? — pregunte — Al firmar este contrato que tiene usted delante, exime a mi cliente de toda responsabilidad, en caso de que usted se sienta violada o abusada por el señor Harris aqui presente, el solamente le expresara su necesidad de practicar sexo con su esposa y usted estara obligada a no poner ninguna resistencia hacia su esposo — me dijo el abogado Me quedé mirando a Mark Harris, dándome cuenta de lo relajado que estaba en su gran sillón, como si todo lo que me estaba diciendo su abogado fuera de lo más natural — Que dice señor