Empecé a revisar aquellos documentos, mientras el abogado de Harris me hablaba.
— Quiero que sepa que el señor Harris irá a los tribunales si usted incupliera todas esas clausulas, ya que en esta reunión se van a tratar temas muy delicados relacionados con su vida privada, que podrían dañar la reputación de usted y de su familia, supongo que como abogada entenderá esa situación — me dijo
— No entiendo por que se tiene que tratar sobre mi vida privada, el señor Harris me propuso casarme con él, pero mi vida privada seguirá siendo mía — le contesté
—- Señorita Lopez, lo que trato de decirle es que, usted podrá ir a la cárcel si comparte con sus colegas o con su familia cualquier mínimo detalle de esta reunión o de los documentos que usted está a punto de firmar. Se han hecho varias copias, una para usted, para el señor Harris y los que vamos a estar presentes en esta reunión — me dijo
Aunque el abogado me ofreció un bolígrafo para empezar a firmar aquellos documentos, por un momento me quede indecisa y sorprendida, ya que lo que iba a ver entre Mark Harris y yo solamente era un matrimonio por contrato, aunque por otra parte lo comprendía, ya que Mark Harris, era un hombre importante y multimillonario
— Crei que Harris solo queria una boda sencilla y una niñera para su hija — le respondí
— No señorita Lopez, no es eso solo — no me dijo nada más
El abogado de Harris, recogio los documentos que yo le firme, me miro y sonrio
—La notó algo nerviosa señorita Lopez, ¿quiere que la asistente le traiga algo de beber?, puede traerle una infusión que la calmara un poco — me dijo
— No gracias, lo único que deseo es, que esta reunión acabe cuanto antes para poder marcharme, ya le he comentado que tengo una cita en mi bufete con un importante cliente — le dije
—- Señor Harris, dígame una cosa que me tiene muy intrigada, he firmado los documentos que me ha dado, pero mi duda es, ¿qué propósito tiene Harris con esta reunión? — pregunte
La asistente entró en el despacho en ese mismo momento dirigiéndose al abogado y a mi.
— El señor Harris ya viene hacia su despacho, ¿les traigo algo de beber? ¿quieren un café? — nos preguntó
— Yo no quiero nada gracias — conteste
— Traeme a mi por favor un café, ya sabes como me gusta — respondió sonriente el abogado
Cuando la mujer entró con el café que le pidió el abogado en el despacho, este volvió la cabeza para mirarla, con una expresión cálida mientras le sonreía.Cogió la taza de café sentandose en uno de los sillones que había alrededor de la mesa
— Señorita Lopez no este nerviosa, el señor Harris le quiere ofrecer una estabilidad que no se lo daría a ninguna otra mujer — me dijo, al ver que me movía en mi asiento algo nerviosa
— No me hace falta estabilidad, yo, como sabe trabajo en un bufete muy importante y no necesito que nadie del exterior de mi entorno me ayude — le respondí
El corazón me dio un vuelco poniendose mas de mil pulsaciones, cuando de pronto la puerta del despacho se abrió, entrando Mark Harris y un hombre que me supuse que sería otro de sus abogados
—- Señorita Lopez, me llamo Cristofer encantado — me dijo el hombre dándome la mano
Me quedé mirando a los tres hombres algo aturdida y fuera de sitio, ya que los dos subordinados de Harris eran demasiado amables y sabía que eso no sería bueno para mi.
— Buenas tardes señorita Lopez, espero que la espera no hay resultado incómoda — me dijo Harris demasiado serio
— No se preocupe señor Harris, pero me gustaría que terminamos esta reunión cuanto antes ya que yo como usted estamos muy ocupados y ya he perdido mucho tiempo, un tiempo que es muy valioso para mi — le dije
— Pues entonces empecemos la reunión — dijo Harris
Mirándome mientras sonreía, Harris se sentó en uno de los sillones que había a mi lado, acercandome unos documentos. Harris se le notaba que estaba muy tranquilo, aunque yo era un manojo de nervios ya que no sabía qué más iba a suceder en esa dichosa reunión, puesto que en mi despacho ya me dijo lo que deseaba de mi. Mark Harris se quedó mirándome con sus preciosos ojos del color de la esmeralda, cuando de pronto escuche abrirse la puerta del despacho, me gire para ver quien había entrado cuando me fije en una niña pequeña que me miraba por detrás del respaldo de mi silla
— Disculpame Sofia, es mi hija Cintia — me dijo Harris, mirándolo yo sorprendida, ya que sabía con certeza que era la niña que di en adopcion bajo las amenazas de mis padres
Me quedé mirando a esa preciosa niña mientras las dos sonreímos, y haciendo un discreto saludo con su mano.
— Hola Cintia, que guapa que eres — le dije
— Hola tengo tres añitos — me dijo la pequeña
— Y eres muy guapa ¿lo sabías? — le dije
— Cintia cariño, ven con papa, mi niña preciosa — le dijo Harris
Me quedé mirando a la pequeña cuando subió en el regazo de su padre sintiendo que estaba a punto de darme un ataque de ansiedad, ya que la pequeña tenía ciertos rasgos míos, pensando en que Harris no me mintió, esa pequeña criatura era la que di yo a luz hacía tres años atrás. Cintia se bajó del regazo de su padre y como si tuviéramos una conexión, apoyó sus bracitos en mis piernas apoyando su preciosa cabecita en sus bracitos mientras nos mirabamos las dos. De pronto la pequeña intentó subir a la silla que yo tenía a mi lado, me levanté de la silla, le pase mis manos por debajo de sus bracitos y la ayudé a sentarse rodeándome la pequeña mi cuello con sus cortos brazos.
De pronto y sin mediar palabra a todos los que estábamos dentro del despacho Harris se levantó de la silla donde se encontraba sentado, cogio a su pequeña hija en brazos mirándonos la niña y yo, diciendome adios la pequeña con su pequeña mano, marchandose con su padre de aquel despacho, entrando Harris segundos después muy serio volviendo a sentarse en la silla donde antes estaba. — Sofia, aqui tengo los documentos que no son más que el contrato matrimonial — me dijo — Bien, firmemos y me marcho, ya no puedo perder más tiempo, como ya le he comentado yo tengo tambien trabajo en mi despacho — le dije — No tan deprisa Sofia, deje que mi abogado le diga las cláusulas del contrato y usted decida libremente si acepta o no, aunque si decide que no, la prensa rosa sabrá en unos días de usted — me dijo — Perdone señor Harris, pero esto parece más bien un chantaje que un matrimonio bajo contrato — respondí — Tómelo como quiera, pero son mis condiciones — me contestó Nos quedamos los dos m
La reunión con Mark Harris y sus abogados, me estaba resultando muy incómoda, sobre todo cuando me dijo las exigencias de la cama en este matrimonio por contrato, pero volver a ver a mi pequeña después de haberla abandonado cuando nació, me hizo comprender que si la quería otra vez en mi vida, debía de aceptar todas y cada una de las condiciones que me pusieran delante ese hombre, — ¿Y si no deseo tener relaciones con el señor Harris? dígame ¿qué pasará? — pregunte — Al firmar este contrato que tiene usted delante, exime a mi cliente de toda responsabilidad, en caso de que usted se sienta violada o abusada por el señor Harris aqui presente, el solamente le expresara su necesidad de practicar sexo con su esposa y usted estara obligada a no poner ninguna resistencia hacia su esposo — me dijo el abogado Me quedé mirando a Mark Harris, dándome cuenta de lo relajado que estaba en su gran sillón, como si todo lo que me estaba diciendo su abogado fuera de lo más natural — Que dice señor
No quedandome todavía conforme con todo lo que Mark Harris me dijo, hice otra pregunta que aún me preocupaba sin saber que el que iba a ser mi dueño cuando nos casaramos se iba a reir de mi — Supongo que cuando me quede embarazada será por inseminación ¿no? — pregunte, viendo como Harris me miraba riendo — No, ni lo pienses Sofia, creo que aun no lo tienes claro del todo, quiero tener sexo con mi esposa y en mi cama ¿entendido? — me dijo Harris — Esta bien si lo quiere así me lo tendré que pensar muy bien entonces, pero dígame qué pasa con sus amantes, no consentire ninguna infidelidad por su parte y que me pueda producir alguna enfermedad en mi cuerpo, como ve yo tambien quiero ciertas condiciones — respondí —- Y veo bien que ponga sus condiciones, pero si algun dia tengo un desliz con una de mis amantes, sere muy discreto y por supuesto soy muy precavido en cuestión de enfermedades de transmisión sexual Sofia, aqui no se cuestiona lo que yo pueda o no pueda hacer, se cuestiona lo
Dos horas después de que yo llegara a la casa de mis padres, llego mi padre muy contento, entró en el salón donde estábamos sentadas en el sofá mi madre y yo fijándose mi padre en que las dos estábamos muy serias, me dio un beso en la cabeza sentandose al lado nuestro en el sofa— ¿Pasa algo cariño? parece por vuestros rostros que hayáis venido de un funeral — nos dijo mi padreComo pude y aunque alguna lagrima broto de mis ojos, le conte a mi padre lo mismo que le dije a mi madre, solo que él, se levantó de pronto del sofá muy enfadado, se acercó al mueble bar poniendose en un vaso un poco de licor mientras miraba a mi madre.— ¿Con qué derecho viene ahora ese payaso a decirle a mi pequeña lo que tiene que hacer?, además Sofía hija puedes tener más hijos, no tienes por que aguantar las amenazas de ese hombre — me dijo mi padre— Papa no se trata de amenazas, se trata de que nos hundiría a vosotros y a mí misma, y eso no lo puedo consentir, por vosotros y por mi — le dije a mi padre
La cena ya me estaba siendo algo incómoda, por pensar que después tendría que acompañar a Mark en su coche hasta su casa,y tener que dormir en un dormitorio que no era mío en una casa que aunque cuando nos casaramos seria tambien mia, por ahora solamente era de Mark Harris y sobre todo, tener que ponerme la misma ropa al dia siguiente, ya que con los nervios no me acordé de coger mi ropa de la casa de mis padres, pero Harris se quedó mirándome con una media sonrisa en sus rojos y carnosos labios, como si estuviera adivinando lo que yo estaba pensando en ese mismo momento.— Sofía mañana, tendremos que tutearnos delante de mi hija, te tendré que abrazar y besar, espero que no vaya a ser ningún inconveniente para ti ya que como sabes en dos dias seras mi esposa y eso es lo natural en un matrimonio — me dijo— Esta bien Mark, veo que no quieres sorpresas pero si incomodarme a mi — respondíMark soltó una fuerte carcajada mientras ponía un poco más de vino en nuestras copas— No quiero in
Ver así de vestido a Mark Harris, me dio la impresión de que ya estaba atada a un hombre que no conocía absolutamente nada pero tenía muy claro lo que quería, aunque que simplemente estábamos ya unidos por un contrato matrimonial, pero intente no pensar en eso, lo único que ahora estaba deseando era estar con mi hija, jugar con ella, que me conociera y conocerla yo, ya que cuando nació no me dejaron ni verla, llevandosela enseguida la matrona que me asistió en el parto, por orden de mis padres. Cuando entramos en el salon donde estaba mi hija, pude darme cuenta de cómo Mark tenía una media sonrisa en sus bonitos labios mirando a su hija, fijandome seguidamente en los peluches que había encima de la alfombra donde estaba mi pequeña, sin poder quitar mi mirada, notando como unas pequeñas lagrimas caían por mis mejillas— Cintia cariño, ¿te acuerdas de Sofía? — le pregunto Mark a su hijaPero la pequeña estaba entretenida con sus peluches— ¿No vas a decirle nada? ella está aquí para jug
Por la tarde y después de comer, estábamos Mark Harris, mi hija y yo sentados los tres en el sofá viendo la tele, cuando de pronto escuchamos como alguien tocaba el timbre de la casa, viendo entrar poco después en la sala donde estábamos los tres, al abogado de Harris con ciertos papeles en sus manos.— Buenas tardes — dijo el abogado cuando entro, acercándose a Harris, cuando este se levantó del sofá para recibirlo— ¿Traes los documentos? — preguntó Harris a su abogado— Si señor, mañana por la mañana tienen usted y la señorita Lopez los exámenes de salud que usted solicitó en la clínica de su confianza, a parte de la prueba de ADN que tiene señorita Lopez, la vera un ginecólogo para asegurarse el señor Harris, de que podrá concebir un hijo cuando lo decida su futuro esposo — me dijo el abogado— No lo entiendo, señor Harris ¿cómo vamos a ir a la clínica y casarnos a la vez? — pregunte escuchando cómo se reía mi futuro esposo a carcajadas— Sofía, nuestra boda se celebrará por la ta
Después de los exámenes que nos hicieron a cada uno los médicos de aquella clínica, nos marchamos de aquel lugar, subimos al coche regresando a la casa de Harris. Entramos dirigiéndonos los dos al salon, me sente en el sofá mientras Harris se ponía en un vaso un poco de Whisky que tenía en el mueble bar del salón, sentándose él luego a mi lado.— Si nos casamos esta tarde, supongo que querrá que la pequeña Cintia asista a nuestra boda — le dije— Por supuesto que si, ya ha dejado en la guardería mi nana la ropa de mi hija, para que la preparen — respondió— ¿Tiene nana señor Harris? — pregunte sonriendo—¿Usted no ha tenido nunca, Sofía? — me contestó— Si, pero usted no me deja verla ni invitarla a la boda, supongo que nuestra boda será, en fin, muy seria y sin pétalos de rosas cuando nos feliciten ¿verdad? — pregunté, viendo como Harris se movía en el asiento un poco molesto por mis palabras.— Sofia, creo que cuando firmó el contrato entendió todas las disposiciones que va a tener