4/ CONOCIENDO A UNA PEQUEÑA NIÑA

Empecé a revisar aquellos documentos, mientras el abogado de Harris me hablaba.

— Quiero que sepa que el señor Harris irá a los tribunales si usted incupliera todas esas clausulas, ya que en esta reunión se van a tratar temas muy delicados relacionados con su vida privada, que podrían dañar la reputación de usted y de su familia, supongo que como abogada entenderá esa situación — me dijo

— No entiendo por que se tiene que tratar sobre mi vida privada, el señor Harris me propuso casarme con él, pero mi vida privada seguirá siendo mía — le contesté

—- Señorita Lopez, lo que trato de decirle es que, usted podrá ir a la cárcel si comparte con sus colegas o con su familia cualquier mínimo detalle de esta reunión o de los documentos que usted está a punto de firmar. Se han hecho varias copias, una para usted, para el señor Harris y los que vamos a estar presentes en esta reunión — me dijo

Aunque el abogado me ofreció un bolígrafo para empezar a firmar aquellos documentos, por un momento me quede indecisa y sorprendida, ya que lo que iba a ver entre Mark Harris y yo solamente era un matrimonio por contrato, aunque por otra parte lo comprendía, ya que Mark Harris, era un hombre importante y multimillonario

— Crei que Harris solo queria una boda sencilla y una niñera para su hija — le respondí

— No señorita Lopez, no es eso solo — no me dijo nada más

El abogado de Harris, recogio los documentos que yo le firme, me miro y sonrio

—La notó algo nerviosa señorita Lopez, ¿quiere que la asistente le traiga algo de beber?, puede traerle una infusión que la calmara un poco — me dijo

— No gracias, lo único que deseo es, que esta reunión acabe cuanto antes para poder marcharme, ya le he comentado que tengo una cita en mi bufete con un importante cliente — le dije

—- Señor Harris, dígame una cosa que me tiene muy intrigada, he firmado los documentos que me ha dado, pero mi duda es, ¿qué propósito tiene Harris con esta reunión? — pregunte

La asistente entró en el despacho en ese mismo momento dirigiéndose al abogado y a mi.

— El señor Harris ya viene hacia su despacho, ¿les traigo algo de beber? ¿quieren un café? — nos preguntó

— Yo no quiero nada gracias — conteste

— Traeme a mi por favor un café, ya sabes como me gusta — respondió sonriente el abogado

Cuando la mujer entró con el café que le pidió el abogado en el despacho, este volvió la cabeza para mirarla, con una expresión cálida mientras le sonreía.Cogió la taza de café sentandose en uno de los sillones que había alrededor de la mesa

— Señorita Lopez no este nerviosa, el señor Harris le quiere ofrecer una estabilidad que no se lo daría a ninguna otra mujer — me dijo, al ver que me movía en mi asiento algo nerviosa

— No me hace falta estabilidad, yo, como sabe trabajo en un bufete muy importante y no necesito que nadie del exterior de mi entorno me ayude — le respondí

El corazón me dio un vuelco poniendose mas de mil pulsaciones, cuando de pronto la puerta del despacho se abrió, entrando Mark Harris y un hombre que me supuse que sería otro de sus abogados

—- Señorita Lopez, me llamo Cristofer encantado — me dijo el hombre dándome la mano

Me quedé mirando a los tres hombres algo aturdida y fuera de sitio, ya que los dos subordinados de Harris eran demasiado amables y sabía que eso no sería bueno para mi.

— Buenas tardes señorita Lopez, espero que la espera no hay resultado incómoda — me dijo Harris demasiado serio

— No se preocupe señor Harris, pero me gustaría que terminamos esta reunión cuanto antes ya que yo como usted estamos muy ocupados y ya he perdido mucho tiempo, un tiempo que es muy valioso para mi — le dije

— Pues entonces empecemos la reunión — dijo Harris

Mirándome mientras sonreía, Harris se sentó en uno de los sillones que había a mi lado, acercandome unos documentos. Harris se le notaba que estaba muy tranquilo, aunque yo era un manojo de nervios ya que no sabía qué más iba a suceder en esa dichosa reunión, puesto que en mi despacho ya me dijo lo que deseaba de mi. Mark Harris se quedó mirándome con sus preciosos ojos del color de la esmeralda, cuando de pronto escuche abrirse la puerta del despacho, me gire para ver quien había entrado cuando me fije en una niña pequeña que me miraba por detrás del respaldo de mi silla

— Disculpame Sofia, es mi hija Cintia — me dijo Harris, mirándolo yo sorprendida, ya que sabía con certeza que era la niña que di en adopcion bajo las amenazas de mis padres

Me quedé mirando a esa preciosa niña mientras las dos sonreímos, y haciendo un discreto saludo con su mano.

— Hola Cintia, que guapa que eres — le dije

— Hola tengo tres añitos — me dijo la pequeña

— Y eres muy guapa ¿lo sabías? — le dije

— Cintia cariño, ven con papa, mi niña preciosa — le dijo Harris

Me quedé mirando a la pequeña cuando subió en el regazo de su padre sintiendo que estaba a punto de darme un ataque de ansiedad, ya que la pequeña tenía ciertos rasgos míos, pensando en que Harris no me mintió, esa pequeña criatura era la que di yo a luz hacía tres años atrás. Cintia se bajó del regazo de su padre y como si tuviéramos una conexión, apoyó sus bracitos en mis piernas apoyando su preciosa cabecita en sus bracitos mientras nos mirabamos las dos. De pronto la pequeña intentó subir a la silla que yo tenía a mi lado, me levanté de la silla, le pase mis manos por debajo de sus bracitos y la ayudé a sentarse rodeándome la pequeña mi cuello con sus cortos brazos.

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